Voy a continuar contando mi historia…(ver la anterior: Me sentí nena desde chico)…después de aquel primer gran paso y de los ricos besos de Julián en el baño del hotel mi vida cambió para siempre…no podía dejar de pensar en el viaje, en sus ojos, su boca, su pene…al fin la hembrita que había latido en mi cuerpo desde edad muy temprana encontraba una promesa de realización…Julián era un hombre 10 años mayor que mi padre…yo no paraba de pronunciar su nombre en mi pensamiento y de masajearme las tetitas y jugar con mis dedos encremados en la puerta de mi ano…estaba decidido a transformarme en su mujercita…solo había que encontrar el momento adecuado. de un momento a otro iba a entregarle a ese chofer mi virginidad…el sería quien fabricara el molde perfecto en mi recto…solo deseaba ser suya…
Al día siguiente de estar en el hotel fuimos al comedor con todos mis compañeritos/as y cuando entramos en el salón Julián y Arturo estaban ya sentados a la mesa nos cruzamos una mirada fugaz y encendida…mis ojos decían que si y los suyos devolvían el mensaje…me deseaba tal vez tanto como yo a él…durante el almuerzo nos miramos varias veces pero ambos disimulando cualquier tipo de emoción, y cuando salimos del comedor se me acercó y me dijo Cómo estás Marianito?, sabes que no pude dejar de pensar en vos?…yo le sonreí y le dije con un dejo femenino en el modo: a mi me pasa lo mismo, todo lo que deseo es estar con vos…J: Mirá, mañana va a ir todo el contingente a bailar a un boliche desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana…Arturo les hara de chofer y estará a cargo del grupo…tal vez puedas fingir una fiebre, o algún malestar y quedarte en el hotel…y yo me haré responsable de tu cuidado si?…me guiñó el ojo con la complicidad de un amante y yo le dije “estoy seguro que voy a estar muy afiebrado un par de horas antes de la salida”…y así fué, enloquecía de felicidad en mis pensamientos…contaba las horas para que llegara ese momento y nuestro plan funcionó a la perfección…a las 22 hs partieron todos a bailar y yo me mudé a la habitación de mi hombre…me sentía una putita profesional…ni bien pasé y cerro la puerta nos comimos a besos durante unos minutos, me atreví a bajar mi mano, deslizarla por su velludo pecho y comenzar a acariciar su hermoso falo…lo miré a los ojos y le rogué…por favor Julián dejame chupartela…el sonrió y apoyando su manaza sobre mi cabeza hizo una amorosa presión hasta dejarme a la altura de su slip…comencé a besarlo aún aprisionado en la tela de su prenda, siguó creciendo hasta que asomó su glande por encima del elástico…una hermosa cabeza gorda como una ciruela, morada como una ciruela…sabrosa como una ciruela…bueno, fué la noche en que me hizo mujer…con mucho trabajo y paciencia…su semental era enorme, unos 22 x 5…delicioso…yo lo lamía, acariciaba, chupaba golosamente y me sentía la mas hembra de todas…el me dijo que nunca se lo habían chupado tan bien…jugamos, jugamos llegó la dolorosa penetración y de a poco mi alegría interior y mi placer fueron creciendo hasta que mi cola se acostumbró a las fuertes embestidas de mi novio…yo 12, el 50…antes de las 6 me acompañó a mi habitación…le levantó en brazos y me puso suavemente sobre la cama…me besó de una manera magnética…le dije “te amo Julián…prometeme que me lo harás otra vez”, y el sonrió y me contestó “eres hermosa “Sandrita” (me bautizó)…quisiera cogerte todo el tiempo….felíz lo atraje hacia mi y comencé a chuparle la pija como una perra desesperada…en celo, le pedí que acabe en mis tetitas y después limpié su falo lenta y amorosamente con mi lengua…volvimos a besarnos, nuestras lenguas seguían hambrientas…llenas de deseo…se fué a su habitación y yo me quedé dormida con la cola dolorida, abierta, húmeda…muy de mujer…había conseguido un macho increíblemente amoroso y dulce…

Sandra