Se encuentra en un gimnasio la compañera de Biblioteca, casualmente recibiendo un masaje porque esta toda estresada por una ardua y agotable semana de trabajo. Sintiendose aliviada por los masajes suaves como frescos recibidos por el contacto de las manos varoniles del masajeista; recorriendole desde su cuello hasta sus rodillas esta totalmente encuerada solamente cubierta los senos y su clitoris hacia bajo con una toalla.
El masajista le conversa lo importante del masaje en los musculos de nuestros cuerpos porque es causante de problemas musculares y a la veces problemas de salud; le contesta la compañera gracias por sus consejos personales como profesionales, nunca me imagine que sus varoniles brazos que me tranquiliza y destresa como suelta mis musculos agarrotados, sin que se de cuenta el masajista le vislumbra y no le quita los ojos de sus glúteos como muslos de sirena abriendola boca y sacandose la lengua recorriendo mojadamente por alrededor de sus labios con pensamientos lujuriosos acerca de ella.
Terminaron agradeciendole y teniendo una tarjeta con su telefono para cualquier otra cita para masajearse cuando lo necesite y se sienta estresada. Gracias, por toda su amabilidad como gentileza a cuidar mi cuerpo y mi mente, respondiendole con todo el gusto lo hagos ese es mi trabajo para servirle en lo que se le ofrezca y algo más señorita.