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Categoría: Confesiones

ME COGIÓ EL TAXISTA

"Ese día había tenido una actividad extra de la uni y había terminado como a las 8:30 de la noche, yo llevaba un vestido arriba de la rodilla ya que últimamente hacía mucho calor en las noches. No estaba muy segura de cómo volver desde ahí en transporte publico, además de que ya era bastante tarde y "

Lo que voy a contar me ocurrió hace un tiempo cuando tenía 19 años. Yo vivo en el Distrito Federal, actualmente tengo 21 años, me considero bonita y tengo buen cuerpo, nada exuberante realmente, pero delgada y con cintura marcada. 

Ese día había tenido una actividad extra de la uni y había terminado como a las 8:30 de la noche, yo llevaba un vestido arriba de la rodilla ya que últimamente hacía mucho calor en las noches. No estaba muy segura de cómo volver desde ahí en transporte publico, además de que ya era bastante tarde y no quería llegar tarde a mí casa. Decidí tomar un taxi, ya que casi no había trafico.

Abordé el taxi en una esquina de la calle; siempre que tomo un taxi me fijo en el conductor antes de subirme pero con las prisas no le di importancia. Me subí en el asiento junto al conductor y le dije un "buenas tardes", el me devolvió el saludo y lo miré. Era un hombre de unos cuarenta y tantos años, gordo, con barba de algunos días. 

- A dónde la llevo?- Me preguntó. 
Le indique mi dirección y siguió avanzado. En algunos altos yo notaba como me miraba, me asustaba un poco pero igual no dije nada, solo quería llegar a mi casa. Durante el camino fui fijándome cómo nos íbamos pero la verdad no me servía de mucho porque no ubicaba esas calles. 

El taxista no tardó en hacerme platica. 
-Parece que más adelante ya empieza el trafico- Me miró y me sonrió.
-Sí parece que sí...- Yo le devolví la sonrisa por mera amabilidad 
-Mejor daré vuelta aquí para que no llegué tarde a su casa. 
Él dio la vuelta en la siguiente calle y me asusté un poco pero no le dije nada porque igual no sabía dónde estaba. 

-¿Viene de la escuela, señorita?- me preguntó
-No, es que hicimos un trabajo extra y acaba de terminar. 
-Ya es algo tarde para que ande sólita una mujercita tan bonita no?
Para entonces habíamos alcanzado un alto y luego de decirme eso puso su mano en mi rodilla. Yo fingí que no había pasado nada y solo lo miré y le dije "Jajaja, sí creo que un poco", y miré al lado contrario. 

El no quitó su mano y yo seguía sin decirle nada al respecto. No tardó mucho en empezar a moverla de arriba hacía abajo alrededor de mi rodilla. Pasaron como 5 minutos cuando miré el taximetro; ya casi había llegado al limite de dinero que llevaba conmigo y pensé en que haría. Podía bajarme ahí mismo pero igual no podría seguir caminando, o podría seguir y pedirle que me esperara para entrar a mi casa por más dinero una vez que llegáramos. Opté por decirle que me bajaba y ya me las arreglaría yo, de paso podría bajarme y él ya no seguiría acariciandome la pierna.

-Oiga creo que ya me bajaré aquí, la verdad es que ya no traigo más dinero y si no no le voy a poder pagar. 
-No te preocupes mi reina, ya nos arreglamos cuando te deje en tu casa. 

Yo estaba un poco inquieta, pero solo le dije "Ah bueno gracias" y seguimos en el camino. Cuando le hable para decirle que me bajaba ahí él ya había quitado su mano, quizá pensó que le reclamaría, pero nuevamente volvió a ponerla. 

- Tienes unas piernas preciosas, mi amor
Yo solo sonreí incomoda.
Luego de esto, en el siguiente alto él taxista comenzó a subir su mano por mi pierna hasta llegar a mi concha. Di un respingo y evitaba mirarlo. 
Al ver que no hice nada nuevamente,tomó confianza y sentía cómo me acariciaba. Inconscientemente yo separé más las piernas y el no se hizo esperar: con su mano hizo a un lado mi bikini y comenzó a introducir un dedo en mi coño. 

-Mmmm estas muy mojadita, princesa
Yo evitaba gemir pero francamente me estaba gustando mucho. Él continuo moviendo sus dedos hasta que llegamos a otro alto, dejó de tocarme y en su lugar se desabrochó el pantalón y sacó su miembro. Era de buen tamaño pero sobre todo muy gordo.

-Me vas a ir pagando el dinero, mi amor, quiero que me la chupes. 
Yo lo mire asustada pero no tenía de otra, lo mejor era que lo hiciera para que terminara y ya no me hiciera nada más. 

Baje la cabeza y mientras el seguía manejando yo metía y sacaba su verga de mi boca, o al menos lo que podía. No paso mucho tiempo cuando noté que ya no avanzábamos. Al parecer se había estacionado en algún lugar apartado porque yo no escuchaba ruido en la calle. 

Me asusté un poco nuevamente, no sabía qué hora era ni dónde estábamos, por lo que se la chupaba más rápido para que terminara y pudiera irme. Él me tomaba del cabello y me movía la cabeza muy brusco.

-Ahhh así, sigue así puta. Como te gusta mamar verga... vas a hacer que me corra puta... ahhhh mmmm, tragatelo... me corro ahhh...

Sentí como sus chorros de semen me llenaron la boca y no tuve de otra más que tomarmelo todo. 
Una vez que paso me incorporé y me acomodé el cabello. Creí que arrancaría el taxi pero lo que vi fue que se bajo y se dispuso a abrir la puerta del copiloto. 

-Bajate, zorrita. 
No dije nada y me bajé, estaba preocupada, creí que me dejaría ahí. 

-Vamonos por favor, debo llegar a mi casa. 
-No mi amor, me vas a pagar ahorita lo que me debes y lo que falta, esto solo fue una parte. 
-No por favor, vuelvo a chuparsela pero solo eso. 
-No te estoy preguntando, puta

Me tomó del brazo y me llevo al frente del carro, me empujó sobre el cofre y quedé boca arriba. Su verga ya estaba completamente dura de nuevo y sabía que lo peor estaba por pasar.
-Basta por favor, no!.- Yo estaba forcejeando por bajarme pero él me tenía bien agarrada de ambos brazos contra el cofre. 
-Mira como me tienes puta, de aquí no te vas hasta que no acabes lo que empezaste y me pagues el viaje. 
-Por favor, cualquier cosa menos eso
-Te voy a coger bien rico y hasta me vas a pedir más, puta.

Estaba a punto de gritar pero me dio una cachetada y luego me cubrió la boca con su enorme mano. 
-Mira zorra, que ni se te ocurra gritar si quieres llegar bien a tu casa ¿Me entendiste?
Asentí, tenía miedo de lo que pudiera hacerme y no me quedaba más que resignarme. 
-Te voy a quitar de la mano y pobre de ti si gritas
Asentí nuevamente. 

-Ahora sí mi amor, te voy penetrar bien rico ese coñito 
Me tomó de las caderas y se acercó más a mí . Tuve que contener un grito cuando de un golpe me metió todo su miembro. Sentía que me había perforado el útero.
No le costó mucho trabajo porque yo aún estaba algo mojada. 
Comenzó con se mete saca frenético, me sentía como toda una perra en celo. Sus huevos chocaban contra mis nalgas y cada vez sentía que me embestía más duro.

Continuo cogiendome así, me había bajado lo suficiente el escote del vestido para sacar mis pechos, los chupaba y mordía. 
-Mmmm ahhh estas bien rica puta, mmmm tu concha me aprieta bien rico la verga. 
No tarde mucho en resignarme y empezar a sentir placer con la cogida que estaba metiendome ese taxista. Estaba conteniendo mis gemidos para que no notara que me gustaba lo que me hacía, pero cada vez me mojaba más y más.

-Ahora te voy a coger como la perra que eres. 
Sacó su verga y me dio la vuelta, quedando mis pechos contra el cofre del taxi. 
Apenas me tuvo así me perforó el coño tan brusco como la primera vez y no pude evitar soltar un gritito. 
-Mmmm
-Te gusta cómo te cojo verdad puta?
-Sí me gusta, ahhh, mmmm...
Ya no me importaba que lo notara, estaba completamente perdida y solo sentía su verga entrar y salir. 
-Pinche zorra, me vas a sacar toda la leche. Pideme que te coja más duro, puta.
-Sí, mmmm cogeme más duro, por favor... mmmmmmm

Siguió cogiendome como a un animal otro rato que me pareció eterno. 
-Ya voy a correrme, puta
-No por favor, dentro no, termina afuera
-No zorrita, te voy a llenar de leche tu conchita, mmmmm
-Por favor donde sea menos adentro. 
-Te voy a embarazar, cabrona... 
-Aaaahhhh no, por favor, sacala
-Aaaaggggh me corro...!

Sentí toda su leche caliente llenarme, parecía que nunca iba a dejar de salir y cuando sacó su verga su semen empezó a escurrir y me manchó un poco el vestido.
Luego de eso me hizo limpiarle la verga. Nos subimos al taxi y por suerte cuando llegué no había nadie en mi casa. 
No quedé embarazada ni me contagio nada, pero me gustaría volver a encontrarmelo. 

Datos del Relato
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