Yace una noche fresca con el cielo completamente abierto en que se ven iluminadas y brillando con su presencia maravillosa las estrellas fugaces. Caminando alegremente por una acera Pris, no se da cuenta que la siguen unos malhechores que uno la agarra y el otro le presiona la punta de un puñal filoso en su cintura en que le dice no se voltee y haganos caso, camine entrando en este callejón oscuro y alejado de la concurrencia muevase, efectivamente la están asaltando y robando toda asustada e indefensa especialmente nerviosa adicionalmente rompiendo en lagrimas silenciosas como frias la misma Pris que tiene las manos levantadas. Uno de los malhechores la besa y huelle en su cuello y detrás de una oreja que le habla levantese la falda y bajese las medias y el hilo dental cachetero también desabrochese la camisa y quitese el brasier que estoy hambriento de ssu tetas y senos soy un niño recién nacido dentro del cuerpo de un malhechor ardiente y caliente hasta deseado igualmente deleitado ante una cvarne buenisima, sabrosisima, riquisima, calientisima, deliciosisima, vigorosisima, fascinadisima, espectacularisima, excitadisima asimismo atraidisima e incitadisima como usted en esta noche. Le hace caso Pris dejandose manosear y tocarse como recorrerse por toda la cintura tanto delantera como trasera inclusive de lado su perfil por las manos malditas del malhechor que quiere pasar un rato agradable y sexual con ella que la fornica y la folla también la coge y obliga a chuparle y lamerle hasta besarle y juguetearle asimismo succionarle toda la paja que tiene por el polvo que lo masturba pringandola e ensuciandola a su paso por los tiros calientes y ardientes disparados por la misma pinga erecta del malhechor despreciable y desgraciado, escapandose y huyendo dejandole a suerte abandonada pero sin que pasara a mayores al irse rapido Pris de esa área de la ciudad donde andaba de paseo solita.