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MI BANCO

- Buenos días Manolo.

- Buenos días, guapa ¿a por qué vienes hoy?

- Sólo unos pagarés, ¿qué tal el fin de semana?

Esa era la típica conversación que siempre tenía con Manolo, un chico que trabajaba en el banco donde yo solía ir.

Un día estaba esperando la cola y un hombre con una careta entró a robar, todos nos pusimos en el suelo, tenía una pistola y nos amenazaba, tuve miedo por mi vida y por la de Manolo, que sin poder hacer nada tuvo que darle el dinero que pedía, ..., pasamos un mal rato, pero cuando se fue, la policía ya le estaba esperando fuera, la gente salió despavorida del banco, yo me acerqué a Manolo y le dije:

- ¿Estás bien? - asintió

- ¿Y tú?

- Sí, pero me he llevado un buen susto, nunca había asistido a un robo - los dos reímos.

- ¿Quieres un café? - me preguntó

- Sí, para calmar los nervios lo mejor es el café - dije con sarcasmo - no me mires así, tomaré tu café - y se fue escaleras abajo, como tardaba un poco le llamé, pero no recibí respuesta así que decidí bajar, estaba al lado de la máquina:

- Es que no te lo vas a creer, se ha atascado.

Me acerqué y entre los dos le dimos unos empujoncitos y el café salió al fin, cerró la puerta del banco y nos quedamos allí abajo tomando café tranquilamente. Hablamos durante horas, él no se daba cuenta de la hora, pero no importaba, estábamos tan a gusto. Puso la radio y emitieron mi canción favorita, se me debieron iluminar los ojos, porque acto seguido me cogió de la mano y me sacó a bailar entre cajas y ordenadores.

La tarde estaba resultando muy interesante, despejamos una mesa y sacó algo de comer, nos sentamos uno enfrente del otro, .., no sé porqué lo hice, pero en ese momento me dio el punto, mientras él comía, me descalcé y posé mi pie sobre su rodilla, él se hizo el sueco, ni tan siquiera me miró, le acaricié el muslo despacito, pero era duro de pelar, se hacia de rogar demasiado, así que ya un poco cansada de insinuarme y que no me hiciera ni caso, planté mi pie en sus genitales, entonces empezó a toser, tiró el café, el sandwich que comía voló por los aires:

- Lo siento - le dije - no pretendía ... - no me dejó terminar la frase, se había subido en la mesa y estaba a escasos centímetros de mi boca - yo ... - me quedé sin aliento, él me cogió de la mano y me indicó que subiera en la mesa, estábamos los dos encima de la mesa, callados y esperando algo, que alguno se lanzara, pero creo que ramos demasiado tímidos.

- ¿Quieres ....? - dije y él se lanzó, cerré los ojos, le agarré por la nuca y apreté mi lengua contra la suya, tenía una boca tan sexy, labios carnosos, dientes perfectos, era un sueño de chico.

Cuando nos despegamos, él tiro todo lo que había encima de la mesa, como en las películas, y yo empecé a reírme - que típico - le dije, me mordí el labio superior, le miré y con eso no nos hizo falta decir nada más, los dos estábamos solos, nos gustábamos y así se empieza. Se sentó a mi lado acariciándome el pelo, mientras yo le tocaba la pierna, me cogió de la cara y me besó tiernamente, me encantó siempre he sido muy romántica, me retorcí de placer, se dio cuenta de mi estado y me acercó un poco más a él cogiéndome de la cintura, "eres preciosa" - dijo, mientras me acariciaba la cara suavemente, me besó de nuevo, esta vez de manera más apasionada tanto que en un momento cuando me quise dar cuenta estábamos tumbados encima de la mesa besándonos locamente, se quitó la camisa, tenía un torso moldeado, sin un sólo pelo, atlético, ..., le imité y desabroché mi blusa, hundió su cabeza entre mis senos y comenzó a lamerlos despacio, yo gemía de placer, me chupaba los pezones y los mordía, ..., me incorporé y le quité el cinturón mirándole pícaramente, "¿estás segura?" - preguntó, no me molesté en contestarle le bajé los pantalones, el slip y comencé a lamerle el miembro, después de eso no dijo nada más le quedó claro que lo quería.

Me cogió de las caderas y me puso a cuatro patas inclinándome el culo, se acercó despacio muy despacio, mientras yo estaba deseosa, me pasaba el miembro una y otra vez por el clítoris y yo le pedía a gritos que me lo hiciera ya, ...., seguía con su juego, así que desesperada le di un empujón certero con las caderas y me la metí entera, ..., fue alucinante sentir aquel miembro dentro de mi moviéndose ágilmente, sin parar, me estaba volviendo loca, ..., paró me dio la vuelta "quiero verte la cara" - dijo y continuo, me hacia el amor mientras me introducía en la boca los dedos para ver como yo se los chupaba, me cogía de los pechos oprimiéndolos fuertemente hasta que me hacía gritar, ...estaba a punto de terminar, se agachó y me besó, terminamos exhaustos encima de la mesa, justo antes de que tocara el timbre de la puerta.

Nos vestimos rápidamente, él subió a abrir y me hizo una señal para que saliera sin ser vista, antes de irme me volvió a besar y me dijo que nos veríamos otra vez.
Datos del Relato
  • Autor: LORELAY
  • Código: 9421
  • Fecha: 07-06-2004
  • Categoría: Varios
  • Media: 6.14
  • Votos: 36
  • Envios: 0
  • Lecturas: 999
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