La compañera de la oficina de planilla siempre que va al baño, orina tan fuerte que por el pasillo hasta llegar y alcanzar justamente a la oficina de registro, la escucha y sabe fijamente el oficial de registro qué es ella; una ocasión el estaba en un sanitario del baño de las estudiantes, cuándo escucha entrar nada menos qué a la compañera de planilla qué orina con mucha fuerza, ganas especialmente cuadalosa en el sanitario contiguo. Se echa sus flatulencias las cuáles huelen normales nada de hedionda, mientras escucha melodiosa cómo sonoramente ese momento fisiologico y orgánico que protagoniza. Sin que sepa, ni descubra, ni tampoco sabe de la presencia escondido del oficial de registro metido y encerrado en el mismo baño de las estudiantes universitarias junto y a solas con ella y solamente con ella.