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Categoría: Maduras

Masaje?

Cuando viví en una Ciudad de Playa de México por el año 1999, no estaban tan socorridos los servicios de Masajes como ahora, que incluyen otros servicios más cachondos que el original masaje de relajación y descanso. Como dentro de la clientela que atendía en un Centro Financiero se incluían algunos Hoteles, normalmente y en correspondencia a la atención y servicio que recibían por nuestra parte, nos mandaban diversas cortesías de sus restaurantes, discos y otros servicios, cuando disponía de algún tiempo libre (que realmente eran muy escasos), ocasionalmente aprovechaba alguna de esas cortesías ya sea solo o en compañía de mi esposa o algún compañero del Centro Financiero.



Pues bien un sábado que terminamos temprano de preparar algunos asuntos para el comité de crédito, y encontrándome con el resto del fin de semana libre y solo ya que mi mujer había viajado a la Cd. de México esos días, fui a uno de esos Hoteles para pasar un buen rato en las albercas y comer en uno de sus restaurantes al aire libre.



Llegué y con mi cortesía me proporcionaron toallas y me dieron un pase para tener acceso a las instalaciones y bebidas de cortesía. Me tiré en un camastro bajo una palmera y pedí una jarrita de vino preparado con frutas y disfrutando del paisaje (no faltaban las mujeres hermosas y luciendo sus cuerpos en bikini), alternando con breves chapuzones en la alberca fui pasando unas horas. En cierto momento me paré para ir al baño y en el camino a este, me llamó la atención un letrero de masajes y luego de regresar del baño, seguí las señalas e ingresé a un pequeño recibidor y ahí una señora de más de 50 años se encontraba en el mostrador y le pedí informes del servicio de masajes.



Ella muy amablemente me dijo que el local acababa de abrir esa misma semana, que ella era la dueña y que todavía no completaba su plantilla de masajistas, que lamentablemente la chica que daba servicio el sábado ya se había retirado como media hora antes, ya que había terminado su turno, pero que el día de mañana estaría disponible de 9 a 1.



Como quiera ya interesado en el servicio, realmente se me antojaba un masaje ya que por las muchas horas que pasa uno sentado y la tensión acumulada, a la mejor un masaje me ayudaba a reducir esa tensión, en fin que viendo que la dueña tenía un trato muy amable, le pregunté que tipo de masaje proporcionaban, que costo tenía y demás.



Ella muy amablemente me invitó a pasar al establecimiento y ya cómodamente instalados en una pequeña salita me ofreció un té y sacó un folleto que extendió en la mesita y empezó a platicarme.



Mira, yo soy Josefina x, desde hace varios años me he dedicado a este tipo de servicio en un local en Cuernavaca, allá me fui especializando en técnicas que aquí vamos a ir ofreciendo como el masaje reductivo, el de relajación profunda, anticelulitis, también pondremos un temascal para tratamientos de barro y otros, pero de momento solo estamos ofreciendo masajes con las dos chicas que tengo, una de ellas me la traje de mi clínica de Cuernavaca y sabe casi todas las técnicas, pero la otra más bien está en capacitación, por lo que solo te podría ofrecer un masaje de descanso y relajación.



Ya en el transcurso de su explicación de los servicios empecé a fijarme en ella más a detalle y si bien no andaba muy perdido en cuanto a la edad, fácilmente debía rebasar los 50 años, se conservaba con un aspecto muy juvenil, al estar enfundada en un ligero pantalón suelto de lino y una playerita sin mangas y pegadita con un escote bien pronunciado, se le apreciaba un cuerpo firme y más bien atlético, con unas nalgas paraditas y de regular tamaño, cintura marcada y unos brazos largos y firmes, con un busto muy pequeñito, ya que se veía que no traía sujetador y aún así no se le apreciaba una talla ni mediana.



Sonó el silbato de la tetera y se paró a servirlo y pude ver a contraluz con lo delgado de la tela de su pantalón unas piernas bien proporcionadas, con un culito bien apetecible, marcando un calzoncito breve.



Regreso con el servicio, sirvió té para los dos y siguió con la plática, como ya conocen mis gustos y lo caliente que anda uno, nada más buscando la oportunidad y notando que Josefina en sus 50´s se veía bien apetecible y sin tener prisa de nada, seguí con interés la descripción de los masajes y todo lo que iba a ir agregando a sus servicios.



Terminamos el Té y sin preguntar sirvió otro y continúo con su plática y luego me dice, es más, te voy a dar un recorrido por las instalaciones para que tengas un mejor panorama de lo que te platico y ya verás que en unas semanas ya tendremos todo listo para que vengas y te tratemos a cuerpo de Rey.



Me mostró dos cabinas de masaje, de descanso como ella misma fue describiendo, amplias y en el centro con una cama de masaje, un pequeño anaquel con diferentes esencias y aceites, así como otros pequeños pedestales con velas de diferentes colores y tamaños.



Luego pasamos a una sala donde había en el centro una pequeña poza, y ocupando buena parte del espacio un sauna, y otras dos salas que de momento estaban vacías. Durante todo el recorrido yo la fui siguiendo y además de ver las áreas y las descripciones que hacia de ellas, no dejaba de mirar ese rico culito y como lo movía en forma muy coqueta conforme caminaba, y como algo nunca he podido tener que es el ser mustio, más bien soy bien descaradote para mirar a las mujeres, ella bien que se percató donde centraba mi mirada la mayor parte del tiempo y creo que más balanceaba a los lados esas nalguitas para regocijo de mis ojos.



Regresamos y ya en un tono de despedida me dice pues bien este es mi negocio y desde ahora te digo que estoy a tus órdenes y espero verte seguido por aquí (entre la plática le mencioné mi actividad en la plaza y le ofrecí igualmente mis servicios financieros y como era nueva en la Ciudad se interesó mucho en estos servicios), ya que seguramente también yo seré tu clienta en el Banco.



Aprovechando que alargó un poco más la plática le dije que ya que andaba ahí y no tenía más compromisos si quería la invitaba a comer ya que el hambre arreciaba (yo creo que pasamos fácilmente dos horas charlando), me dice que era muy amable que desde que estaba en los últimos preparativos y el arranque se había venido sola a la Ciudad y que como se sentía como perro de comer sola, había caído en una dieta forzosa estas semanas y me agradecía el gesto.



Cerro el local y nos metimos a uno de los Restaurantes del Hotel, pedimos una mariscada para compartir y un vinito para acompañar los mariscos.



Parecía que tuviéramos mucho tiempo de conocernos ya que entramos en confianza muy rápido, le comenté de mi esposa y que andaba en México de visita, Ella a su vez me dijo que era casada ya desde hace 3 décadas y que sus hijos ya habían hecho su vida, el mayor se casó y se fue a Canadá y la menor también casada había puesto un pequeño consultorio en el norte de la Ciudad de México y ya tenía un par de nietos de ella unos gemelitos preciosos, hasta foto me enseñó de ellos.



En eso le dije, pues para ser abuela estás mas que atractiva y solo porque lo platicas te creo, pero más de uno, entre ellos me apunto, ha de andar tras tus huesitos, soltó una discreta carcajada y tomando confianza me dice, ahora sí ya te hicieron efecto los mariscos, hasta a una abuelita te quieres ligar, que bárbaro, habiendo tanta mujer joven en la Ciudad como te vas a fijar en esta respetable anciana, esto último lo dijo con un tono burlón ya que bien conciente estaba de su físico y lo que en el sexo opuesto debía despertar, porque de tonta no se veía que tuviera un pelo...



Siguiendo la broma le dije, pues ya quisieran varias de las jovencitas que andan por aquí ser capaces de levantar el ánimo (un poco en doble sentido haciendo referencia a la virilidad del hombre) como lo haces con tus encantos eh!, así que no te hagas la abuelita, si estás para comerte.



Ella paró la plática más bien sonrojada diciendo, mira mejor cambiamos el tema que nos vayamos a meter a terrenos más peligrosos y como dicen el hombre es fuego,la mujer estopa, llega el diablo y sopla,,,, y con estas semanitas que llevó en este clima tan cálido se me han despertado sensaciones que creía ya terminadas.



Que, le dije, a poco ya con tu marido no te avientas tus noches de pasión seguido, y como que apresuradamente dice, no que vá, si a él ya le entro la viejéz (así decimos en México cuando una persona mayor pierde interés en la vida activa) bien duro, se la pase leyendo y metido en el café con sus amigos jugando ajedrez y dominó y ya con él poco cuento y para eso pues menos, es más ya ni me acuerdo cuando fue la última vez que me buscó.



Como crees Josefina si como que a tu edad y en el estado que te conservas y otra vez solos (sin hijos que cuidar) es para que les pegara nuevamente la primavera no, ya hasta viagra hay por si anda muy bajo de potencia tu marido, o que es muy anticuado o ya se hartó de lo mismo?, pues la verdad no sé me dice hasta un poco incomoda Josefina, si muy apasionado la verdad es que nunca fue, y aunque lo que le sobra es tiempo, como que no soy su prioridad y mejor no? Así dispongo de libertad para mi negocio y mis cosas.



Seguimos degustando la excelente mariscada y como se había terminado el vino pedí otra botella para ver si avanzaba con Josefina, nos sirvieron otra copa, me acerqué a ella y le dije pues brindemos por el éxito de tu negocio y por la fortuna de haberte conocido, espero que tomes en cuenta que me gustaste y estoy a tus órdenes para que no solo no te aburras sino que te pongas al día...



Mira, la verdad es que entre los nervios de la apertura y el instalarme aquí, en serio que no había tenido un tiempito para mí, de verdad que te lo agradezco la estoy pasando "super", creo que desde que llegué son las primeras copas que tomo, ya hasta colorada me siento.



Seguimos conversando y terminamos la comida, mientras tanto o no dejaba de verle sus piernas y su culito cada vez que podía y por lo poco discreto de mis miradas Josefina nada más me miraba con una expresión coqueta pero como diciendo ya te caché otra vez viéndome las nalgas. Como en este destino turístico no falta la diversión, en el mismo restaurante empezó a sonar música en vivo de salsa, como que no queriendo le digo vamos Josefina aprovechemos la música, vamos a bailar, ella dice bueno, pero no creas que bailo mucho eh, no importa le digo, tú "flojita y cooperando" y ya veremos, total que nos acercamos a una de las pistas que daba a la bahía y donde llegaba una brisita bien agradable, la tomé de la cintura y acercándola a mí la estreché y empezamos a llevar el ritmo de la música. Conforme pasaron algunas piezas, ella misma me rodeo el cuello con sus brazos y se acercó a mi pecho, yo la apreté un poco más y le fui acariciando la espalda desde arriba hasta un poco de debajo de su cintura, y como mi fiel amigo ya andaba a media asta, más me pegué para que fuera sintiendo mi verga en su bajo vientre, ella lo sintió ya que subió su vista hasta encontrar la mía, cerró sus ojos y volvió a recargarse en mi pecho, esto lo tomé como una aceptación y ya abiertamente le repegué el animal y bajé más mis manos para sentir su culito y ella empezó a suspirar por lo bajo y con un de sus manos me empezó a acariciar el pecho por dentro de mi camisa.



Terminando esa tanda de música nos acercamos a nuestra mesa y apenas nos sentamos que le busco la boca para besarla y ella algo cohibida me respondió pero me dijo, sabes, me dá algo de corte aquí ya que luego me verán con mi familia y no sé... le dije si quieres vamos a otro sitio más discreto o si te animas nos perdemos a u lugar más privado, tu decides.



Ella tomó su copa y brindó conmigo, se mantuvo en silencio por un tiempo y como ya habían pasado varias horas, ya estaba cayendo la noche así que me dijo, mira, tengo que regresar a cerrar el local, si quieres espérame y vamos a otro lado.



Se paró y se fue, aproveché para pedir la cuenta y pasar al baño, con tan buena suerte que me pasaron una tarjeta de la gerencia con el sello en la cuenta de cortesía..



Esperé como 20 minutos y de pronto en el pasillo que se aparece Josefina, no lo podía creer, se había cambiado y vestía una falda recta y color melón a medio muslo, con un top blanco sin brasier, se le veían unas piernas buenísimas, nada flacas del tobillo y bien firmes, una cintura breve, con un abdomen casi plano y como ya lo había notado unas tetitas bien pequeñas pero paraditas a pesar de su edad.



Como resorte me paré y le dije, pero que guapa te ves, adonde quieres ir? Ella contestó, tú eres el anfitrión, donde quieras, al fin que ya me reporté a la casa, la noche es nuestra, le digo sale, pero no se vale rajarse. Tomamos camino a una bar discreto que conocía y nos dieron una mesa apartadita en una esquina, nos sentamos y luego de pedir una botella de vino blanco, me acerqué a ella y tomándole la cara la besé, ella sin evitarlo como que se quedó quieta, pero luego de unos segundos entreabrió la boca, con ello con mi lengua me abrí paso y ahora sí ella la recibió con la suya y conforme avanzaba con mi lengua, ella correspondía abriendo su boca y sacando su lengua al encuentro de la mía.



Así ya besándonos, le puse mi mano en el muslo y sentí como tenía perfectamente depiladas las piernas, después lo confirmaría ya que Josefina me comentó que se había hecho el depilado permanente a Laser y que rica sensación de sus piernas más que firmes casi musculosas, llegué hasta su tanguita, que apenas cubría su rajita, por encima le comencé a acariciar el montecito y conforme lo hacía, se iba humedeciendo así que le metí un par de dedos y continué con el movimiento circular, adentro y en su clítoris.



Josefina no se despegaba de mi, le fui besando el cuello y los lóbulos de sus orejas, ella estaba dando unos gemiditos bien ricos y sus manos me tomaban la cara y no paraba de besarme, cambié de mano y con la izquierda lapasé por detrás de su cintura y la fui bajando, ella misma levantó su cola y con ello metí la mano por debajo de su falda y apartándole la tanga le sobaba el canal de sus nalgas hasta su hoyito del culito, como lo sentí totalmente cerradito, creí que quizá lo conservaba virgen, ya veremos pensé, baje mis dedos hasta su cuevita ya más mojada y con esos mismos jugos regresé a su culito y empecé a darle un masajito en redondo por los pliegues de su colita y solo avanzaba con el dedo índice un poquito y más gemidos de Josefina,, ya como quería avanzar más y veía que ella se encontraba dispuesta le dije, que onda Josefina nos vamos a otro lado?, ella me contestó que sí pero que adonde? Le dije, como te había dicho estoy solo lo que resta del fin de semana, con reportarme hoy y mañana por la tarde estoy libre y tú, me dice, de momento yo alquilé una pequeña Suite amueblada pero como tarde o temprano vendrá la familia no quisiera despertar comentarios, por eso no te preocupes, tengo muy buena amistad con el Gerente de un Hotel bien padre y ahí la podemos pasar bien a gusto, pagamos y llegamos a dicho Hotel, mi amigo nos asignó una Suite con Jacussi en la terraza y el minibar de cortesía, nos manó un servicio de frutas y quesos, pusimos música suavecita y abrazados cerca de la terraza observando el panorama continué atrás de ella besándole el cuello y hombros, y acariciándole el abdomen y hasta los muslos, subiendo por dentro de la falda y con ambas manos acariciándole la pelvis, ella más se pegaba a mi verga con su culo y se movía a los lados, ya estábamos súper calientes y la fupi desnudando, hasta que solo le dejé la tanguita y ella se volteó y me fue desabrochando la camisa y el pantalón, quedé en boxer y por encima me acariciaba la verga bien sabroso, la cargué y la llevé a la cama, la tendí en ella y continué con mis besos y acaricias, llegando a sus pechitos, casi me cabía uno completo en la boca, pero tenía sus aureolas bien grandes y unos pezones medianos pero bien respondones, ya que se pusieron muy duros y jadeaba más fuerte, bajé con mis manos y boca por su abdomen, llegue hasta su tanga, que fui bajando y esta se quedó enrolladita en uno de sus tobillos, subí a su entrepierna y la fui besando hasta que abrió sus piernas y me clavé a su rajita, me la fui comiendo muy gustosamente, alternando entre ella y su clítoris que se había puesto bien durito y no paré hasta que ella me empezó a decir, que ricooooooo, ya estoy llegando,por favor no pares, me vengoooooooooo, me apretó la cabeza y mas me hundía en su entrepierna y yo seguí hasta que terminó con pequeñas convulsiones.



Ya que acabó me emparejé a su boca,la besé y como ya me había quitado el boxer le tallaba la entrada de su cuevita con mi verga que estaba bien dura, ella cerró las piernas y me jaló de las nalgas para que le siguiera tallando pero sin dejarla entrar, la sentí temblar otra vez y se vino nuevamente, aunque parecía frágil, me tomo por los hombros y antes de que me diera cuenta ya me tenía boca abajo y que se monta arriba de mis nalgas, sentí como se pegó a mi espalda y me dice en el oído, ahora si mi Rey, supiste despertar mi fuego, te voy a llevar al cielo, cierra los ojos y no te muevas...



Con un sentimiento de ansiedad cerré los ojos, percibí que casi quedo a oscuras la habitación y empezando por mis pantorrillas hacia arriba las manos de Josefina con alguna sustancia aceitosas se iban moviendo como en zigzag, y el ambiente se empezó a llenar de un aroma entre flores y dulce, además de la caricia que sentía Josefina alternaba pases muy suaves con otros más fuertes y como liberando de tensión cada músculo, llegó hasta los hombros continuó por los brazos y regreso hacia abajo y en mis nalgas se detuvo, comenzó a acariciarlas en forma circular, por dentro de mis muslos iban entrando más, yo mismo levanté las nalgas para que siguiera, estaba sintiendo algo diferente y desconocido, sentí como airecito, era ella misma que a sus manos agregó su boca y como que soplaba por donde pasaban sus manos y soltaba pequeños besos, ya mas directamente me empezó a besar y a darme lenguetazos rápidos por todo el canalillo de mis nalgas hasta llegar a mi orificio anal, le daba besitos y pequeños piquetes con la lengua, y al mismo tiempo había metido una de sus manos por debajo de mi abdomen y me estaba haciendo una paja de campeonato, puta madre!, en mi vida había sentido esto, una especie de calambre me subía desde el centro bajo de mi ser hasta el cerebro, era una sensación contínua, pero comencé a sentir que iba a eyacular y toma cabrón, que Josefina con su mano me aprieta la parte baja de la verga y mis huevos hasta que me pasó la sensación de venirme, se me bajó un poco la erección, nuevamente comenzó con el doble tratamiento y otra vez, casi llegando, el apretón y para abajo, esta madre me la hizó 4 o 5 veces seguidas, me estaba volviendo loco, como quiera hacía mis manos para atrás y poco pero alcanzaba a sobarle las nalgas y alguna veces hasta le tocaba su culo y más, ya que sentía la humedad que Josefina todavía tenía entre las piernas.



Ya no pude resistir más, me levanté bruscamente y al vuelo la pesqué y casi la aventé a la cama me subí en ella y le clavé la verga lo más profundo que pude, les comento que entre tanto manoseo y apretón sentía más hinchada la verga que nunca, ella pujó, me abrazo con piernas y brazos y luego de aproximadamente un minuto aflojó la presión y comencé a un mete y saca lento pero vigoroso, ella se acopló de inmediato al ritmo y luego de unos 20 minutos, empezó a emitir un gruñidito bajito, fue subiendo el volumen y lo grave, hasta que era como un bramido intenso, esto me puso más frenético si todavía cabe, me enderecé le puse sus piernas en mis hombros, la penetré y cambié el ritmo, se la metía hasta el fondo, la sacaba hasta el glande, le rotaba al meterla, en fin, todo el repertorio que me venía a la mente, Josefina no paraba de bramar, empezó a decir, ya,ya, yaaaaaaaaaaaaaa, me vengoooooooooooooooo, no la saques por favor, me vengooooooooooo, esto no paraba y yo también estaba por llegar, se lo dije y sollozando me decía, si, siiiii, papito, vente, dame todoooooooo, fue la locura, nos venimos juntos, casi me dá taquicardia, se los juro, casi encima de ella y me abrazó con las piernas y me decía, cuanto hace que no mecojían así, que bárbaro, yo le dije no mamé Josefina si aquí se cojieron a alguien fue a mí, nunca había sentido esto, nos besamos y ya más calmados nos abrazamos y caímos dormidos como criaturas.



Al amanecer, soy muy tempranero aunque me desvele, la empecé a acariciar y ella no despertaba, la puse boca abajo y comencé a tratar de darle el mismo tratamiento que ella me había dado en la noche, llegó el punto en que sin abrir los ojos, seguramente estaba despierta, levantó su culo y yo encontré el aceite que ella había utilizado, me lo embarré en los dedos y comencé a meterle de apoco unos y hasta dos en el culo, ella solo gemía por lo bajos, me calenté otra vez, con el mismo aceite me unté la verga y se la puse enla entrada de su culo, estaba por empezar a empujar, cuando muy quedito como ronroneando me dice oye papito, aunque no lo creas soy señorita por ahí, te pido que me loo hagas con mucho cuidado, eso me encendió más pero no me aloqué, ante ese aviso, la fui metiendo muy de a poquito, hasta con una de mis manos le abría mas el culito para entrar mejor, pero no paré hasta que sentí chocar mis huevos con sus nalgas, no me moví, sentía como horno su culo, además de que me apretaba como boa, pasaron fácilmente unos dos minutos y casi imperceptiblemente ella misma comenzó un pequeño vaiven, me acomodé mejor y fui siguiendo su ritmo y un poquitito más en cada empuje, esto nos volvió locos a los dos, al final casi me levantaba con su culo y yo parecía que la quería clavar al colchón en la bajada, estábamos escurriendo de sudor ambos, ya que además del calor de la intensa cogida, desde la noche anterior no habíamos prendido el aire acondicionado, no sé cuanto duró pero que rico me la cogí, al final ella ya había llegado dos veces antes de que ya no aguantara más y le solté dos chorros bien calientes de semen en su culito recién inaugurado,



Descansamos, nos aseamos, desayunamos en la terraza y hasta más allá de medio día la dejé en su apartamento.



Este fue el inicio de una aventura genial, ya que además de las sesiones de sexo exquisito que tuvimos, me adentró en algunas técnicas de masaje buenísimas.



Espero les haya gustado este relato.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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