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Transcurría un día más de trabajo en la oficina de Marta cuando recibió una llamada
Hola mamá
Hola hijo, ¿cómo estás?
Bien mamá. Te llamo porque va a venir un viejo amigo mío y no tiene donde quedarse, entonces quería consultarte
Pues… no sé amorcito, decídelo tú que yo te apoyaré
Está bien mamá, entonces le diré que venga y se quede en mi apartamento un par de días
Como quieras, cuídate
Colgó ella el teléfono y tras apenas un par de horas llamó nuevamente mi primo y le dijo que su amigo de infancia llegaría el viernes de aquella semana. Sin tardar, Marta fue a darle la noticia a su esposo a quien le fue bastante indiferente la información.
Llegado el viernes, la madura nuevamente recibió una llamada de mi primo quien le dijo que a la 1 de la tarde recogería a Felipe, su amigo y lo llevaría al apartamento, a lo que ella le dijo que ese mismo día los visitaría. Casi a las 3 de la tarde, Marta fue a la oficina del viejo y le dijo que la acompañara al apartamento de su hijo, a lo que el viejo se rehusó en un principio pero terminó cediendo y una hora más tarde salían rumbo a aquel lugar.
Dado que Marta tenía llaves del apartamento, pudieron entrar sin avisar, y encontraron tanto a mi primo como a su amigo charlando en la sala animadamente. Ella se llevó una gran impresión con la belleza del chico, pues su cara era absolutamente bella, ojos color miel profundos, sonrisa perfecta, además, se notaba que tenía su cuerpo ejercitado a pesar de no ser demasiado musculoso. La madura y su esposo se acercaron a donde estaban departiendo los jóvenes, quienes se pusieron de pie y mi primo les dijo
Hola, ¿cómo están?, no los esperaba tan temprano
Hola amorcito
Felipe le presento a mi mamá y a su esposo
Mucho gusto señor
Mucho gusto -respondió el viejo-
Mucho gusto señora
Mucho gusto y dime Marta
Bueno Marta, es usted mucho más linda de lo que pude haber imaginado
Muchas gracias, tú eres muy guapo también
Date una vueltita –el joven la agarró por la mano y ella dio una vuelta dejando que el joven la analizara de arriba abajo-
Y, ¿cómo estoy?
Está usted buenísima señora
Claro que sí, por eso es mi esposa –dijo el viejo agarrándole la mano-
No lo dudo, se nota que tiene usted muy buen gusto –dijo Felipe mientras le sonreía a Marta-. Su esposa es muy linda
¡Qué jovencito más coqueto!
Lo que pasa es que desde pequeño me enseñaron a decir la verdad
Mejor pasen y nos tomamos algo –dijo mi primo-
Se sentaron los cuatro en la sala, los tres hombres bebiendo una cerveza mientras la madura tomaba un jugo. Hablaban muchas cosas y Felipe no desperdiciaba oportunidad para mirar y sonreír a Marta quien le correspondía también con una sonrisa tímida Terminada su bebida, el anciano se levantó y dijo a Marta
Vamos amorcito
Está bien. Hasta luego –dijo ella despidiéndose de los dos jóvenes-
Adiós mamá
Hasta luego Marta –dijo Felipe acercándose y dándole un beso en la mejilla a la madre de su amigo-
Marta salió con su esposo hacia su casa y al llegar allí el viejo le dijo
Que muchachito más atrevido
¿¿Quién?
Pues el amiguito de tu hijo
A mí me pareció muy amable
Por lo mismo, muy amable contigo. Si así fue estando yo, no me puedo imaginar qué haría si yo no estuviera
No digas tonterías, es solo un jovencito
Sí, pero ustedes se la pasaron sonriéndose toda la conversación
A mí él me pareció muy amable y lo hice solo por eso
Por lo que haya sido, bastaba ver cómo te observaba ese jovencito
Yo no vi nada malo
Casi te desnudaba con la mirada Marta
No te preocupes, es solo un muchachito
Marta siguió con sus labores y no dejaba de pensar en tan apuesto muchacho que tenía la misma edad de su hijo. Al siguiente día, sábado, se levantó y salió hacia la oficina junto a su esposo pues tenía trabajo represado y pensaba adelantarlo. Se colocó un vestido que constaba de una chaqueta y un pantalón azul oscuro, una blusa blanca debajo y zapatos de tacón, nada espectacular. Casi a las 3 de la tarde, ella terminó su trabajo y pasó por la oficina de su esposo diciéndole
¿Te demoras?
No, ya casi termino
OK, entonces te espero y vamos a casa
No Marta, hoy me voy a encontrar con unos amigos en el club y no puedo acompañarte, si quieres ven conmigo
Ni loca, luego tú te vas con tus amigos y termino sola como siempre
Si tú lo dices
Espero que no te demores, yo voy a saludar a mi hijo y luego voy a mi casa
Está bien
Marta salió de la oficina del anciano tirando la puerta con fuerza, tomó un taxi y se dirigió al apartamento de mi primo con la intención de saludarlo y pasar un rato con él. Eran casi las 3 de la tarde y Marta abrió la puerta del apartamento e ingresó a él encontrando a mi primo y le dijo
Hola hijo
Hola mamá, ¿qué haces acá?
Vine a visitarte porque mi esposo se fue con unos amigos, ¿acaso te molesta?
No mamá, para nada, solo que voy de salida con Felipe porque vamos a visitar unos amigos que hace mucho tiempo él no ve
Entiendo, entonces paso otro día
Hola Marta –dijo Felipe quien venía de un cuarto y se dirigió a ella para darle un beso en la mejilla-
Hola Felipe ¿cómo estás?
No tan bien como tú pero no me puedo quejar
Muchas gracias, tú también te ves bien
Los dejo un momento mientras recojo algunas cosas y enseguida vuelvo –dijo mi primo-
Tranquilo hijo.
¿A qué pasabas, a saludarme?
No seas bobo, vengo de la oficina a saludar a mi hijo
Bueno si no venías a saludarme al menos me conformo con verte
Listo mamá, ya estoy listo así que nos vamos –interrumpió mi primo quien regresaba a la sala-
¿Nos acompañas? –dijo Felipe a la madura-
No, vayan ustedes que yo no tengo nada que hacer allá, mejor yo me quedo un rato más acá
Está bien mamá, adiós
Adiós muchachos
Los jóvenes salieron por la puerta y Marta se fue hacia su cuarto a mirar un poco de TV. Tras casi media hora, y al no encontrar algo interesante para mirar, iba hacia la cocina a prepararse algo de comer. En el camino a la cocina encontró el cuarto de Felipe entreabierta y decidió echar un vistazo. El cuarto estaba ordenado y estaba su ropa y un portátil que sin duda era del joven. Sin más, ella retomó su caminó y empezó a prepararse un sándwich. Volvió a su cuarto y se comió lo que había preparado acompañándolo con un poco de gaseosa. Ella seguía buscando algo para mirar en TV y no lo encontró, así que tras pensarlo un poco decidió ojear el portátil del amigo de su hijo.
Ella regresó al cuarto del invitado, tomó el PC y lo encendió. Nada extraño. Revisó algunos de sus archivos que seguramente serían de su universidad. Luego pasó a las fotos encontrando algunas de él sin camiseta que le impresionaron bastante debido al marcado torso del muchachito. Ahora ella abrió el reproductor de medios ye indagó la música que él tenía, sin hallar nada especial. Luego miró sus videos y encontró al menos 30 videos de porno de mujeres vestidas de tacones y medias veladas follándose unas pollas de dimensiones importantes. Sin duda, el jovencito tenía algún fetiche con estas prendas de vestir. Luego de ellos había una grabación casera donde una jovencita de no más de 20 años fornicaba con un pene que al parecer era más grande de lo normal, pero ni el audio ni la imagen eran muy buenos (al parecer fue grabado con un celular) así que ella no pudo saber si aquel pene era de Felipe, así que intentó comprobarlo buscando la ropa interior del joven. Ella husmeó en sus gavetas hasta encontrar sus bóxer, eran un poco más grandes que los de su hijo pero aún no le decían nada. Ella entonces abrió otra gaveta y bajo la ropa encontró tres condones obviamente sin usar, los observó y se sorprendió al encontrar que eran talla XL. Ahora su calentura aumentaba, así que grabó las fotos del joven sin camisa y el que al parecer era su video en una memoria que llevaba. Dejó el cuarto tal como lo encontró y salió disparada hacia su casa con una excitación tremenda.
Ya en su casa, buscó su portátil, abrió los archivos que traía del PC del joven y empezó a tocarse los senos sobre la ropa. Se sacó la blusa y el sostén para ahora tocar mejor todo su torso haciendo especial énfasis en sus tetas y pezones. Luego y sin perder de vista las imágenes del joven, metió como pudo sus dedos bajo el pantalón rozando su clítoris. Abrió su pantalón y ahora sí metió la mano bajo su tanguita estimulándose el clítoris con gran habilidad. Ella escuchaba los gemidos de la joven al comerse aquel falo y no paraba de estimularse hasta que escuchó su celular y contestó
Hola
Hola mi amor ¿cómo estás? –dijo el viejo-
Aburrida
Para eso te llamo. Yo me demoro un buen rato y quería saber si te animas a venir
Ni loca
Si no vas a venir entonces no me esperes porque yo aquí me demoro un buen rato
Ella le tiró el teléfono furiosa, y siendo casi las 7 de la noche llamó a su hijo
Hola hijo ¿cómo estás?
Hola mamá
¿Dónde están?
En la casa de un amigo bebiendo un poco
¿Se demoran mucho?
Yo creo que sí mamá
Te quiero decir que esta noche me quedo en tu casa
¿Por qué mamá?
Después te cuento
Pero hoy yo voy a salir con mi novia y no sé si llego a casa
No importa, me quedo sola –dijo ella y miró el video nuevamente- ¿Felipe no viene hoy tampoco?
No sé mamá, él mañana se devuelve a su casa y no sé si quiera salir hoy
Pásamelo por favor
Está bien
Hola –dijo Felipe-
¿Felipe?
Sí, con él
Hablas con Marta, la mamá de xxxx
Hola hermosa
Te quiero hacer una pregunta
La que quieras linda
¿Tú vas a salir hoy con mi hijo y la novia?
No sé ¿por qué?
Porque me voy a quedar en el apartamento de mi hijo y él me dijo que se iba y pues yo no me quiero quedar solita
Tranquila mi amor, si es por eso no te preocupes que yo me quedo contigo
Muchas gracias Felipe, no sé cómo agradecerte.
Tranquila que algo se nos ocurrirá
Eso espero
A las 9 estoy en el apartamento, si llegas antes me esperas
Tranquilo. No sé cómo pagarte, en serio –decía Marta con su mano nuevamente entre su concha e imaginándose lo que podría hacer con aquel joven-
Con solo verte estoy satisfecho
Marta bastante excitada y con su vagina bastante mojada, decidió darse un baño durante el cual también aprovecho para tocarse un poco. Ya fuera de la ducha y aún con gran calentura empezó a vestirse. Primero se colocó una tanguita y un sostén negros, con suficientes transparencias como para adivinar los pezones de la caliente madura. Acto seguido, empezó a buscar en su clóset el mejor vestido que se podría colocar y tras mirar uno por uno los vestidos, al fin se decidió. Se colocó un vestido color crema bastante suelto que quedaba casi en la mitad de su muslo y con un generoso escote en el frente que si ella no se cuidaba llegaba a mostrar parte de su sostén. Luego se calzó unos zapatos de tacón plateados con una correa que se amarraba en sus tobillos. Por último, se colocó un par de joyas y se maquilló.
Ya se veía espectacular, pero ella iba preparada para todo, así que en una pequeña maleta alistó otro juego de ropa interior, liguero y tres pares de medias veladas, una pijama muy pequeñita y transparente, un babydoll y un par de mudas de ropa para el otro día, ya que se quedaría en el apartamento de su hijo. Marta escribió una nota a su esposo donde le decía que estaría en el apartamento de su hijo y volvería hasta el otro día, se colocó un sacó negro, tomó la maleta y se subió a su carro para ir al lugar donde se quedaría aquella noche.
Eran las 9:12 de la noche cuando ella llegó al edificio. Dejó su carro en el parqueadero, tomó su maleta, su bolso, subió por el ascensor, abrió el apartamento y entró. Ella no vio a nadie aunque la luz estaba encendida, así que fue a su cuarto, dejó sus cosas, se quitó el abrigo y regresó a la sala donde ya se encontraba Felipe quien la saludó
Hola, te ves preciosa –dijo el joven-
Hola, muchas gracias, tú también te ves muy bien –él vestía un jean azul, unos tenis y una camiseta suelta-
Que pena no haber estado cuando llegaste
Tranquilo, bastante haces no dejándome sola esta noche
No hace falta, a una mujer tan linda no sería capaz de dejarla sola
El joven se sentó en el sofá y ella en una silla de la sala cruzando la pierna y dejando ver a su acompañante una buena parte de su muslo. Se pusieron a hablar y el joven no podía evitar mirar las torneadas piernas de Marta quien lo notaba y no hacía nada por evitarlo. Luego, Felipe le ofreció algo de beber y ella aceptó un vaso de agua, el cual el joven le llevó sin demora y ella intencionalmente se inclinaba a la mesa por el vaso haciendo que su vestido cayera un poco y el adolescente pudiera ver su pecho. Tras un par de movimientos de Marta, su escote cayó un poco y se veía buena parte del sostén de ella, tras lo cual se sentó en el sofá muy cerca de él quien le dijo
Créeme que si no fueras la mamá de mi amigo, ya había intentado algo contigo
Eres encantador
¿Te acuerdas que me dijiste que pensara cómo me podías pagar?
Sí, claro que me acuerdo
Ya sé cómo. Por esta noche, nos vamos a olvidar de tu hijo
¿Es todo?
Sí, es todo
OK
Entonces déjame acomodarte el vestido –él tomó el escote del vestido de la madura y lo levantó un poco mientras con dos dedos rozaba los senos de Marta quien le sonreía-
Muchas gracias lindo
Sin poderse contener más, Felipe se lanzó sobre la madura y le dio un tremendo beso mientras apoyaba una de sus manos sobre las piernas de ella quien sorprendida intentó en un primer momento separarse del joven pero luego soltó su cuerpo y lo abrazó. Felipe estaba casi sobre ella y su mano subía más y más por su muslo mientras ella bajaba sus manos hasta tenerlas sobre las nalgas del joven. Él empezó a bajar y pasó su boca por el cuello de Marta haciéndola suspirar al tiempo que con su mano ya sobaba el culo de la madura. Tras esto, el joven sacó las tetas de la madre de su amigo sobre el escote y le bajó el sostén para empezar a lamer y chupar los duros pezones mientras ella le sacaba la camiseta. Tras un par de lametazos, él se levantó junto a su amante, se pusieron de pie junto al sofá y empezaron a besarse y morrease con desenfreno mientras él aprovechaba para sacarle el vestido y la madura le soltaba el pantalón. Felipe se quitó los zapatos y se sacó el pantalón quedando en un bóxer pantaloneta que apenas intentaba insinuar su bulto, a la vez que no dejaba de manosear y besar a la madura quien se limitaba ahora a abrazarlo y a sentir cómo el miembro del joven crecía junto a ella quien rápidamente se deshizo de su sostén
Besando el torso del joven, Marta bajó poco a poco hasta encontrarse frente a la ropa interior de él. La bajó lentamente y se encontró con un buen pedazo de carne frente a ella: casi 20 centímetros de pene de un buen grosor, con algunas venas brotándole y unos huevos bastante grandes. Agarrándolo con su mano y observándolo con deseo no dudó en empezar a masturbarlo. Ella pasaba su puño una y otra vez sobre el falo de Felipe y sentía la sangre recorrer el miembro caliente del joven. Tras un momento lo introdujo lentamente en su boca y le empezó a dar una buena mamada. Marta gozaba con aquel trozo de carne dentro de su boca y hacía su mejor esfuerzo por dar placer al joven quien sostenía suavemente la cabeza de la madura. Ella empezaba lamiendo los huevos del joven y terminaba en el glande haciéndolo con una sapiencia que solo la experiencia y práctica dan. Luego, elle empezó a meterse aquel miembro en la boca cada vez un poco más, hasta que lo tuvo todo adentro y agarrada de las nalgas del joven intentaba empujarlo, haciendo que él le dijera
¿Te gusta el sexo duro nena?
Sí, me gusta que me lo den duro –dijo ella recobrando apenas su respiración-
Entonces así te lo voy a dar
Felipe buscó en su pantalón, sacó un condón y se lo puso, colocó a Marta a cuatro patas sobre el sofá, se situó tras ella y de un solo empujón le clavó todo su pene haciendo que ella emitiera un gemido de placer. Felipe la agarró fuerte por la cintura y empezó a penetrarla a un ritmo frenético que hizo que la madre de su amigo no tardara mucho en correrse, aunque a él parecía no importarle pues seguía dándole polla como un poseído. Ella estaba sin aliento pero el adolescente la seguía clavando, así que ella intentando recuperar un poco de aire, se zafó como pudo del joven y le empezó a chupar la polla cubierta de látex hasta que pudo regular su respiración. Tras esto, ella empujó al joven y lo tiró sobre el sofá, para luego sentarse sobre su verga y empezar a mover su cadera generando placer tanto en su vagina como en el pene del amigo de su hijo. Él pellizcaba y lamía los pezones de Marta mientras la madura se encargaba de manejar el ritmo de la penetración. Pero nuevamente, el adolescente le agarro con una mano la cadera y con la otra el cuello, la apretó contra él y empezó a hacer sus movimientos rápidos y fuertes que desencadenaron en otro orgasmo de ella quien yació sudorosa sobre su pecho. Sin embargo, él la siguió penetrando y pasados un par de minutos, él también llegó al clímax lanzando su semen en el condón que rápidamente se llenó. Mantuvo su pene dentro de la madura un par de segundos más suspirando profundamente para luego sacarlo, quitarse el condón y darle un beso en la boca a Marta para decirle
Gracias hermosa, la he pasado genial
La vas a pasar aún mejor
No linda, tu hijo debe estar por llegar y no quiero que nos encuentre así
Pero…
Sin peros linda, es mejor dejar así
Él se levantó, con el condón lleno de semen en la mano y se dirigió al baño ante la mirada de Marta quien no podía creer la gran cantidad de leche que aquel joven había dejado entre el condón. Ella debía sentir la leche de aquel adolescente pero el joven se veía muy seguro en su idea de dejar las cosas así durante aquella noche, así que a ella se le ocurrió algo. Felipe tardó unos 5 minutos más en el baño, levantó su ropa que estaba tirada en la sala y salió hacia su cuarto para intentar dormir ya que al siguiente día haría su viaje. Él se colocó una pantaloneta para dormir y se acostó, y estando allí intentando conciliar el sueño sintió que la puerta se abría y la luz se encendía, giró su cabeza y dirigió su mirada a la puerta donde vio a Marta. Ella llevaba un babydoll negro semitransparente y que apenas le cubría la pelvis, un par de medias negras veladas, que llegaban a un liguero del mismo color, tacones rojos y era notorio que no llevaba ropa interior. Él le dijo:
Te ves hermosa
Gracias lindo
Si no fuera porque tu hijo está por llegar…
No entiendo cuál es tu problema con eso –dijo ella quien ya estaba sentada en la cama junto a él acariciándole el torso-
Qué pensará él de ti, de nosotros
En fin, yo solo venía a desearte las buenas noches –ella se estaba levantando cuando él la tomó por la cintura y la volvió a dejar junto a él quien ya estaba sentado-
No me importa si él llega
Él se abalanzó contra ella abrazándola fuertemente para darle un profundo beso. Sin dejar de besarse, Marta metió su mano bajo las cobijas y encontró lo que andaba buscando, el duro falo del joven quien le amasaba las tetas con pasión. Ella lo empezó a masturbar y al poco tiempo ya estaba chupando y lamiendo el caliente miembro de su compañero mientras él con sus dedos acariciaba su vagina y su clítoris y le decía
Me encantas
Tú también me encantas
Te voy a follar como nunca te lo han hecho
Mmmmm-se saboreaba ella sin dejar de chupar ese pene-
No aguanto más, te voy a dar duro
Él empujó a Marta sobre la cama, le abrió las piernas y le clavó todo su pene bruscamente sacando un pequeño suspiro de la madura quien resistía las salvajes embestidas que el joven amigo de su hijo le daba. Durante casi dos minutos, Felipe la clavó a un ritmo endemoniado y ella tenía ya encharcada su conchita y se escuchaba el chapoteo cada que ingresaba el pene del joven hasta que él dijo
Se me olvidó el condón
Dame más, no pares
Pero el con…
Sigue clavándome, que ya voy a llegar
Pero si me corro dentro de ti… -decía él sin dejar de clavarla-
No me importa, solo quiero que me sigas follando así
Si tú lo quieres así –Felipe la penetraba con furia y ella no tardó en correrse-
Ahhhhhhh…..ahhhhh….. no pares, sigue así –ella gemía de placer mientras tenía su orgasmo- Que delicia
¿Te gusta?
Me encanta y te voy a dar un regalito, espérame- ella salió hacia su cuarto y al poco tiempo regresó-
¿Qué traes?-preguntó el joven señalando las manos de la madura-
Un juguetito –dijo ella mientras mostraba un consolador azul de considerable proporción-
¿No te gustó mi verga acaso? –preguntó nuevamente desconcertado-
Claro que me gusto amorcito, sino que quiero que me abras el culo con mi juguetico y después…. –ella se ponía a cuatro patas en la cama-
No te lo puedo creer, ¿me vas a dejar romperte el culo?
Claro que sí lindo, pero antes me lo tienes que abrir un poquito porque hace un tiempo que no lo uso, clávame la conchita
Lo que tú digas –dijo el joven emocionado mientras la madura chupaba su consolador y lo ubicaba en la entrada de su ano-
Clávamelo suave-dijo ella mientras Felipe agarraba el consolador y se lo introducía lentamente en el ano-
¿Así?, nunca lo he hecho
Ahhhhhh……..ahhhhhhhh…..si, hazlo así-decía la madura mientras su ano se abría para recibir el juguetico-
Yo creo que ya está listo tu culito –dijo el joven tras un par de minutos de estar moviendo el consolador entre el ano de la madura-
¿Quieres romperme el culito?
Sí, nunca he probado uno
¿Quieres estrenarte con el mío?, que honor –decía ella con una picara sonrisa en la boca-
Si linda, tu culo es el primero que voy a probar
¿Y qué estás esperando?
Rápidamente sacó el juguete del ano de la madura, puso la punta de su verga sobre este tras untarlo de saliva y empujó un poco logrando abrirse paso en el agujero de la madura quien se quejó un poco y detuvo al joven colocando su mano en el abdomen de él. Felipe se detuvo y ahora ella se empezó a mover muy lentamente adelante y atrás insertándose poco a poco aquel pedazo de carne hasta que al fin lo pudo albergar todo dentro de sí ante la incredulidad del adolescente. Marta ahora sacaba casi todo el pene y se lo volvía a introducir frente al inmóvil joven hasta que ella retiró su mano del abdomen de éste para apoyarla en la cama y dando el control de la situación al amigo de su hijo. Él la tomó por la cintura y empezó a penetrarla suavemente pero rápidamente había aumentado su ritmo y estaba rompiéndole el culo como un loco mientras ella gemía y se aferraba a las sábanas de la cama intentando reducir el dolor que sentía. Debido al frenético ritmo y a la presión a la que estaba sometida su verga entre el ano de Marta, el joven no tardó en decir
Me voy a correr
Dámelo, dámelo, no pares, no pares
No puedo más….-Felipe sacó su miembro del ano de Marta, lo agarró en su mano y empezó a lanzar semen sobre las nalgas de la madura quien se mantuvo quieta recibiendo la descarga del joven-
Déjame probar –dijo ella mientras con una de sus manos limpiaba sus nalgas y luego la lamía, repitiéndolo un par de veces-, ummmmmmm, tu leche es deliciosa
Gracias mi amor. Nadie va a creer que una mujer tan hermosa como tú se tragó mi leche
Eso no es problema lindo, si quieres lo vuelvo a hacer y lo grabas
Pero ya no tienes leche en tu culo
Pues échame más, se ve que todavía puedes –dijo ella señalando el pene aún erecto del amigo de su hijo-
No lo puedo creer. Espera un momento- sin tardar un segundo, él revisó sus pertenencias y sacó su cámara de video-Listo
Es que nunca he hecho un video de este tipo
Tú tranquilízate primero, esto no lo va a ver nadie más
¿Me lo prometes?
Si linda tranquila, esto queda entre los dos
Está bien, pero ¿qué debo hacer yo, tengo que actuar como en las películas porno?
Pues si tú estás de acuerdo si, o haz lo que quieras
OK, si me vas a grabar, seré toda una puta para ti
Jajaja, esa es la actitud.
Felipe le dio un par de indicaciones a la madre de su amigo para empezar su video y sin tardar lo iniciaron luego de que ella se acomodara la ropa y el cabello. El joven encendió su cámara y empezó a grabar a la madura desde los pies hasta la cabeza, le pidió que diera una vuelta para verle bien el culo y ella con gusto accedió y se levantó el babydoll para que le enfocaran bien las nalgas. Ahora él agarró el juguete de Marta y le dijo
¿Lo quieres?
Sí, dámelo –el joven se lo entregó y ella se acostó en la cama y empezó a succionar el consolador mirando la cámara-
¿Te gusta chuparlo?
Me encanta
Mételo en tu conchita
¿Así te gusta? –preguntó Marta mirando a la cámara mientras hundía el consolador completo en su coño-
Muy bien, ahora te tienes que comer mi verga
Que rico, dame tu verga, la quiero toda
Ella ahora se arrodilló en el suelo frente al joven y agarró su erecto falo empezándolo a chupar con lujuria mirando la cámara fijamente. Tras unos momentos se empezó a golpear las mejillas con la verga del joven mientras le pedía que le echara encima su semen y él la animaba a continuar masturbándolo y a que se lo chupara. Ella lo pajeaba con sus dos manos y le lamía los huevos con maestría hasta que el joven al fin le dijo
¿Quieres mi leche?
Sí, dámela, la quiero toda
Abre tu boca –dijo Felipe mientas agarraba su pene con una mano y con la otra mantenía la cámara con un primer plano en la cara de la madura-
Dámela, dámela, quiero tu lechita…..
Ahhhhhhhhhh…….ahhhhhhhh….ahhhh-exclamaba él mientras lanzaba su leche contra Marta, acertando apenas un poco en su boca e impactando principalmente en sus mejillas y mentón-
Mmmmmmmm, que rica lechita-se saboreaba ella-
Límpiate y cómetela toda
Como quieras –dijo Marta agarrando la verga del joven, pasándola por su cara intentando limpiarse con esta y luego al tenerla llena de semen la empezó a chupar hasta dejarla brillante ante los gemidos de placer del adolescente-
¿Así quedé bien limpia?
Te faltó un poco aquí –dijo él pasándole la verga por una mejilla y volviéndosela a meter en la boca para que ella la succionara sin dejar de mirar lujuriosamente la cámara-
Ahora sí quedé bien limpia y tu verga también decía ella sonriente y con rastros de semen aún en su boca-
Muchas gracias linda –dijo Felipe apagando la cámara, ayudó a Marta a ponerse de pie y le dijo- Has estado genial
Tú también amorcito, me encantó tu leche
Báñate la cara y ve a tu cuarto que tu hijo debe estar por llegar
Ni loca me lavo la cara, quiero oler a mi macho toda la noche
Bueno, como quieras, que pases una buena noche
Ya la he pasado-ella salió hacia su cuarto y casi a los 15 minutos llegó mi primo allí-
Hola mamá
Hola hijo
¿Por qué estás despierta todavía?
Adivina –dijo ella con una pícara risa en su boca-
Estabas follando con……..
Sí, tuve sexo con Felipe
Tú no cambias mamá.
Ni pienso cambiar, jajajaja. Mejor acuéstate que mañana tienes que acompañar a Felipe porque se tiene que ir
Hasta mañana mamá
Al otro día Marta se despertó casi a las 10 de la mañana y ya no había nadie, el apartamento estaba solo y su consolador aún en el cuarto del invitado. Ella se bañó y regresó a casa donde su esposo se encontraba y no sospechaba lo que su esposa había hecho la noche anterior.
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