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Categoría: Orgías

MI AMIGO Y YO SEDUCIMOS A MI ESPOSA.

"Siento que estoy envejeciendo (43 años), y solo le quise poner un poco de pimienta a nuestro matrimonio."

 

Después de leer las páginas de relatos calientes, me quedaba pensando en lo bien que se la pasan los protagonistas, sentí; que a mis 43 años estaba envejeciendo, y necesitaba enriquecer nuestra vida sexual. Muchas fantasías e ideas empezaron a taladrar mi mente, y cuando estábamos cogiendo le decía a Bety mi esposa, que imaginara que estaba cogiendo con otro hombre, me gritaba:

¿¡Que te pasa!!?..... ¡Estás loco!

Pero a los pocos minutos notaba que se excitaba más de lo normal, poco a poco fueron aumentando mis fantasías, le imprimía los mejores relatos de tríos y los dejaba por ahí donde ella pudiera leerlos, compré un consolador muy bien detallado parecía una auténtica verga, me costó mucho tiempo y trabajo pero logré persuadirla que lo usara, conseguí una película porno de dos tíos con una mujer le daban los dos al mismo tiempo, y le pregunté que si no le gustaría ser la protagonista. Excitada me respondió; ¿con quien Papi?.... No… ¿Cómo crees?... ¿Estás loco?.... pero cogimos de maravilla.

Una noche estábamos en la cama me mamaba la verga, mientras yo le daba con el consolador al mismo tiempo, le comente; imagina que Eduardo te está cogiendo, ella cerró sus ojos inmediatamente tuvo un orgasmo tremendo, nos calentamos demasiado me mamaba como nunca y terminé en su boca, eso no le gustaba a ella pero lo disfruto.

Mi esposa y yo hemos estado casados por 17 años con dos hijos, y nos amamos mucho, nuestras relaciones sexuales no eran muy buenas, sentía que le faltaba algo de pimienta.

Bety tiene 37 años, se conserva muy guapa y súper buena, tiene un buen par de pechos un estomago plano con unas riquísimas piernas y nalgas respingonas, es alta 1.75 mts, pesa 59 Kilos. Educada muy, pero muy a la antigua. Cuando éramos jóvenes atraía a varios moscardones pero yo fui su único novio.

Eduardo es amigo de nosotros desde la secundaria, vivíamos los tres en el mismo vecindario, siempre hubo algo de atracción entre Bety y mi amigo pues en esa época íbamos los dos a visitarla, pero Bety y yo nos hicimos novios tiempo después Edy se caso se separó de sus amigos y nos dejamos de ver un tiempo, pues su esposa es muy eliti$ta, él es bien parecido, mide 1.85 mts. Es fuerte pues siempre ha hecho ejercicio, de pelo negro rizado, tez blanca, ojos verdes.

Un día me llamo mi amigo para invitarme a comer, le llame a Bety para avisarle que comería con Eduardo, le pregunté; que si… ¿ya le daba el sí?, se encendió por mi pregunta, me contestó; no estés jodiendo con eso, nunca lo voy a hacer, muy encabronada me gritó ¡estás enfermo!! Y me colgó la bocina.

Llegué muy contrariado al bar donde nos citamos, pedimos unos tequilas con cervezas, empezamos a platicar de todas nuestras andanzas, nos tomamos tres rondas más de tragos, ordenamos de comer y seguimos tomando, para ese momento estábamos un poco entonados. Había mucho ruido en el bar, y no podíamos platicar a gusto. Me preguntó que si nos íbamos a su casa pues estaba solo. Acepté argumentando que Bety estaba molesta conmigo y que no tenía ganas de llegar temprano a casa.

Ya en su casa sacó una botella de ron, nos hicimos unas cubas y seguimos platicando, el tema se convirtió en sexo, me confió; que con su esposa estaba muy alejado que casi no tenían relaciones sexuales. Me pregunto por Bety, ¿que por que estaba molesta?, le dije que por locuras mías, que luego se lo platicaría seguimos tomando.

Ya más entonados y desinhibidos después de haber platicado picardías y calenturas me preguntó de nuevo; ¿por que está tu esposa molesta?

Nada…. que me gustaría que fuera más liberal: Sinceramente dime; como la ves como mujer.

Me contestó; Muy guapa y educada, excelente madre y te ha aguantado por muchos años.

No, contéstame a lo macho; ¿como la ves?... Como hembra. ¿Te parece que esta buena?

La verdad; tu esposa siempre ha estado buenísima, tiene unas piernas y unas pompas de infarto, unos pechos que se ven muy ricos de muy buen tamaño, una hermosa cara. Con el debido respeto Bety siempre me ha gustado mucho, y con el tiempo se ha puesto mejor. Lástima que te adelantaste, por que en esa época yo también la pretendía, cuando oí todos esos comentarios, sentí un respingo en la verga y tome mi trago.

Y que aprovecho la inercia del momento y que le pregunto pícaramente; ¿te gustaría coger con ella?

Brincó como resorte; por ¡supuesto que síii!!! ¡Me gustaría muchísimo coger con Bety!! Rectifico; pero no te vallas a molestar, solo es un supuesto… perdón solo estoy diciendo puras pendejadas.

Yo le sonreí y él servía apenado otra ronda de cubas, mientras me daba mil disculpas. Le confié; Eduardo te voy a hacer una confesión: Algo muy serio me está pasando; siento que nos estamos haciendo viejos, pero antes que eso ocurra quisiera hacer realidad una fantasía que me ha dado muchas vueltas en la cabeza.

Fíjate que nuestra vida sexual se había decaído. Bety y yo jugando en la cama hemos tenido algunas fantasías de que estuviéramos con otro tipo, algunas veces le he puesto tu nombre como si estuviéramos cogiendo los tres, Bety ha tenido unos orgasmos tremendos la pasión se le ha encendido al máximo y nuestras relaciones han mejorado mucho.

Edy estaba absorto en la plática tenía su boca abierta y una mano en su bulto, y la verdad yo también la tenía bien dura.

Le seguí platicando mis razones; no se por que tengo la fantasía de verla coger con otro tipo, me enloquece la idea, siempre la he querido mucho, te juro que no soy maricón. Y tanto le he insistido con este tema, que en el fondo ella también lo desea, pero sus prejuicios religiosos y morales la frenan totalmente. Cuando le llamé para avisarle que comería contigo le pregunté en broma “que si ya te daba el sí”. Se puso como energúmena se encabronó al máximo, y me gritó que estaba enfermo que jamás lo podría hacer. Es por eso que mi mujer está molesta conmigo.

Me preguntó; y ¿que piensas hacer?.....

Pues por eso recurro a ti…. ¿no se si tú me quieres ayudar? He pensado en ti para que le demos una buena cogida entre los dos. Ya lo tengo bien pensado y espero no arrepentirme, tomé mi trago a fondo, mi amigo brinco de gusto rellenó los vasos y me confesó:

No sabes lo feliz que me haces, ¡he soñado con eso durante muchos años! Me preguntó: Pero tienes idea de ¿como lo vamos a hacer?

Le voy a comentar a Bety que para corresponder a tu invitación a comer, yo los invite a cenar a la casa el próximo sábado, a última hora llegas solo por que tu mujer tuvo un problema de último momento, y si me permites; le voy a contar a mi esposa que Silvia y tú tienen muchos problemas, para que ella este más preocupada por ti, para que tu esposa no sea impedimento moral, y sea más fácil que te le acerques.

Eduardo no daba crédito a mis palabras. ¡Que buen plan!!……... ¿De veras quieres que me coja a tu esposa?... Je, je.

Espero no arrepentirme, pero sí me gustaría que lo hicieses. El estaba loco de gusto, chocamos los vasos y termine mi cuba.

¿Que le gusta a Bety?... ¿le puedo llevar flores?

Sí le gustan mucho. Pero con la champaña pierde la cabeza es un afrodisíaco para ella, el problema es que yo no la puedo comprar por que se daría cuenta de mis intenciones.

No te preocupes yo la llevo. ¿Cuales son sus puntos débiles que debo de atacar?

Sus partes sensibles son besar o tocar sus oídos, eso la calienta mucho y sus nalgas le gusta mucho que se las acaricie suavemente.

Bueno; ya es tarde, me voy por que Bety debe de seguir encabronada. Nos dimos un gran abrazo chocando nuestras vergas pues las teníamos bien paradas, y me fui a casa.

Mi esposa me estaba esperando, me preguntó; vienes tomado ¿verdad? … Pues sí, estuvimos platicando y tomando Eduardo y yo. Me llamó; ven a cenar algo para que se te baje la borrachera que traes. Nos fuimos a la cocina.

Por cierto le comenté; los invite a cenar el próximo sábado, pues estuve en casa de Eduardo y Silvia, pero ella no estaba, tuvo que salir a un viaje de negocios pero regresa mañana.

Bety comentó; esa Silvia siempre con sus “negocios”…. Pues sí.

Eduardo me contó ya borracho varias cosas de su matrimonio; que casi no se llevan como esposos que están juntos solo para cubrir apariencias, que se siente muy solo, llevan meses sin tener relaciones sexuales, que esos viajes tan repentinos de ella son por que le anda poniendo el cuerno, que él se ha dado cuenta de varias cosas, le ha pedido el divorcio pero Silvia le ha dicho que no se lo va a dar, pues por su posición social no le conviene, el pobre se siente muy solo y deprimido. Le recalqué a mi esposa; pobre Eduardo está muy jodido moralmente. Hay que cuidarlo por que se puede suicidar.

Por otro lado estuvimos recordando viejos tiempos, por cierto estaba muy tomado y me comentó; que cuando éramos jovencitos tu le gustabas mucho, que inclusive te pretendió y que solo por que éramos muy amigos ya no te conquistó, que se debió casar contigo, que eres una mujer muy guapa y de muy buen carácter. Que casarse con Silvia fue el peor error de su vida, que se siente muy triste y frustrado.

Mi mujer se quedó con la boca abierta y me cuestiono; ¿eso te dijo?..... Sí le respondí.

Bueno vamos a dormir.

Ella se quedó muy pensativa. Al día siguiente me volvió a preguntar si lo que le había dicho era verdad, le recalqué claro que sí… si no me crees, háblale a Eduardo.

No… como crees que le voy a preguntar esas cosas.

Le pedí a mi esposa que si el sábado podía mandar a nuestros hijos a casa de sus papás. Para poder atenderlos mejor, por que ya sabes como se la gastan tus hijos, OK dijo ella.

El viernes me llamó mi amigo para confirmar la cita, me comentó que no lo podía creer estoy más puesto que un huevo y ansioso por verlos, lo cite a las 8.30 PM.

Me preguntó si no me había arrepentido, le dije que mejor no me preguntara pues me estaban entrando muchas dudas, pero sigo firme con la idea. Recuerda que tienes que ser muy sutil y seductor con mí esposa, pues ella no sabe absolutamente nada de nuestros planes…. “no vallas a meter la pata”

¿Como crees?... ¡Si lo que quiero meter es otra cosa! Ja, ja, ja, me respondió el muy cabrón.

Al fin llegó el sábado por la noche: ¿Que me pongo? Ponte un vestido rojo que tienes, es muy bonito se lo saque del closet.

No….ese no, es muy escotado, me queda muy pegado y me veo muy nalgona, además es demasiado corto, y ya ves como es Silvia de criticona, ella usa ropa muy sobria.

Le respondí; pero se te ve súper bien, y no vamos a salir de casa. Silvia se va a quedar con el ojo cuadrado cuando te vea, pues con todo y sus cirugías no tiene tu cuerpo….yo que tú me lo ponía nada más para verle la cara de envidia que pone.

Me respondió; mmmhh…… Tal vez…. ¡Tienes razón!

Además; Edy cuando te vea se le va a caer la baba, no se si la de arriba, o la de abajo… me gritó ¡grosero!.... Y Silvia lo va a pellizcar toda la noche por que no te va a quitar los ojos de encima, hasta le deberías de coquetear un poco para darle en la madre a la cabrona de Silvia. Me movía la cabeza de un lado al otro con una gran sonrisa. Le escogí una tanga roja con unas medias de red negra de las que se sostienen solas, y un sostén pequeñito de media copa en color rojo para que se le vieran espectaculares sus pechos, y me recriminó ¿que también son para poner celosa a Silvia?

No mi amor; pero es para que resalten mejor tus atributos, uno nunca sabe a quien te los pueda ver.

Que… ¿Te gustaría que me los viera alguien?....

Pues la verdad sí, por que estas preciosa y te ves muy sexy y me da mucho orgullo presumirte.

¡Que loco estás!... déjame maquillarme que ya me pusiste nerviosa. Al terminar se calzó unos zapatos rojos de tacón alto, unas gotas de perfume en sus oídos y brazos, listo se veía súper guapa, ¡estás buenísima mi amor!!

Ella me recriminó al verse en el espejo; Mira nada más como me queda el vestido… está muy corto y pegado parezco prosti…. ¿que va a pensar Silvia? Ella solo usa ropa muy sobria de diseñador.

Yo estaba nervioso y con la verga bien dura. A las 8.30 en punto sonó el timbre, corrimos a la sala a “recibirlos”, abrí la puerta, era mi amigo Eduardo, con un ramo de rosas para mi mujer, y una cesta con dos botellas de champaña adornada con unos chocolates, le besó la mejilla a Bety. Inmediatamente disculpó a su esposa que no pudo venir, por que el padre de Silvia enfermó y nos avisaron a último momento y ella se fue a verlo. Me dio pena que canceláramos la cena a las siete treinta de la noche que nos avisaron que el señor se sentía mal.

Le exclamé; no hay ningún problema pasa y siéntate. Mi esposa se veía contrariada mientras ponía las rosas en un florero, lo trajo a la sala se inclino para acomodarlo en la mesa de centro y se le subió el vestidito, los ojos de Edy se comían el culo de mi mujer, Bety se giró hacia mi amigo y solo le dijo; muchas gracias están bellísimas las rosas, mi amigo le contestó; tú estás mucho más bella, los colores subían en la cara de mi esposa.

Les pregunté que les sirvo, dame un Ron y tu Bety, a mí también una cuba, me fui a la cantina a preparar los tragos le cargué la mano de Ron a la bebida de mi mujer, y puse a enfriar las botellas de champaña, les llevé sus tragos regresé por las botanas, hacía un poco de tiempo para que platicaran a solas.

Regresé y brindamos, puse música suave platicamos de todo, los ojos de Eduardo destellaban recorrían discretamente todo el cuerpo de mi esposa, Bety era toda sonrisa se veía muy guapa, serví otra ronda, ellos seguían platicando brindamos de nuevo, Edy le mencionaba que cada día estaba más bella, yo asentía lo dicho por mi amigo, le comenté a mi esposa; estás mejor ahora que cuando nos casamos, ¿o no te parece? Edy. Mi amigo le pidió; a ver date una vueltita, poniéndose él de pié, ella no quería pero entre los dos la animamos, Edy la tomó de la mano, mi esposa muy coqueta dio la vuelta lentamente, mi amigo la barría con la mirada, sí…. definitivamente estás mucho mejor ahora.

Eduardo le comentó; que rico perfume usas me dejas acercarme a olerlo me fascinan los perfumes, ella asintió con la cabeza; él se cerco por atrás a sus oídos y rozo su nariz en ellos, mientras sus ojos se posaban en las tetas, se le notaban abultados los pantalones y había un pequeño contacto con sus nalgas mientras mi amigo le seguía olfateando los oídos a mi mujer, sus pezones la empezaban a delatar marcándose en su vestido. Que rico hueles, mmmmhhh me gusta mucho el aroma de tu perfume no me canso de olerlo y acercaba su nariz a las orejas haciendo varias veces contacto con ellas.

¡A tu salud!…. Mi amigo a todo le buscaba pretexto para brindar con mi mujer, y hacerla tomar de más.

Bety fue por otro platón de botanas, la mirada de mi amigo la seguía sin parpadear, se sentó junto a mí y me preguntaba si todo va bien, moví mi cabeza en forma afirmativa. Y regresó mi esposa caminando muy sexy moviendo muy rico sus nalgas, se agacho de más para poner la botana en la mesa de centro, y vi los ojos de Edy como escudriñaron sus nalgas. (Parecía que mi mujer le estaba dando entrada) pues lo volteo a ver con una gran sonrisa. En ese momento sentí un respingo en la verga. Edy brindaba de nuevo con nosotros y las copas le estaban afectando a mi mujer.

Mi esposa nos comentó acalorada; por que no cenamos de una vez, por que la bebida me esta mareando un poco, y sí seguimos tomando así no les voy a dar de cenar, mejor pasemos a la mesa. Mi esposa se adelantó a la cocina a calentar la cena, Edy y yo intercambiamos miradas de cómplices.

Bety preparo una crema de queso y una pierna de cerdo al horno, con un buen vino tinto, Eduardo exclamó; al probar la carne, ¡que rica está tu pierna!! yo comenté, sí riquísimas sobre todo sus muslos, mi esposa me volteó a ver riendo y me grito ¡lépero!! la plática continuo muy amena con algunas picardías en doble sentido, tomamos el postre, luego serví unas copas de coñac.

En la sobremesa platicábamos de que si la artista fulana tenía tetas de silicón, o que si no, que fulana de tal se puso nalgas, o sea la plática tomaba matices sexuales, mi amigo más desinhibido le preguntó a mi señora ¿que si no se había retocado algo?, ella orgullosamente le respondía inflando sus tetas; ¡noo para nada!.... Soy totalmente naturalita, ni siquiera mi nariz que es medio chuequita. Edy brindaba varias veces con nosotros haciendo que mi mujer bebiera a su ritmo.

Eduardo nos comentó; que gusto me da ver a un matrimonio tan simpático que se lleva tan bien. En cambio Silvia y yo estamos juntos solo para cubrir las apariencias con nuestros hijos y su familia, nuestro matrimonio es un infierno va muy mal. Bety le pregunto: ¿Y tienen relaciones de esposos?, él le contestó que prácticamente no, que tenían más de dos meses sin hacerlo, no le gusta a ella tener sexo conmigo y siguió contando más cosas tristes de su vida matrimonial.

Les exclamé; ¡fuera tristezas! vamos a cambiar de tema, descorche una botella de champaña llene las copas y les propuse un brindis cruzado por nuestra amistad, nos pusimos de pie y tomamos la copa a fondo, puse música para bailar, Edy le preguntó a mi mujer; ¿bailas? Ella le extendió el brazo y se fueron a la sala a bailar, mientras yo levantaba los platos y copas vacías los llevaba a la cocina, los dejé como quince minutos a solas.

Cuando fui a llenarles las copas, alcancé a ver de reojo a mi esposa como discretamente separaba a Eduardo, él subía su mano a la espalda de mi mujer y retiraba su nariz de la oreja seguían bailando lentamente, me dio un pequeño ataque de celos y un misterioso cosquilleo en la verga, me senté en la sala a verlos bailar, termino la música y Edy se sentó junto a mí mientras mi esposa fue a poner otro CD.

Puso música tropical, empezó a bailar ella sola mientras tomábamos la champaña, las burbujas le estaban afectando, pues con la insistencia de mi amigo tomó su copa a fondo y seguía bailando cada vez más sensual, se veía espectacular con su mini vestido, era la autentica chica de rojo, movía sus nalgas bien rico al ritmo de una salsa, me calentó de nuevo la idea y hasta ahora todo el plan marchaba bien.

Me estiró su brazo para que yo bailara con ella, me levanté a bailar y me pegué, ella me correspondía pues sentía como rozaba su pelvis en mi verga, (pensé; este Edy ya le puso un buen calentón.)

Mi amigo fue al baño, yo le empecé a besar y a correr mis manos por sus nalgas, le susurré al oído; ¿por que no le das un apapacho al pobre Edy? Solo cerro los ojos y me besaba el cuello, yo le estrujaba las nalgas sin ninguna inhibición, ella se dejaba hacer, en eso mi amigo regresaba del baño y se sentaba a vernos bailar, lentamente le fui subiendo el vestido por la parte de atrás, para que Edy tuviera una vista completa de sus exquisitas nalgas, el show que dio fue espectacular. No se si ella se dio cuenta de lo que mostraba.

Termino la pieza, mi amigo había rellenado las copas de nuevo, brindó por la mujer más hermosa, yo la hice girar, mientras él le hacía un silbidito, levantamos las copas las tomamos a fondo, estábamos bastante “alegres” con la Champaña bailando los tres una Samba, me disculpé y me fui al baño a orinar, cuando salí del baño y regresaba a la sala ellos no me escucharon me detuve un momento a verlos.

Edy bailaba muy pegado, ¡corría suavemente sus manos por las nalgas de mi esposa!! Yo estaba muy caliente y celoso viendo como aspiraba el perfume de sus oídos le besaba y mordisqueaba tímidamente las orejas, estuve un rato más observando sin hacer ruido. Seguían bailando, la abrazaba y le besaba en los labios, ella se resistía y lo apartaba, él insistía nuevamente y logró besar sus labios por un momento, mientras le acariciaba las nalgas en un ardiente abrazo.

La verga me reventaba la tenía durísima, me dije llegó el momento, el corazón se me salía del pecho. Me acerque lentamente a “bailar” por atrás de mi mujer rozándole entre sus nalgas mi verga al mismo tiempo los abrazaba a los dos la oprimía contra mi amigo, ella giró con sorpresa, la recibí con un beso rozando mi lengua con la suya, Bety paso sus brazos sobre mi cuello, me besaba con fuego estaba calientísima, ahora Edy es el que le pegaba su paquete en las nalgas acariciando sus pechos por los costados, le besaba el cuello y sus oídos, la teníamos atrapada en un rico sándwich.

Seguíamos “bailando” así por varios minutos, ella tenía sus mejillas rojas, y sus pezones marcadísimos en el vestido. Entonces mi mujer bien prendida se giró lentamente hacia mi amigo y lo besó apasionadamente aproveché para bajar suavemente el cierre del vestido y soltar su sujetador. Luego le bajé su vestido a la cintura, quedando sus hermosas tetas al aire con sus pezones súper parados. Mi esposa no ponía ninguna resistencia estaba aturdida solo se dejaba llevar.

Edy tomó un pezón en su boca lo besaba y chupaba con ternura, mi esposa le acariciaba la nuca con sus manos y lo oprimía contra sus pechos, él acariciaba con su mano el otro pezón, lo besaba y mamaba delicadamente. Una mano de mi amigo fue desapareciendo debajo de su vestido acariciando su panochita y mientras mi mano estrujaba sus nalgas, por ahí de vez en cuando nuestros dedos chocaban.

Así estuvimos un rato, hasta que los gemidos y la respiración entrecortada de mi mujer eran muy fuertes, entonces me hinqué por la parte de atrás y le baje su tanguita, le besé las nalgas mientras mi amigo jalaba su vestido por arriba de su cabeza, quedando totalmente desnuda solo adornada por sus medias de red la hacíamos girar, Edy se la comía con los ojos, ella estaba en órbita por la champaña y muy caliente.

Edy emocionado gritaba; ¡estas buenísima Mamacita! llevamos a mi esposa al sillón, quedó sentada en la orilla, Edy le separó sus piernas y empezó a mamarle su coñito, las mejillas de mi esposa estaban encendidas jadiaba y me volteaba a ver con una cara de sorpresa, interrogación y lujuria.

Los bigotes de mi amigo se perdían en el coño de mi mujercita, que se retorcía de placer en la boca de Edy, estaba tan caliente que ella sola se pellizcaba los pezones. No lo podía creer parecía una película porno, no pude más, me desabroche el pantalón brinco mi verga estaba bañada y durísima, se la acerqué a su cara, mi mujer la mamaba con mucha fuerza, unos minutos después mi esposa me suplicaba jadiando y gimiendo cógeme ya…. no puedo más.

Le pregunto; ¿quieres coger con Eduardo?

Siiiï con él también ¡pero cójanme ya!!.... ¡No aguanto más!

Edy se desnuda rápidamente y ¡tenia una vergota!! gruesa y larga con una cabezota morada escurriendo líquidos espesos, puso de pie a mi mujer y la hizo girar nuevamente, escudriñando cada centímetro de su cuerpo con sus ojos llenos de deseo le murmuró; estas buenísima mi amor, siempre tuve muchas ganas de coger contigo, la besaba con fuego, mi mujer con los ojos de plato, no daba crédito al tamaño de la verga, que tímidamente acariciaba, y pajeaba suavemente, mi amigo se sentó y le decía ven súbete, pero mi mujer se hincó entre sus piernas se fue directo a mamar su verga murmurando ¡la tienes enorme!!

El glande apenas entraba en su boca, y se veían las hebras de líquido que salían de sus labios, mamaba en una forma impresionante, mi amigo recostado en el sillón con los ojos cerrados luchando para no venirse. Los celos me estaban matando pero la calentura podía más, yo aproveché para desnudarme veía como a mi mujer se le movían sus nalgas de un lado al otro, me acerque por atrás para acariciarle su panocha que estaba empapada de la cantidad de líquidos que salían, separó sus piernas y me la empecé a coger de perrito mientras mi esposa seguía mamando la verga de Edy se sentían punzadas en su coñito y culo teniendo un orgasmo muy largo.

Estábamos los tres súper calientes, estaba a punto de venirme pero no quería acabar tan rápido con esos momentos maravillosos, contra mi voluntad me separé de mi mujer, entonces ella se puso de pie, se subió al sillón, se empezó a hincar sobre la verga de mi amigo, él se tragaba los pezones de Bety, mientras ella se acomodaba el enorme glande con suaves movimientos de su coño, con una cara de lujuria y con unos fuertes gritos ¡haaaggh que ricoo!!! ¡La cabezota de la verga iba desapareciendo lentamente!! El corazón se me salía del pecho, la verga de mi amigo se seguía abriendo paso. Los dos disfrutaban de cada centímetro ensartado, un momento después mi esposa ¡la tenía toda adentro!! Al fin ¡Estaba cogiendo con otro cabrón!!!

Ella gemía, gritaba ¡huff, haaghh! ¡Aaayy Edy que vergota tienes!! Y se besaban con desesperación trenzando sus lenguas jadiando con todo, ¡Me estás cogiendo muy ricooo!! Mi mujer le soltaba un orgasmo tan fuerte que las nalgas le temblaban y se quedó desvanecida sobre él, quedando la verga inmóvil encajada hasta el fondo, un rato después se reanimó y lo cabalgaba con todo, subía y bajaba, yo veía la acción a escasos 40 centímetros, veía como el coño se le aferraba fuertemente a la verga de mi amigo que entraba y salía bañada de jugos. Los gritos de mi esposa eran alaridos de placer.

Me sentí celoso y encabronado de oírla gritar y jadiar en esa forma. Esa no era mi recatada esposa…… ¡era una puta que yo desconocía!! era alucinante verla ¡ensartada con otra verga!! Y que forma de coger tan rica con que ganas se daban, se besaban rozando las lenguas, Eduardo le estrujaba las nalgas con fuerza y le gritaba; ¡que nalgas tan ricas tienes!! ¡Aghhg, aghhg, tú panocha está apretadísima!! jadiaban y gemían los dos. ¡Me voy a veniiiirr!!! Le anunciaba mi amigo.

Edy la bombeaba con todas sus fuerzas, para luego parar y dejársela unos momentos encajada hasta el fondo, los jadeos y orgasmos de mi esposa eran continuos, mi amigo gritó jadiando; !me estoooy a viniéndoo¡¡¡ mi mujer se dejó caer en su verga metiéndosela toda, sus nalgas hacían círculos rápidos, besándose con mucha pasión los dos se convulsionaban, veía claramente las contracciones en la base de su verga como le estaba inyectando leche a las entrañas de mi mujercita, que le gritaba ¡que caliente está tu lechita me quema ricoo haaagh!!! Y seguía con un orgasmo, luego de un rato sus jugos salían, un momento después mi esposa se desmonta de él con un sonido “ploop” cuando salió el glande, su coño chorreaba leche por sus muslos.

La tomé entre mis brazos la besé con fuego la recosté en la alfombra, mi esposa me decía; estoy sucia déjame ir al baño a lavarme, me vale madres estoy muy caliente y me la cogí con todas mis ganas, sentía su coño ardiendo muy flojo y muy lubricado después de la cogida que le metió mi amigo. Ella jadiaba, me besaba sus orgasmos eran muy fuertes tenía muchas contracciones en su panocha, pero lo que más me calentaba a mí, era lo mojado de su coño la leche hirviendo de mi amigo salía por todos lados.

Edy nos veía coger con ojos de plato pajeándose su pitón, yo aceleré mis movimientos, mi esposa tenía un orgasmo tremendo gemía y gritaba ¡que ricooo Papi no pares!! ¡Me estoy viniendo muchoo!! Le mamaba sus pezones y pronto le llenaba de leche el fondo de su coñito, fue uno de los orgasmos más fuertes que he tenido, no podía parar de aventar leche, terminamos con un beso muy tierno, se puso de pie tomó su vestido y corrió al baño.

Eduardo me preguntó; ¿todo bien?

Le respondí aturdido sí claro, nos limpiamos con unas servilletas y nos pusimos los calzones, me paso una copa de champaña, brindamos y me dijo; tremenda mujer que tienes esta bellísima, coge riquísimo que afortunado eres, ojala que les haya podido ayudar en cumplir su fantasía.

Con creses le contesté; pero si he sabido que estabas tan bien equipado no te la presto, ¡me la dejaste bien floja cabrón!, y soltamos una carcajada. Edy me insistía; estoy muy caliente y Bety está súper buena, ¿me puedo echar otro palito con tu esposa?... O si quieres me voy.

Por mi no hay problema, pero mejor pregúntale a ella haber si te aguanta otro, estás cabrón con esa vergota; en eso iba saliendo del baño con cara de arrepentida, con su vestido puesto.

Edy le acerco una copa, ella le dio un sorbo y nos dijo; tengo una pena tremenda… ¿que van a pensar de mí? Se volteó hacia mí y me dijo; me siento muy avergonzada, perdóname por lo que pasó, estaba muy borracha.

Le conteste; no te preocupes de nada, fue solo nuestra fantasía echa realidad, Edy lo sabe y solo nos ayudó a realizarla, no ha pasado nada relájate y disfruta. A mi amigo le has cumplido su sueño, pues siempre te deseó. Mi fantasía de verte coger con otro hombre se me realizó. Mejor brinda con nosotros por nuestra amistad, le cambió la cara, tomo su copa y brindó con nosotros.

Bety preguntó; y tú Edy… ¿que piensas?

Mi amigo le contestó; para mi se me cumplió un deseo secreto guardado muy profundo, estas buenísima toda la vida me gustaste, no sabes la cantidad de puñetas que me he hecho pensando en ti, y me siento muy feliz de estar con ustedes, coges riquísimo y no me voy a ir sin echarnos otro palito. De nuevo sonreímos los tres y le dimos un beso al mismo tiempo en sus mejillas, servimos más tragos.

Mi mujer nos preguntaba; ¿se pusieron de acuerdo para seducirme?... ¿verdad?

Eduardo le confesó que sí, que él toda la vida la había deseado, y que cuando tú esposo me platicó su fantasía, sentí que se me abrieron las puertas del cielo y di gracias al señor por ser él el elegido.

¡Par de cabrones!! No saben como me hicieron sufrir; tú pinche Eduardo de galán seductor manos largas, y yo sufriendo con un conflicto interno luchando por respetar a mi maridito…. ¡Hasta que lo lograron hijos de puta!

Yo nunca pensé serle infiel a mi esposo, pero él muy cabrón así lo quiso… y la verdad la estoy pasando muy bien. A su salud par de cabrones…… tomó su copa de champaña a fondo. (Estaba bastante borrachita)

Nos sentamos los tres en el mismo sillón, empezamos a acariciarla, nos alternábamos para besarle su boca, Edy metió una mano por debajo de su vestido, acariciando sus muslos comentando lo rica que está, al rato ya estaba dediando su coñito mientras yo le bajé la parte de arriba de su vestido para acariciar sus tetas.

Edy tomo un pezón en su boca y yo el otro los mamábamos suavemente unos minutos después tenía sus piernas abiertas con un dedo de Edy y otro mío adentro de su coñito moviendo lentamente sus nalgas de un lado al otro. Mi esposa nos susurraba; que calentadota me están dando cabrones, mientras nos acariciaba la verga al mismo tiempo. La desvestimos y nos quitamos los calzones, le chupábamos y besábamos todo su cuerpo.

Ella sentada, Eduardo y yo de pie tenia una verga en cada mano, las pajeaba lentamente concentrando su atención en el nuevo juguetote de mi amigo, que le corría el pellejo de arriba a abajo le iba creciendo en una forma monumental, mi esposa disfrutaba intensamente la puñeta que le hacía a Eduardo y sin quitarle un segundo la vista nos comentaba absorta:

¡Que cosota tienes Edy!! ¿Verdad Papi?....No se como me cabe semejante verga, cuando me la metías sentía que me reventabas la matriz.

Nos alternaba unas mamadas riquísimas y nos restregaba una verga con otra pasando su lengua entre las pingas y las volvía a mamar con lujuria, para luego acariciarse los durísimos pezones con las puntas de las pingas.

Encontré la tanga de Bety empapada con una gran mancha blanca a la altura de su coño, la pegaba a mis narices con un olor delicioso, se la ponía a Edy en su nariz, la aspiraba a fondo. Que rico huele; pero la prefiero directamente; es que sabes riquísimo, y se hincó de nuevo en la alfombra a mamar la panocha de mi esposa hundiendo sus carnosos labios, mordisqueándole el clítoris, ella jadeaba y se retorcía de placer mientras se tragaba mi verga al fondo de su garganta, las mamadas eran tan fuertes que sentí que si seguía así no iba a durar mucho, mejor me separé y me fui a mamar sus tetas pellizcándole los pezones.

Mi amigo le gritaba; ¡mira somos la pareja ideal! ¡tu clítoris es enorme! y hace juego con mi verga, por la excitación el clítoris le sobresalía bastante de su panocha él aprovechaba y frotaba la punta de su verga con el clítoris bien parado de mi mujer. La escena fue demasiado fuerte para mi mujer y le vino un orgasmo muy intenso, le punzaba su coñito y le temblaban las nalgas. Mientras Edy recorría la punta de su verga por toda la raja, haciéndole presión en la entrada de su coño pero no entraba nada.

Edy le dice ven vamos a coger de perrito, ella le contesta jadeando:

¡Que primero me la meta mi marido!! Para que me abra mi puchita pues ya se me cerró.

Tenía inflamado su coñito por lo caliente que estaba. Mi amigo se acuesta boca arriba en la alfombra, Bety se pone en cuatro, y le empieza a dar una buena mamada voltea hacia mi y me dice:

¡Cojéeme mi amor que estoy muy caliente!!

Mientras chupaba y mamaba la verga de Edy que no la soltaba un segundo, su panocha estaba súper lubricada y ardiendo, se la dejé ir poco a poco pues estaba muy apretada, los empujones de verga que le metía a mi esposa servían para que su boca se deslizara por la verga de mi amigo, un momento después mi esposa tenía uno de los orgasmos más intensos de su vida, gimiendo con la boca y garganta completamente llena de verga, los tres estábamos en la gloria.

Eduardo me grita ¡vamos a cambiar!, yo me separé y tomé su lugar, él se acomodó atrás de mí mujer le abrió más las nalgas y le empezó a ensartar su cabezota, mi esposa jadiaba y sollozaba con una cara de puta lujuriosa me volteaba a ver a los ojos y me decía temblando:

¡Edy me la esta metiendo muy rico!! ¡Haaggh!!..... ¡Ayy Máaas, máaas!!!

Mi amigo la bombeaba lentamente disfrutando de las nalgas pues se las acariciaba y estrujaba con fuerza, dejándole por momentos su verga bien clavada hasta el fondo inclusive se arqueaba hacia atrás para metérsela toda abriéndole las nalgas. Mi esposa gemía y jadiaba con unos gritos tremendos, ¡aay Edyyy que rico me estás cogiendo! Despacio déjamela adentro, no te muevas, así hasta adentro, ¡hhaaaaag que ricooo!!!

Tenía una cadena de orgasmos como nunca, mi mujer me quería mamar la verga pero no atinaba a su boca por las convulsiones tan tremendas que tenía, por momentos tenía hasta los ojos en blanco por la magnitud de la cogida que le estaba dando mi amigo. ¡Edy se aferraba con todo de sus nalgas!!

Después de un rato se separa y la recuesta en la alfombra, diciéndole el muy cabrón; es que te la quiero “meter bien” a fondo. Mi mujer abre sus piernas al máximo y veo claramente que su verga estaba blanca la tenia bañada de jugos de Bety, la centra de nuevo en su coñito y se la va empujando hasta los huevos, la escena era tremenda yo no le perdía detalle.

Mi esposa se venía orgasmo tras orgasmo con contracciones y punzadas incontrolables sus bocas fundidas en un interminable beso, sin dejar de jadear los dos, las acometidas de Eduardo eran cada vez más rápidas y violentas que le sacudían las tetas a mi mujer.

Un rato después mi amigo grito ¡me voy a correr! Mi esposa totalmente despatarrada lo abrazaba con brazos y piernas, mi amigo jadiaba y resoplaba se la dejó caer a fondo, empezaron a convulsionarse los dos, se besaban trenzando las lenguas los huevos chocaban con el culo de Bety, un momento después mi amigo jadiando y resoplando le rellenaba de leche su coñito.

Cuando mi amigo se separó, se la metí hasta el fondo de un solo empujón por que le había dejado bien abierto el coño y repleto de leche, que salía directa a su culo, yo tenía una extraña súper calentura pues mi verga estaba durísima e insensible, mi esposa jadeando de nuevo, era una maquina de coger nunca lo había sospechado tenía una hermosa cara de calentura se mordía sus labios bañada en sudor.

Su coño se iba ajustando a mi verga y gritaba; ¡siiií cojéeme así!! ¡Haaggghh!! le venía otro orgasmo, la seguí bombeando con todo, la leche de mi amigo quemaba mi verga sentí que estaba a punto de venirme, me separe violentamente de su coño y le grite; ¡mámalo!, se lo puse en su boca bien embarrado de leche de Edy, se lo trago todo me chupaba con todas sus fuerzas, rebasaba mi glande su garganta tenía unas punzadas muy fuertes en la pija, sentía como me cogía con sus anginas, un momento después se atragantaba con la leche que le estaba llenando su boca y le escurría por su barbilla, yo veía estrellitas y Eduardo nos veía sorprendido con ojos de plato pajeando su pito a toda velocidad.

Al momento de levantarse mi mujer mi amigo la ayuda quedando los dos de pie, él la abraza y sin importarle mi leche le da un profundo beso en su boca trenzando sus lenguas, estrujando con sus dos manos las nalgas, la leche de Edy escurría por la parte interna de los muslos de mi esposa hasta sus rodillas, él intentaba cogérsela de pié, ella lo separa, gritando ¡tengo que ir baño! Y salió corriendo.

Mi amigo me daba las gracias, gritaba emocionado, ¡me has hecho el tipo más feliz del mundo!! Me abrazaba, brindábamos según él por la mujer más rica que se había cogido. Llenábamos las copas con champaña helada brindábamos nos cayó riquísima la copa.

Bety salio del baño, y nos comentó; que bárbaros que cogida tan fuerte me dieron, no puedo ni caminar, Eduardo quiere más le asentí.

No Edy; perdóname pero estoy muy cansada y adolorida no puedo más. Me han sacado más de quince orgasmos. Mejor vamos a sentamos a platicar les serví otra ronda, y platicamos encuerados los tres en el mismo sillón como 20 minutos mientras le acariciábamos todo.

Eduardo le insistía en echarle otro palito, le mostraba su verga medio parada y le suplicaba; anda mi amor vamos a coger, pero mi mujer se negaba argumentando que estaba muy adolorida, no estoy acostumbrada a coger en está forma, nosotros solo lo hacemos una o dos veces a la semana y solo un palito, hoy llevo cuatro. Si tuvieras una pija normal a lo mejor y sí, pero mira que cosota tienes me dejas muy adolorida.

Eduardo le respondió; ese es el problema que tengo con mi esposa, no le gusta coger conmigo por que la tengo muy grande, y ella se operó el coño que por que ya lo tenía muy flojo y ahora no me deja que se la meta.

No te enojes Edy, tienes una vergota muy rica pero me dejó muy adolorida. Sigo caliente si quieres te doy una mamadita, Edy le dijo; bueno pues si no hay más.

Entonces mi mujer se la empezó a pajear lentamente mientras le daba pases con la punta de su lengua por todo su glande, en un instante mi amigo la tenía bien dura, yo estaba sentado junto a mi mujer y mi amigo de pié, veía a escasos centímetros como el vergón penetraba más y más su garganta, Edy se movía rápidamente cogiendo con todo la boca y garganta de mi esposa, en eso ella la sacó de su boca, ¡déjame respirar! la pajeaba rápidamente se volteo hacia mi con una cara de puta y me dio un ardiente beso, luego le empezó a alternar tres mamadas profundas y un beso de lengua en mi boca.

Yo estaba que explotaba por el morbo, la tenía súper dura. Entonces mi esposa se levanta del sillón abre sus piernas, y se sienta arriba de mí ensartando mi verga completa moviendo su empapado coño de adelante para atrás yo le pellizcaba los pezones, mi mujer se convulsionaba con un orgasmo mamando con desesperación la tranca de Edy, luego la sacaba la pajeaba a toda velocidad y me besaba la boca yo sentía el sabor de los líquidos de la pinga de mi amigo y extrañamente más me calentaba.

Edy con su mano nos acariciaba al mismo tiempo el coño de mi esposa y mi verga. Sus caricias me estaban volviendo loco hacían que mi polla creciera más. Estábamos en el cielo los tres, estuvimos así como quince minutos en eso a Eduardo le empiezan a temblar las piernas, gritaba ¡¡me voy a venir!! Mi mujer que “eso no le gustaba”, empezó a meterse lo más que podía de la verga de él y a mamar con todas sus ganas, Edy le estaba descargando varios chorros de leche en la garganta, la sacaba de su boca y la pajeaba a toda velocidad los chorros de leche pegaban en las mejillas y tetas, mi esposa bufaba jadiaba y tenía un orgasmo tremendo, sus nalgas se movían como baile de lambada.

Luego sin espéralo se voltea hacia mi y me besa trenzando su lengua con la mía pasándome una buena cantidad de leche de mi amigo, al sentir su lengua y la leche en mi boca me empecé a correr como adolescente bañando su panocha de semen caliente. Uffff que sensaciones, ella quedo como desmayada recostada sobre mí totalmente despatarrada.

Una vez que Bety se recuperó; Edy y yo fuimos al baño a asearnos, el estaba feliz con la mamada que le dio mi esposa me comentaba: Nunca me la han mamado así de rico que boquita tan sabrosa tiene Bety ¿Quién lo hubiera imaginado?

Cuando salimos del baño Bety estaba profundamente dormida, le pedí a Edy que me ayudara a llevarla a la cama, él la levanto y de su coño escurrió un buen chorro de mi leche que le mojó el brazo a mi amigo, la llevó a nuestra recamara, mientras yo destendía la cama, la recostó lentamente contemplándola por un momento totalmente desnuda y me comentaba; está preciosa, que suerte tienes con esta viejota tan rica, le dio un beso muy tierno en los labios, le acaricio los pechos y rozó sus dedos en la panocha, salimos de la recamara vio la hora 5.30 AM. Es muy tarde me dio un gran abrazo, me decía muchas gracias no sabes lo feliz que me hiciste.

Han pasado dos semanas, mi amigo Eduardo me llama frecuentemente, para saludarnos suplicándome que cuando lo repetimos. Mi esposa súper cariñosa conmigo cogemos como locos con mucha pasión muy seguido, pero cada ves que hablo de mi amigo ella me cambia el tema, y me dice sonriendo que eso ya pasó, solo fue una borrachera tremenda que nos pusimos.

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Datos del Relato
  • Categoría: Orgías
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