Como les conté en el relato anterior, tenía relaciones sexuales con mi mejor amiga...
Bueno, esto que les contaré a continuación sucedió un día que Alejandra me invitó al almorzar y a pasar la tarde con ella.
Almorzamos y nos fuimos a ver televisión. Aun llevabamos el uniforme del colegio.
Al rato después, la madre de Alejandra nos fue a decir que apagaramos el televisor y nos pusieramos a estudiar inmediatamente, pues al día siguiente teniamos un exámen.
Sin ninguna intención de estudiar, Alejandra trajo su libro de historia y se sentó a mi lado en el sofá a leer en voz alta. Aunque está no es forma de estudiar, la madre de Alejandra por fin se quedó tranquila. Yo tenía la cabeza apoyada en su pecho y de pronto su lectura me comenzó a excitar... Miraba sus labios, como articulaban cada palabra, esos carnosos y exquisitos labios. Me comencé a mojar, Alejandra me miró, me sonrió y comenzó a pasear sus manos en mis muslos. Los acariciaba con sensualidad y delicadeza, sin dejar de leer el aburrido libro de historia.
De pronto, apareció en el living la madre de Alejandra. Me separé inmediatamente y me puse muy nerviosa. Pero ella no nos vio, siguió caminando hasta que llegó a la puerta, donde se detuvo y nos dijo "Por favor estudien, niñas! Ahora que tengo que ir a trabajar... portense bien y estudien que no quiero malas calificaciones!"
Le dijimos que no se preocupara, y luego se fue cerrando la puerta tras ella.
Entonces respiré aliviada.
Alejandra me besó en los labios, comenzaron a jugar nuestras lenguas y me mojé mucho.
Ella acariciaba mi espalda y mis muslos por debajo de la faldita del colegio.
Me separé de sus labios y le saqué el sweter. Luego le desabroché la blusa y comencé a lamer su estomago por alrededor de su ombligo. Ella se sacó la blusa, sin sacarse la corbata del colegio.
Yo seguía lamiendo su estomago, algo que la ponía mucho, y ella se quitó el sujetador y luego comenzó a tocar sus senos.
Subí y se los lamí, mordí sus pezones y los chupé. Ella jadeaba. Su respiración se aceleraba cada vez más.
Dejé sus senos y me quité el sweter, la blusa y el sujetador, con su ayuda, quedando igual que ella. Ambas con la corbata y la falda.
Ella se quitó los zapatos y se abanlanzó contra mí. Me besó, con exquisitos besos calientes y excitantes, mientras tocaba todo mi cuerpo.
Fue bajando, como siempre lo hacía, e hizo el recorrido por mis pechos, estomago, hasta finalmente llegar hasta arriba de la faldita. Cree que iba a quitarmela y me acomodé para que pudiera hacerlo, pero sólo me quitó las braguitas, abrí bien las piernas y comenzó a mamar mi vagina con maestría con la faldita puesta.
Yo estaba al borde del orgasmo, cuando me metió su dedo indice, que salió empapado por mi jugos y lo llevó hasta mi ano, acariciandolo y mojandolo. Nunca había echo esto. Lo que me excitó mucho más.
Volvió a meter su dedo indice en mi vagina y lo llevó de nuevo a mi ano. Y así sucesivamente y mi agujerito comenzó a ceder y a abrirse cuando llegué al orgasmo y me mojé como nunca, soltando mucho liquido. Ella metió su mano en mi vagina y la llevó a mi ano, sin darme tiempo para recuperarme, me quitó la falda y metió lentamente su dedo indice en mi ano, pero no pudo, sólo metió la punta- algo que me dolió bastante- así que bajó la cabeza y la hundió entre mis nalgas. Lamía alrededor de mi ano, haciendo circulos, hasta que paró y metió todo su dedo de un sólo golpe. Yo grité de dolor. Pero ella lo sacó y lo volvió a meter con la misma violencia. Yo gritaba. Sentía algo dificil de explicar. Era muy doloroso, pero excitante a la vez. Como es la primera vez, pero este dolor no se comparaba, era mucho más.
Y metía y sacaba su dedo, hasta que me acostumbré y comencé a disfrutar. Mientras lo metía y lo sacaba a gran velocidad, metió su cabeza entre mis piernas y chupó mi vagina. No duró mucho tiempo, me vine casi enseguida. Ese fue el mejor orgasmo que tuve jamás.
Ella se tiró encima mío, dejando su cara en mi pecho.
Yo comencé a masturbarla, lentamente, hasta que se hizo a un lado, y me pusé sobre ella.
Le quité la faldita y chupé su vagina salvajemente, con rabia, creo porque me había causado tanto dolor. Mordì su citoris muy fuerte, ella dio un grito. Le metí tres dedos de la mano derecha y como pude, la mitad de dos de la izquierda. Ella gritaba muy fuerte, lo que me excitaba. Luego chupé otra vez su vagina, ella se vino en mi cara, la chupé muy bien y ella me dijo con voz muy agitada que le chupara el ano. Algo que me daba mucho asco, por lo que le dije que no. Ella me dijo que era exquisito y por la calentura acepté y comencé a lamerle el ano, aunque con asco, mientras me masturbaba y Alejandra también, hasta que ambas nos vinimos otra vez.
Me tiré, exausta, a su lado, y quedamos ahí por mucho rato, las dos acostadas en el sofá, denudas, sólo con la corbata del colegio y las calcetas.
Hasta, se me ocurrió mirar la hora. La madre de Alejandra estaba próxima a llegar a casa, por lo que me paré, fue al baño a asearme y me vestí de nuevo.
Alejandra hizo lo mismo y nos sentamos en el sillón, de la misma forma que cuando "estudiabamos", fui a buscar mi cuaderno, y lo dejé sobre la mesa.
Comenzamos a hablar sobre el sexo anal, hasta que llegó su madre. Justo cuando sonó la puerta, como que se estaba abriendo, tomamos los libros e hicimos como que estudiabamos de nuevo.
"¿Han estado toda la tarde estudiando?", fue lo primero que dijo la mamá de Alejandra.
Nosotras le sonreimos afirmativamente, y ella nos dijo que tendría que ir más seguido cuando hay exámen, ya que Alejandra nunca estudiaba.
Imaginense como nos fue en el exámen al día siguiente...
Pero al menos, vivimos una nueva y linda experiencia.
Espero sus comentarios, de ellos depende que siga escribiendo.
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