Hola mis calientes amigos y amigas, hoy os voy a contar la experiencia que tuvimos mi marido y yo con mi Eva y su novio. Mi amiga Eva y su novio Mario son una pareja de novios de folleteo en los fines de semana y poco más. Poco a poco hice que, en mi relación con Eva fuese saliendo de vez en cuando mi fantasía de ser follada por más de una persona y que me gustaba vivir experiencias de este tipo. Cuando consideré que Eva estaba preparada, decidimos entre las dos y con la ayuda de Carlos preparar un encuentro en el que le resultaría imposible a Mario no participar. Mario era un joven de aspecto aniñado de 27 años y un cuerpo espectacular ya que se cuidaba muchísimo el físico y a Eva ya sabéis como es una preciosidad de 26 añitos y con un cuerpo casi 10; tetas increíbles, unas buenas piernas y un buen trasero así como unos ojos rasgados increíblemente claros y una sonrisa tímida y cautivadora. Eva estaba bastante insatisfecha de la calidad del sexo que ambos tenían y esperaba que este encuentro lo hiciera mejorar, claro que, según decía ella, Mario era más bien pasivo y se dejaban llevar aceptando cualquiera propuesta que se le hacía. Quedamos en que el viernes después de clase nos iríamos con Carlos hasta la casa que los padres de Eva tienen en una zona rural de interior muy cerca de donde reside habitualmente Mario. Eva iba con unos tejanos de cintura caída y ajustados de esos que al sentarse dejaba ver su tanguilla negro que asomaba, y llevaba una camiseta con tirantes azul que le marcaba perfectamente sus pechos. Cuando llegamos, Mario nos estaba esperando y después de las pertinentes presentaciones, hablamos un poco de todo hasta que llegó la hora de irnos a cenar. La cena transcurrió entre bromas y con el vino que íbamos bebiendo la charla se animaba y evidentemente, acabamos hablando de aventuras, fantasías y sexo. Mario que según Eva era muy cortado, nos sorprendió al confesar que soñaba con ver follar a Eva con otros hombres y Eva confesó que siempre le había gustado “comerse una chica” mientras me miraba directamente con una sonrisa cínica en los labios. Cuando estábamos con el café, Mario propuso irse a tomar unas copas al pueblo de al lado. Decidimos ir los cuatro en el mismo coche, Mario y yo íbamos en el asiento de delante y Eva y Carlos en el de atrás. Eva me susurraba que le acariciará la nuca de su novio porqué eso lo ponía a mil así que subí mi brazo por detrás de su cuello y lo roce con suavidad mientras Eva le metía la mano descaradamente en el paquete a Carlos mientras decía en voz alta : "...Mabel, debías comprobar el aparato que se gasta Mario. Yo mientras, ya había metido una de mis manos por debajo de la camiseta deportiva de Mario mientras apoyaba la mano derecha en su paquete que parecía tener levadura porqué no cesaba de crecer. Carlos no desperdiciaba la oportunidad y le había apartado el sujetador a Eva para poder sobar sus tetas. La temperatura no paraba de subir dentro de automóvil de Mario, yo había logrado sacarle una polla hermosa de unos 18 cm. pero bastante gordita a la que masturbaba con la mano izquierda lentamente mientras el trataba de concentrar su atención en la carretera. De repente aprovechando un cruce, giró en redondo y puso rumbo a la casa de Eva que acabábamos de abandonar. Mario gemía entrecortadamente y sus jadeos se incrementaron al notar que mi boca se tragaba su hermosa verga. En el asiento de atrás, Carlos llevaba a Eva sentada sobre su falo sujetándose a los reposacabezas delanteros mientras Carlos le sobaba las tetitas estrujándolas con fuerza. Mario estaba fuera de si. Nada más llegar a la casa, me agarró de la mano y sin sacarse el pantalón me apoyó contra la mesa del recibidor apartándome el tanga y clavándome su polla congestionada y dura hasta los huevos. Comenzó a metérmela con fuerza mientras me sujetaba de las tetas a las que amasaba sin contemplaciones. Me encantaba la fuerza con que me la metía así que comencé a colaborara empujando a mi vez contra su polla cuando el me la enterraba a fondo. Entretanto, Eva, su novia, se puso frente A Carlos y arrodillándose se metió su verga en la boca mientras le masajeaba el paquete. Con la mano izquierda, Eva comenzó a ,masturbarse sin dejar de mirar de reojo como me follaba Mario. La muy zorrita le chupaba la verga a Carlos con mimo, descapullándola y acoplando sus labios al glande que tenia delante. La iba introduciendo en su boca lentamente y con gestos lascivos para que nos calentáramos al máximo. Carlos parecía estar muy caliente por la situación así que puso en pie a Eva y la colocó sobre la mesa de la cocina levantándole una pierna para abrir su coñito comenzando a lamerlo con su habitual maestría recorriendo con su lengua toda la longitud de su coño desde su clítoris hasta su culo una y otra vez. Su pierna estaba en el hombro de mi marido mientras lengua de Carlos entraba y salía de su cueva como una autentica polla. Mientras Mario se despojaba de las ropas y yo hacía lo propio, pude ver como Carlos se colocaba encima de Eva, bombeándola y con Eva completamente entregada sujetando sus piernas en la espalda de mi compañero. Eva gemía y le pedía que no parara y que la clavara a fondo mientras sus tetas se movían rítmicamente con las embestidas de Carlos..."... Mas, mas,... vamos no pares, empuja fuerteeee que me gustaaaaa..." Mientras esto sucedía, yo me subía sobre Mario que estaba tumbado en el suelo y comenzaba a cabalgarlo , mientras me sobaba las tetitas. Los jadeos e imprecaciones de los cuatro se mezclaban mientras yo estaba disfrutando como nunca hubiese creído. Eva estaba en la gloria, comenzó a gritar “ que me corroooo. Ve mas despacito Carlos que no me aguanto mas” y Carlos le espetaba “ Si no aguantas no pasa nada pero no puedo paraaarrrrr porque me gustaaaa estooooo, joderrr, como me gusta tu coñito cabronaaa¡¡¡¡ Eva: ¡¡Joooo Carloooss!!! Aaahhhh que no aguanto maaaasssssss
y comenzó correrse mientras Carlos se vaciaba dentro de ella con un gran gemido..."me corroooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡". Eva se separó de Carlos, estaba agotada así que se marcho al baño a asearse. Pero Carlos quería más. Se sentó en el suelo mientras nos observaba y despacito comenzó a acariciarse la verga. Al rato su pene pareció regresar a la vida, estaba de nuevo empalmadísimo así que me pidió a mí que me tumbara sobre Mario porque quería seguir follando. Estaba claro que la situación lo ponía caliente al putón de mi marido. Me incliné sobre Mario y me situé de manera que Carlos me pudiera clavar su polla que estaba como nunca. Lentamente Carlos me fue clavando su tranca en mi culito, no se andaba con miramientos y el desgraciado me clavaba a conciencia abriéndose paso en mis entrañas mientras me decía “Traga putita, traga por todas partes que es lo que queríaaas”....Carlos empezó a cabalgarme de una forma bestial y me costaba un montón aguantar mi orgasmo. Me gustaba tanto sentirme atravesada por todas partes que no quería estropearlo corriéndome antes de tiempo. Pero mi resistencia estaba al límite y ya no podía más, Mario se agarraba como podía a mis pechos mientras me avisaba” Me corrooooo Mabel, me corroooo¡¡¡¡¡ Y yo lo animaba, “aguanta Mario que me encanta tu polla cabrón¡¡¡ No pude más, era demasiado y coincidiendo con el regreso de Eva exploté en una fenomenal corrida. ¡¡¡¡Joderrr, me corro, me corro Evita, huumm que pasadaaaa aahhhhh huuumm, ooooohhhh¡¡¡¡¡¡¡ Y me corrí en el preciso instante que Carlos descargaba su chorro de leche dentro de mi culito dolorido. Carlos se derrumbó sobre la alfombra mientras Mario se escurría hacía el baño. Me tumbé sobre el sofá pensando en lo que acababa de suceder. Mis dos agujeros ardían después del gran polvo que habían disfrutado. Mi respiración entrecortada no detuvo sin embargo a mi amiga Eva que si dudarlo se colocó sobre mi marcando un perfecto sesenta y nueve comenzando a lamerme con ternura (menos mal) mi caliente coñito. Su lengua trazaba surcos entre mis labios vaginales y daba ligeros golpecitos sobre mi hinchado botoncito. Al principio no me le encontraba demasiado gusto a sus lametones y chupadas, pero poco a poco una sensación placentera comenzó a invadirme obligándome a reconsiderar mi posición. Levanté la cabeza y agarré con ambas manos sus caderas tirando de ellas hasta situar su vagina sobre mi boca y comencé a lamer aquel precioso coñito sonrosado que tanto me gustaba. Eva al darse cuenta que ya estaba preparada para la faena, se lanzó metiéndome los dedos en mi coñito hurgando mi interior que comenzaba a pedir más. Yo el correspondí mojando mis dedos en su cueva y clavándoselos a continuación en su delicioso trasero. Eva arqueó el cuerpo pero enseguida aplastó su coñito contra mi boca de nuevo. No me hice de rogar y mientras mi amiga me conducía al séptimo cielo, yo mojaba los dedos en su cueva y se los clavaba una y otra vez en su lindo culito que cada vez estaba más y más dilatado. De repente, detrás de mi cabeza pude ver a Mario totalmente empalmado que me pedía que le dejara libre el culito de Eva. Me giré despacio para salir de debajo de su coñito y tras sentarme, le pedí a Eva que se pusiera de pie para terminar de comerme el coñito. Ella aceptó y cuando yo abrí bien las piernas ella se arrodilló delante de mi y se lanzó de nuevo sobre mi apetecible vulva. Me estaba llevando a las puertas del cielo y sobre todo, me estaba produciendo un morbazo ver como se acercaba Mario con la polla en ristre y se colocaba detrás de ella y sin mucho miramiento intentaba clavársela en su precioso trasero. Eva soltó mi coñito y protestó “ ¡¡ noooo Mario joder!!! ¡¡ Por ahí no que me duele coñooo!!. En ese momento llegó Carlos que sujetando con suavidad la cabeza de Eva consiguió que volviera a lamer mi ansioso coño mientras le acariciaba la espalda para tenerla controlada. Eva se relajó con las caricias de Carlos y esté le hizo na seña a Mario para que lo intentara de nuevo. Eva se tensó a notar la polla en su ano y trató de protestar pero Carlos hundiéndole la cabeza en mis humedades la sujetó con fuerza mientras el novio se la iba enterrando en medio de gemidos de dolor de Eva. La situación me estaba descontrolando así que yo también comencé a acariciar las tetitas de Eva mientras el bárbaro de Mario conseguía por fin enterrar sus 18 cm. en su encantador trasero. Poco a poco Eva se fue relajando y el dolor fue dando paso al placer volviendo a concentrarse en mi coñito de tal manera que enseguida estaba a punto para correrme. Pero Carlos que ya no necesitaba sujetar a Eva para que Mario se la follara por el culo, se levantó y colocó su pene en mis labios para que se lo chupara. El muy cabrón aún no había limpiado su verga de los restos de la follada anterior. Tenía un regusto amargo y ácido pero como era su leche y mi culo, traté de complacerlo. Su polla iba creciendo increíblemente. Claro que era normal que estuviera tan caliente porqué allí mismo, Eva estaba siendo taladrada por su culito por Mario y a mi me estaba comiendo el coñito mi amiga del alma. Carlos en cuanto tuvo la polla a punto, se tumbó en el suelo y le pidió a Mario que tumbará a Eva sobre el. Este obedeció y enseguida Eva se dejó caer sobre la polla de Carlos enterrándola hasta los huevos. Estaba tan salida, tan fuera de si que ella misma le pidió a Mario que se la clavara en el culo cuanto antes. Este no se hizo de rogar y aplastando a su novia sobre mi marido, le enterró con furia su polla mientras yo comenzaba a golpearlo en el trasero animándolo a que se lo metiera todo. A Mario los golpes parecían gustarle porqué comenzó a jadear con fuerza mientras se estremecía en convulsiones de arriba abajo. Súbitamente se detuvo y de su verga empezó a descargar un río de semen que inundaba el ano de su novia mientras esta lograba un nuevo orgasmo cabalgando a mi esposo. La escena era impactante y Eva me confesó que quería que Carlos se la metiera de nuevo ahora por el culo. No le di opción a mi marido y coloqué a Eva de espaldas para que se clavará desde arriba en su culito abierto. Con delicadeza la polla de Carlos se fue abriendo paso en el apretado culito de Eva. Cuando la tuvo toda dentro y ella empezó a subir y bajar con lentitud para disfrutar aquella polla en el trasero, yo me fui al frigorífico saqué una de las botellas de cava que estaban a enfriar. Me coloqué delante de Eva y le fui metiendo sin mucho miramiento, el cuello de la botella en su coñito que estaba súper abierto. Al rato, Eva subía y bajaba con rapidez sobre la polla de Carlos mientras yo no paraba de masturbarla clavándole la botella en su coñito. Carlos parecía no poder aguantarse más así que comencé a rozar el clítoris de mi amiga con el tapón de la botella metiéndoselo alternativamente en profundidad en su coñito provocándole así una intensa y prolongada corrida que será difícil que olvide nunca. Carlos por fin exploto dentro del culo de Eva y yo me lancé sobre su boca mordisqueándola mientras Mario nos miraba con cara de felicidad sentado en la esquina del sofá. Claro que la cosa no acabó aquí pero….el resto es historia para otro día.
Besitos calientes de vuestra amiga Mabel Traste