Mi nombre es Teodoro, tengo 46 años y quiero relatar mi experiencia cuando visitamos, mi actual esposa y yo, a Pedro un amigo mío de la universidad. Primero déjenme decirles que me casé por primera vez a los 23 años de edad, me divorcié a los 28 años, y me uní a Margarita a los 35. Margarita quien en ese entonces tenía 29 años, trabajaba en la misma empresa que yo, era madre soltera con un hijo, por ser una mujer atractiva, era muy asediada. Aunque como después me dijo ella, muchos hombres se acercaban a ella en busca de un aventura amorosa y ya. Nos tratamos poco a poco y al cabo de unos meses empezamos a hacer vida de pareja, situación que mantenemos hasta la actualidad. Yo me siento muy afortunado, pues Mago, como les dije, es una mujer muy atractiva, es de estatura media, blanca de pelo corto, de pelo castaño claro y ojos aceitunados, delgada, pechos pequeños, de cintura breve, con unas caderas grandes y piernas bien formadas. Generalmente viste pantalones muy pegados, que hacen notorio el gran tamaño de sus nalgas. Cuando vamos a la calle, me siento orgulloso que muchos hombres volteen a admirar su cuerpo.
Desde luego que tanto ella como yo, tuvimos otras relaciones amorosas antes de decidir vivir juntos, al tratarnos primero como amigos, nos platicamos historias de nuestras relaciones anteriores, lo cual nos dio buena confianza para tratar muchos temas abiertamente. Para ser claro con ustedes, tiempo después de vivir juntos, le pregunté sobre el tamaño de mi pene en relación con otros que ella había tenido. Mago me aclaró, que eso no era lo importante, que lo mejor era la forma como desarrollábamos nuestra relación, finalmente dijo que no trataba de elevar mi ego, pero sin duda que mi pene era de los mas grandes que ella había tenido. Desde luego que me sentí bien, pues ya saben como somos los hombres. Sin embargo, cuando dijo que era ‘de los más grandes’ quiso decir que ella había tenido otros penes grandes. Cuando reflexioné sobre esto, sentí una excitación rara, me pregunté si ella disfrutaría más sus relaciones sexuales con un pene de mayor tamaño. Y es que ella, tratándose de coger, una vez caliente, no hay quien la pare hasta que logre tres o cuatro orgasmos. De esto que les comento hace más de diez años, nuestras vidas siguieron su curso sin mayor sobresalto hasta que visitamos a Pedro.
Hace menos de un año, en un congreso nacional, me encontré a Pedro, mi mejor amigo de la universidad, de quien me distancie al casarme. Todas las noches, después de las actividades del congreso, nos reunimos para platicar. Ahí me enteré que vivía en Puerto Vallarta, que era padre de dos jovencitas, quienes se encontraban estudiando en España, y por lo tanto vivía solo con su mujer. Yo le comenté sobre el rompimiento de mi primer matrimonio, y mi unión con Mago. El insistió en no perder el contacto y tratar de reunirnos en otra ocasión, el ofreció su casa para que pasáramos unas vacaciones allá. El verano pasado, tuvimos la oportunidad de mandar a nuestro hijo de vacaciones con su tío al extranjero, y por tanto quedaríamos solos Mago y yo. Decidí hablar con Pedro y aceptar el ofrecimiento de visitarlo en Puerto Vallarta. Le pareció buena idea y pronto nos encontramos en su casa. Fabiola, su mujer, es una mujer morena, bajita, muy guapa y simpática, ha ganado peso en los últimos años, ahora esta ‘gordita’ en comparación a las fotos que nos enseñaron cuando se casaron. Esos días fueron realmente vacaciones para nosotros, que pasamos mucho tiempo en la playa, visitando lugares, haciendo compras, etc. En cambio Pedro y su esposa continuaron con sus actividades habituales.
Todo comenzó una noche que Mago se levantó de la cama para tomar agua, sería poco después de la media noche. Yo me encontraba despierto ya que había tomado uno de los libros de Pedro y sin quererlo me prolongue en la lectura. Ella salió evitando hacer ruido, pues se suponía que ya todos dormíamos a esa hora. Me di cuenta que Mago había tardado en regresar, pero no le di importancia. Finalmente ella llegó, tras cerrar la puerta se fue a la cama junto conmigo. Noté que su respiración estaba muy agitada, y su cara expresaba asombro.
- ¿Qué te pasa? – le pregunté.
- Ay! Teo – alcanzó a decir, lo agitado de su respiración le impedía hablar. Yo me alarmé.
- ¿Te pasa algo? ¿Te sientes mal? – ella simplemente movía su cabeza diciendo que no, y con sus manos hacia señas que esperara.
- Ay! Teo, no se cómo decirte – me dijo en voz baja, como si quisiera compartir un secreto.
- ¿Qué cosa me quieres decir? – le respondí en el mismo tono de voz
- Es que…Ay! …no puedo ni hablar.
- ¿Segura que te encuentras bien? – continuamos hablando en voz baja.
- ¡Sí! No es nada conmigo, sino lo que acabo de ver – me dijo con voz excitada
- ¿Qué viste? ¿De que se trata?
- Es que ahorita que salí, al pasar por el cuarto de Pedro, me pareció escuchar un quejido. Me di cuenta que la puerta no estaba completamente cerrada, sin pensarlo miré por ella, era Pedro quien se quejaba….
- ¿Le pasa algo? – le pregunté preocupado.
- ¡No, esperate! Déjame contarte….estaba haciendo el amor con su mujer…..
- ¡Y te vieron que te asomaste! – le dije seguro que ese era el motivo.
- ¡No, claro que no! Deja que te cuente……yo no los veía directamente, sino a través del espejo del tocador de su recamara, aunque el cuarto estaba iluminado únicamente por el televisor, yo podía verlos claramente….
Mientras Mago me platicaba, se notaba que le había excitado mucho lo que había visto, y a decir verdad, también a mi me estaba gustando y calentando.
- ¿Por eso te tardaste tanto? ¿Te quedaste viéndoles?
- ¡Sí! Yo quería irme y dejar de verlos, pero me ganó la curiosidad y el morbo….
- ¿Y cómo lo hacían? – le pregunté intrigado.
- Mira, cuando me asomé, Fabiola estaba debajo de la sabana, era evidente que se la estaba haciendo sexo oral. Cuando ya estaba a punto de retirarme, Pedro removió la sabana e hicieron el 69…… - se quedó callada.
- ¿Y después? ¿Qué paso?
- ¡Ay! Teo –dijo asombrada, cerrando los ojos recordando lo que vio– ¡Que miembro tan grande tiene Pedro!
- ¿Qué? ¿Qué dices? – realmente me sorprendió escuchar esto.
- Es que mira, él estaba de frente al espejo, con sus piernas abiertas y con su mujer encima de él, cuando removió la sabana, Fabiola siguió haciéndole sexo oral y no pude evitar verle su miembro..…
- ¿Y es muy grande? – le pregunté sintiendo una excitación rara.
- Sí, y además gruesa, su mujer la agarraba con las dos manos, apenas y le cabía un pedazo en la boca a Fabiola, por lo que la mayor parte del tiempo ella lo estaba masturbando.
- ¿En serio? ¿Tan de grande?
- Sí….me pareció increíble que Fabiola se metiera esa cosota en la boca.
- ¿Nunca habías visto un miembro así de grande? – le pregunté, dándome cuenta que eso debería ser el motivo de su excitación.
- ¡No, nunca! - respondió
- ¿Y eso fue todo lo que viste?
- No, después su mujer se subió en él, lo cabalgó, me quedé con la boca abierta cuando vi que se le cupo toda a Fabiola – dijo con su respiración muy agitada – luego Pedro puso a Fabiola hincada sobre la cama, e igual, se la metía toda y Fabiola parecía disfrutarlo mucho, yo ahí ya me regresé pues eso me puso muy mojada….. siente como esta mi conchita….
Ella tomó mi mano, poniéndola en su entrepierna para comprobar lo mojado de su sexo.
- ¡Que bárbara Mago! Estas escurriendo….
- ¿Verdad que sí?
Al momento de su respuesta ella movió su mano para acariciar mi miembro, notando el estado en que estaba.
- Pues se nota que tú también estas caliente…. – dijo Mago, maniobrando para bajar mi pijama y truza.
Sin decir nada, ella se hincó, comenzó a besar mi miembro, con besos suaves, mientras sus manos acariciaban mis testículos. La lengua de Mago jugueteaba con la cabeza de mi pene, poco a poco mi miembro fue alcanzando su erección total. Mago comenzó a mamar mi palo, sentía que su mamada era inusual, había una pasión especial en la forma como lo estaba haciendo. Ella retiró su boca dejando mi miembro cubierto por su saliva. Tomó la base de mi verga con una mano, y con la otra, comenzó a masturbar la cabeza y parte de la punta de mi miembro.
- ¡Que grandota se te puso! ¡Y que dura esta! - dijo Mago asombrada. Era verdad, nunca había yo sentido una erección y calentura, como en esa noche.
- Es que tú haces ponerme así - le contesté.
- Mira casi la alcanzo a cubrir con mis dos manos – me dijo.
- ¿Así de grande la tiene Pedro?
- Creo que la de Pedro es un poco más grande – me respondió cerrando los ojos y bajando su cabeza para continuar chupándola.
Su boca tenía un calor especial, dejaba mi palo dentro de su boca, moviendo su lengua en todas direcciones y luego la sacaba para darle mamadas a la cabeza, sus labios recorrían desde la mitad de mi miembro, y luego sus dientes se enterraban suavemente en la cabeza. Entendí que estaba excitada sobremanera por lo que había visto.
- ¿Así la mamaba Fabiola? – le pregunté en voz baja. Ella respondió afirmativamente moviendo su cabeza. ¿Me puedes enseñar como la masturbaba? – contestó de la misma forma.
Ella volvió a tomar la base de mi verga con una mano, pero solo con los dedos índice y pulgar, cubriendo con la palma de su mano mis testículos, con la otra mano comenzó a masturbar el resto de mi miembro. Noté que su cara tenía los ojos cerrados, su respiración era muy rápida, al ritmo de sus manos, pero no abría sus ojos.
- ¿Así, estaba masturbando Fabiola a Pedro?
- Sííííííííí, así lo hacía – me respondió con tono completamente excitado.
- ¿Te hubiera gustado ser tú quien masturbaba a Pedro? – le pregunté muy excitado. Ella no me contestó, solo dio un suspiro profundo y siguió su labor.
- ¿Me puedes mostrar como la mamaba Fabiola? - Sin decir nada, ni abrir los ojos, ella se agachó y continuó dándome la rica mamada de esa noche.
- ¿Te hubiera gustado ser tú quien se la mamaba a Pedro?
No contestó, solo aumentó la intensidad de la mamada. Para mi esa fue una respuesta afirmativa. Por primera vez pensé que me gustaría ver a Mago con una verga que no fuera la mía. Yo estiré mi brazo, y busqué su conchita por dentro de su ropa de dormir, no me costó trabajo encontrarla pues Mago siempre duerme con bata y su tanga. Me sorprendió la cantidad de jugos de su conchita, estaba empapada, los muslos estaban mojados de su líquido. Sin dificultad le metí un dedo, luego otro, ella seguía masturbándome con su boca. Seguí dedeando a Mago, en un momento ella se sacó el miembro de su boca para dar unos leves gemidos.
- Mago – le hablé para llamar su atención, ella voltio a verme – ¿Te calentó ver como tenían sexo Pedro y Fabiola?
- Sí…..-respondió rápidamente.
- ¿Se te antojó la verga de Pedro?
- Mmmhhhh – no contestó, solo exhaló un fuerte suspiro.
- Imagina que tienes la verga de Pedro en tus manos ¿Se la mamarías?
- No se…-me contestó con sus ojos medio abiertos, la forma como apretó mi miembro, la interprete como un sí.
- ¿Si mi verga fuera la de Pedro, cómo se la mamarias? – ella cerró los ojos, se agachó y metió la mayor cantidad de mi miembro en su boca, retiró su boca dejándolo cubierto con mucha saliva. Luego dejó la cabeza de mi miembro dentro de su boca, mientras con su mano masturbaba mi verga, desde la base hasta chocar con su boca.
¡Que rica mamada me estaba dando Mago! Ahora no tenía yo duda que se le había antojado el miembro de Pedro. Su cuerpo comenzó a contorsionarse, se estaba corriendo, me di cuenta que se estaba viniendo nada mas de pensar que se la mamaba a Pedro. Yo también estaba a punto de venirme.
- ¡Súbete! –le dije - ¡súbete que te quiero coger!
Rápidamente me montó, hizo a un lado su tanga y se sentó sobre mi miembro. Todavía seguía viniéndose pues sentí las contracciones de su vagina. Tan pronto se metió mi miembro, agachó su pecho para pegarlo al mío. Su cara quedó al lado de la mía, sobre mi hombro. Voltié ligeramente mi rostro para dejar mi boca cerca de su oreja. Le susurré en su oido:
- ¿Te veniste pensando que se la mamabas a Pedro?
- Sííííííí- me contestó moviendo su cabeza, y un tono apenas perceptible.
- ¿Si Pedro te la pusiera ahorita en la boca, se la mamarias?
- Sííííííí- me respondió de la misma forma.
- ¿Te gustaría que te cogiera?
No contestó, respondió con los movimientos de su cadera que aumentaron de velocidad, incrementando su venida y mi placer.
- ¿Te estas viniendo pensando que Pedro te esta cogiendo?
- Sííííííí, y que me la esta metiendo toda…….-al fin habló.
Ya no continúo hablando porque empezó a gemir por su orgasmo. En ese momento yo también me vine. La tomé de su cintura para empujarla contra mi miembro. Mago parecía ahogarse, o que le faltaba el aire, por lo tremendo de su orgasmo. Lo disfrutó como nunca la había visto. Ella se siguió moviendo hasta que quedó agotada, encima de mí. Nuestras respiraciones muy agitadas dejaban ver lo satisfechos que quedamos. Unos minutos después ella se acomodó en la cama junto a mí.
- Me vine muchísimo – dijo con cara de asombro
- ¡Yo también! –le dije- se nota que se te antojó el miembro de Pedro
- ¡Ay Teo! ¡Que cosas dices! ¡No! ¿Cómo crees?
- Pues mira nada más como te veniste.
- Claro que me calentó mucho verlos coger, fue por eso…..
- ¿Segura?
- ¡Claro!
- ¿No te gustaría que Pedro te cogiera?
- ¡Teo! ¿Por qué me preguntas eso? – dijo poniéndose seria.
- Me dijiste que te imaginabas que Pedro te la metía toda…..
- Pero fue eso, solo imaginación….una especie de fantasía…
- ¿No te gustaría cumplir tu fantasía?
- ¿Lo dices en serio?
- Sí, con la condición de que yo este presente ..….. y participe
- ¡Teo! ¿Qué te pasa? ¿No te importa que te sea infiel?
- Nada de infidelidad… como dices tú…. se trata de solo una fantasía…me gustaría verte disfrutar con dos miembros al mismo tiempo….
- ¿En serio?
- Sí, si con una tienes orgasmos muy fuertes, ¿te imaginas? Con dos, te vas a desmayar de la venida…..
Seguimos platicando el asunto. Tuvimos que salir de Puerto Vallarta al día siguiente, para no complicar las cosas. Mago prometió que pensaría el asunto. Ha pasado poco más de un año y aun no me ha respondido. Sigo esperando cumplir mi fantasía y casi estoy seguro que Mago también la desea.
SE VE QUE LO DISFRUTARON MUCHO MEGUSTARIA KE MI ESPOSO ME COMPLACIERA TAMBIEN AMI. BYE