Con mi hermana nunca había visto nada extraño, éramos los típicos hermanos que se jugaban bromas y ya. Mamá y papá trabajaban hasta tarde, y cuando llegaban ya nosotros estábamos cansados con los deberes del hogar o las tareas o nuestros amigos venían aqui.  

Bueno el caso es que un día note que mi hermana que es menor que yo por un año traía muchos amigos a casa pero entre todos los grupos siempre había un chico que salía tarde de casa.  Cuando quedaban solo dos chicos (entre ellos el chico que se quedaba) y su mejor amiga note que la chica y el Moreno alto bajaban a la sala, riendo y haciendo bromas. Me acerque a la puerta y por un espacio muy fino que quedaba de la puerta abierta note como se besaban en la cama y ella le tocaba la verga por encima y en realidad me prendí mucho, ella se frotaba con el y el no perdía tiempo para besarla desenfrenadamente y le apretaba las nalgas.  No pasaron de allí, ella era tan buena novia, no permitió  que pasara de allí y se reía con el, la verdad es que me dio ternura y celos a la vez, era tan extraño en un hombre como yo sentir eso. 

Unos días después por la tarde, me metí a su cuarto y note que estaba solo, seguro estaba en el baño, me acerque a la puerta y justo antes de tocar ella salió en una pequeña toalla que le llagaba hasta justo debajo de las nalgas. 

"que haces aqui?" pregunto asombrada. 

"sabes? Note algo muy extraño el otro día." 

"que día?" se alarmo, en su cara se veía el miedo, mamá era de aquellas que te daban quinientos sermones sobre virginidad y que una mujer no se debía dejar tocar de un hombre y menos ella tocar y que no todos los hombre eran respetuosos como los de la familia, lo que ella no sabia es que yo ya no era virgen, aunque tampoco es que fuera todo un genio en el sexo, pero de verdad su cuerpo en ese momento me encendió y quise tocarla fuerte sin compasión. 

"el día en que tu novio estuvo aqui" se puso pálida y casi llora. 

"no le digas nada a ma." empezó a rogar 

"tranquila, no diré nada, pero quiero hacer algo." 

Descontroladamente la bese, me asombre a mi mismo y Metí mi lengua en su boca, el beso se adueño de nosotros y pasamos de un beso a tocarnos con desenfreno. 

"tocame como a el. Hazlo." le logre de decir mientras la apoyaba en la cama. Ella coloco sus manos sobre mi miembro ya erecto y por primera ves lo sentí tan grande, ella se quedo estática y se puso roja.  

"es. Espera, eres tan g grande."tartamudeaba y eso me causaba gracia. 

Le acaricie los brazos y baje por ellos sintiendo su suave piel, sus vellos se erizaban por donde pasaran mis manos. Cambie a sus muslos y fui subiendo poco a poco. 

"así te toca el?" le dije al oído fascinado por sus reacciones, era tan delicada a mi forma de verla, nunca la había notado así. 

"el. El. El no me toca" estaba confundido 

" o sea que?" no estaba seguro de como era todo 

"Soy virgen." esas palabras me llenaron de adrenalina y metí mis manos bajo la corta toalla tocando toda su raja, ocupaba toda mi mano, era tan pequeña. Y estaba levemente húmeda. Con un dedo le acaricie todo su coño incluyendo entre sus nalgas, estaban frías y húmedas por el baño. Abrí la toalla y ella intento cubrirse nuevamente.

"no no es que me da miedo." 

"soy tu hermano, y no soy tan malo." 

Ella aflojo el agarre y se dejo hacer, bese cada parte de su cuerpo incluyendo sus senos que cabían perfectamente en mis manos y seguí bajando hasta llegar a su coño, abrí sus labios y lamí su clictotis hinchado. 

Ella grito como un chillido, yo tenía una sonrisa algo macabra en mi cara y  baje mi pantalón junto con mi ropa interior ella se sorprendió y casi llora, cuando la quise besar nuevamente ella me coloco las manos en el pecho empujandome. 

"tu eres muy grande" repitió 

"gracias" le tome las nalgas y las apreté. 

"no. Soy virgen." entendí en ese momento su miedo y tome ambas manos y las separe de mi pecho y las uní por encima de su cabeza tomandola con una sola de mis manos, soy mas alto que ella lo cual es una ventaja, y toque su entrada para ver si Ya estaba lista, yo no aguantaba mas. Pero ella casi lloro. Una vez escuche que si lo deseabas no te dolería y fueron mis palabras  ella solo asintió y trato de relajarse  metí dos dedos de mi mano libre y tantee el lugar seguro, aunque en realidad era extremadamente pequeño. 

Me coloque justo allí y no pude evitar notar que mi verga no entraría solo así, metí dos dedos para tratar de abrir un poco mas y ella se quejo, coloque mi pene allí sin poder aguantar mas y empuje duro, llevado por el placer, su grito fue desgarrador y yo seguí dando y dando mas duro cegado completamente hasta que no escuche mas sus gritos sino jadeos. Mas tarde cambiamos de posición y la sentía completamente apretada y pequeña  muchos mas que antes, en ocaciones se quejaba de algún dolor. Hasta que ambos llegamos al clímax.  Ella estaba exhausta y aproveche para colocarla boca abajo y separe sus nalgas fascinado por lo rojo de sus orificios metí mi pulgar empujando en su ano y ella grito como antes. 

"por allí no por favor." saque mi dedo y intente de nuevo pero nada, seguía igual, así que me rendí y volví a penetrarla por su coño nuevamente.. Esta vez la coloque de lado y subí solo una pierna a mis hombros, la abrí lo mas que me permitió y la penetre. Seguimos de nuevo, ya era como las quinta vez que me venia y aun no estaba cansado de ella, la verga se me paraba muy rápido al volverla a tocar. La hice colocarse de pie y apoyarse de la cama para darle otra vez. Esa tarde la tome descontrolado y ahora ella viene a mi cada vez que quiere.