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Categoría: Confesiones

Me enamoré porque no quiso tocarme

Es el primer relato que publico, por alguna razón comencé con este. Me gustaría que me contaran que les pareció.



**********



Me enamoré de un niño porque no quiso tocarme. Es un compañero de clase. En una ocasión nos quedamos solos en la clase, él comenzó a hacerme cosquillas, y se acercaba mucho a mis pechos, por eso intenté hacer que los tocara, cuando se dio cuenta sacó su mano de allí y dijo:



—no, ¡no lo voy a hacer!  



Pero siguió con las cosquillas, lo volví a intentar y sólo agarró como medio segundo, seguía diciendo que no, le pregunté por qué y respondió:



—¡porque no! ¡Es que aquí no! ¡Nos van a ver!



—¿en otro lado entonces?



—¡no, claro que no!



Me rendí, me levanté y me fui. Esa tarde me escribió, fue algo como:



eso fue extraño.



qué cosa?



no te hagas, lo que pasó hoy.



querías tocar más?



no sé... que lindos.



qué cosas?



hay! Nada, ¡mejor hablemos de otra cosa!...



Ufff, que difícil con él, le insistí en el chat y me dijo que no iba a pasar, que ya no lo intentara. Y yo estaba sorprendida, quiero decir, ¿quién no lo hubiera hecho?



Y me dieron tantas ganas de tenerlo, provocarlo, explorarlo, hacer que me viera, me sintiera y se excitara, quería sentirlo duro pegado a mí. Volví a intentarlo un par de veces más en situaciones diferentes, y no cedía. En chat me dijo que no lo hacía porque no lo había hecho nunca, que era virgen, y que no pensaba hacerlo sólo porque sí. Aun así me sentía provocada por él, en momentos comencé a sentir celos de otras niñas de la clase que la pasaban con él, las abrazaba y demás, hablaba de buscar a alguien y eso, molestaba con otra niña sobre casarse. Yo no resistía, cada vez me derrumbaba. Le confesé que me gustaba, que lo quería, que pensaba mucho en él, yo ya iba en serio, ya no era sólo deseo sexual.



Entré el chat, llegó a pedirme una foto de forma sutil y le mandé una en ropa interior, me dijo que era linda, y perdió la timidez lo suficiente para pedirme más fotos, se las di. 



Parte dos: 



Yo tenía mi perverso corazón dolido cuando me llegó un mensaje de él:



qué tal si nos miramos?...



Y en mi mente: ¿está pasando? ¿No estoy soñando? ¿Va a hacerlo? ¿Al fin cedió? ¡No puede ser! Casi saltaba por todos lados.



Al otro día fuimos a la casa de unos amigos a estudiar, cuando teníamos que irnos éramos sólo él y yo, él traía carro y me llevó. Iba a pasar al fin.



Comenzó a hacerme cosquillas, y le pregunté:



—que querés?



—que querés tú?



—tu sabes lo que siempre he querido de ti.



Guíe su mano hasta mis pechos, sin dudarlo agarró el izquierdo y luego se deslizó sobre mi piel al descubierto hasta mi pecho derecho, tocándolo sin ropa de por medio, mi vello se erizó y solté un suspiro cuando tocó mi pezón, lo soltó porque tenía que hacer un cambio y me dijo:



—tenés hasta que lleguemos para hacerlo...



Comencé a tocar su abdomen y bajé buscando su pene, lo comencé a acariciar sobre el pantalón, ¡ah! ¡Cuántas veces soñé con eso! Metí mi mano dentro y lo sentí, caliente y duro. Intenté desabrocharle el pantalón y no pude, terminó haciéndolo él. Deslicé mi mano y lo saqué... qué lindo era, comencé a tocarlo y a masturbarlo, quería probarlo, le dije:



—me dejas probarlo?



—si querés.



—dame permiso entonces.



Me apoyé en él y comencé lamiendo la cabeza y me lo metí a la boca completo, en ese momento el empujó mi cabeza y marcó un ritmo, allí comenzó a gemir, como me excitó que lo hiciera, yo ya estaba muy mojada y sudando, por el calor y la excitación, ya casi llegábamos a mi casa, me dijo que iba a dar la vuelta, sabía que se quería parquear, yo quería que lo hiciera también, él seguía gimiendo rico, le pregunté si podía manejar, me dijo que un poco. Se parqueó antes de llegar a donde debía dar la vuelta y allí comenzó a mover mi cabeza, hacía que lo hiciera profundo, sentía las ganas de vomitar cada vez que empujaba y tocaba mi vulva, mi lado puta lo estaba gozando, le pregunté si le gustaba, él dijo:



—sí, ¡me gusta!



Y seguía gimiendo. Me tocaba fuerte los pechos y mis gemidos no salían mientras se la chupaba En un momento hizo que lo hiciera más despacio y le dije:



—sólo no acabes en mi boca.



—donde acabo entonces?



—no lo sé —y seguí chupando, me di cuenta que en serio no tenía donde acabar.



En ese momento pensé, no pasa nada, es "él" puedo hacerlo por él. Nunca nadie había terminado en mi boca, siempre lo había impedido. Arrancó el carro, dio la vuelta y se volvió a parquear a unos cien metros de mi casa, y seguí, ambos estábamos sudando, él se veía muy excitado comenzó a tocarme el trasero sobre el pantalón y bajó a mi vulva y agarraba fuerte, yo gemía mientras lo chupaba, se detuvo allí y sacó mi pecho derecho por un lado de mi blusa bajo mis axilas y la masajeaba con fuerza (llevaba una blusa de tiras). Volvió a parar y comenzó a desabrocharme el pantalón y deslizó su mano dentro de mí, abriéndose paso, llegó a mi vagina y sentí un dedo entrar, mmm me detuve para dejar salir un gemido, sólo lo tuvo un rato allí y se movió hacia mi clítoris, lo frotó un poco y sacó la mano.  Ya iba a acabar, hizo que parara, preguntó si tenía papel, yo no tenía. Dijo:



—donde acabo? ¿Por qué no en tu boca?  



—no lo sé! ...



Volví a chupárselo, hizo que lo hiciera despacio, y me volvió a detener, me dijo:



—voy a acabar y no sé dónde.



—ya vamos a ver, no importa.



Seguí haciéndolo hasta que lo sentí tensarse, ya había decidido recibirlo en mi boca, entonces seguí, sentí como su pene se contraía en mi boca, lo empujé al fondo, recibí su semen en mi garganta y lo tragué. ¡Uff! Fue una sensación diferente para mí, aunque ya lo había probado, nunca antes me lo había tragado así. ¡Y era de él! Me sentí feliz. Pero se había acabado, me llevó a mi casa y me despedí de él. En el acto no hubo cariño ni sentimientos de parte de él. Me encantó hacérselo, al mismo tiempo me dolió que me usara, me enamoré de él.



No sé si va a querer repetirlo, es demasiado impredecible, y no sé si puedo hacer que me quiera ahora que ya se hizo una idea de mí, la que se hacen todos, pero realmente quisiera que fuera distinto con él.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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