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Categoría: Infidelidad

MAS DE LA INFIEL

¡Tuvieron que pasar cinco años, cinco largos años para que volviera a verla!



Johana estaba de vuelta en México después de estar en París y Londres, ahora con 29 años de edad, lucia más hermosa que nunca, la mentalidad de ella ahora era más liberal, inmediatamente llego a México me contacto por medio de Facebook.



J: ¡Hola Luis, como estas, ya hace tiempo sin saber de ti! Oye mañana llegare a México, ¿podemos vernos en Coyoacán?



Ese fue el mensaje que me dejo en Messenger, al leerlo no lo podía creer, tarde más en contactarla que en lo que ella me mensajeó, obviamente le dije que sí, que la vería en aquel bar donde la pasamos muy bien.



Llegue puntual a la cita al entrar al bar una mujer de cabellera rubia con un minivestido verde, unas tetas enormes y un trasero riquísimo se paró frente a mí y me abrazo.



J: ¡Luis, que emoción, que milagro!



L: ¿Jo… hana? ¿Eres tú?



J: ¡Si soy yo, jajá, ahora soy rubia!



L: ¡Estas espectacular!



J: Gracias, ¡tú también maduraste mucho!



Las miradas deseosas invadían la mesa, ella me abrazaba me pegaba los pechos, yo con mucha confianza acariciaba sus torneadas piernas, me sentía con suerte de que un monumento de mujer me haya citado para conversar y tenía que aprovechar



L: ¿Y se puede saber para que me citaste guapa?



J: ¡Jajá, pues quería verte!



L: ¡Que linda, pero algo me dice que otra cosa también!



J: ¿Jajá tú crees?



L. Una corazonada jajá!



Nos miramos fijamente y empezamos a besarnos, nuestras lenguas se enredador cual nudo, mis manos acariciaban la cintura bajando pro sus caderas y llegando a sus piernas, Johana me apretaba la entre pierna, ¡nos perdimos totalmente!



L: ¡Vámonos de aquí!



J: ¡Estaba esperando que me dijeras eso!



Salimos del bar y nos instalamos en un hotel cerca de ahí, inmediatamente nos lanzamos a la cama, yo tome la iniciativa quitándole su vestido y lamiendo su hermoso cuerpo.



Mi lengua pasaba desde sus pies, subiendo por sus piernas su cadera, su abdomen, lamiendo fuerte sus tetas por encima de su brasear, su cuello, su boca e incluso sus ojos y orejas, quería probar cada centímetro de su cuerpo, su olor, su sabor, todo estaba exquisito.



Baje su tanga para oler su rica concha depilada y estremecida pro mis besos, comencé a acariciarla con mis dedos, esos labios vaginales eran magníficos, abrí un poco su vagina e introduje mi lengua, como gato comencé a lamer es tesoro, ella me acariciaba la cabeza, gemía, ¡me apretaba para que no dejara de mamarle su burrito!



J: ¡Agh, que rico!



L: ¡Hermosa concha, sabe delicioso!



J: ¡La chupas riquísimo!!



L: ¡Nena me enloqueces!



Me quite la ropa y deje mi verga bien para lista para ella, nos acomodamos en un perfecto 69, sus mamadas eran espectaculares, succionaba totalmente mi verga mientras la masturbaba con sus tetas, la mordía, jalaba mi cuero, ¡chupaba desesperadamente desde mis testículos hasta mi cabeza!, luego la metía hasta lo más profundo de su boca! Por mi parte con mi lengua enrollada le follaba la vagina, le apretaba el clítoris el cual ya tenía inflado, sus fluidos de excitación sabían deliciosos, apretándole sus nalgas les daba ligeras mordidas a los labios vaginales, la experiencia de ambos era notoria, ¡nos estábamos trabajando espectacular!



J: ¡Papacito que rico trabajas!



L: ¡Te has vuelto más experta!



J: Si, ¡aprendí mucho en Europa!



L: Jajá, ¡que rico!



J: ¡Pero nadie me ha cogido como tú y antes de cualquier cosa quería tenerte en mi!



L: Pues prepárate nena, ¡que ya te voy a meter mi amiguito!



J: ¡Uhm, si!!!



Ella acostada abrió sus piernas y me guio hacia su húmeda vagina, la ensartada se sintió magnifico, mi verga entro casi por completo, me agaché a besarla y empecé a moverme despacio, quería sentir su vagina, como apretaba mi verga, esa sensación era magnifica, aprovechaba para acariciarle las nalgas, mamarle las tetas y morderle el cuello, ¡me estaba deleitando con ese manjar!



La puse de lado, levantando una de sus piernas la puse en tijera y sin moverme de mi lugar la ensarté así, le besaba los pies, le daba de nalgadas, en esa pose se sintió aún mejor, me apretaba delicioso, movía su cadera par apretar más mi pene, me encantaba morderle los chamorros carnoso, ¡sus quejidos me la ponían más dura!



J: ¡Ah, papi, así, que rico!



L: ¡Corazón, uh, ah, que rico!



J: Dame más, ah, mi vida, ¡dámela rico!



L: ¿Te gusta nena? te gusta mi verga?



J: ¡Me encanta!!!



La volví a poner de frente y levante sus piernas pegando sus pies a mi cara, me incline hacia atrás y se la deje ir toda, apoyándome en sus pantorrillas tomaba impulso para mover fuerte mi pelvis, mis penetraciones eran duras pero rica para ellas, ella también movía su cadera, le besaba los pies, le mordía las pantorrillas, ¡era una verdadera delicia estar con ella!



Me acosté y ella subió a cabalgarme, se movía rápido y fuerte, me apretaba fenomenal mi palo, sus tetas brincaban al ritmo de sus cabalgadas, el apretaba el cabello porque me encantaban los gestos que hacía, se agachaba para besarme y mover más rico su cuerpo, dejando solo entrar la puntita de mi verga, eso me hacía gemir rico.



L: ¡Mamita, uff!



J: ¡Ah, nene, que duro!



L: ¡Muévete, me encanta, que rico!



J: ¡Goza papi, goza!!



Johana se había convertido en una bomba sexual, la primera vez en la banquita de Coyoacán había sido fenomenal, pero esta superaba por mucho lo sentido esa vez.



Se puso en cuatro, un enorme y rico trasero con forma de corazón estaba listo para mí, líquidos escurrían por sus carnosos muslos, abrí sus nalgas y puse mi dura verga en medio, me masajeaba con sus carnosas carnes apretando fuerte.



L: ¡Que ricas nalgas!



J: ¡Son tuyas rey!



Abrí sus nalgas y empecé a ensartársela, ¡pero en su ano!



Ella se agacho totalmente dejando bien abierto su culito para que mi verga entrara mejor, el apretado ano me estaba lastimando un poco, ¡pero conforme entraba eso desaparecía!



L: ¡Guau, que culo!!!



J: ¡Papi, despacito, aj!



L: ¡Eres fantástica, que rico es cogerte!



J: ¡Cógeme papi, coge a esta hembra!



Mi verga entro un poco más de la mitad, empecé a moverme suave, el mete y saca era delicado, su culo apretaba magnifico, le apretaba las tetas y me empujaba par que le entrara aun un poco más.



Le daba de nalgadas, sus duras nalgas rebotaban en mi pelvis, el ruido se convertía en una perversa música, su culo apretaba magnifico ella gemía como loca, también se movía, ¡se empujaba hacia mí para ser empalada al máximo!



L: ¡Johana, mi amor que rico!



J: ¡Mas, dame más, me gusta por ahí!



L: ¡Que rico culo, agh!!



J: ¡Métemela, más duro, soy tuya!



L: ¡Que zorra, pídeme por el culo, pídeme!!!



J: ¡Mas papi, dame por mi culo!!



L: ¡Toma nena, agh!!



La embestía fuerte, mi verga ya entraba por completo, ella hacia como perra, aullaba por el dolor y placer de tenerme en su ano, le daba fuertes nalgadas, mis embestidas la tiraron boca abajo, ahí tomándola del cabello cual, si fuera caballo me moví con toda mi fuerza, parecía que vomitaría en cualquier momento, ¡pero no se detenía al contrario más duro le daba!



L: Perra, que rico, ¿me detengo?



J: ¡Auch, no! ¡No pares, aunque duelas, no pares!



L: ¡Eso nena, eso!



J: ¡Más duro, así, que rico, agh!!



Que rico era estar sometiéndola así, sus cabellos rubios ya arruinado por mis jalones, sus nalgas todas rojas, ¡Johan estaba recibiendo la cogida de su vida y yo estaba teniendo unos de los mejores sexos de mi vida!



¡La volví a poner en cuatro y la embestía duro, su culo ya estaba súper rojo de tanto tallón, su vagina ya había expulsado fluidos por la excitación, la había sodomizado por el ano, pero aun las cosas no terminaban, ella ya había tenido un orgasmo que la hizo mojar toda la cama, su clítoris parecía que estallaría y el éxtasis la hacía empalarse sola en mi verga!



L: ¡Mami que rico!



J: ¡Ah, ay, ay, más, más, aunque duela, no lo saques!!!



L: ¡Que rica perra, y que sabrosa estas!



J: Soy tuya papi, ¡soy tuya!!!



¡Poco a poco mis testículos empezaron a inflarse, la presión de su culo en mi verga empezó a hacer el efecto del pre orgasmo, la tomé de las nalgas y la empecé a embestir con toda mi fuerza, nuestros gemidos se oían hasta afuera, fue entonces que, en el movimiento más duro, mi leche salió expulsada a una fuerte velocidad y presión, su culo era inundado por mi semen caliente, ella también tuvo otro orgasmo, ambos estábamos en la gloria!



L: Johana, ¡dios mío!



J: ¡Luis que rico, eres el mejor!



L: ¡Toma mi leche!!



J: ¡Si, agh, que rico!!



Después de tener un magnifico orgasmo, Johan me dio unas mamadas para limpiarme mi verga, el verla empinada con el ano súper abierto y rojo de tanta verga que le di, me hizo sentir orgulloso.



Cogimos un par de veces más, pero esta vez más normal, nos corrimos una y otra vez, una vez terminada la sesión ella se despidió de mí y me dijo que quería tener sexo conmigo porque se casaría, yo sonreí y le dese suerte en su matrimonio y me ofrecí por si algún día necesitaba otra sesión como esta.


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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