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Categoría: Maduras

Mi amiga Cristina

Voy a contar un historia real, que le ocurrió estas pasadas navidades a mi amiga y compañera de trabajo Cristina, con la que tengo una relación un tanto especial.



Hace casi un año que suelo quedar unas cuatro o cinco veces al mes con ella y solemos hacer sexo, sin ataduras ni malos rollos, sexo por disfrute.



Cristina tiene 47 años y esta divorciada, morena, 175 cm. de altura y unos 70 kilos. Pechos grandes y caderas pronunciadas, y muy morbosa.



La historia me la contó por teléfono al volver de sus vacaciones de Tenerife, y tras excitarme de manera increíble, le propuse que la escribiésemos para colgarla aquí.



Ella accedió y vino a mi casa, donde me la contó lo mejor que pudo y yo la escribí lo mejor que pude.



Las pasadas navidades Cristina cogió vacaciones y decidió hacer un viaje a Tenerife, pero al ser tan malas fechas, no consiguió encontrar a nadie que le acompañase, con lo que decidió ir sola.



Al llegar a Madrid para hacer trasbordo a Tenerife, vio a un chico de unos 30 años, moreno, un poco más alto que ella y bastante musculado. Estaba solo esperando el avión. Se acercó y empezó a charlar con él sobre el retraso, si era la primera vez que iba, a que se debía su viaje…



El chico resultó vivir en Los cristianos en Tenerife, a lo que ella aprovecho para comentarle que podría servirle de guía los días que ella pasaría allí.



El chico no acepto ni se negó, solo sonrió y comento que porque no.



Cristina le dio su número de móvil y le pidió que le llamase algún día si le apetecía salir y enseñarle algo de la isla.



El grabó su numero en el móvil y ambos embarcaron sin volver a hablar mas en todo el trayecto ya que sus asientos estaban bastantes separados en el avión...



Al llegar al aeropuerto Reina Sofía de Tenerife, ella se acercó al chico que estaba esperando las maletas y le pregunto su nombre, que antes ni se habían presentado.



Aprovechó ya de paso para pedirle el móvil y así si tenía cualquier problema pues tenia a quien llamar, a lo que Mario, que es como se llamaba el chico, accedió.



Ella se marchó al hotel y empezó sus vacaciones sin tener noticias de Mario en los tres primeros días, por lo que decidió tomar la iniciativa.



Le mando un sms, que decía, "jope como esta la peña por aquí, ya no se donde tomar el sol en top less, que todo el mundo me mira… seguro que tu conoces una playa tranquila"



El tardó como una media hora y le contestó que si quería le pasaba a buscar e iban a tomar el sol a la piscina de su urbanización, que no había tanta gente.



Ella accedió y se puso su braquita de bikini más pequeña que encontró, un pareo y un top muy escotado.



El chico apareció como a los 20 minutos. Cuando la vio se quedó un poco parado, pues mi amiga cuando quiere estar provocativa lo consigue.



Se fueron a su urbanización y se tumbaron al sol, ella solo con su mini braguita verde y el con un bañador también muy pequeño que marcaba un bastante apetecible paquete.



Ella se unto crema por sus piernas, brazos, pechos y siempre intentaba que fuera de la forma más provocativa posible.



A las dos horas le propuso ir a comer que ella invitaba, pero que antes quería pasar por el hotel para ducharse y cambiarse de braguita.



El muy amable le ofreció su casa y ella encantada subió.



Al cuarto de hora de entrar a la ducha volvió a aparecer en el salón vistiendo solamente su braga del bikini negra y con todo el pelo mojado.



El chico la miró y ella noto que con cierto nerviosismo.



Se fueron a comer y toda la comida ella se la pasó calentándole, mientras no paraban de beber.



En cuanto tenia oportunidad ella hacia comentarios como, hay que ver que negras se me están poniendo las tetas o me hacían falta estas vacaciones casi tanto como echar un polvo, siempre lanzando risas y sonrisas picaras, que hacían que el pobre Mario se pusiera muy nervioso.



Al acabar la comida Cristina le preguntó si tenia algún plan para la tarde, a lo que él le contestó que no. Que era camarero en un pub y entraba a trabajar a la 10 de la noche.



Cristina le propuso ir a alguna playa nudista para tomar el sol tranquilamente.



Mario le respondió que conocía una y que no estaba muy lejos.



Ambos se fueron en el coche de él y a los cinco minutos llegaron a un lugar bastante apartado de la carretera, donde empezaron a caminar hasta llegar a una playa no muy grande en la que había unas ocho personas casi todas desnudas.



Cristina se quedó solo con la braquita y Mario con su bañador.



Ella ni corta ni perezosa le invitó a quitarse el bañador y ella se lo quitaba. Mario torpemente se lo quitó y dejo ver un pene medio flácido medio erecto de unos 18 cm., que Cristina miró con disimulo y pensó que tenia que conseguirlo como fuera,



Ella se quito la braguita y dejo asomar su coñito casi depilado.



Por si Mario no se había fijado ella se ocupo de que se lo mirase, diciéndole, "¿ves que marca mas fea me hace la braguita? Toda morena y la marca de la braguita tan blanca.



El la miró y su polla empezó a crecer.



El se puso nervioso al darse cuenta e intentó disimular dándose la vuelta, pero Cristina sabia lo que hacer, así que se sacó el bote de crema y se ofreció para darle crema por la espalda.



Empezó a dársela y enseguida empezó a rozar su 100 de pecho contra su espalda, mientras notaba que el chico se iba poniendo cada vez más nervioso.



Ahora por el pecho- le dijo a Mario.



No, no hace falta le contestó él



¿Como que no?, ¿quieres quemarte?



Ahora estoy boca abajo y no me da el sol, no te preocupes luego me doy



Pero Cristina no se iba a dar por vencida así que se sentó en su espalda y empezó a darle masajes con crema por los hombros.



mmmm que fuerte estas Mario



gracias le contestó.



Jope que cuerpo mas duro nene tienes que ligar mucho ¿no?



Bueno no me quejo.



¿Tienes novia? Le preguntó sin parar de masajear



No



¿eres más de ligues de una noche? ¿no?



El rió pero no contestó.



Cristina estaba dispuesta ya a todo y no paró en su acoso.



Seguro que eres un follador ¿eh? Jajaja



¡Ostia Cristina! Anda que te cortas – contestó.



Jajaja vaya, no creo que con todas las tías que te habrás tirado ahora te de corte que te diga eso…



Cristina se levanto y se puso a su lado y le dijo:



venga date la vuelta que te voy a dar crema.



Mejor que no, ahora no.



Jajaja ¿que pasa estas empalmado? Le preguntó riendo picadamente.



Mmmmm no se.



Venga hombre, date la vuelta.



Mario se giró y su polla estaba erecta y roja de aguantar la presión contra la toalla.



Cristina estaba ya desbocada y tras mirar su miembro, le soltó una perla de las suyas.



buf nene te va a reventar, como te has puesto ¿no?



Lo siento, pensaras que estoy salido- contesto avergonzado.



No, para nada, lo que pienso es que tienes un pollon tremendo, ¡buf!



Vaya



¿Puedo ser directa?, ¿todo eso es por mí? ¿te has puesto así por mí?, ¿tanto te he calentado?



Joder lo siento, es que la conversación… intento excusarse.



No lo sientas. ¿Me dejas que te de crema?, la tienes muy rojita del roce con la toalla… le dijo mientras ponía cara de inocente.



Antes de que contestase, ella ya le había echado un chorro de crema en la polla y había empezado a distribuírsela por todo el miembro.



El no podía evitar poner cara de placer, y ella de también.



Cristina le preguntó a ver cuanto le media, pero él no acertaba a contestar, mientas ella no paraba de masajearle la polla una y otra vez.



Mario ¿quieres que volvamos y que te folle?



Mmmmmmm si joder- contestó ya si poder reprimirse.



Ok – contesto mientras le empezó a comer la boca sin parar de sobarle la polla.



Se vistieron y fueron hacia el coche.



Al llegar, ella se giró y le dijo que estaba muy excitado y que así era peligroso conducir, que igual mejor primero era calmarse.



Sin que él tuviese tiempo para contestar o decir algo, ella le empezó a besar y a tocar por encima del pantalón el paquete que estaba hinchado,



Empezó a masajearle y poco a poco a soltarle el pantalón hasta que cayo a los tobillos, entonces ella se agacho y le pidió que se sacase aquello, a lo que el accedió rápidamente, ella empezó a acariciarlo y a lamerlo, hasta terminar por hacerle una paja sin que él dijera nada, y sin que opusiera resistencia.



El se corrió y la mancho, cosa que a ella nunca le ha importado.



Entonces se levanto y le dijo, mucho mejor así, ahora ya podemos irnos.



Subieron al coche y sin hablar se dirigieron al apartamento de él.



Subieron y ya en el ascensor, ella le pregunto si estaba dispuesto para follarla, o si necesitaría ayuda para volver a funcionar.



El se quedó perplejo y le pregunto a que se refería, a lo que ella le guiño el ojo, y tras entrar en la casa le cojio el paquete y le volvió a preguntar, si quería que le ayudase a que aquello se pusiera en marcha otra vez.



El acepto de buena gana la ayuda.



Se sentó en el sofá y dejo que Cristina le quitase los pantalones y el bañador, y una vez al descubierto su polla, ella empezara a lamerla y a acariciarla.



Aquello empezó a crecer pero no lo suficiente, así que ella se quito el top`, y dejo sus pechos al descubierto, y metió aquel pene medio erecto medio flácido entre sus dos pechos y empezó a pedirle que se los follará.



El chico no tardó mucho en calentarse, y su polla quedó erecta.



Entonces ella sin dudarlo empezó a masturbarle con una mano y con la otra a acariciar sus testículos mientras él sobaba sus tremendos pechos.



Cuando Cristina vio que aquello no tenia pinta de que iba a decaer, se quito el pareo y apartando levemente su braguita le pidió que le comiera el coño, que lo estaba deseando.



El agacho su cabeza y empezó a lamerle y saborear aquel coño que tan agradable le sabía.



Ella no quería que su polla, tremenda por lo que cuenta, se deshinchara así que mientras el le comía el coño ella le acariciaba la punta de su capullo.



Cuando Cristina noto que su coño estaba lubricado y muy dilatado, se puso en pie y se encaramó encima de aquel pene.



De golpe se la clavo entera y sintió como toda su vagina se abría, él no tardo en empezar a moverse



Ella aun tenía puesta la braga pero a él no le importaba estar follandola con ella ligeramente apartada.



Tras 10 minutos en los que cabalgo a Mario, ella volvió a ponerse de pie, y se quito la braguita, y tras tumbarse en el sofá y abrir sus piernas, le miró fijamente y le dijo:



Reviéntame el coño Mario, hazme sentir todo lo puta que tu creas que soy.



El chico empezó a follarla a buen ritmo pero mi amiga le encanta provocar y empezó a decirle mil burradas para ponerlo aun mas cachondo.



Venga que con esa polla seguro que tienes que follar mejor, o ¿es que no te pongo lo suficiente?, venga no me folles como a tu novia, jodeme bien…



Mario cada vez arremetía más fuerte, a ella ver la cara del chico enfurecida, y el ruido al chocar sus huevos contra su culo la volvía loca.



El empezó a pellizcar los pezones de Cristina, y a sobarlos con desenfreno, mientras ella le suplicaba que no parase.



Tras casi quince minutos, y totalmente sudado, Mario empezó a decir que se corría.



Ella a gritarle que no fuera carbón, que estaba apunto de correrse ella.



El chico apretaba su culo e intentaba retardar al máximo la corrida, y por fin Cristina grito que ya le llegaba.



Cristina se corrió y tuvo un orgasmo bestial.



El chico seguía follandola, y ella le pidió que parase.



¿Quieres que te haga correr como un cabron y que sueltes mas leche de la que has soltado en tu vida por ese pollon?



Claro, venga, voy a reventar – respondió.



Cristina le pidió que metiera su polla entre sus tetas y que el las oprimiera mientras la follaba, y mientras le follaba ella le metió un dedo por el culo.



El empezó a follar sus tetas y a sentir que iba a reventar.



Ella le pedía que lo soltase todo.



En menos de un minuto el se corrió, manchando su cara y su pelo y aquel canalillo de sus tetas.



Ella no dejo que ni una gota de leche quedará en su polla.



El resto del relato ya lo seguiré contando, porque ahora el que esta muy excitado soy yo, y creo que Cristina que esta a mi lado también lo esta, así que igual aprovecho yo ahora para también dar rienda suelta a mis deseos.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5
  • Votos: 1
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  • Lecturas: 1735
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