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Categoría: Incestos

Me lancé con todo al cuarto de mi hermana

Después de tanto estar hablando de nuestros juegos de la infancia, que en su mayoría eran sexuales; pude ver que a mi hermana todavía le despartaba el deseo por mi verga.

Ella mayor que yo, no se había casado únicamente había tenido un hijo, lo que me hacia suponer que le comía la pusita porque se la rascaran y quien más si no era su hermanito y con quien de niños ya había tenido acercamientos bastante atrevidos, de casi relaciones sexuales, los dos completamente desnudos en la cama, tocándose y haciendo movimientos sexuales uno encima de otro.

En esta ocasión, encontrandonos los dos por fin solos, y estando con un pantalón de lona, tuve una erección casi frente a ella y por supuesto no era mi intención disimularla, sino al contrario que se diera cuenta el tamaño de pipe que se manejaba su hermanito.

Ella con un cuerpo de regulares proporciones pero eso si con unas chiches bastante grandes y duras, se había calentado al verme el pipe a través del pantalón que casi salia disparado por lo parado que estaba.

Me acerqué a ella de frente, me pegué para abrazarla, ella ni se movió al contrario, respondió a mi abrazo, quedándose pegada a mi durante bastante tiempo; la besé en las mejillas y ella se sonrojó, pero no me soltaba, entonces aproveché la señal que me había mandado y la besé en la boca, cual fue mi sorpresa que ella me recibió el beso con gran gusto que de inmediato busco mi lengua para jugar.

Estando parados y abrazados, seguiamos besándonos en la boca, ella estaba muy caliente porque me agarró con gran fuerza y pasión, que yo sentía que me venia allí; como tenia unas chichotas grandes y duras, las que yo le llevaba ganas desde siempre, se las empecé a acariciar subiéndole la blusa y sacándolas del sostén, las tenía a mi disposición y ella no dijo ni media palabra, como respondía a lo que yo hacía, le tomé una mano y se la llevé hasta mi pipe, para que lo agarrara y lo sintiera parado, me lo tomó con tanta fuerza como aquellas mujeres que nunca habian tocado un pipe y mucho menos si ese pipe era de su hermano menor.

Para aprovechar el tiempo, le pegué el pipe a su pusita e hice movimientos imitando una cogida, ella respondió de igual forma; entonces rápidamente la lleve hasta la cama, donde se acostó y se fue acomodando, como ya le habia aflojado la blusa, entonces rapidamente le quite el pantalón y el calzonsito, quedandome su pusita a la mano; ella me atrajo hacia ella y me quito el pantalón el cual yo con suma rapidez me lo quite.

Quedamos los dos hermanitos completamente desnudos, ella con sus pechos apuntando hacia arriba y yo con mi pipe apuntando hacia su pusa, los dos en una excitación tan extrema que daba miedo; me agache para besarle los pechos y despues la pusita, pero ella hizo una señal con la mano, que me indicaba que queria mi pipe en su boca, inmediatamente la complaci, dando inicio a un suculento 69.

Estando tan excitados como nunca, ella se volvía loca mamandome la verga, y yo le correspondía mamándole la pusa y acariciandole los inmensos pechotes.

Ella se movía con tanta pasión y aprovechaba cada movimiento para expresar su satisfacción, hasta que no nos aguantamos y ya con su pusita bien humeda, me puse encima de ella, agarrandome con tanto pasión el pipe, que ella misma se lo metió y me pedía que le diera más y fuerte; pude sentir como llegó al orgasmo porque empezó a retorcerse hasta que se tensó y gritó, enterrándome las uñas en la espalda, me pedia que me viniera con ella, haciendolo casi juntos, pude sentir como se estremecia y expulsaba sus fluidos casi a chorros.

Nos quedamos en la cama por un buen rato, despues de la faena familiar que habiamos tenido; habiéndonos dado gusto al haber cogido como condenados.

El más agotado era yo, porque tengo una vida sexual muy activa con mi esposa y este banquete había sido extra e inesperado.

Extasiados del placer que nos habíamos dado, yo me quedé dormido y mi hermanita también, pero de repente sentí que mi pipe empezaba a tomar fuerza otra vez y sentía que me lo estaban mamando, cuando desperté, pude ver a mi hermanita prendida de mi pipe dándose gusto nuevamente con una mamada familiar; me terminé de despertar y me acerqué al culo de mi hermanita para besárselo, mientras ella se degustaba mi pija en su boca, le acaricie los pechotes que le colgaban y nuevamente estabamos en un 69, solo que ahora aproveché para pasarle la lengua por el añito que lo tenia rosadito y peludito y con un olor tan agradable que daban ganas de acabárselo, ella con mi pija en su boca, me jugaba los testículos con sus dos manos y de vez en cuando me acariciaba el culo como yo lo hacia con ella, en ese momento senti una sensación extraña pero agradable y al ver que no le dije nada y ella supuso que me gustaba por el movimiento que habia hecho, se saco la pija de la boca y empezo a lamerme los testiculos buscandome el ano, debo confesar que ni mi esposa me ha hecho eso y mi hermanita descubrió que me gustaba.

Siguió lentamente lamiéndome los testículos, mientras yo le mamaba el anito y se lo abría, cuando de repente sentí que su lengua ya estaba paseandose por mi anito, preguntandome mi hermana, que si me gustaba, no respondí con palabras pero adivino que por mi movimiento me agradaba; seguíamos los dos chupándonos el culo, cuando ella fue bajando más hasta que logró quedar justo pegada a mi ano, entonces empezo a meterme la lengua de la misma forma como yo lo estaba haciendo.

Le pedí que cambiaramos de posición, porque quería meterle el pipe en el culito, instantáneamente saltó hacia un lado, poniéndose en cuatro patas, como el olor de su culito me había agradado tanto, me arrodillé atrás de ella y le seguí lamiendo el anito, el cual ya lo tenía bastante lubricado, le separe las nalgas con las manos, me puse justo en el culito y empecé a jugarsela, ella respondía cuando yo empujaba para metersela ella la recibía con tanto placer, que parecía una perra cogiendo con su macho.

Se la empecé a meter poco a poco, gritando y diciendome que le dolía pero quería que se la metiera toda, lo fui haciendo tomandome mi tiempo, y asi le fue entrando poco a poco hasta que se le fue toda, me pedía que le acariciara la pusita y yo obedecí, porcediendola a masturbar para que sintiera placer.

Asi estuvimos por un buen rato hasta que sentía que mi pija explotaba y ella me preguntó, hermanito lindo lindo: le siento el pipe bien hinchado, quiero que se venga adentro y me eche toda la leche. Eso sirvió para apresurar mi orgasmo, mi hermana se empezó a mover con más fuerza, gritando de placer porque le dolía pero le gustaba que su hermano la estuviera cogiendo como una perra.

Empecé a masturbarla con más fuerza, y me dijo que siguiera así porque ya se venia y quería que lo hiciéramos juntos. Así lo hice hasta que alcanzammos el orgasmos juntos. le eché todo el semen adentro del culito y ella tenia la pusita escurriendo; nos quedamos acostados, ella con mi verga adentro hasta que se aguado y se fue saliendo, cuando estuvo toda afuera se agachó y me terminó de limpiar el semen que quedaba con su boca.

Esa pasión que he sentido con ella, no la he sentido con ninguna otra mujer y menos con mi esposa; he intentado experimentar con mi esposa lo que aprendí con mi hermanita pero no se puede; por eso cada vez que puedo busco a mi hermana o ella a mi, para darnos un placer inigualable, es amor de hermanos y pasión de amantes.
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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1 comentarios. Página 1 de 1
invitado
invitado-invitado 13-02-2014 03:21:06

muy buen relato muy hoot

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