HOLA mi nombre es Juan SOHAIL, como ya sabéis os cuentos mis experiencias y también las que me cuentan y creo que son buenas, y por eso no quiero que mis lectores se pierdan estas historias reales.
He estado en varios países del centro y sur de América y hace un par de años conocí en Puerto Rico a una gran familia, muy simpáticos y muy buenas gentes, he hecho una gran amistad con ellos y la verdad que me siento muy orgulloso y satisfecho de que ellos me hayan aceptado como uno mas de su familia.
En el 2.006 los padres de Anthony se marcharon de vacaciones durante un mes y por estar yo con ellos, Anthony no los acompañó y quedo conmigo en la Ciudad, pues yo estaba interesado y visitar al abuelo de Anthony que vivía a las afuera, a unos 35 kilómetros, según me habían contado el lugar era paradisíaco y estaba muy interesado en visitarlo y Anthony quería mucho a su abuelo y cuando lo supo no quiso acompañar a sus padres y quedarse conmigo y su abuelo; así que al día siguiente tomamos el camino después del desayuno y marchamos para pasar nuestras vacaciones en compañía del Abuelo, que se llamaba Alberto y que según me contaban era un hombre de unos 70 años, pero que se conservaba física y mentalmente muy bien.
Legamos sobre las once de la mañana y Alberto estaba fumando una pipa en el porche de una cabaña de maderas y bambúes impresionante. estaba rodeada de arboles y plataneros que le daban un aspecto verdaderamente paradisíaco; Anthony me presento a su abuelo como un español que había entrado en la familia y que lógicamente tenía que conocer a uno de sus patriarcas y Alberto me abrazo dándome la bienvenida a la misma, la cabaña, como él la llamaba, tenía un gran salón de unos 150 metros cuadrados, dos cuartos de baños con Jacuzzy y cuatro grandes dormitorios, la verdad que la mansión era algo extraordinaria, me asignaron un dormitorio y otro para Anthony y después de tomar una ducha y ponernos unas Bermudas, salimos a dar un paseo y reconocer todo aquello, Alberto había tenido la inteligencia de comprar o adueñarse de una zona o extensión de terreno de unos 600 acres, que pueden ser aproximadamente casi dos millones y medios de metros cuadrados, estaba todo salvaje, pero ni el mejor jardinero lo hubiera hecho mejor, plataneras, sauces, y una variada fauna de arboleda tropical rodeaba todo aquello que lindaba con pequeño riachuelo que desembocaba en una especie de lago, que sin parte de su propiedad, era donde pescaba peces que después saborearía asados a la brasa que estaban para morir. Cuando volvimos Anthony y yo su abuelo ya tenía montada una gran mesa en el porche de la Cabaña con frutas y unos pequeños platos con distintas viandas para picar, el menú inolvidable, una sopa de verduras, las cuales no puedo enumera, pero si decir que nunca antes había comido una sopa igual, maravillosa, de segundo unos peces a la brasa, totalmente en su puntos y de postre piñas, plátanos y Kiwis, después del almuerzo yo me quedé dormido en el porche en una hamaca de lona entre unas palmeras y me desperté sobre las seis de la tarde, el día anterior había dormido poco y con el viaje de la mañana, estaba algo cansado y dormí una siesta de unas tres horas, cuando me levante y al no encontrar nadie fuera de la cabaña, pensé que o estaban dentro o habrían ido a pasear, pues entre Anthony y su Abuelo había un gran cariño, Anthony me había contado muchas cosas de él, hazañas, venturas etc. , lo que demostraba el gran cariño y admiración que le profesaba, fui a mi dormitorio con idea de refrescarme un poco y cambiar la indumentaria y al pasar por el pasillo oí ruidos en el dormitorio de Alberto, la puerta estaba cerrada y no podía ver nada, pero los ruidos eran muelles de camas y gemidos amorosos y en principio pensé que era el abuelo de Anthony con alguna nativa, pues ya me había contado su nieto el casanovas que estaba hecho su Alberto, pero cuando pasaba justo por el frente de la puerta me pareció oír la voz de Anthony y la verdad que en aquel momento me fui a mi habitación con un lío horroroso sobre lo que pasaba en la habitación conjunta a la mía, dejé mi puerta un poco abierta con el fin de oír lo que se hablaba en el pasillo si esto sucedía y claro que sucedió, una hora después de escuchar pequeños ruidos, pues la cabaña estaba muy bien construida y apenas si se oía nada entre las paredes, salieron al pasillo y escuché perfectamente como Alberto decía a su nieto; CARIÑO ESTA NOCHE CUANDO JUAN SE ACUESTE, TE ESPERO NUEVAMENTE, PUES YA HACIA MUCHO TIEMPO QUE NO ESTABAMOS JUNTOS Y TE ECHABA MUCHO DE MENOS. me quedé de una pieza, no me atreví a cerrar la pequeña abertura de mi puerta, para que no se dieran cuenta de que yo sabía su secreto.
Algo mas tarde salí y estuve hablando con Alberto que estaba fuera de cosas de Puerto Rico de su magnifica finca, de como la compro y sobre todo de que manera fue ampliándola hasta llegar a tener gran propiedad, le pregunté porque no la cultivaba, pues se veía que era una tierra extraordinaria, me contestó que no quería líos con los plantadores, mercados, intermediarios, etc. que estaba muy tranquilo y que los años que le que le quedaban los quería vivir felices y sin problemas, tenía dinero suficiente para vivir y no quería mas, cuando el muriera mas de la mitad de la finca iba para su nieto Anthony y el resto para su hijas y demás familiares, nos tomamos unas copas que para mi fueron muchas, pues me puse alegre y comimos un poco de fruta y seguimos los tres las charla y jugamos una partidas de cartas, en la que perdí yo solo, aunque creo que entre el nieto y el abuelo me hicieron trampas, ja, la velada transcurrió de forma muy amena y sobre las doce yo me fui a mi dormitorio para dormir, pues en la TV no había nada que me llamara la atención y quería descansar para ir el día siguiente con Alberto de pesca al lago y preparar una comida española típica de pescado, me despedí y marché a mi dormitorio, cuando iba por el pasillo no pude dejar de pensar en la pareja que acababa de dejar fuera, entre en mi dormitorio y dejé la ventana abierta, pero con la persiana totalmente echada para evitar mosquitos etc., la verdad que con la siesta de la tarde no me quedaba dormido, así que deje una pequeña lámpara encendida para leer un rato y así contribuir a quedarme dormido, no obstante mi descubrimiento de aquella tarde era algo que tampoco me ayudaba a coger el sueño, a través de la ventana ya empecé a oír movimientos de sillas, jadeos, besuqueos y los ruidos normales de este tipo de situaciones, no me pude contener y dirigiéndome a la venta puse un pequeño tapón entre la persiana y el marco, para dejar una apenas perceptible ranura por donde podía ver perfectamente a la "pareja", sin ser vistos por ellos. Alberto estaba de espalda y ala cara de Anthony si miraba hacía mi ventana, pero yo estaba tranquilo porque sabía con toda seguridad que no podía verme.
Alberto cogió a su nieto y lo atrajo hacía él, Anthony estaba como en una nube y se dejaba hacer placenteramente todo lo que su abuelo quería, lo beso en la boca y debió meterle la lengua pues se retorcían como dos cascabel que luchaban por una presa, Alberto siempre llevaba la iniciativa y empezó a quitar la camisa de Anthony y la propia, estaba besando en el cuello y boca bajando con sus besos hasta el pecho de Anthony, le chupaba las tetillas y con sus manos seguía tocándolo todo
nalgas, cara, cuello, era un pulpo con aquellas manazas enormes que tenía, Anthony gemía de placer y se entregaba totalmente a su abuelo buscándole la verga con sus manos, este al notar la demanda de su nieto, tardó poco en sacar el pantalón
y unos calzoncillos de color verde pistacho, al quitar el verde pistacho salió de golpe una verga que mas parecía una serpiente
que había sido sorprendida, por su tamaño y grosor, Dios mio aquella verga tenía que medir mas de 20 cms y bastante gorda, yo diría que unos 4 ó 5 cms de diámetro, Anthony la cogió con avaricia y se la puso en la boca y empezó a lamer el capullo besando toda la polla de su abuelo, se la introdujo hasta hacerla desaparecer dentro de su garganta y en Abuelo no podía contener los suspiros y dándole un mete y saca veloz hizo que su nieto diera unos gritos apagados por su propia polla, pero que hacían que Anthony moviera la cabeza cogiendo a su abuelo por los glúteos que parecía que lo iba introducirlo dentro de su boca, cuando notó que su abuelo se corría y el calor del semen le dio en la lengua pareció volverse loco,parecía tragarse aquella verga tan enorme y saltaba de la silla donde estaba sentado que parecía volar, Alberto suspiraba con la cabeza de su nieto entre sus grande manos hasta que tuvo que sacar la polla de la boca, antes de que este se asfixiase por el grosor de la polla y los chorros de semen, que empezaron a caerle por los labios de Anthony, Su abuelo lo besó en la boca y abrazándolo le pidió ir hasta el dormitorio donde seguirían una noche de amor fraternal que yo nunca me hubiera imaginado por mucha admiración y cariño que Anthony me había contado tener a su Abuelo.
No me pareció honesto seguir con aquello, por lo que cerré la ventana y al poco me quedé dormido, al día siguiente en la pesca no paso nada relatable, aunque mi comida y mi siesta os la contare en otro relato, pues ocurrió algo insospechado por mi hasta aquellos momentos, cuando Anthony me confiesa que él cree que yo he descubierto su relación con su Abuelo.
Esto lo dejaré para otro día y otro relato, que espero leáis y que opinéis sobre ellos, que ya sabéis que me gusta saber lo que opináis, Besos y abrazos para todos, os espero