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Categoría: Maduras

Me entregué a Matías y por fin convertí a mi marid

Como recordaran en mi último relato, les indique que acabaría con él la serie de relatos en los que voy enlazando las historias y que a partir de ahora iría escribiendo historias sueltas que me han ocurrido a mí o a amigas/os  y conocidas/os, muchos y muchas de ellas nombradas en mis anteriores historias. Y que comenzaría (aunque esta podemos decir que es continuación del la serie anterior “Esperanza mi historia.-9”) contando como comenzó mi nueva etapa con Matías.

Llegado al final semana y pico que estuvieron en Alcobendas Mamen y Matías, el domingo por la noche (ellos marcharon el lunes), Matías ya en mi casa me preguntó mi respuesta a mi decisión de entregarme por entero en lo sexual a él y se su esposa en todos los sentidos durante quince días al mes y hacer siempre lo que a él le apetezca con mi cuerpo y emputecerme, entregarme a quien le plazca, en definitiva hacer conmigo lo que él quiera, entregarme por completo a él::

“Esperanza, ¿lo has pensado bien?, ¿qué has decidido? “

Yo le contesto:

“Si mi amor, si quiero ser tuya, tu mujer, entregarme a ti en todo es lo que más deseo”

Él me vuelve a decir:

“Estas segura, no te arrepentirás luego, mira te voy a volver hacer por última vez la pregunta: ¿Quieres entregarte completamente en lo sexual a mí? Date cuenta que podré hacer con tu cuerpo lo que yo quiera. Siempre que folles conmigo lo harás sin preservativos y sin precauciones, al igual que con los que yo te indique que lo hagas en estas condiciones. Te podré entregar a quién yo quiera, podré prostituirte si quiero, podré castigarte si me apetece. En definitiva seré el dueño de tú cuerpo siempre que estés conmigo y siempre que ello sea en el terreno sexual. Durante el tiempo que pases al mes conmigo seré para todos los efectos y con todas las consecuencias  tu marido y tú mi mujer, mi esposa y esclava sexual. No te enfadarás porque esté con otras mujeres, cosa que haré cuando quiera. Y siempre me respetara y harás lo que yo te ordene. Y por último, y esto es inamovible y se lo tendrás que hacer ver así a tu marido,  tendrás que vivir conmigo 15 días al mes y los otros 15 con tu marido y los días que tu marido no esté también deberé estar conmigo. Firmaremos en principio un contrato entre tú y yo como que te entregas a mí y aceptas todas estas condiciones y cuando se lo digas a tu marido este deberá firmar otro cediéndote a mí en esos 15 días mínimos al mes y cada vez que él no esté en casa. En el contrato se pondrá la clausula en que pasado un año se podrá dejar esta relación siempre que uno de los dos quiera sin que tenga que dar ninguna compensación económica o de otra índole al otro ni dar ninguna explicación. Si se desea seguir se continuará así durante dure, sin necesidad de redactar ningún nuevo contrato. Si estás de acuerdo con todo esto dame tu respuesta definitiva y ten en cuenta que durante un año no podrás echarte atrás. Dime quieres y aceptas todo lo que te he dicho si o no”

Prácticamente no le deje terminar y echándome a su cuello le abrace y dándole un beso en su boca le dije:

“Si, mi amor, si quiero y quiero que esto sea para toda la vida, te quiero mi amor, quiero ser tuya, toda tuya para todo lo que tú quieras y te apetezca hacer con mi cuerpo”.

Entonces él me dijo:

“De acuerdo, acepto yo también serás mi mujer, para todo, y en el terreno sexual siempre harás lo que yo te diga y ordene, serás mi esclava sexual, tu cuerpo desde ahora me pertenece. Te quedan aún dos meses de embarazo, en estos dos meses dejarás de trabajar de puta (no es conveniente y puedes correr peligros que no quiero que corras), yo te visitaré al menos, hasta que paras, cada 15 días. El primer día que venga a verte y estar contigo, tendrás redactado el contrato y le pondrás fecha de inicio un mes después de parir aproximadamente, puedes poner el 1 de Abril. Para esta fecha ya debes de haber hablado con tú marido y él consentir en que seas mi esposa y estés 15 días al mes conmigo, caso contrario te vendrás y le abandonarás y pasarás a estar viviendo de quieto conmigo y a ser completamente mi mujer”

Luego nos besamos nos desnudamos y pasamos amándonos en mi cama de matrimonio toda la noche, hasta el lunes por la mañana que marchó para recoger a su señora (Mamen) y Adham y volver a la finca de Ciudad Real, donde vive y tiene su trabajo.

Antes de marchar me ordenó que como mucho a los 15 ó 20 días debería de cortar mi relación con Javier. Así lo hice y para consolar a este (aunque le hice creer que él era el culpable de que cortáramos esa relación) le permití comenzar una relación con Inés (de esto ya habrá tiempo de contaros algo en algún que otro relato).

Desde entonces hasta que parí me visitó al menos 7 veces, unas fueron cada quince días pero hubo algunas que fueron a la semana.

Yo en este tiempo fui preparando a mi marido, no me costó mucho convencerle para que estuviera con otro hombre, pues en infinidad de ocasiones me había dicho que le gustaría que le hiciera cornudo. En este punto el de ser cornudo y saberlo estaba completamente de acuerdo, lo que me costaría y no sabía si lo aceptaría o no era el que cediera a que la mitad del mes viviera con Matías, eso era lo que tenía que conseguir, caso de que no lo consiguiera tendría que dejarlo e irme a vivir todo el tiempo con Matías.

Llegó la hora del parto y en el hospital, me depilaron todo mi sexo para el parto, estuvieron conmigo: mi marido, Marisa, Inés y cerca pero no en él, Javier padre de la criatura. Pero Dios no quiso que mi hijo viviera y por problemas en el parto murió a las pocas horas de nacer. Al parir y coserme me cerraron un poco mas mi coño, quedando prácticamente tan estrecho como le tenía antes de conocer a Carlos el camionero y dedicarme a la prostitución. Matías me visitó el fin de semana siguiente, su visita me hizo mucho bien y me dio bastantes ánimos, se portó muy cariñosamente conmigo. Antes de marchar me dijo que quería que me ordeñara todos los día, pues quería que la leche me durará lo más posible, él mismo me ordeño y se bebió mi leche, unas cuantas de veces ese fin de semana y después lo seguí haciendo por mi cuenta con la ayuda de los extractores de leche que  había comprado con Matías.

Una vez que pasé la cuarentena, a la semana,  era ya finales de Abril, llame a Matías para que viniera y comenzar a cumplir con el contrato que habíamos firmado, para ello debía de hacer cornudo en sus narices a mi marido.

Matías llegó el viernes por la tarde y le hospedé en un hotel que hay en el pueblo de la sierra donde vivimos. Esa noche no pudimos estar juntos, dado que fue la que elegí para  estar con mi marido: Tras hacer apasionadamente el amor y entregarme completamente a él y no dejarle que me follara sin condón, le volví a preguntar:

“Pedro… aún te sigue apeteciendo que me acueste con otros hombres y te ponga los cuernos”

Él muy entusiasmado y contento me contestó:

“Bien sabes que sí, y no he querido decirte nada de ello, dado lo que ha pasado con la criatura, pero recuerdo que me lo prometiste que lo harías  después de que parieras. Tú sabes bien que es lo que más deseo, me pone muy caliente pensar que estas con otros y que yo lo consiento. Ya sé que no te gusta, pero es que me gustaría tanto, por eso te lo he pedido, y si tú quieres y ….me gustaría tanto y me harías tan feliz .”

Yo le contesto:

“Por favor no me obligues a ello, no te das cuenta que si me gusta o me despierta a esta mujer viciosa que llevo dentro como te he demostrado ahora haciendo el amor , no sé que puedo hacer ni a dónde puedo llegar. ¿Es eso lo que quieres, date cuenta que con lo caliente que me he vuelto, viendo como soy una vez que empiece igual no puedo parar? ¿Y si llego a encelarme tanto con mi amante que te pido que me dejes pasar temporadas con él, por ejemplo estar viviendo quince días al mes con él y los otros quince días contigo? , es una hipótesis , pero si te lo pido que harías?”

Me dice:

 “Mi amor, me lo prometiste y quiero que cumplas tú promesa y quiero que sea cuanto antes. De lo que me dices que puede ser peligroso y que no sabes hasta donde puedes llegar, debido a lo caliente que estas descubriendo que eres, ya lo sé pero no me importa, es más me gustaría que te convirtieras en toda una puta e incluso que te prostituyeras y cobraras por ello.  Y si llegara el caso de que me pidieras que te compartiera con él, que vivieras conmigo quince días y otros quince con él, desde ahora te digo que si accedes a acostarte con otro ahora,  lo aceptaría con sumo gusto, pues estoy deseando verte poseída ante mis narices por otro u otros hombres y verte comportarte como una verdadera puta”

Yo como suplicándole le digo:

“Cariño, piénsalo no me hagas esto, ¿estas seguro, incluso de lo de dejar que viva con mi amante quince días al mes?, ¿no te arrepentirás luego? Que una vez que empecemos luego….ya sabes a lo mejor no paro (me lo estaba poniendo en bandeja, por fin había conseguido a que accediera a que viviera quince días al mes con Matías).”

Me vuelve a contestar:

“Sí estoy seguro, es lo que llevo deseando hace mucho tiempo y ahora veo que se puede cumplir, si quiero y te vuelvo a repetir que incluso aceptaría lo que vivieras con él esos quince días al mes”

Entonces yo acurrucándome más a él le dije:

“Pues no se hable más, tu lo has querido, yo me he resistido todo lo que he podido pero si es lo que quieres y eso te hace feliz lo haré. Pero como te dije en otra ocasión lo elegiré yo y lo haremos mañana. He conocido a una persona que desde antes que diera a luz anda detrás de mí es de Ciudad Real y hoy ha venido a verme, se hospeda en el hotel de aquí del pueblo. Así que si estas decidido le llamo ahora y le digo que mañana deje el hotel y que se quede el resto del fin de semana en casa. Y mañana noche me entregaré a él delante de ti como quieres. ¿Estás de acuerdo?”

Él muy contento y nervioso me abraza me besa, me come a besos por todo mi cuerpo y me dice:

“Gracias mi amor, si, si llámale y haz lo que has dicho”

Llame a Matías y le explique lo que habíamos decidido mi marido y yo (aunque él ya lo sabía) y quedamos en ir a recogerle Pedro y yo al día siguiente para traerlo a casa.

Cuando le recogimos en el hotel, le presenté a mi marido y este siguiendo mis indicaciones, le dijo:

“Mira Matías , te parecerá extraño que desee que te acuestes y poseas a mi mujer, pero es algo que llevo tanto tiempo deseándolo y al final ella ha accedido hacerlo después de pedírselo y suplicárselo infinidad de veces y te ha elegido a ti. Mira cómo vas a estar en nuestra casa  este fin de semana, y si todo va bien mas veces, para no levantar sospechas y evitar habladurías en el barrio, si nos encontramos con algún conocido le diremos que eres el primo de Esperanza que has venido a pasar el fin de semana con nosotros.”

Matías muy educado le dijo:

“Gracias por cederme y dejarme acostarme con tú mujer ,llevo desde que la conozco detrás de ella y siempre me ha dicho que entre ella y yo no podía haber nada pues estaba casada y no quería ser infiel ni poner los cuernos a su marido, que ella era una mujer decente y una madre ejemplar. Respecto a lo de decir que soy su primo, no te preocupes Pedro, lo entiendo y así lo haremos, estoy deseando poder estar con tu señora y que logres lo que tanto deseas: ser un buen cornudo y encima consentidor, ja, ja, ja,…”

Las risas finales de su respuesta no le hicieron mucha gracia a mi marido, pero con las ganas que tenía de verme en brazos de otro hizo como si no le molestara y le siguió la broma riéndose también.

Tras recogerlo, le llevamos a nuestra casa para que dejara el equipaje y si deseaba se duchara o asease un poco. Después salimos a dar una vuelta y tomar unas cervezas y a eso de las 14,30 fuimos a comer a un sitio que mi marido conocía en la sierra. Cuando acabamos de comer, tomamos café y a eso de las 17,45 emprendimos viaje de regreso a nuestro pueblo. Al llegar, serían las 18,30 más o menos,  nos dijo mi marido a Matías y a mí:

“Son las 18,30 de la tarde, es temprano aún para salir a dar una vuelta. Pero me gustaría que comenzarais a actuar como amantes y me empecéis a coronar con mis primeros cuernos, por eso os propongo que a partir de ahora hasta que marches Matías a tú pueblo, seas el macho de Esperanza y la poseas delante de mí como mejor y más te guste, yo solo miraré y participaré cuando vosotros me dejéis”

Matías se me adelanto y le contestó:

“De acuerdo, si así lo quieres, empezamos ahora mismo”

Entonces yo les dije a los dos:

“Esperad, Pedro prepara unas bebidas para los tres, en mientras yo voy al dormitorio a cambiarme y prepararme”

Mi marido, hizo lo que le dije y yo me dirigí a nuestro dormitorio para cambiarme para la ocasión. Al entrar en mi cuarto, me quité la ropa que llevaba puesta  y la faja de varillas que estaba usando para que se me quitara la barriga dejada por el embarazo (la debía de llevar durante uno o dos meses, si no quería que se me quedara la barriga como ocurre a muchas mujeres tras parir). Después me acerqué  a la cómoda cogí la cajita que tenía con la crema para el aumento de pecho y comencé a darme con ella mis pechos para que siguieran aumentando estos, pues aunque se me habían quedado bastante grandes tras el parto, Matías me había dicho que quería que siguiera con el tratamiento tras el parto pues quería que tuviera los pechos más grandes aún. Después fui al armario y de los conjuntos que habíamos cogido Matías y yo cuando fuimos de compras (hacía 4 meses ya) cogí un conjunto de ropa interior de color hueso transparente, (cogí el más pequeño que tenia de todos, quería que  se me viera el máximo de mi anatomía de tal forma que prácticamente se quedara fuera del conjunto todo lo que se debería de tapar por este). El conjunto era de  los que tenían abertura tanto en las bragas a la altura de mi coño y culo como en mis pechos a la altura de mis aureolas y pezones, luego encima me puse un salto de cama del mismo color, también transparente, que dejaba ver (más que tapar) todo lo que había debajo. Para completar el conjunto (no porque hiciera falta) y parecer aún más sexi me coloque un liguero y unas medias también de color hueso a juego. Me miré al espejo y pude ver mi figura reflejada en él, tras el salto de cama a la altura de mis pechos se me apreciaban perfectamente mis pezones tiesos que se salían por la abertura del sujetador y la oscuridad que producían mis aureolas, (que ahora tras el parto habían aumentado de tamaño), mirando hacia la zona de mi entrepierna me di cuenta que aunque un poco tímidamente ya comenzaba a crecerme los pelitos de mi sexo ( me tuve que afeitar para parir), por la abertura de las bragas se podía apreciar los labios de mi coño que eran la puerta que guardaban mi rosada rajita que también era apreciable, cuando se abría mi salto de cama. Me mire al espejo, me di la vuelta y me dije a mí misma:

“Esperanza, estas para comerte, pareces lo que eres, una verdadera puta, ja, ja,ja,… pero me gusta”

Quería estar guapa, sexual , sensual y quería sentirme deseada por mis dos amores, por Matías y por mi marido , el cual se iba a convertir en cornudo consentido (pues cornudo ya lo era sin saberlo).Luego fui  a mi bolso y saqué una caja de los afrodisiacos  y otra de viagra que había comprado, me tome una pastilla de los afrodisiacos  y con otros dos en la mano y con dos viagras  me dirigí al salón, donde mi marido y Matías se encontraban tomando la copa y charlando y mostrándome todo lo sensual que yo soy capaz les dije:

“Tomad,  tomaros estas pastillitas, quiero que esta noche estéis en plena forma que no se os baje vuestras pollas y me deseéis con todas vuestras ganas. Quiero que tú Matías me hagas el amor hasta que los dos no podamos más, quiero ser tú mujer, tu puta, tu zorra, tu sumisa, tu esclava sexual  delante de mi marido, y que él disfrute viendo como otro hombre posee y es el dueño de su mujer al tenerla entre sus brazos”

Matías entonces dice:

“Pero no crees que solo con la del afrodisiaco tenemos bastante, y más él que solo participará en lo que le dejemos”

Yo le contesto:

“Si quiero que os toméis las dos, el afrodisiaco y la de la viagra, porque quiero que no se os quite la calentura ni la erección en toda la noche y si es posible en todo el fin de semana, pues he comprado dos cajas de cada. Y tienes razón Matías, de que Pedro quizás con la del afrodisiaco solo tendrá bastante, pues el que me vas a poseer y el que la debe de tener el mayor tiempo posible erecta eres tú, de modo que tomate las dos , quiero que me poseas hasta dejarme totalmente exhausta, quiero ser tu puta  y sentirme y comportarme como la más putas de todas las putas delante de este cornudo”

Entonces recogí la pastilla de viagra de la mano de mi marido dejándole la otra y  tras ver que se la tomaban los dos, cogí el vaso con mi bebida y dándome la vuelta enseñándoles todo mi culo, (dado que las bragas al estarme pequeñas se han metido por mi raja) de nuevo me dirijo a mí cuarto diciéndoles:

“Os  espero en el dormitorio, de acuerdo”

Cuando llego al cuarto, me dirijo hasta nuestra cama, la abro y la preparo para la batalla. Luego me siento en ella y mirando al espejo y abierta de piernas me veo mi sexo reflejado en él, entonces llevo una de mis manos a él y comienzo a acariciármelo para comenzar a calentarme, con el fin de que cuando llegaran los dos hombres  yo ya estuviera un poquito caliente y salida.

Al poco llegan los dos, se sorprenden al verme masturbarme y se acercan a mí, entonces mi marido acerca su boca a la mía y comienza a besarme , yo con mi mano cojo una de Matías y lo acerco a mí, llevando su mano a mis pechos, para que comience a acariciarlos. Pedro deja de besar mi boca y comienza a recorrer con su boca mi cara, para bajar a mi cuello y seguir por todo mi cuerpo, mientras Matías ha llegado con una de sus manos a mis bragas y me acaricia mi coño por encima de ellas, notando su palma directamente sobre mi sexo que queda libre por la raja de las bragas. Así están los dos sobándome, besándome y estrujándome durante un buen rato, consiguiendo ir calentándome cada vez más y yo noto como bajo sus ropas también les van creciendo sus herramientas a medida que se van excitando, entonces les separo de mí y dirigiéndome a mi marido le digo:

“Pedro mi amor, ahora ya ha llegado el momento que tanto has deseado, desnúdame para entregarme al hombre que te va a hacer por primera vez cornudo. Quiero que seas tú quien me entregues a él y que el macho al que me entregas  me disfrute”.

 Él , me va bajando poco a poco mi salto de cama deslizándolo por mis hombros y brazos hasta que por su propio peso cae al suelo, después se coloca a mi espalda y me suelta el broche del sujetador , dejando que la prenda también caiga al suelo y quedándome delante de Matías con mis grandes pechos al aires (ya bien conocidos por él) terminados en mis pezones que me habían crecido por el embarazo y tras el parto se habían mantenido en ese tamaño, estaban tiesos y duros por la excitación que sentía al ir a entregarme a Matías delante de mi marido. Pedro aprovecha entonces y comienza a sobarme mis tetas y le dice a Matías:

“Te gustan los pechos de mi mujer, tienes ganas de disfrutarlos, son bonitos verdad. Pues verá cuando los pruebes, aun dan leche pues aunque la criatura murió la leche no se la ha retirado, no vas a poder olvidarlos jamás y desearás tenerlos siempre entre tus manos o tus labios”

Matías le contesta:

“Sí, son espectaculares, son preciosos, aunque aún si fueran un poco más grandes, más me gustarían y espero que sea verdad que los pueda tener siempre entre mis manos o boca, estoy deseando de mamar de ellos y beberme toda la leche que llevan dentro”

Mi marido entonces, como para darle envidia y ponerle más caliente a Matías acerca su boca a mis pezones para chupármelos, pero entonces yo le aparto suavemente y le digo:

 “No no, no quiero que Matías  saboree tu saliva de mis tetas, anda sé un buen cornudo y termina de desnudarme”

Pedro sonriente se arrodilla a mi lado y llevando sus manos al elástico de mis bragas me las va bajando poco a poco hasta tenerlas en el suelo, luego saco primero un pie y luego  el otro quitándomelas del todo. Me vuelvo quedándome de frente a Matías y separando un poquito mis piernas dejo que él vea mi coñito depilado (por el parto) con su incipientes pelitos naciendo y bajando mis manos a mi sexo le abro un poquito mis labios vaginales para que él pueda apreciar mejor mis  labios rosados, ya mojados por la excitación (quiero que él vea como me ha quedado más pequeño después de darme los puntos en mi coñito tras el parto), quiero que vea su estrechez y lo pequeño que está ahora. Estoy deseando que él al introducirme su polla en mi rajita sienta el gran placer que le debe de proporcionar  lo estrecho que ahora le tengo (comparándolo a como cuando él me la metía antes de parir que ya le tenía más abierto y dado de sí por la cantidad de pollas que ya me habían entrado en él) quiero que aunque ya me le ha estrenado mi marido  (pero al ser su pene más delgado y pequeño que el suyo, no le habrá dado de sí) que tenga la sensación de cómo si lo metiera en un coño virgen, estrecho y que sea él el que de nuevo me le abra y adapte a su polla que tanto adoro, quiero y deseo, Y que mi panocha (como él llama a mi coño) se adapte a su tamaño para hacerlo disfrutar al máximo , no me importa que de nuevo me lo de de sí y luego el de mi marido baile en él , quiero ser por completo de Matías quiero que mi cuerpo se adapte a como él lo desee y quiera.

Luego que me ha desnudado mi marido se pone de pie y cogiéndome de mi mano derecha, me hace que gire sobre mí y me exhiba ante Matías y entregándole mi mano le dice:

"Aquí tienes a mi mujer, fóllatela, haz con ella lo que quieras, es toda tuya".

 

Matías se acerca a mí y sin darle tiempo a reaccionar cogiendo mi cara comienza a  besar mi boca salvajemente, metiéndome toda su lengua dentro de mi cavidad bucal y recorriendo con ella todas las partes de mi boca. Mi lengua tampoco se está quieta y se entrecruza con la de él y también la paseo por el interior de su boca tragándome con sumo gusto su saliva, que me sabe a manjar.

Mi marido se dirige hacia donde está la descalzadora en la habitación y comienza a desabrocharse el cinturón y el pantalón, el cual una vez sentado se lo baja hasta los pies y se lo saca de ellos quedando de cintura para abajo completamente desnudo. Puedo ver su polla ya tiesa y le noto excitado, veo en sus ojos que está feliz y gozando del momento. El con una de sus manos se comienza a acariciar suavemente su miembro.

Mientras Matías lleva sus manos a mis pechos, que acaricia y soba a su voluntad, estas caricias a mi me están provocando una calentura descomunal, me siento caliente, siento deseos de él. Entonces yo le sigo devolviendo los besos y llevo una de mis manos a su cintura, le desato el cinturón y meto una de mis manos en él hasta conseguir llegar a tocarle su miembro por encima de su calzoncillo, le tiene duro como una piedra está muy excitado, no solo soy yo la que está caliente estamos los dos muy excitados, las pastillas de los afrodisiacos y la de viagra están haciendo su efecto.

Él  Inclina su cabeza y comienza a degustar mis senos con sumo cuidado, yo cierro los ojos y comienzo acariciar con la mano libre su cabeza, la caricia que con sus labios me hace en mis pechos hace que comience a emitir  los primeros gemidos de placer, no puedo reprimirme y le digo:

“Siiiiiiiii, cómetelos todossssssssss, los pezonesssssssssss, comeme los pezonesssssssss, chupa, chupa de ellos, mámalos, bebe mi leche es toda tuya, solo tuya, la he guardado para ti, mi marido no la ha probado solo es tuya, bebe, mama, siiiiiiiii…..sigueeeee….no pareeesss….”

 El va obedeciendo mis órdenes  y saborea intensamente cada pecho, cada pezón se le nota que va perdiendo el control pues empieza a pasar del cuidado con que ha empezado a ir mostrándose más bruto. Deja de besar y chupar los pechos y lleva sus manos a ellos cogiéndolos sin demasiada delicadeza y comienza a sobármelos con fuerza a apretarlos a ordeñarlos, haciendo que salgan los chorros de mi leche y que impacten en su cara y boca, de nuevo lleva su boca a ellos a la vez que los aprieta y succiona, tragándose toda mi leche. Yo miro a Pedro, el cual  se está masturbando  al vernos, se le nota muy excitado, le miro y con una sonrisa mueve su cabeza con una señal de asentamiento como diciéndome  que continúe, que está disfrutando.

Matías abandona mis pezones y va deslizando sus manos por todo mi cuerpo, al llegar a mi sexo lo acaricia con una de sus manos y la otra la lleva a mi culo que soba y acaricia con placer, todo esto hace que yo me excite aún más. Pero sacando fuerzas me retiro un poco de él y dejo que de nuevo pueda admirar mi cuerpo desnudo, siento la necesidad de que me mire de exhibirme ante él y que mi marido vea como me muestro y exhibo ante mí amante. Entonces de nuevo me acerco a él le quito su camisa y después le miro a sus ojos y le digo:

“Mira mi cuerpo es todo tuyo, te pertenece , te le ha dado mi marido y yo también me entrego a ti, quiero poseerte y quiero que me poseas, quiero que mi marido tenga siempre presente el momento en que me entregue a otro hombre delante de él y por su voluntad, quiero que vea como me penetras con tu polla por todos los agujeros de mi cuerpo, quiero que se sienta orgulloso de lo puta que va a ser su esposa para hacerle feliz haciéndole  lo que el tanto desea : CORNUDO y que tú seas su corneador. Quiero que me poseas y me hagas sentir tanto placer que después no pueda prescindir de ti y necesite ser poseída y pertenecerte por completo y que mi marido también necesite sentir que me entrego a ti y no pueda pasar sin ello, y que al final me entregue a ti para siempre”.

Luego comienzo a pasar mi lengua y besándole desde su frente, por su cara y voy bajando por su pecho y agachándome poco a poco, hasta arrodillarme ante él. Paso mis dos manos por sus piernas, lentamente, acercándome poco a poco hasta su zona más erógena. Noto la necesidad de liberar su polla. Le desabrocho el botón de su pantalón (antes cuando le desabroche el cinturón no me hizo falta desabotonar el botón para meter mi mano y tocarle su polla), le bajo la cremallera, y de un tirón le saco el pantalón. Un calzoncillo blanco aparece ante mi cubriéndole su enorme pene ya en plena  erección ( y que también conozco y tan feliz me ha hecho en otras ocasiones),  el calzoncillo esta mojado del liquido pre seminal que su polla deja salí. Vuelvo a masajearle las piernas, bajo la cabeza y, con mi lengua, recorro su vientre y su paquete por encima de los calzoncillos, notando las palpitaciones y el grosor de aquel nabo, causa de mi locura. Me meto como puedo el capullo, con la barrera de sus calzoncillos, en la boca, empapando aquel trozo de tela. Le escupo, una, dos, tres veces y restriego mi saliva por la punta de su polla, hasta el punto de que puedo apreciar perfectamente ya el color carne de su miembro. Agarro el calzoncillo a la altura de la cintura, bajo la cabeza, y comienzo a tirar hacía debajo de la prenda,  voy  bajando. Me paro justo en el momento en que su polla está a punto de salir entera. Bajo aún más la cabeza, esperando el momento en que su pene, definidamente, me golpee la barbilla, liberado, potente. Está en su pleno esplendor, luce tremendo, resplandeciente, apetitoso, está completamente tieso, (se nota que Matías está muy excitado y que la viagra comienza hacer su efecto), sus venas se le marcan a todo lo largo de su espada, su glande totalmente brillante, lubricado por el liquido pre seminal, su pubis lleno de pelos largos y sin cuidar, sus testículos velludos…  se presenta ante mí la polla más hermosa y deseosa , la polla por la que estoy dispuesta a entregarme completamente a ese hombre a ser su esclava. Entonces  retirándome un poco y dejándola a la vista de mi marido le digo:

“Pedro mira la polla que gasta Matías, mira la espada que va a perforar cada centímetro, cada milímetro de cada uno de los agujeros de mi cuerpo, de mi boca, de mi coño de mi culo, verdad que es hermosa, estoy deseando tenerla dentro, estoy deseando de hacerte de una puñetera vez CORNUDO, mi amor, estoy muy caliente y salida, la necesito dentro de mí…. Te quiero por darme la oportunidad de poder tener esta maravilla dentro de mi cuerpo, gracias por convencerme de hacerte CORNUDO”

Entonces mi marido me contesta:

“Si, es un buen ejemplar, si te entra entera te va a destrozar, pero según parece es lo que más deseas ahora pedazo de puta con tú calentura, Matías cuanto te mide, es impresionante, realmente es espectacular es la mejor polla que podía haber buscado para convertirme en cornudo, dale fuerte Matías fóllatela yaaaaa…”

Matías le contesta:

“Mide 28 centímetros de larga y unos 10 centímetro de diámetro de gorda, y si los dos queréis será toda para ella, y te pregunto por última vez, ¿quieres que sigua adelante? ¿Quieres que te hagamos CORNUDO?, después no habrá vuelta atrás”

Él le contesta:

“Si, si, si quiero continua, continua quiero que me hagáis cornudo cuanto antes es lo que más deseo en este mundo”

Yo entonces agarre la polla de Matías entre mis labios y con mi lengua comienzo a recorrerla de arriba abajo, entreteniéndome al llegar a su glande y después lamiéndole sus gruesas venas, pasando mi lengua por toda su extensión, se la mordía suavemente y, a continuación, me la metí en la boca y la succioné con deseos incontenibles. Dejé que la saliva me resbalara por la barbilla para que la polla le quedara bien lubricada y fui acompañando la acción con un movimiento de mi mano arriba y abajo, al tiempo que con la mano libre le palpaba los huevos.

Matías empezaba a gemir con la polla en mi boca, pero ahora era yo quien tenía el control, empecé a mamarle la tranca con frenesí, metiéndola en mi boca hasta sentir arcadas, alternando con movimientos de bombeo de mi mano y succiones fuertes en el glande que provocaban un chasquido en mi boca. La punta de su rabo, que tenía forma de corazón, era de un rojo brillante por la saliva. Yo seguí chupando y succionando su piel aterciopelada, tragando sus primeros jugos al tiempo que me admiraba de las dimensiones que estaba tomando el agujero de la punta de su nabo, se le estaba hinchando aún más, era la primera vez, de todas las que había estado con él,  que le veía la polla tan hinchada. Deseaba acelerar la mamada, quería que se viniera en mi boca, quería tragar su cremoso líquido, su ansiado néctar. Estando en esto le oí a Matías decirle  a mi marido:

“Pedro, que bien la chupa tu mujer. ¡Qué bien lo hace! Va a hacer que me corra y la llene la boquita de mamona que tiene de mi leche calentita, que suerte tienes cornudo, da gusto tener una puta así en casa, aaaaaaa…… siiiiiiii…..que placeeeerrrr me voyyyyy a   corrreeeerrr ….sigueeeeeee….mamonaaaa…..no pareeees , enseña a tu marido como se chupa una buena pollaaaaaa….”

Yo me había olvidado que mi marido estaba delante, solo me di cuenta de su presencia cuando Matías le dijo lo anterior, entonces yo también le dije a Pedro:

“Ummm esto sí que es una polla rica de verdad Pedro, aunque la tuya tampoco está mal, pero es que la de Matías es divina ummmmm que ricaaaa……”

Yo volví a dedicarme de lleno a la polla de Matías y a olvidar a mi marido, cada vez que se la chupaba me oía mis propios ruidos o sonidos guturales, cuando más entusiasmada estaba en su mamada, me cogió Matías y me dijo:

“Túmbate boca arriba en la cama y abre las piernas, voy a comerte esa preciosidad de panocha que tienes, te voy hacer disfrutar como nunca antes lo has hecho, te la voy a comer como nadie en toda tu vida te la ha comido y si tu marido quiere aprender que se acerque y mire como lo hago”

Yo dejo su polla y haciéndole caso me subo a mi cama de matrimonio y me tumbo boca arriba como él me ha indicado y abro mis piernas quedando mi almejita  totalmente expuesta a la vista de Matías y mi marido. Mire hacia él (mi marido) y se encontraba sentado en la descalzadora con su polla en la mano derecha y masturbándose como un loco, entonces le hice una indicación con mi dedo índice de la mano derecha para que se acercara. Él se levantó como estaba (desnudo de cintura para abajo) y cuando estaba cerca de mí le dije:

“Ven mi amor, ponte de pie aquí a mi lado, junta la cabecera y mira como Matías me come mi coño, igual cuando él me lo esté comiendo te como yo a ti esa pollita que tienes entre tu mano”.

Él siguiendo mis instrucciones se colocó al lado de mi cara, mirando hacía mi coño. Luego Matías le dijo:

“Pedro, por favor coge la almohada dóblala y pónsela a Esperanza debajo de su cuerpo, a la altura de donde acaba su espalda y empieza su culo, de tal forma que este quede levantado y con ello también su panocha”

Mi marido hizo lo que Matías le dijo y colocándome la almohada bajo mi cuerpo me dejo aún más expuesta y accesible mi almejita para que mi querido Matías me la comiera. Luego Matías me agarró por los tobillos mis piernas y me las abrió aún más que las tenía. Después se subió a la cama y colocándose de rodilla entre mis dos piernas se acercó y se inclino hacía mi cuerpo. Comenzó a acariciarme muy delicadamente mis pechos, luego acerco su boca y me chupo por un momento muy breve cada pezón y cada aureola, para luego ir bajando por mi vientre hasta mi ombligo, donde se entretuvo un momento chupándomele y besándomele. Luego fue deslizando sus manos por mis muslos, acariciándome el interior de los mismos a la vez que con su boca pasaba rápidamente con sus labios por mi pubis y rajita para llegar a donde empiezan mis piernas entreteniéndose en pasar su lengua por la unión de mis ingles que me chupaba y besaba pasando de una a otra y de arriba abajo rozando con su barba al hacerlo todo mi sexo. Esta caricia me estaba excitando muchísimo y volviéndome loca, esto hizo que yo no pudiera reprimir mis gemidos de placer:

“Uuummmmm, que delicia, que placeeer me haces sentir con tu lengua mi amoooor….siiii sigue asiiiiii……”

Él entonces mira mi coñito y lo ve todo mojado y brillante por la excitación y el placer que me está proporcionando, entonces suavemente me aparta los labios de mi coñito  y mira los labios internos a los que acerca su lengua y me los chupa suavemente subiendo a través de ellos hacía arriba hasta que encuentra mi clítoris excitado, pero aún escondido bajo mi prepucio, esto me hace vibrar de placer. Él a su vez coge uno de sus dedos y llevándoselo a su boca se lo moja y tras dejar de acariciar con su lengua mi clítoris, acerca este dedo y comienza acariciármelo hasta conseguir que mi clítoris vaya saliendo por la excitación de debajo de su prepucio. Entonces me volteo hacía mi cornudo marido y le veo que sigue pajeándose con intensidad y miraba con la boca entre abierta preso de la excitación, entonces le digo con mi voz entrecortada por el placer que Matías me está proporcionando:

“Pedrooooo, cariñoooo…..no sigaaaasssss masturbándote trae esa pollita y métemela en mi boca quiero mamartelaaaa y que te vengas en mi bocaaaa…..quiero tu semeeeeennnn en mi boca quierooooo tragarmeloooo todooo…..aaaaahhhhh que placeeeeer me estaaaa dandoooo Matiiiiaaaaassss…..”

Mi marido no se hace de rogar y acercando su miembro a mi boca me la mete en ella yo con una mano se la sujeto y a la vez se la manoseo masturbándole a la vez con furia para que se venga pronto y me deje disfrutar de la comida de coño que me está dando Matías. El al no sujetar su polla con sus manos agarra mis voluminosas tetas ya duras por lo excitada que me encuentro y comienza a estrujarlas como si me estuviera ordeñando, hasta que consigue hacer salir mi leche con finos chorros que él trata de dirigirlos a su boca para tragárselos, al final consiguiéndolo. No sé si es la visión de mis tetas echando chorros de leche, o ver como Matías me come mi sexo o el producto de mi frenética mamada, que Pedro no aguanta más y comienza a correrse en mi boca a la vez que grita:

“Siiiii…..siiiii…..oooooohhhh que placeeeerrr, es verdaaaaadd lo que deiiiiaaaas Matiiiiaaaasss , como la chupaaaaa….meeee corrroooooo……me vieneeeeee……tomaaaa….tomaaaa mi amoooor tomaaa toda mi lecheeeee tragatelaaaa…….siiiii ahhhhhhhhhh……no puedo máááásssssss  tomaaaaaa ….. es  toda tuyaaaaa………..”

Diciendo esto tiene una corrida descomunal como hacía tiempo no se la veía inundándome toda mi boca, pero es tal la cantidad de semen que me ha echado que no puedo tragármelo todo y comienza el sobrante a salirme por la comisura de mis labios, me la saco de mi boca y él sigue eyaculando saliéndole chorros de semen que caen sobre mis pechos, cara y vientre. Él a ver cómo me sale el semen que no soy capaz de tragar (por la cantidad que es) por la comisura de mis labios,  acerca su boca a la mía, que yo abro y nos fundimos en un beso, en el cual le traspaso parte de su semen que tengo en ella. Él lo acoge con ganas tragándose con sumo placer su propio semen. Luego coge sus manos y el semen que me ha caído por mis pechos y vientre me los esparce mientras que con su lengua me limpia los goterones que han caído por mi cara y ojos para acabar limpiando lo que sale por mis comisuras y fundirnos de nuevo en otro beso apasionado. Cuando acaba su beso, se acerca a mi oído y dándomele un beso me dice bajito:

“Eres única, te quiero, me estás haciendo el hombre más feliz del mundo, viendo como otro te toca, te come tu coño y pensando cómo te follara, gracias por hacerme cornudo mi amor”. 

Yo le miro y le sonrió, y le digo:

“Yo también te quiero, mira y observa cómo me come mi coño me lo está haciendo como nunca nadie antes lo ha hecho estoy disfrutando muchísimo, mira y aprende mi amor…”

Él sigue acariciándome con una mano mis pechos y con la otra de nuevo comienza a tocarse su polla, se nota que sigue caliente, el afrodisiaco está haciendo su efecto. Yo de nuevo estoy muy caliente, púes Matías me está haciendo subir al séptimo cielo con su comida de coño. Me olvido de mi marido y me concentro en las caricias que Matías me está realizando. El ahora ha bajado a la parte interna de mis muslo, me los está chupando haciendo dibujos con la punta de su lengua y se va acercando a mi almejita, yo empujo mi culo hacía él, quiero que llegue pronto, quiero que me lo chupe y coma ya, no puedo resistir esas caricias que me están sabiendo a gloria, pero quiero más quiero que su lengua, su boca se coma literalmente mi coño. Pero él sabe cómo me tiene y quiere alargar más mi necesidad de sentir su lengua, ahora chupa los pliegues donde las piernas se juntan con mi coño, acaricia mi pubis depilado (por necesidades del parto) con su cara al rozármelo, pasa casi sin rozármelos una y otra vez (como si lo estuviera cepillando) sus labios sobre mi rajita sin presionármela. Esta caricia me excita muchísimo y vuelvo a moverme para ver si me acerco o él se acerca más a mi sexo. Entonces pone sus labios en la superficie de mi raja, me la besa suavemente y después más fuerte y con su lengua me va separando los labios de mi chocho, cuando ha logrado abrirlos hace correr su lengua arriba y abajo entre las capas de carme de mi coño, yo no aguanto más y le grito:

“Siiiii, siiiiii……asiiiii…..asiiiiiii…..que placer me estas dandooooo….nunca nadieee me ha comido mi sexo como tú lo estas haciendoooo…….aaaahhhhhhh…..cometeloooo……cometeloooo….yaaaaaaaaaa…..me estas matandooooo de placeeeeeerrrrr……”

Yo con mi calentura he cerrado un poco mis piernas, él entonces las separa un poco más con sus manos. Mete su lengua en el interior de mi vagina traspasando mis labios mayores y menores, comienza un mete y saca con ella como si me estuviera follando, esto es lo más no se cuanto voy a poder resistir sin correrme, necesito que me coma o toque mi clítoris y le digo:

“Matííiaaasss……aaaahhhhh……cometeee mi clitoriiiis tocameleeee, quiero que te le comaaaass….aaaaaahhhhhh me estas volviendo locaaa……”

Él entonces de nuevo se moja en los jugos que estoy echando por mi coño su mano y la lleva a mi clítoris, el cual comienza a masturbar.  Mi clítoris se me ha puesto muy excitado está completamente fuera de mi prepucio o tela que habitualmente le cubre, el al tocarlo y ve mi movimiento sabe que estoy a tope, sabe que mi botoncito está a punto. Entonces quita su mano la vuelve a bajar a mi raja y se la vuelve a mojar, luego lleva su lengua has la parte superior de mi raja y comienza a jugar con ella sobre mi clítoris, esto hace que me dé como un calambre y levanto en un acto reflejo mi pubis hacía su boca. Él me le chupa más fuerte y me le presiona haciendo fuerza con su boca hacia mi pelvi y comienza amover su lengua rápidamente y a succionar fuerte mi botoncito mi perla del placer, esto hace que mis piernas se tensen y comiencen a temblar. En ese momento mete dos de sus dedos en mi coño y busca el hueso de mi pelvi cuando lo encuentra los coloca formando su forma y comienza un movimiento de mete y saca con ellos como si me estuviera follando con su polla, esto hace que no aguante más, estoy a punto de correrme me va a llegar el orgasmo. Pero él no para parece como si no se diera cuenta y entonces coge y colocando sus labios formando como una O toma todo mi clítoris de nuevo con su boca y comienza a chuparme muy suave, me mira a mi cara, el cabrón quiere ver mi cara de placer y de perra salida que debo de estar poniendo, al ver la cara que pongo comienza a chuparme más fuerte, más fuerte y a la vez sin dejar de follarme con sus dedos, yo no aguanto más y comienzo a correrme como una puta, dando gritos y soltando palabras soeces como fruto de la excitación que estoy sufriendo. Subo mi pelvis hacía arriba cuando me llega el orgasmo y él acompaña su boca a mis movimientos, no me deja de chupar y de penetrarme con sus dedos yo no aguantando más y le grito:

“!NO PARES!, ¡NO PARES! ,NO PARES!, ¡NO PARES NUNCA ¡!CABRON…..SIGUEEEEEEE……SIGUEEEEEEE…….ME MATAAAASSS, ME CORROOOOOO…….Y TÚÚÚÚÚ…..CORNUDOOOO MIRA COMO UN HOMRE CONSIGUEEEEEE HACEEEEER … COOOORRRREEEEERRRR A AAAA…..UNA MUJEEEER….. SIN NECESIDAD DE METERSELA ….. AAAHHHHHHH….UUUUMMMMMMM QUE PLACEEEERRRR…..ME ESTOYYYYY CORRIENDOOOOOO….ME ESTOYYYY….CORRIENDOOOOOO….SIGUEEEE…..SIGUEEEE…CHUPANDOMEEEEEE….TRAGATEEEE TODAAAAAASSSSS  MISSSS CORREDURAAAAASSSS…. MIIISSS JUGOOOOOSSSS….SOYYYYY TUYAAAAAA, TUYAAAA PARA SIEMPREEEEE…MI AMOOOORRRR..QUIERO SEEEERRR  TUUUUU ESCALAVAAAAA…..TUUUU MUJEEEERRRR LO QUE TUUUU…QUIERAAAASSSS…….SIIIIIIIII CABRON CORNUDOOOOOOOO QUIERO ESTAR SIEMPRE CON EEEEELLLLLLLL QUIERO SER SUYAAAA…..SIIIIIII…..TUYAAAAA…..MATÍÍÍÍAAAASSSS….TUUUU….ESCLAVAAAA….TUUUU MUJEEEERRR…LO QUE TUUUU QUIERAAAAS QUE SEAAAA……”

Pero Matías aun viendo mi orgasmo no deja de chuparme y comerme mi clítoris, sigue castigándomele, ahora presiona su lengua contra el lado inferior de mi perla del placer cubriendo con sus labios la parte superior, y mete su lengua moviéndola hacia dentro y hacía fuera de mi coño y no deja de mover sus dedos (aunque más suave) que aún tiene metidos en mi coño y de nuevo me provoca otro orgasmo, y otro así me tiene un buen rato sin apartarse de mi sexo haciendo que enlace un orgasmo tras otro y él se va tragando todos mis flujos y líquidos que en ese momento estoy echando como si fuera un grifo, no puedo más y sigo gritando de placer:

 “¡Qué bien me lo comeeeee! ¡Jodeeeeer, Pedrooo!, mi amor es una  máquina con la lengua! ¡Ni te lo imaginas cornudooooo! ¡Ahhhh! ¡Mmmm! Matíaaasss ¡Cómo me estás comieeeendoooo el coño, cabrón! Qué bieeeennnn me lo comeeeeessss..¡Joder, Matíaaaassss…..paraaaaaaa……paraaaaaaa…..no puedo maaaaaassss ¡Me matas! ¡Dios mío! ¡Me estás destrozandooooo!

Él entonces va bajando poco a poco el ritmo de su mamada y con sumo cuidado va tragándose todos mis jugos, hasta que consigue que yo me vaya calmando y quede completamente destrozada tumbada en la cama. Entonces él se aparta  y saliendo de entre mis piernas se echa a mi lado y me coge una de mis manos y la lleva a su polla que sigue tan tiesa o más que antes de acabar mí mamada sobre ella, yo comienzo a acariciársela mientras me recupero. Luego miro a mi marido mientras abro las piernas para que pueda Pedro ver como sigo echando líquidos por mi coño y vea como estoy totalmente entregada a Matías y entonces dirigiéndome a él que aún está de pie masturbándose de nuevo al lado de nosotros dos que estamos tumbados en la cama le digo:

“Pedro ¿Por qué no sabes comérmelo así? ¡Dime! ¿Por qué?, ¿has visto como lo ha hecho? sin prisa ocupándose de mí sin importarle no haberse corrido aún él con lo caliente y excitado que esta. Pedro este hombre me vuelve loca, quiero que me folle quiero sentirlo dentro de mí, no me importa el tamaño de su polla, si tiene que destrozarme mi coño que me lo destroce, quiero ser suya, siempre suya, estás de acuerdo cornudo ¿no era eso lo que querías? Ya te advertí que no sabía que podría pasar con lo caliente que me he vuelto, pero tú insistías e insistía en querer ser cornudo, pues mira lo que has conseguido que me tenga en sus manos, que me entregue por completo a él lo necesito y sé que de aquí en adelante lo voy a necesitar y no voy a poder pasar sin él”

Mi marido, solo asienta con la cabeza, mientras sigue masturbándose y de pronto de nuevo le llega el orgasmo y al correrse nos grita:

“Siiiiii…..siiiiiii, pedazo de puta…..y yo cornudoooooo, siiiiiiiii…..quiero que sigas follando con él que ese cabrón siga sacándote la puta que llevas dentrooooo…..siiiii quiero que te folleeeeee y te poseaaa por completooooo, zorraaaaa……aaaaaahhhhhh…..me corroooooo……siiiiiii…….te lo prometiiii y lo cumplireee…..todoooooooo lo que te dijeeeee…..pero quieroooooo que me acabe haciendo cooornudooooo follandote hoyyyyy por todoooos tus agujeros de puta y zorraaaaaa que tieneeeeeessss………”

Matías me mira y se sonríe, se da cuenta de cómo me le he llevado a mi marido al terreno que quería y que no era otro que consintiera en que me entregara a él con todas las consecuencias y que encima creyera que había sido por culpa suya.

Estamos como cinco minutos descansando, Matías y yo en la cama y mi marido sentado en la descalzadora del cuarto, entonces le pregunto a mi marido:

“Pedro, ahora que ya estamos más tranquilo, ¿te ha gustado ver cómo me entregabas tú a otro hombre y como gozaba tu mujer entre los brazos de él? , yo he disfrutado mucho y de verdad que creo que me he enganchado de tal forma a Matías que no puedo dejarlo ahora, pues supongo que me follará también como me ha comido mi coño y además con este pedazo de polla que tiene estoy segura de ello. Lo que te dije antes de que lo necesito es verdad, ahora mismo estoy deseando que me folle y me posea y eso que acabo de tener el orgasmo más grande y placentero de mi vida con la comida de coño que me ha hecho. Sin exagerar puedo decir que es la mejor comida de coño que me han hecho en mi vida y dudo que haya alguien que coma los coños como a mí me le ha comido Matías esta tarde”

Pedro me contesta:

“Si Esperanza, he disfrutado muchísimo, y lo haría mil veces si fuera necesario y si al final de este fin de semana ves que es verdad que lo necesitas y no puedes pasar sin él estoy dispuesto a consentir y cederte a él con todos los  derecho, obligaciones y deberes como marido los quince días al mes que me pediste antes de consentir  (tras mi insistencia) en hacerme cornudo. Pero me parece que yo también voy a necesitar verte poseída por otro hombre, bien sea Matías u otro, así que si a ti te gusta Matías y él está de acuerdo si al acabar el fin de semana todos seguimos pensando lo mismo que ahora, podemos redactar y firmar un acuerdo en el cual tu por propia voluntad te entregas y perteneces como mujer durante quince días al me a Matías y yo te cedo a él en esos quince días al mes con todas las consecuencias”

Me levanto de la cama y me acerco donde mi marido esta y abrazándole le doy un beso y le digo:

“Gracias mi amor, te quiero, de ahora en adelante seré de los dos, quince días seré tu mujer y otros quince días seré la mujer para todo de Matías.  Entonces ahora mientras me recupero un poco, antes de seguir quiero que escribas el documento, el cual si seguimos pensando como ahora lo firmaremos al terminar el fin de semana. Y quiero que en el documento ponga que él podrá hacer con mi cuerpo en el terreno sexual todo lo que quiera y yo le complaceré en todas sus peticiones. Si me quiere entregar a otros podrá hacerlo, si quiere prostituirme lo podrá hacer, obligarme hacerlo con animales, a castigarme de la forma que quiera si cree que con mis actos (siempre en temas sexuales) he cometido algún fallo o he hecho algo que no debería hacer incluso si quiere azotarme (por ello) podrá hacerlo, seré su esclava sexual durante esos quince días al mes, si me quiere preñar podrá hacerlo y tú reconocerás a la criatura. Los otros quince días los pasaré contigo como tu mujer que soy y en las mismas condiciones que estoy ahora. Cuando tú te tengas que ausentar por temas de trabajo si no es durante los quince días que esté con Matías, este en tu ausencia podrá disponer de mí y yo iré a vivir con él en tu ausencia (a parte de sus quince días) en las mismas condiciones que en los días que le pertenezco. Si Matías llega algún acuerdo comercial con mi cuerpo con alguien y ese acuerdo se tenga que seguir cumpliendo durante los días que te pertenezca a ti, tu no pondrás ninguna objeción y cumpliré el compromiso al que Matías haya llegado, procurando Matías si es posible que estos compromisos sean en la zona de Madrid, pero si por alguna razón tuvieran que ser fuera también accederías. El compromiso tendrá una duración mínima de un año, pasado este año si todos o dos de las tres partes siguen de acuerdo el acuerdo se dará por prologado indefinidamente, poniendo solamente una clausula de rescisión del acuerdo y es que si yo quisiera por cualquier motivo romper el acuerdo después del primer año podré hacerlo sin tener que dar ninguna explicación, dado que yo soy la mujer y esclava sexual, o si queréis definirlo de otra forma la moneda de cambio. Y quiero que quede muy claro solo os pertenezco a los dos,  con mi cuerpo en el terreno sexual, en el resto soy completamente libre y tengo mi poder de decisión, en lo que no podré protestar ni negarme es a complaceros sexualmente en lo que queráis sea la práctica y sea lo que sea lo que me ordenéis. ¿Estáis de acuerdo? ¿Sobre todo tú Pedro, que eres mi marido y legalmente soy al que pertenezco?”

Bueno Pedro se queda un rato pensándolo, pues Matías ya sabía el acuerdo (pues ya habíamos firmado él y yo el contrato por el que pasaba a pertenecerle) y al final dice:

“De acuerdo, si Matías está de acuerdo, yo si estoy y lo firmamos”

Matías contesta:

“Pedro y Esperanza ¿estáis seguro de lo que vamos a firmar y a lo que nos comprometemos los tres? Si estáis seguro yo por mi firmo ahora mismo”

Entonces yo le digo a mi marido:

“Cariño, mientras me recupero un poco y me encargo de que a Matías no se le baje, tú ves redactando el documento, cuando acabes, continuaremos con tu coronación como cornudo, pues será cuando me posea y me folle cuando realmente seas un cornudo coronado, como quieres. Esperaremos hasta que esté presente”

Mi marido sale de la habitación y se marcha hacía su despacho, donde tiene el ordenador y se pone a redactar el documento. Mientras , ya a solas le digo a Matías:

“Mira mi vida, a parte del documento que está redactando mi marido, el que ya hace tiempo hemos firmado tú y yo quiero que siga valiendo. En él me entrego por completo a ti y quiero que así sea, que tú seas mi dueño y señor y que hagas con mi cuerpo todo lo que quieras y en él cedo a que puedas estas con otras mujeres como quieras y cuando quieras aunque yo este contigo. Eso a él no se lo voy a consentir, por tanto por eso no lo he dicho que lo ponga en el documento que ahora está escribiendo, pero en el nuestro si esta y sigue adelante. No obstante a parte de lo que ponga en este que está redactando y en el que tú y yo tenemos firmado (que para nosotros dos es el que vale), podrás añadir más cosas que quieras hacer con mi cuerpo siempre en el terreno sexual y no estén puestas explícitamente, si lo crees necesario. Quiero decirte que desde ahora soy toda tuya y que te pertenezco solo a ti aunque te pida por favor que me compartas y deje que este los otros quince días del mes con mi marido, pues le quiero y no deseo perderle ni dejar de estar con él. Como ves le he dicho que ponga lo de preñarme, si te apetece, porque en el nuestro no está y sé que a ti te apetece y que tarde o temprano lo querrás. Te quiero mi amor, estoy deseando de tenerte dentro de mí de nuevo, yo ya estoy casi recuperada y tú ya veo que no se te ha bajado en todo el tiempo, la viagra está haciendo su efecto, esperemos que Pedro no tarde mucho, pues si tarda no sé si aguantaré hasta que él llegue”

Al poco rato vemos aparecer a mi marido con el documento en la mano (habían pasado desde que abandono la habitación unos 15 ó 20 minutos), eran tres hojas con todas las clausulas y tres copia del mismo, al final del mismo se recogía la fecha del domingo y la firma de todos nosotros.

Nos lo leyó, hicimos algunas pequeñas modificaciones, las cuales todas iban encaminadas a favorecer y a dar poder a Matías sobre mí y mi cuerpo. Matías quiso que se incorporará al contrato que siempre que follara con él lo haría sin preservativo, es decir a pelo, de tal forma que si quería protegerme del embarazo, sería cosa mía el hacerlo de una u otra forma (píldora, diu, etc.), ya que él a su mujer siempre la ha follado sin condón hasta que se divorció de ella. Pedro me pidió que si en mi ausencia o estando presente dándole mi permiso que le permitiera follar con Marisa e Inés ( él no sabía que esta última era la ex mujer de Matías), yo a la petición de mi marido me hice la remolona, para qué pensará que me costaba, pero al final accedí y di mi consentimiento a ambas peticiones y además le dije que añadiera que era un documento abierto en el que se podría añadir (siempre que hubiera consenso) cualquier petición más que por parte de cualquiera de los tres se solicitara.

Ellos lo aceptaron y yo también. Entonces Pedro lo corrigió y al venir se sentó de nuevo en la descalzadora, yo ya estaba otra vez con mucha calentura y muchas ganas de polla y Matías no les quiero contar, había conseguido mantener su miembro erecto mientras yo me recuperaba, entonces Matías me cogió y colocándome en medio de la cama me dijo:

“Esperanza querida, ha llegado el momento de hacer cornudo a ese”

Me vuelve a colocar la almohada bajo mi culo, se acerca a mí y me da un beso, yo alargo mí mano a su polla se la agarro y le digo:

“Es toda para mí, y a partir de ahora solo para mí, tócame mi sexo, es también todo para ti, tómalo”.

Matías inclino su cabeza sobre mis pechos y comenzó a degustar mis senos con mucho cuidado, yo cerré los ojos y comencé a acariciar la cabeza de él, que empezó a emitir unos gemidos de placer a tener entre sus labios mis pezones y poder saborear su leche, yo entonces le dije:

“Siiiiiiiii, cómetelos todossssssssss, los pezonesssssssssss, comeme los pezonesssssssss, chupa de ellos, trágate su leche, son todos tuyos, solos tuyos mi amor, chupa y lame mis aureolas, estrújame y aprieta mis pechos, ordéñame, quiero que bebas mi leche, la he guardado para ti, solo para ti, no he dejado siquiera a mi marido que la beba, es toda tuya…mi amor, despacio…sin prisas no aprietes, trátalos con cariño con delicadeza, como tú sabes, son muy sensibles…..aaaaaaahhhhhhh como me gusta que me los chupeeeesss y te los comaaaassss….– uhmmmmmmm uhmmmmmm, siiiiii, diosssss, me gustaaaaaaaa, me gustaaaa, vas a conseguir que me exploten los pechos de los duro que los tengooooooo, siiiiiii siiiiiiii.”

El obedecía mis órdenes y fue saboreando intensamente cada pecho, cada pezón, succionaba con fuerza y extraía mi leche, la cual se tragaba con deleite. Yo miré a mi marido por encima de la cabeza de Matías y le veía como de nuevo estaba con su sexo erecto y como comenzaba a acariciárselo, al ver a otro hombre mamá de los pechos de su esposa, entonces le dije, para calentarle aún más (pues sabía que eso le iba a excitar):

 .”¿Es esto, cabrón, lo que querías?.Se te pone la pollita dura de ver cómo me comen las tetitas. Como te excita, cabrón ver como estas tetas se mecen al ritmo que me las ordeña Matías. Disfruta mi amor, disfruta con tus cuernos recién estrenados que yo disfruto con mi amante, con mi hombre”.

Yo en mientras voy descendiendo con mi mano por su cuerpo hasta que llego a su esplendido pene, el cual cojo y comienzo a acariciárselo suavemente, noto en mi mano su dureza y la suavidad a su vez de su piel, y ahora él dejando por un momento de comerme mis pechos veo que cierra sus ojos y comienza a jadear diciendo:

“Uuuuhmmmmmm, uhmmmmmm, siiiiiii, joderrrrrrr que gustooooo, siiiiiii,…. Tocameleeee…..asiiiii….aaahhhhh…umuuuhhmmmm, diossssssss, que gustooo zorra, diossssssssss que manos tienes como la meneas, que gusto me estas dandoooo….siiiiiiii….”

Yo sigo tocándole su miembro y meneársela un poco, no quiero que se corra, pues quiero que lo haga dentro de mí, solo deseo ponerlo un poco más a tono si esto es posible, entonces le digo:

“Mi amor, que polla más hermosa tienes, es enorme, como me gusta, estoy deseando tenerla dentro de mi panochita mi amor….siiiii… la quiero y la quiero cuanto antes mi amooooorrrr…., ( y a cercando mi boca a su oído le digo bajito solo para él y para mí de tal forma que mi marido no pueda enterarse de lo que le digo):aunque con lo grande que es y lo estrechito que me han dejado mi coñito ahora me hagas daño…mi amor, no sé si ahora podré con ella , como antes, es inmensa, ten cuidado al metérmela no me hagas daño , mi amor”

Él también en voz baja, para que no lo pueda escuchar Pedro me contesta:

“No te preocupes, yo sé cómo hacer para que disfrutes tanto o más que las otras veces que te la he metido, tu tranquila, ya verás como la vas a disfrutar”

Él entonces me indica que le suelte su polla y colocándose sobre mi cuerpo va bajando con sus labios acariciando cada parte de mi vientre, de mi sexo de mis muslos y piernas hasta llegar a los dedos de mi pie. Luego comienza en el otro pie y reanuda su recorrido en sentido contrario hacía arriba hasta llegar de nuevo a mis pechos. Yo entonces noto que el capullo de él  se restriega suavemente una y otra vez sobre mi rajita, como si quisiera buscar entrar en su interior haciéndose hueco en el comienzo de su entrada gracias a lo mojada que yo me encuentro. Él no aprieta, aún no quiere penetrarme, ahora ha subido sus manos también a mis pechos que toca con placer completando y aumentando de esta forma las caricias que con su boca lleva unos instante prodigando en ellos,  estas caricias me están produciendo un placer infinito , abro mi boca para  que me bese  a la vez que le digo:

 “Te noto, noto tu capullo sobre mis nalgas, noto como buscas el interior de mi coñito, estoy deseando que le entres, ¿Por qué no aprietas y me penetras mi amor? , estoy muy caliente, no puedo más , te deseo , por favor? ¿Tú no me deseas o  me deseas tanto como yo a ti? Y si es así porque me haces sufrir tanto, porque haces tan larga la espera de estar dentro de mi….mi amor”

Entonces Matías me dice:

“Tranquila, querida, si, si te deseo y estoy seguro que ahora mismo tengo más ganas y te deseo más que tú a mí, pero las cosas hay que hacerlas bien y a su debido tiempo, no tengas prisa déjate llevar y disfruta”

Luego dirigiéndose a mi marido le dice:

 “Pedro, ha llegado la hora, voy a penetrar a tu mujer y ahora si que vas a ser ya realmente un cornudo, quiero que veas bien a tu mujercita follada por otro, como tanto deseas, que veas su coñito penetrado por una polla de verdad, mira bien como hago que tu mujer, a partir de ahora, la mía también, se vuelva loca de placer con mi polla"

Entonces mi marido le dice:

“Espera, espera un momento, aún no hemos firmado el acuerdo , así que esta vez lo tendrás que hacer con preservativo, si firmamos el domingo entonces podrás hacerlo como te gusta : a pelo”

Entonces Matías, le mira con cara de enfadado y le dice:

“Pásame los condones, cornudo, cabrón, si es así como quieres que me joda a tu mujer, por eso la voy hacer la más puta de las puta y la más grande de todas las que han pisado la tierra. A partir de ahora no podrá pasar sin mí y si está contigo es porque yo quiera y la deje que te complazca durante esos quince días que hemos pactado, pero en cuanto yo la diga que venga a mi aunque esté contigo veras como viene, cabrón dame el condón de una puta vez”

Entonces mi marido, se acerca a la cómoda y coge la caja de condones que tiene en ella y sacando uno se lo da para que se lo ponga. Matías le coge y cuando se le va a poner le digo:

“Matías déjame que te le ponga yo”

Entonces él me le entrega y yo se le pongo en la punta de su polla, acerco mi boca, que abro al máximo, a la misma y cogiendo entre mis labios el preservativo voy introduciéndome su polla poco a poco en mi boca a la vez que con mis labios voy desenroscando el condón a lo largo de toda la longitud de su picha. Una vez puesto paso unas cuantas de veces mi lengua a lo largo de todo su instrumento hasta quedarse bien lubricado con mi saliva. Cuando acabo, yo jadeo de desesperación y de deseo de tener su miembro dentro de mi. Entonces él  dirigiéndose a mí y comenzando a jugar con su sexo en mi rajita,  coloca la punta de aquella enorme y gorda polla en la entrada de mi almejita tapando sus primero milímetros de polla mis labios mayores y llevando sus manos a mis caderas me dice:

“Ahora te voy a pegar una buena follada, voy a hacer que te corras como una

loca, va a ser una follada que nunca olvidarás, por dos razones: la primera por ser esta la primera vez que otro hombre te folla delante de tu marido y la segunda porque nunca nadie te habrá follado como yo lo haré esta tarde ni habrás disfrutado tanto en tu vida”

Mi marido no pierde tiempo, se levanta de la descalzadora, la coge y la acerca de tal forma que quede justo frente a nosotros a menos de un metro de donde estamos. Puede ver en primer término y con todo lujo de detalles como Matías tiene situada la punta de su bella polla dentro de mis labios mayores y podrá ir viendo como semejante miembro va a ir perforando el estrechito coño de su mujer, va a disfrutar en primera fila de sus primeros cuernos consentidos, de su coronación oficial como cornudo. Se agarra su polla de nuevo y continúa acariciándosela a la vez que nos mira.

Matías comienza a apretar poco a poco y empieza a meterme su polla, yo noto que le cuesta y también siento algo de dolor (con lo bien que me entraba antes del parto, pienso para mí, ¿no me le habrá quedado demasiado pequeño la matrona al coserme?), pero mi calentura es tal y mi deseo de tenerla dentro es tan grande que no me importa, levanto un poco más mi culo, con la intención de apretar hacía su miembro pero sigue costando que entre entonces no puedo por menos que decir:

“Aaaahhhhhh diosssssss, es enormeeeeeeee, no me entra, Matías tú aprieta, aunque yo grite de dolor tú no dejes de apretar, quiero tenerla toda dentro, sigueeee…..aprietaaaa”

Matías me contesta:

“Tu tranquila, poco a poco, si no te pones nerviosa ya verás como la vas a disfrutar, déjame a mí que yo sé como entrártela sin que te duela tanto como tú esperas, pero tranquila no tengas prisa, tenemos toda la tarde y si es preciso la noche, disfruta del momento , no estés tensa cariño, relájate….tranquila….”

Él de nuevo comienza a apretar en un segundo intento de seguir penetrándome, para ganar unos pocos de milímetros, yo no noto su avance aunque él sí y le digo de nuevo:

“Joder mi amor, no entraaaaaaaa, es gordisimaaaa….aaaahhhhhyyyyy…, no pares sigue, sigueeee……”

Matías de nuevo vuelve a decirme:

“Tranquila, tranquila, relájate y ten paciencia, ya verás como todo va bien, mi amor”

Él con mucha delicadeza y cuidado comienza de nuevo a apretar en su tercer intento de penetrar la entrada de mi coño, poco a poco noto q

Datos del Relato
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