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Categoría: Infidelidad

MI AMIGA SONÁMBULA

"Se hizo tarde y me quedé a pasar la noche con una de mis mejores amigas. Lo que no sabía es que fuera sonámbula. "

 

Era tarde, habíamos quedado una amiga y yo a cenar y a ver unas pelis en plan peli y manta y mi pareja no pudo venir. Teníamos una relación muy cercana, casi como si fuéramos hermanos y éramos casi inseparables. Escogimos unas pelis. Vimos una y quisimos ver la segunda parte pero a mitad de esta empezó a una tormenta de las grandes. Terminamos la peli y me dijo que era demasiado tarde como para que me fuera a mi casa andando, que me quedara a pasar la noche que no le importaba. Era una noche de lluvia y entre el agua y el frio, la idea me apareció inmejorable.

 

Ella vivía sola en un pequeño piso cerca del centro, con un dormitorio y una cama. Esto debería quedar entre nosotros ya que probablemente a mi pareja no le haría mucha gracia. Se podría decir que es bastante celosa. Pero también es verdad que tu pareja duerma a solas en una casa ajena… tampoco ayuda demasiado. Me dejó un pijama y nos echamos a la cama.

 

Caí rendido bastante rápido. Había estado trabajando hasta un poco antes de nuestra quedada y estaba rendido. Su cama era cómoda y bastante mullida por lo que no hice desprecio a tal confort. Nos acurrucamos casi en plan cuchara y nos dormimos.

 

De pronto me desperté. Sentí una mano sobre mí. Sobre mi pene por encima de los pantalones del pijama. Ella, de espaldas a mí, me estaba cogiendo el pene y me estaba haciendo una paja. La tenia durísima. No dije nada, no sabría decir si estaba despierta o dormida, quizás era sonámbula, no lo sé… pero esos suaves movimientos… no podía hacer aquello ó dejarme que me lo hicieran. Venía a mi mente mi chica y no podía. Así que para evitar continuar acerque mi cuerpo aun mas al suyo, siguiendo en modo cuchara y la abracé para que su mano no le resultara cómodo el pajearme y así, quizás, que siguiera durmiendo sin que nadie supiera nada incluida ella misma. Paró. Menos mal. Pero yo seguía cachondísimo y encima ahora tenía mi dura polla contra su culito. Tan redondito y terso… al abrazarla sentía sus pechos, su cintura sobre mis brazos… aun me estaba poniendo peor.

 

Ella empezó a moverse, restregando su culo sobre mi polla… en acto reflejo, porque ni siquiera lo pensé, una de mis manos le agarró un pecho rodeándola mientras que la otra bajó por sus piernas, notando la humedad de su pijama. Ella seguía y para mí era más difícil contenerme… en un arrebato introduje mi mano por dentro de su pijama y noté lo empapado que tenía el coño… ella seguía sin decir nada, sin darse la vuelta y ya no podía pensar si estaba despierta, dormida o lo que fuera, solo pensaba en hacerlo… empecé a jugar con su clítoris al mismo ritmo que ella jugaba con mi pene. Empezó a aumentar el ritmo. Su respiración. Una de sus manos me agarró de la pierna para acercarnos más mutuamente mientras que la otra notaba como se agarraba a las sabanas. Introduje un dedo… Luego dos… Podía escuchar sutiles gemidos suyos. Sus movimientos de su culo acercaban mi polla a su coño hasta que saqué los dedos y mi polla entró sin ningún esfuerzo. Su cuerpo se erizó y continúo sus movimientos y gemidos. Cabalgaba mi polla de lado, mientras me agarraba de la pierna y yo a ella del pecho y a una de sus piernas.

 

Estaba tan cachondo y quería follar con tantas ganas que la saqué para colocarme lentamente y con movimientos adormilados, sin abrir los ojos, sobre ella. Al sacarla se colocó boca arriba mientras sutilmente se bajo los pantalones del pijama y abrió un poco las piernas. Supongo que sabía cuál iba a ser mi próximo movimiento y si no lo sabía era toda una invitación. Me coloqué encima y entró de nuevo sin problemas, sin ayuda… estaba tan mojada y yo la tenía tan dura que fuimos dos piezas de un puzle que encajaban perfectamente la una con la otra. Con el rabillo del ojo me fijé en que ella tampoco abría los ojos. Ya no podría decir si estaba dormida, despierta o sonámbula pero estábamos teniendo un polvo de la hostia. Nos movíamos lentamente pero notábamos en cada centímetro de nuestro cuerpo puro placer. Se la introducía hasta el fondo para volverla a sacar lentamente mientras ella hacia sutiles movimientos circulares. Se agarraba a la cama, a mi… se mordía el labio. Gemía. Su respiración se aceleraba. La sacaba, la introducía, ella me agarraba el culo, la espalda… colocaba su cara contra mi cuerpo… hasta que su cuerpo se arqueó y noté un espasmo en su cuerpo para luego quedarse en reposo… yo seguí moviéndome tras aquel momento, también me quería correr. Estaba a punto cuando ella empezó a ganar velocidad con su cuerpo haciendo que mi polla se introdujera todavía aun más si es que era posible. Me corrí y segundos más tarde se corrió ella de una forma más intensa.

 

Nos quedamos así un rato hasta que nuestras respiraciones volvieron a la normalidad. Luego me tumbé como estaba antes de todo esto y ella se giró también en su posición original. Nos volvimos a color a modo de cuchara. Me dormí a los segundos.

 

Al despertar, todo aquello me pareció un sueño. Desayunamos juntos como si nada hubiera pasado. Con las mismas bromas y sonrisas de siempre. Yo la miraba y recordaba lo que habíamos hecho anoche, como sentí su cuerpo desnudo junto al mío… deseé en que ojala lloviera con tanta intensidad esa mañana como lo que llovió la pasada noche.

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