semanas en que tiene verdaderamente jodida como asqueada al tener su automóvil metido en el taller al mismo tiempo, que dándole el mantenimiento anual del kilometraje se junto una avería en el mismo radiador y el compresor; Brooke valiéndose totalmente por su cuenta al ser independiente dejando a su hijo en la escuela por donde viven actualmente, tomando un taxi que la lleva a la universidad sin darse cuenta por tantas vainas volando y dentro de sus pensamiento como mente al mismo tiempo deja el guale con el sencillo y unos cuantos dólares para el pasaje y tampoco ha tenido el tiempo de cambiar billetes duros, pensando que pierde el tiempo al llegar súper tarde a trabajar ni podrá volverse a su casa pensativa recurre a una táctica infalible ya que anda sin hilo dental ni brasier solamente vestida con su falda y su bléiser con botas y mini medias, con los vidrios ahumados rompe en llantos derramando lagrimas inexplicable volteando la cara el taxista averiguando que le pasa al preguntarle. Demacrada y corrida el maquillaje todavía en llanto le dice no tengo plata para pagarle es que ando muy mal y tropezada en estas semanas tengo a mi esposo internado en el hospital gravísimo de a milagro puedo pararme e incorporarme al desayunar que no tengo ganas de probar bocado e inclusive, llego a trabajar pero no tengo el pensamiento en lo que hago y para colmo tengo jodidamente dañado mi automóvil, tengo una vergüenza como una pena con usted señor abriéndole de par en par las piernas al correrse un poco la falda al secarse y soplarse un poco los mocos de la nariz exhibiendo la frescura como la coquetería a la mano a pedir de boca donde queda encantadísimo el taxista diciéndole cálmese todo en esta vida tiene solución. Corre por mi cuenta el pago del pasaje ya que soy mi propio conductor y dueño de mi propia unidad sonriéndole al ponerse la mano en su seno al tenerlo un poco abierto el bléiser acariciándose el mero seno haciéndosele agua a la boca al taxista esa postura sexy y lujuriosa como incitadora de la misma Brooke que se alegra y se compone corporal y anémicamente agradeciéndole al taxista despidiéndose al bajarse rapidito del taxi corriendo al subir por las escalinatas de la sede universitaria marcando su entrada subiendo las escalares que dan al primer nivel del edificio metiéndose sin esperarse al baño de estudiantes al ponerse el hilo dental como el brasier a lavarse los ojos quitándose las lagañas como las lagrimas insufribles que estelarizo como una artimaña para el perdón del pago del pasaje por el mismo taxista a la misma Blanc que siempre se sale con la suya en cuestión de dinero.