~~Esta noche se me aparecio un angel
En la penumbra de la habitacion del hotel, iluminada unicamente por el tenue reflejo de la pantalla del televisor y envuelta en su toalla blanca, se presento junto a mi cama, acercandose suavemente, silenciosa, como una diosa
No pude articular palabra, mientras ella retiraba las sabanas y se postraba a mi lado
Era preciosa
El contrate de su piel morena y su lacia melena negra sobre la almohada me recordo aquellas escenas de pelicula de los cuarenta, con sus contraluces magicos de humo que se elevaba hacia el techo del decorado formando singulares siluetas, con sus melodias tristes, y prolongados y tetricos silencios que incitaban a soñar e, incluso a veces, a llorar
Su cuerpo inerte a mi lado, inundado el corazon de deseo y no me atrevia a mover un dedo
Me arme de valor y le lance al vacio, rompiendo esa absurda barrera que nos separaba
La despoje de la suave toalla que la envolvia y me la ocultaba, y descubri su cuerpo, sus diminutos pechos, coronados por oscuros pezones, y la sombra de su poblado pubis, puntos neuralgicos de aquel cuerpo rebosante de sensualidad y divinidad, cuerpo de angel destronado
Me coloque sobre ella, rodee su cuello con mi mano y la atraje hacia mi, sellando sus labios con los mios en un beso interminable y ardiente
Mis manos empezaron a recorrerla, a examinarla, imaginando, en medio de la oscuridad, cada rincon de su cuerpo, cada curva vertiginosa que me hacia caer inescrutablemente en la perdicion
Los sentidos se me desorbitaban en cada caricia
Nos besamos, nos amamos, nos recorrimos, poro a poro, dominados por la pasion, por el deseo
Intercambiamos nuestros cuerpos y nuestros fluidos, como si fuera la ultima vez, como si nos fuera la vida en ello, como si no fuese a haber un mañana, un despues...
La noche se hizo corta, breve, insuficiente para poder conocer lo desconocido
Demasiado pronto el sueño se apodero de nosotros, y nos mantuvimos abrazados, extenuados de tanto recorrer los inhospitos senderos de nuestros cuerpos
Sono el reloj, la señal mas odiada e indeseada en aquel momento
Tal y como aparecio, desaparecio, en medio de la oscuridad, como un sueño prohibido
Con un beso y un “no quiero irme” al oido abandono mi cama, se alejo de mi lecho, y alli quede yo, solo y desolado, amado y empapado del aroma de su cuerpo, mirando ciegamente al techo de la habitacion, intentando imaginar su cara de angel, suspirando, esperando y deseando que volviera a aparecer, que me volviera a coger de la mano y me transportase de nuevo al paraiso de su cuerpo, para poder volver a amarla, a sentir su niñez y su madurez en mi cuerpo y en mi alma, volver a tenerla en mis brazos y saciarme de ella, como anoche