Una noche me quede solo en mi casa y me acsoste a mirar television. Al no encontrar nada interesante decidi apagarla y acostarme. Siempre me causto con solo mi calsoncillo. Estaba boca arriba con los ojos cerrados y me estaba acordando en una experiencia muy exitante con mi novia. De repente me di cuenta que mi pene se habia puesto muy duro. Mis manos empezaron a moverce lentamente moviendo las frasadas que me tapaban hacia abajo, dejandome al descubierto totalmente. Empece a subir mis manos por la parte interna de las piernas queriendo llegar a mi sexo para satisfacerlo, llegue, baje mi calsoncillo hasta quedarme totalmente desnudo, boca arriba y con mi pene parado, y me puse a tocar mis testiculos lentamente, y la parte entre mi pene y mi ano. Empece a exitarme, subi una de mis manos hasta llegar a mis pesones y los empece a acariciar(no solo los pesones de las mujeres son sencibles, los hombres tambien disfrutames el que nos los chupen). Abri mis hojos y miraba como mi mano tocaba mis pesones y la otra lentamente subia hasta mi pene hasta que lo envolbio y empezo a hacer movimientos de arriba hacia amajo muy lentamente. Baje la otra mano y mientras una me masturbaba como si fuera una concha mojadita, la otra fue hasta mis testiculos y con un dedo los tocaba pensando en una lengua que me hacia cosquillas.
Estaba ya muy exitado y necesitaba penetrar algo para sentir mejor placer, agarre mi almohada y la enrolle dejando un hueco en el medio, me arrodille en la cama y empece a penetrarlo con movimientos pelvicos, me imaginaba penetrando una jugosa vagina, con la otra mano me tocaba en la parte entre mi ano y mi s testiculos. De repente llego una oleada de excitación que salía de mi pene y se iva esparciendo por todo mi cuerpo, un grito fuerte salió de mi garganta y empezó a salir todo el semen de mi sexo caliente. Estaba imaginando que acababa dentro de la conchita mas caliente.
Esa experiencia con la almohada fue excitante, pero todavía no iguala a una vagina muy hermosamente caliente y mojadita.