Melisa y yo nos encontramos desayunando en una mesa de un mesón, pegados en el mismo lado conversamos en eso le pido déjame calentarme las manos que las tengo congeladas en tu vagina disimuladamente Melisa se corre un poco la falda azul oscura de su atuendo de ejecutiva universitaria, qué no carga para nada debajo hilo dental cachetero ni siquiera brasier, me abre las piernas al metérsela a lo largo de las mismas hasta alcanzar cómo quedarme propiamente poseyéndola en las plenas ingles sabrosísimas, buenísimas, riquísimas, apetitosisimas, ardientísimas, calientísimas, deliciosisimas, deleitadisimas, deseadísimas, fascinadisimas, apasionadísimas asimismo espectacularísimas finalizo consentidísimas y premiadísimas por todos los reverendísimos coños por ser una de mis chicas colombianas del prostíbulo adonde frecuento, acostumbro y siempre voy a visitarlas hasta entro además pago tiempo de muchos polvos y pajas con ellas.

De ahí, se desabrocha un poco la blusa morada transparentada para besarle hasta lamerle y probarle también beberle de su leche caliente al tenerme cómo un recién nacido de pecho por parte nada menos en persona cómo en vivo y a todo color por la mismísima y queridísima hasta sexy de Melisa.

Le hablo porque no nos paramos y nos metemos al cuarto de baño de damas para cogerte que tengo hartas ganas y sumamente hambriento y con un apetito voraz por tu culo y micha cómo senos, sonriéndose Melisa quién va primero para luego ir el segundo para no levantar sospecha ni nos descubran que estamos haciendo indecencias y otras cosas cochinas aquí en este mesón donde me invitaste a desayunar.

Trascurrido unos minutos estamos encerrados y trancados en el primer cuarto de baño de dama que encontramos disponibles donde protagonizamos y escenificamos nuestros momentos sexuales de fantasías de ejecutiva universitaria a más no poder.

Abrazándomela, pegándomela por todas partes además besándomela también gozándomela inclusive tirándomela y por supuesto, gozándomela a cuerpo de rey, efectivamente zaceándomela a más no poder asimismo deleitándomela con sus atributos cargados y seduciéndomela finalizo coqueteándomela hasta rosándomela con la punta de las llaves en su culo cómo arriba de su rabo en qué no le gusta qué le haga eso qué la maltrato física pero es muy cumplidora encantada por las fantasías eróticas, lujuriosas, pornográficas, morbosas hasta indecentes qué las realice con ella y solamente con ella, me vengo me masturba al dispararle merecida y soberanamente todos los polvos y pajas al tragárselo y limpiárselo al vestirnos e irnos del mesón al tener nuestros tiempos en el mismo cuarto de baño de dama en el mismo mesón yo y Melisa esa mañana.