~~Como mis lectores incondicionales saben soy Loli, una profesora que disfruta en sentido amplio de todo lo que me puede proporcionar algún placer. Es cierto, soy bastante edonista. Pues el otro día hablaba con mi alumno que ya conocen, el chantajista Juan. Me contaba que además de tener sexo con nosotras y algunas de sus amigas de clase, disfrutaba mucho con la masturbación.
Me sorprendí porque he oído decir que para los hombres, una vez que practican sexo con una mujer, lo de la masturbación se acaba hasta el momento en que la relación con la mujer vuelve a fallar. No lo sé porque en mi caso es muy diferente, la masturbación no es recurrente pero complementa o suple sin crear adicción.
Pues me contaba Juan que a él le encanta la masturbación y me dió detalles de cómo lo hace, me pareció excitante y quiero compartirlo con todos vosotros/as.
Juan se queda en calzoncillos y algo muy importante es que se pone en cuclillas delante de un espejo muy grande que tiene en su habitación, en realidad parece que es la puerta corredera de un armario. Es un espejo que va desde el suelo al techo y por lo tanto se puede ver todo el cuerpo. Es curioso que para los hombres es muy, pero que muy importante el sentido de la vista, por eso cuando nos ven a las chicas o mujeres maduras con medias negras, ligueros, braguitas con encajes y sujetador atractivo, se ponen a cien.
Conste que no sólo les pasa a los hombres porque a mí como mujer me pone mucho todo lo que acabo de decir, ver una mujer en esas condiciones es muchísimo más atractiva para mí, que verla como su madre la trajo al mundo. Lo de desnudarse va llegando y es el climax final pero primero me pone una buena ración de vista. Pero no es el caso de otras chicas me gustaría me dijeran lo contrario las que opinen otra cosa . Pues a los hombres les pone mucho la vista, pero hasta de sus propios cuerpos, al parecer.
Juan se pone en cuclillas delante de su espejo de cuerpo entero, se baja el slip y se mira el pene pequeño todavía. Dice que últimamente ha visto en las pelis pornos que consume a diario, que los chicos están todos depilados así que él se depila también.
Deja sus testículos peladitos y todo el tronco del pene igual, solo deja vello alrededor de esa zona, porque dice, que si corta todo, cuando mira su pene flácido le parece un pollo o paloma aletargado o dormido. Le da una sensación extraña. Así que deja el pelo de todo menos de testículos y pene.
Pues mirando su pene, pone una mano por la zona de los testículos y empieza a acariciar muy suavemente. Con la vista y con las caricias, logra que el pene empiece a crecer, poco a poco, y dice que es curioso que empieza a crecer el pene en la zona de la base. Me hizo gracia porque nunca he visto un pene de un hombre comenzar a crecer y ponerse gordito. Yo siempre los veo cuando ya están erectos o cuando dejan de estarlo pero no en el proceso de empezar a crecer. Dice que se pone más gordo por la base y la mitad para arriba está flácido y pequeño, delgado.
Pues sigue con varios dedos, a acariciar los huevillos rasurados, se empieza a poner a cien, con esas sensaciones. La otra mano dice que la pone por debajo de los huevos, entre ellos y el ano, en esa zona, que a las mujeres también nos excita bastante. Pues a ellos parece que igual, esa zona dice Juan que también se la afeita y las caricias ahí son muy gratificantes. A esta alturas y sin dejar de mirar en el espejo, el pene está casi erecto, muy crecido pero le falta un poco más, aún no empieza a expulsar líquido preseminal.
Con una mano sigue acariciando y amasando los testículos y con la otra comienza a acariciar la base del pene, poniendo la mano como una anillo que lo rodeara, sube suavemente, acariciando un poco. Dice que si pone un dedo en el tronco apretando la parte superior, empieza a ponerse moradito y las venas crecer y se agrandan rápidamente, eso hace que si no había alcanzado la erección completa la alcance inmediatamente. Siguen las caricias con ambas manos, las sensaciones son más fuertes.
Una mano baja al ano, lo acaricia en círculo, luego a la zona entre ano y testículos.
La otra mano recorre el pene en círculos, con la mano cerrada, la palma acaricia la punta del pene y los dedos la base, en círculos, subiendo y bajando despacio, suave, recreando la sensaciones tan exquisitas.
Juan ahora ve aparecer una gota de líquido en la punta de su pene, lo ve por el espejo, coge esa gota con su dedo índice, lo unta en su glande, despacio, acariciando.
Si quiere correrse rápido escupe en su mano y las caricias en la punta de su pene y por la base y testículos ahora lubricados con la saliva hacen que se corra muy rápido. Si quiere ir más lento, simplemente tiene que acariciarse y va saliendo líquido baboso de su pene y se lo va untando.
Me dice Juan que a veces combina todo lo antedicho con ir mirando no solo a su cuerpo y sensaciones reflejadas en el espejo, su cara turbada y su cuerpo erizado, con un revista porno, fotos de chicas tetudas o maduras con lencería, tambien le ponen mucho las fotos amateur o de uniformes de marqueze. Con ello y sus autocaricias logra un orgasmo en el tiempo que desee.
Suele eyacular en un trapo que deja cerca o en el vaso de agua si ha usado ese procedimiento, no quiere dejar todo perdido aunque alguna vez no lo ha podido evitar.
Y lo bueno de todo es que no le deja seco para que pueda compartir el buen sexo que tiene con nosotras, sus amigas, profesoras y demás mujeres apasionadas que le rodeamos.
Otro día os contaré cómo me masturbo yo misma. No es que sea lo que más prefiero en sexo pero si no tengo nadie con quien hacerlo, mujer u hombre, pues mi dedito empieza a funcionar con gran sabiduría y me deja muy relajadita.
Un beso a todas especialmente, os recuerdo que me interesan mucho más las opiniones de las chicas que se asemejen conmigo y mis intereses. Así que, para consejos, sugerencias o comentarios amables.