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Categoría: Maduras

Me apoyé a la mujer de mis sueños

Mi nombre es Kevin, tengo 22 años y soy de la capital federal de Argentina. Estoy buscando una mujer madura que me ayude a cumplir una fantasía que tengo. Me encantan las mujeres maduras de alrededor de 35 a 50 años, esas que se nota que son muy seguras de si mismas y tienen una mirada sensual, como diciendo "te comería todo bebe".



Hace algunos días tome un colectivo por la mañana para ir a mi trabajo, estaban todos los asientos ocupados y tuve que quedarme parado. Me agarre de un caño que tienen los colectivos y quede frente a un una mujer de cabello teñido de rojo fuerte que ocultaba parte de su cara, ella miraba por la ventana distraída. A medida que se fue llenando el colectivo la gente que tenia atrás mío me fue empujando hasta quedar muy cerca de ella. Empece a mirar para abajo para cuidar de no tocarla, su hombro había quedado mas o menos a la altura de mi pija.



Cuando baje la mirada me encontré con un terrible escote y dos tremendos pechos. El escote era tan grande que llegaba a ver todo el nacimiento de sus tetas, el corpiño y parte de su pancita. Como es de esperar en un chico de mi edad esa imagen me calentó terriblemente y mi pija se empezó a para con una fuerza difícil de controlar para mí.



Para colmo de malas soy de usar boxer sueltos, porque modestia aparte, tengo una linda verga de 18 x 5 cm. que cuando se para queda bien apuntando al techo. Cuando todavía se estaba levantando, tenia una tremenda carpa en mi pantalón y la cabeza de pija quedaba apuntando bastante para adelante, empece a transpirar de la vergüenza que esto me daba, y cuando un señor paso para atrás, me empujo un poco para adelante rozando bastante la punta de mi pija con el hombro desnudo de ella. Me miro primero la carpa que hacia mi pantalón y luego me clavo la mirada en los ojos, pense que en ese momento me iba a insultar, pero en cambio esbozo una pequeña sonrisa y volvió a mirar por la ventana, pero me di cuenta que de reojo miraba mi bulto y a mi cara por el reflejo del vidrio. Esto sumado a que se sentó un poco mas al borde del asiento de manera que ahora no la rozaba, se la apoyaba descaradamente en su brazo, hizo que mi pija creciera a su máxima extensión y por la forma en que estaba se notaba muchisimo.



Yo miraba para los costados para tratar de no exitarme y no mirar sus tremendas tetas pero la calentura era mucha. Cuando pensaba que hasta ahí llegaba todo, ella abrió su cartera y empezó a hacer como que buscaba algo y con la mano que la sostenía, me empezó a rozar la cabeza de mi verga dura, no lo podía creer creo que quería sacarla de mi pantalón y metercela en la boca o hacerme la paja en sus tetas y bañarla de leche.



Siguió haciendo eso por un rato y de vez en cuando me miraba a los ojos y se notaba que ella también estaba excitada, por su respiración acelerada y como miraba por la ventana abierta para tomar aire. Otra cosa que hizo para calentarme fue acomodarce el escote de manera que pueda ver aun más de sus pechos, esa complicidad me calentó muchisimo. Estaba por preguntarle algún numero teléfono o algo cuando se levanto y me pidió permiso para bajarme regalándome una sonrisa y al pasar por adelante mío me apretó disimuladamente el bulto por un segundo, que para mí fue una eternidad.



Faltaban algunas paradas para que me bajara pero decidí que no podía dejar que se fuera así, luego de que paso ella me puse detrás como para bajar también y oculto por el resto de la gente que estaba parada, me puse bien atrás, tocando con mi pija su cola. Ella giro su cabeza rápidamente y al ver que era yo volvió a mirar para adelante y se reclino un poco hacia adelante de manera que su cola quedo mas salida y bien paradita para mi.UFFFF, no puedo explicar lo que sentí cuando los cachetes de su culo quedaron alrededor de la cabeza de mi pija, me empece a mover disimuladamente para los costado para que sintiera todo el largo y el grosor de mi pene, ella se notaba que disfrutaba y faltaba poco para bajar, totalmente zarpado de la excitación, baje mi mano y agarre una de sus nalgas, la pase por debajo de sus piernas acariciando toda su raya y cuando estaba llegando adelante para mi sorpresa me encontré con sus dedos que se movían sobre su conchita simulando tener la cartera justo a esa altura, viendo que no necesitaba ayuda por ahí me dedique a tocar bien su cola, tenia un pantalón de una tela muy delgada y elastizada y mi dedo se pudo clavar un poco como para sentir los pliegues de su ano.Puse un dedo justo ahí y empece a presionar, en ese momento ella soltó un pequeño suspiro y creo que acabo, lo que me indicaba que le debía gustar el sexo anal. Lamentablemente llegamos a la parada y bajamos y como me imaginaba ella empezó a caminar como si nada hubiera pasado pero al alejarce unos metros miro hacia atrás y me regalo la mirada más sensual que vi en mi vida.


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  • Categoría: Maduras
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