Melisa rosándose con todas las merecidas ganas, ánimos, fuerzas, delicias, deseos, deleites, emociones, provocada, cautivada, seducida, ardiente, asimismo buenísima, riquísima, y por supuesto sabrosísima con la propia palanca de cambio de mí automóvil. En que pareciera estuviera adicionalmente cabalgando muy endemoniada hasta atrevida incluso caliente con sus ojos mirándome fija y directa hasta justamente por el mismo parabrisas con toda la lengua afuera agarrada y sujetada hasta apoyada de las cabezas de los asientos delantero a más no poder escucho sus jadeos igualmente gemidos vitoreados cómo estuviéramos en los mismos toros o bien en un juego de beisbol de grandes ligas de la conferencia americana en persona cómo en vivo y a todo color. Sudando continua y parejamente con su atuendo de corsé con falda cuerina negra combinada por supuesto, con sus botas negras largas de tacones altos qué está saciándose especialmente hablándome uyyyyyyyyyyy papi esto se siente rico por ahí dándole varias veces al verle la vagina que se pone más roja que nunca la circulación sanguínea está afluente y masivamente corriendo con mucha rapidez cómo fuera el mismo viaducto vehicular en circulación las 24 horas del día entero.