Sólo sabía que estaba muy cansado...el sueño me tumbó en el sillón. También lo único que sé es que estaba teniendo un sueño de aquellos, en donde mi actriz favorita me estaba haciendo sexo oral. Que maravillosa sensación sentía, el sueño era muy real,
demasiado real, sentía unos labios que recorrían mi pene, y unas manos que lo tomaban para masajearlo mientras se introducía de vuelta en su boca. Me imagino que ha más de alguno le habrá pasado que el sueño es tan real que siente que las sensaciones
vividas las experimentó de verdad, bueno, eso estaba sintiendo yo en ese minuto, pero poco a poco me daba cuenta que el sueño era una interpretación de lo que estaba experimentando mi cuerpo. De a poco comencé a volver al mundo real, me encontraba 
sentado en el sillón, mi cabeza se había ido hacia atras, por lo que me dormí sentado mirando el techo. Entre la somnolencia disfrutaba de la sensación maravillosa que estaba recibiendo, disfrutando de unas de las mejores mamadas que he recibido.
Pero el despertar me hizo recapítular los momentos antes de dormirme, como fue que en estos momentos me la están chupando si cuando llegué a casa no había nadie?? Logré enderezar la cabeza, y primero vi por la ventana el día frío que habia afuera,
pero yo no tenía frío, por que? alguien me habia cubierto con una manta grande. Pero cuando mire la manta me sorprendí al ver movimiento, más que sorpresa, me excitó aún más ver la silueta femenina cubierta por la manta, en donde se notaba el 
movimiento de arriba hacia abajo de su cabeza. Que movimiento, cada vez que mi pene entraba a esa boca me provocaba placer, por lo que me costaba más pensar. Mi calentura no cuestionó nada de esta extraña escena, lo único que quería era que me 
siguieran mamando. Casi con miedo de desconcentrar a la persona que debajo de la mantas me estaba llevando al cielo, me dejé llevar por la calentura, y en unos pocos minutos, sentí que tocaba el cielo, y mientras ahogaba un gemido para mis adentros, sentí un gran orgasmo mientras esa misteriosa boca recibía toda mi eyaculación. Pero casi recuerdo en cámara lenta cuando la misteriosa mamadora levanta la manta, antes de verla sentí un hielo cuando escuché una risa traviesa, y veo que bajo las mantas, con la boca aún con restos de semen y con mi pene aún en la mano una cara conocida me dice:
- "Vaya papi, parece que estabas acumulado".
Me faltaba cara para que se me abrieran más los ojos, no atinaba a nada, solo se me ocurrió decir:
- "Hija, que mierda hiciste?"
- "Ay papi, no te pongas así, entre a la casa y te ví ahí durmiendo muerto de frío, y cuando te fui a tapar, me dí cuenta que tenías una erección gigante"
- "Pero por que me hiciste esto?!?"
- "Aaah es que ya sé que desde que se fué mamá solo te has dedicado a trabajar, y quería darte un consuelo"
- " Pero soy tu papá!!"
- "Ya papi, no me hagas sentir mal...los tiempos han cambiado, y además, no creo que no lo hayas disfrutado, y todo queda en familia" me dijo y me cerró un ojo, mientras
comenzaba a levantarse.
Aún no sé que me pasó en ese minuto, en general soy muy controlado, pero que me dijera eso hizo que se me nublara la mente, yo ya no veía a mi hija frente a mi,
veía a una mujer que me provocaba una calentura inmensa, y que no iba a escapar de mi... Mientras ella se levantaba vi como caía la manta revelando que aún estaba
con su uniforme del colegio que encerraba un cuerpo de mujer. Después me dijo que la pille de improviso cuando rapidamente tomé sus muslos y comencé a subir hasta 
tocar sus nalgas bien formadas, claro, su idea era hacerme una mamada y dejarlo hasta ahí, no pensaba que ibamos a llegar mas allá, bueno, se equivocó.
Todavia afirmando su trasero, hice que se sentará en el sillon y bajé rapidamente su calzón, y sin pedir permiso alguno, me sumergí en su vagina. Me volví loco ahi, la 
lamía como desesperado, y cada vez que escuchaba entre gemidos "Paaapiiiii..." más me calentaba. Tenía que penetrarla, y afortunadamente me recuperé rapido del primer orgasmo.
Me levanté y me puse encima, y cuando quedamos frente a frente, comencé a introducir mi pene en esa cueva caliente que se encontraba extremadamente mojada. Ni siquiera
me controlé por pensar que era mi hija, ella empezó con esto y tenia que asumir las consecuencias. En el sillón era una lucha, mis manos recorrian todo su cuerpo, y ella 
se aferraba a mi, haciendo que la penetrará más profundo y mas rapido. Tampoco controlamos los gemidos, no nos importaba nada, sus gritos de placer me calentaban al extremo.
Luego la puse en 4 y la penetré al ritmo de sus gemidos, y cuando sentía que estaba a punto de acabar, la volví a poner bajo mío, donde con lo último de mi fuerza metía y sacaba mi pene de su vagina que resistia todos mis ataques. Antes de acabar saqué mi pene y cumplí mi fantasía....acabar sobre el uniforme de una colegiala cachonda.