Decir que Daisuke estaba sufriendo sería bastante obvio, pero él mismo se ofreció participar en el juego de masajes que Takeru y Ken, ahora raramente unidos en el mismo juego en esta ocasión que prometieron entre los dos hacerle sentir bien.

Para lo que parecía ser una experiencia bastante erótica, no tenía ni idea de que se convertiría en algo muy tortuoso para un ser tan sensible como él

Aunque comprendía perfectamente que se le administraría un fármaco de masajes para debilitarle completamente para no pertmitir que se moviera, no esperaba este nivel de estimulación. Cuando le dijeron que querían probar sus niveles de respuesta sexual mientras estaban bajo la droga del super masaje, pensó que habían querido decir algo de tacto y caricias durante unos minutos; ahora que había estado en el lugar por más de una hora, se dio cuenta de lo equivocado que estaba.

Atrapado dentro de la prisión de la estimulación casi inmóvil en su propio cuerpo, sólo pudo gemir; por mucho que lo intentara, no podía gritar y rogarles a los dos que dejaran de torturar su polla y sus testículos con algunos signos de violación con los dedos en el ano con estimulación, esto último patrocinado por Takeru.

Este último el encargado de administrar el dedo de la estimulación-folló su abertura húmeda goteando y Ken masajeó su polla palpitante pulsante sin ceder ni siquiera por un momento.

No le había costado mucho tiempo al atormentado chico darse cuenta de que aquellos masajes no sólo inhibía cualquier movimiento, sino que también le impedían llegar al clímax. La oleada de orgasmos parecía empujar sin cesar contra las barreras de su necesidad sexual de liberarse en vano, constantemente construyendo sin descanso, haciendo que su cuerpo y mente se sintieran listos para explotar, incapaces de controlar nada.

La prueba seguiría hasta que alguno de los dos amantes de Daisuke terminase, lo que significaria que su casi orgasmo podría finalmente liberarse de los grilletes de la negación. Sería un orgasmo que, una vez que llegara, sería suficiente para hacerle desmayarse, aunque por desgracia para el, sería casi otra hora de anhelo torturado antes de tan maravillosa y muy necesaria liberación y por consiguiente el desvanecimiento

Las ansias estaban en el punto más alto y el cuerpo desnudo, palpitante y mojado de Daisuke con expresiones de placer era la motivacion perfecta para las risas eróticas de ambos amantes que irían hasta el final para cumplir con lo que ambas mentes deseaban, el masaje seguiría hasta que el cuerpo de Daisuke alcanzara su límite.