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Categoría: En el Trabajo

Marcia en mi consultorio

Oprimi la tecla del telefono interno e indique a la secretaria que diera el pase al proximo paciente.
Pocos segundos despues la puerta del consultorio se abrio y dio paso a dos personas escoltadas por mi secretaria, quien deposito la hiastoria clinica sobre mi escritorio y me informo que era una primera consulta.
Mire atentamente a las dos mujeres que habian entrado tratando de adivinar cual de ellas seria quien requeria la consulta.
La de mas edad, indudablemente era la madre, por el gran parecido fisico entre las dos, La menor aparentaba estar recien salida de la adolescencia y haber entrado en la etapa de plena maduracion femenina.
Ambas hermosas,rubias tostadas, de cabellos ondulados, cuerpos curvilineos,ceñidos, bien conformados, destacandose la perfeccion conque se resaltaban sus pechos y la curvatura de sus nalgas que parecian provocar a las miradas y a las caricias.
Las invite a sentarse y me dispuse a comenzar con el interrogatorio de practica desterrando definitivamente los libidinosos pensamientos que me habian provocado su aparicion.
Pero antes de que pudiera hacerlo se escucho la voz de la hija que exclamo ; Mama, te pedi que me esperaras afuera.
La madre amago un gesto de contrariedad pero inmediatamente accedio al pedido pero respondiendo ; Mejor te espero en casa.
La puerta del consultorio se cerro y adentro quedamos solamante Marcia (que asi se llamaba la menor) y yo.
Marcia tenia 18 años recien estrenados y ya era , como deje entender una esplendida mujer, cara angelical, fruto de la mezcla criolla y europea, mas bien germana, tipica de la provincia. Ojos azules, con una mirada entre inocente y picara enmarcada en largas pestañas y cejas que delimitaban una frente que invitaba a depositar timidos besos en ella. Nariz ligeramente respingada , unos labios carnosos, rosados, sin pintura alguna y mejillas sonrosadas que le daban un aspecto casi virginal,
El resto no le iba en zaga, Pelo ligeramente lacio, rubio ceniciento, brillante que le llegaba mas abajo de los hombras y denotaba el cuidado especial que se le dedicaba.
Cuello delgado pero de superficie uniforme donde no de notaba ningun resalto oseo o muscular y mas abajo unos pechos en plena maduracion, erectos, como si imitaran cupulas gemelas coronadas por respectivos pesones que resaltaban bajo la blusa clara y semi transparente que delataba la falta corpiño.
Brazos armonicos, manos pequeñas, uñas bien cuidadas que resaltaban solo por el brillo de su esmalte natural,
Bueno , para que seguir, si ustedes ya se lo imaginan. El abdomen era plano, la pelvis bien torneada, tolerando una ajustada pollera corta que ademas, mas que cubrir acariciaba unos gluteos hechos para la provocacion. Piernas largas, bien formadas y con unas rodilla y unos pies que parecian cincelados por un artista.
Una piel que electrizaba la mirada haciendola intuir una suavidad de durazno recien maduro.
Hasta aqui, esta descripcion es meramente profesional, salvo los adjetivos, fuertemente influidos por mi natural estructura homonal.
Doctor. dijo, quiero que me examine a fondo... Lo dijo con una voz humeda, dulce que mas parecia una invitacion o un desafio que un requerimiento profesional. Me caso la semana que viene y no quiero tener ninguna sorpresa en cuanto a mi salud y mi fisico.
Por Dios, con ese fisico a quien habria que examinar seria al novio para saber si podria aguantar la tremenda sensacion de sensualidad y erotismo que emanaba de esa mujer que ya habia derrumbado todas mis resistencias eticas en relacion al trato entre medico y paciente. No obstante todavia podia dominar, razonablemente, mis ganas de tomarla salvajemente entre mis brazos y brindarle todas las sugerencias surgidas desde mis instintos exacerbados.
Siente alguna molestia en especial. algun dolor, atine a balbucear...
Dolor ni molestias, no, mas bien una sensacion extraña aqui en el bajo vientre, como situviera mariposas revoloteando dentro mio y que me producen una especie de cosquilleo que se extiende hasta mis genitales, dijo.
Mi corazon dio un respingo como el que experimenta el que en plena velocidad se enfrenta de repente a una luz roja. ¿No sera que estas embarazada? ¿Cuando fue tu ultimo periodo?, atine a preguntar algo decepcionado.
No doctor, como se le ocurre..., mi novio es militar y en caso de que embarazara a alguien podria perder su carrera. Por favor, aunque Ud. no lo crea soy virgen. Es cierto que tuvimos algunos jueguitos sexuales pero nunca pasamos de la franela.
La palabra sono como un escopetazo en mi cerebro y me puso en alerta sobre la incompatibilidad entre el aspecto angenical de esa ninfa y su manera de expresarse.
Justamente por eso vengo a verlo, doctor, porque a raiz de esos juegos note que termino toda mojada, como podria decirle, en ,,, mejor dicho termino con la bombacha mojada. y la humedad y esa sensacion tan agradable en mi cosita me continua toda la noche. ¿Es eso normal, doctor?
Casi no pude articular palabra, pero atine a decir, bueno, veamos, saquese la ropa y veremos que pasa. Despues se acuesta en la camilla.
Mas que como una sugerencia parecio tomar mis palabras como un desafio. Me miro bajando la barbilla y elevando los ojos con una expresion entre ingenua y maligna mientras suavemente desabotonaba su blusa y sin ningun pudor exibio sus pechos como arrojandolos hacia mi con un movimiento de todo su cuerpo que puso brasa caliente en mi pene, que ya se erguia erecto empujando la bragueta como queriendo rebasarla y emerger como la lava de un volcan.
Con discresion simule buscar el estetoscopio sobre el escritorio dandole la espalda para que no notara mi tremenda turbacion.
Cuando volvi a girar para enfrentarla ya se habia despojado de su minima pollerita y de la bombacha y estaba totalmente desnuda como una Venus de Milo, pero con brazos y manos con las que pretendia esconder o no?, sus senos erguidos resaltando sus pezones rosados y erectos, como cuando el deseo alcanza su climax.
Por debajo de ellos se insinuaban levemente sus costillas como marcando el camino al vientre perfecto y palpitante que se detenia bruscamente en un pubis puerta perfecta que anunciaba la entrada al Paraiso o al Infierno de una enunciada virginidad.
Yo ya me sentia como esos boxeadores totalmente obnubilados, simplemente esperando el golpe final que lo ponga nokaut.
Y este llego rapidamente cuando sacandome de mi confusion senti una mano que con determinacion primero me acaricio el miembro que ya no tenia pudor en exibirse mostrando la tremenda ereccion que la vision de esa ninfa me habia provocado y luego lo tomo con determinacion como evaluandolo en su dureza y tamaño. Con la otra mano urgaba bajo mi chaquetilla medica primero buscando y luego deshabrochando mi cinturon y los botones de mi pantalon. El ciere relampago no se resistio mucho dando lugar para que la mano que tomaba mi miembreo por sobre el pantalon decidiera incursionar por detras del calzoncillo, bajandolo y tomando con fuerza pero delicadamente mi pene haciendome sentir ese cosquilleo tan especial que precede al inminente orgasmo.
Al mismo tiempo acerco su cara a la mia y sin decir agua va se prendio a mis labios, que entrenados adecuadamente en lides de esa naturaleza, respondieron tomando posecion del labio superior de Marcia, mientras mi lengua, en dura lucha con la suya, recorria sus dientes blancos y perfectos como un teclado de piano de concierto.
Y asi empezamos a ejecutar un concierto de pasion salvaje y primitiva.
Totalmente olvidado de los principios eticos que rigen la relacion medico paciente solo atine a responder a esa subita revelacion pasional estrujandola entre mis brazos primero, y luego llevando una de mis manos hacia ese monte de venus tan prometedor y a la vez complaciente, acariciandolo para descender luego hasta hasta ese sexo sediento de gozar totalmente humedecido y caliente. Senti su clitoris hinchado y lo acaricie con sabios movimientos circulares de mis dedos que provocaron espasmos incontrolables que recorrieron todo el cuerpo de Marcia como causados por una corriente electrica mientras que su boca, entre beso y beso, emitia sonidos casi animales expresando el plcer que esto le producia. Luego un quejido casi agonico certifico el brutal orgasmo que sobrevino a la vez que su mano se crispo sobre mi pene, produciendome un agudo dolor que felizmente detuvo el mio ya a punto de suceder.
Aproveche ese momento en que todo el cuerpo de Marcia se puso flaxido y con suavidad la acoste sobre la camilla colocandola en posicion ginecologica. Ella ayudo complaciente a que asi lo hiciera mientras me rogaba que por favor la hiciera mujer, que hacia tiempo que deseaba hacer el amor conmigo,y hasta pidiendo al fin---Cojeme por favor, estoy tan caliente y quiero sentirte bien adentro mio.Dame tu leche, toda. Mi conchita es virgen y es toda tuya...
Termine de secarme chaquetilla, pantalon, calzoncillo, todo, hasta quedar, al igual que Marcia totalmente desnudo. Mi cuerpo ardia de deseo y mi verga parecia un hierro atraido por el iman de esa concha que se me ofrecia palpitante y deseosa.
Con mis dedos aparte los labios que marcaban el portal de ese tunel humedo y caliente y para mi sorpresa pude comprobar que tal cual lo decia Marcia era virgen. El himen intacto certificaba que ese templo de placer nunca habia sido profanado y que hacerlo, penetrarlo en busca de los ancestrales placeres que nos permiten gozar como los dioses, estaba reservado, por obra y gracia de no se que hada madrina, para mi.
Tantee esa delicada membrana con mis dedos sintiendo esa pequeña elasticidad que resguarda la honra femenina y apoyando suavemente la cabeza de mi pija sobre ella comenze un movimiento de vaiven, suavemente al principio que pronto fue acompañado por un ritmico moviento de la pelvis de Marcia como si estuvieramos bailando un antiguo y sensual bolero.
La membrana fue sediendo hasta que en un mutuo entrechoque de nuestros pubis la penetre totalmente y senti como mi pija, yo mismo se deslizaba por ese tunel de amor provocandome un golpe de placer como de quien toma posecion del paraiso.
Marcia emitio un callado quejido de dolor pero rapidamente reacciono y casi con salvaje ritmo de lambada acompaño mis movimientos, entonces ya sus quejidos no eran de dolor sino que expresaban el placer sin limites de sentirse poseida en ese acto fundacional de sus dias como mujer.
Poco pude aguantar la lava que corriendo desde lo mas intimo de mi se derramo generosa inundando con mi semen esa conchita suave y que apretabaa, como queriendo exprimir hasta la ultima gota la leche con que la habia bautizado. Marcia tambien llego a su climax y no pudo contener un grito como de victoria que anuncio su segundo orgasmo, pero esta vez mas intenso y abarcativo, tras lo cual cayo en una especie de transe hipnotico.
En es instante sono el timbre del telefono de mi escritorio. Tome con mano aun temblorosa el mismo y musite-- Holos, quien... Era mi secretaria que me susurraba que en la sala de espera varias personas esperaban con cierta impaciencia dado el tiempo que llevaba mi ultima consulta. ---Ya va, atine a decir. Dile a los pacientes que la señorita que estaba atendiendo sufrio un desmayo y que la estaba reanimando. Que ya los voy a atender.
Urgi a Marcia para que se vistiera aunque ella queria continuar con esa su nueva experiencia.
Le explique que seria muy comprometedor para ella y para mi si continuaramos con ese juego en el consultorio y con audacia e irresponsabilidad le propuse que llegando a su casa finguiera un fuerte dolor abdominal y que acudiera nuevamente a la consulta que yo la internaria, supuestamente en observacion y que entonces tendriamos toda la noche y por supuesto un lugar mas comodo en la habitacion para pasar la noche juntos y repetir una y tsntas veces mas, como pudieramos, el dulce y gratificante encuentro de la tarde.
Marcia quedo feliz con la idea. Se vistio y se arreglo la hemosa y casi rubia cabellera y prometio que asi lo haria.
Nos besamos intensamente antes de abrir la puerta del consultorio y darnos la mano profesionalmente como despedida para no despertar sospechas en el numeroso grupo de pacientes que me aguardaban.
Se fue alejando con un contoneo de caderas que desperto el interes de algunos hombres que siguieron su andar con miradas encendidas.
Dicen que las mujeres, despues de tener un buen sexo, parecen tener un brillo especial. Marcia lo tenia.
Pero la vida debia continuar.
----¿Quien es el proximo? exclame invitando al siguiente paciente, mientras mis pensamientos terminaban de acomodarse despues de esa inesperada como insolita experiencia que habia vivido,
Por suerte la siguiete paciente era una señora obesa, entrada en edad, gruñona y otras cosas que devolvieron a mi libidoo a su lugar.
Pocas horas despues Marcia retorno a la clinica con un fuerte dolor abdominal. Tuve que internarla en observacion.
Pero esa ya es otra historia
Datos del Relato
  • Autor: Rolando
  • Código: 18379
  • Fecha: 14-04-2007
  • Categoría: En el Trabajo
  • Media: 5.13
  • Votos: 47
  • Envios: 1
  • Lecturas: 3708
  • Valoración:
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