Ando viendo y por supuesto entre nosotros escogiendo unos pares de bragas qué no puedo evitar, contener, controlar, resistir, etcétera al llevármelos hacia mi rostro al olerlos sobre todo completamente restregármelos intensamente por doquier; entonces me sorprende y descubre igualmente pilla especialmente me llama la atención la dueña de la tienda pervertido, degenerado y depravado que está haciendo no le enseñaron buenos modales y educación con la ropa interior y lencería de mujer. Asustadísimo, preocupadísimo cómo nerviosísimo al respecto por parte de la misma dueña de la tienda le doy una buena y contundente explicación que quiero hacerle un obsequió a mi mujer y tengo la mentada manía y necedad de olerlas además restregármela por todo el rostro que la imagino luciéndomela y acostándonos para hacer el amor y tocármela todita de su cuerpo efervescente y enajenante sobre todo caliente hasta hambrienta de sexo y mucho más sexo obviamente bastante sexo mi mujer es un animal hambriento con bastante sed por el sexo erótico al tener nuestras fantasías siempre todas las noches recientemente sale de ducharse antes de ponerse la pijama o el negligé en fin; estoy avergonzado y con esta vergüenza que se me cae la cara de lujurioso y excitado por este bochorno y asquerosidad que acabo de ser objeto aquí en su tienda por mí persona. Bueno la dueña de la tienda al escuchar mí verídica explicación me comprende al estrecharme la mano me sonríe n ose incomode yo entiendo usted no es el primero ni el último de los hombres que se enloquecen y seducen hasta se sienten atraídos de ahí implicados sobre todo entre nosotros aquí cerca identificados incluyéndose portentosos para satisfacer en la complacencia sexual y eróticamente a sus mujeres con estas bragas que le digo son una adicción y drogadicción instantánea para el clímax sexual por supuesto amoroso en efecto apasionado para ellas incluyéndome a mí mi esposo me las compra casualmente ahorita debajo de la falda de cuero llevo un modelo de braga puesta se la muestro me levanta y modela la misma dueña de la tienda en que se la toco y manoseo hasta agarro y siento en vivo y a todo color le gusto y deleito hasta provoco de ahí fascino al mercancía mía y solamente mía riéndose la misma dueña de la tienda que me convence inmediatamente al comprar las bragas para Yessenia mí mujer hoy por hoy de la boca para fuera en fin.