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Categoría: Fantasías

Más que amigos

Hola, qué tal, me llamo María Concepción, pero todo el mundo me llama Machi (es de mi infancia) y tengo 18 años, soy de un pequeño pueblo de la provincia de Burgos.



Hace un tiempo tuve una experiencia muy negativa con un chico, pues después de engañarme durante tres meses, me chantajeó cuando me enteré, teniendo que satisfacerle en sus deseos sexuales, perdiendo mi virginidad obligatoriamente... desde entonces no he podido besar un chico siquiera pues tengo miedo de todos los que se me acercan... tengo un miedo espantoso.



Bueno, pues hará un par de semanas, conocí a un chico muy simpático, no muy guapo, pero muy... especial, él se llamaba David, lo conocí mientras estaba en una excursión que hice con el instituto en el que estoy a una emisora de televisión, (pues él trabaja de cámara allí).



Ayer viernes lo vi, así de casualidad, mientras yo compraba en un pequeño comercio de mi localidad, es estaba ahí, vestido con ropa de entre semana, con un chándal blanco y azul, llevaba unas gafas de montura fina, me fijé porque detrás de ellas vi los mejores ojos que había visto nunca, eran marrones, y grises y amarillos a la vez, incluso me fijé que tenía una marca en el ojo derecho, esos ojos me miraron de una forma muy sensual, como desafiándome a algo.



Me acerqué tímidamente, casi sin quererlo, y le dije:



- Hola, qué tal -(seguro que ni se acordaba de mí, pues yo no soy una chica muy especial, soy castaña de un metro sesenta y cinco, pelo oscuro, aunque mis atributos sexuales no eran "tan pasables" a simple vista, pues tengo bastante pecho y buen culo)- soy María Concepción, de la excursión del Colegio San Jaime, ¿te acuerdas de mí?.



- Cómo no me voy a acordar de ti -(Dijo con una gran sonrisa en la boca)- si casi te cargas media redacción al tocar lo que no debes. - Me fastidiaba admitirlo, pero era verdad, pues soy algo torpe... y bastante alocada, ya que a quién se le ocurre tocar lo que no debe... pues a mí jejeje .



- ¿Quieres venir a dar una vuelta conmigo mañana? -( me dijo sin perder esa maravillosa sonrisa de su boca)- si...quieres quedamos en la puerta de aquí a las seis. - No... puedo, tengo que estudiar para sacarme el carnet de conducir -(buena excusa, pues no me atrevía a salir con ese chico)- aunque... -(dije al fin) ahora tengo tiempo para hablar contigo.



- Ok, vamos a tomar algo -(respondió, mientras se le iluminaba la cara)-



- Va....le -(no estaba segura de lo que había dicho, pero no me quedaba otra opción).



Fuimos al bar que había en la calle de enfrente, un bar muy viciado por el uso, y que a estas horas, se encontraba casi vacío. Empezamos a hablar de muchos temas, por más que buscaba siempre había algo de que entendía, fuera lo que fuera, entonces se me ocurrió decirle que mi ordenador estaba roto, y... que no imprimía mi impresora (mi mejor idea en la vida). Él se ofreció a ayudarme, me dijo que si se podía pasarse por mi casa y miraría a fondo el ordenador e impresora.



Llegamos a mi casa, le acompañé a la sala del ordenador, donde se quedó mientras yo me cambiaba de ropa y me ponía más cómoda (me puse mi pijama azul, y una bata verde por encima.



Entré a la sala del ordenador y lo encontré ahí metido en acción, muy entretenido, borrando unas cosas, ordenando otras... mientras que la impresora, la arregló en un pis-pás simplemente cambiándole el cartucho de tinta, que estaba en mala posición. Yo le di las gracias, y... sin querer, al oír su melancólica y dulce voz... me había excitado, y fue cuando él se acercó a mí, al sentir su caliente aliento, cuando decidí besarle, una fuerza más fuerte que yo, me obligaba, me sentía forzada ha hacerlo, no tenía otra opción. - David -(le dije con la voz entrecortada) bé...same.



- Esto... ¿lo dices en serio?... yo te iba ha decir lo mismo. - Me acerqué a su boca tímidamente, y me fundí con ella, fue un beso muy largo e intenso, en el que casi no me dejaba respirar, él besaba muy bien, y mientras estaba en acción, mi cuerpo fue presa de él...



Me llevó su boca a mi oreja, y empezó a chuparla, delicada y suavemente, mi cuerpo se empezó a calentar, me sentía muy excitada pero... casi se me había olvidado que estaba con el periodo... Ya no podía parar, yo quería más, solo que me chupase la oreja no me bastaba... lo senté en una silla, y empecé a rozarme con él, que seguía chupándome, entonces le dirigí mi mano a uno de mis pechos, dejándolo atónito, pues él nunca...



Noté que su miembro estaba muy duro, porque mientras yo me rozaba se me clavaba ahí... seguimos, noté que su respiración se cortaba mucho, y a mí me salían unos gemidos.... qué no sería capaz de hacer si... fingiese, estaba disfrutando en serio.



Él metió mi mano entre mi ropa interior, acompañada de la suya, aunque yo manchase... a él no le importaba, o por lo menos eso demostraba. Me tocaba, y yo disfrutaba... era la primera vez que tenía esa maravillosa sensación, quería sus dedos, su boca... a él, yo estaba... disfrutando, me mordía ahora los pechos, sin lastimarme siquiera, no me hacía daño, era una mezcla de sensaciones... algo indescriptible.



Al cabo de unos instantes, yo noté que mi cuerpo se encogía, los gemidos me resultaban fuertes, había tenido el primer orgasmo con un chico en mi vida... era totalmente distinto a las veces que yo me había masturbado con el grifo del agua de la ducha...



Cuando todo pasó, él me dijo que tenía mucha prisa (antes me había dicho lo contrario), y que se tenía que marchar, se vistió y desapareció por la puerta dejándome satisfecha y muy cansada, e iba a dormir, cuando encontré una nota en mi cama, en la que decía:



A ti que eres la estrella inalcanzable Para que el brillo de tus ojos No se apagué jamás David



Sólo un instante de leerla entraron mis padres por la puerta, que venían con mi hermano de casa de mi abuela, extrañamente no me dijeron nada, pues yo no llevaba el pijama azul, sino la ropa de cuando había entrado a casa, y en mi mano... tenía la bolsa de la compra.



En cuanto a David, pues no lo volví a ver en mi vida, fui incluso a la televisión a buscarlo, pero allí no había ningún David, había desaparecido para siempre, y desde entonces estoy buscando a esa persona, estoy buscando a David. FIN


Datos del Relato
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