Es por demàs excitante, cuando camino a una cita, con una mujer , tambien casada
uno tiene casi la certeza que algo caliente està por suceder. Y a mì me sucediò...
Despuès de un tiempo escribièndonos, contàndonos cosas, Marta y yo nos encontramos en una estaciòn de tren, sin habernos visto jamàs las caras, pero
con los detalles casi necesarios para reconocer-
nos. Sonrisas còmplices obraron como presentaciòn
a lo que acto seguido me invitò a su auto.
Estuvimos girando por la ciudad sin un rumbo fijo
reconocido, aunque obvio. Durante el viaje las primeras caricias fueron tomando forma, hasta que el hielo se rompiò definitivamente cuando su mano derecha apretò con fuerza mi pierna izquierda, al
responder al gesto con una mirada, ella recorriò
el ancho de su boca con su lengua para humedecerlos y darme a entender que lo que seguìa
serìa increìble. No demorò mucho en encontrar un lugar apartado para estacionar, bajar las luces,
girar, mirarme y elegantemente desabrochar unn boton de su camisa, para ofrecerme desde allì sus
pechos que esperaban ser devorados literalmente. De todas maneras, comenze besando sus labios suavemente, y acariciando su cuello, de manera
sutil y cadenciosa. De a poco fui dibujando con mi lengua, desde su boca, circulos, que se transladaron a su cuello,para subir, bajar, y hacer escala en su oreja, la que succione e hizo
estremecerla por primera vez. Deje mi lengua ju-
gando en su oido, para dejar caer mis manos a sus
pechos que ya empezaban a tomar la redondez de
fuego interno. Con ambas manos aprete suavemente sus pezones que subitamente se enrojecieron y ya duros,los tome con mas fuerza, haciendolos mios
definitivamente. Los retuve con las palmas de mi mano, girando por debajo de ellos, y apartandome lo suficiente para apuntar con mi boca, y dejar
girar mi lengua alrededor de los pezones , ya increìbles. Alteraba la lengua con pequeños mordiscos de mis labios, y suaves roces con los
dientes. No paso mucho tiempo para sentir su mano
irrumpiendo mi pantalòn y con maestrìa y casi por la fuerza, sacar mi pija, que logicamente apenas si entraba en su mano debido al grosor que habia tomado. Empezò a masturbarme fuertemente asì que de la nada busque con mis dedos su concha, la que
humeda plenamente se abrio generosa, para que tres de mis dedos se sumergan, y empiezen a moverse de manera que los jugos quemen mi mano
sin miramientos. Ambos estabamos a pleno, asì que
con un movimiento casi brusco, la traje hacia mi
para sentarla sobre mi pija que dura y brillante
la esperaba. Se sento y empezo a cabalgarme de manera increìble, Al estar ambos tan mojados, la
lubricacion hizo que los movimientos, fueran tan frenèticos, como perfectos. Sus gemidos primero, y sus gritos posteriores, bien podìan agrietar los cristales del auto. Mientras se movia sobre mi
dejo caer sus tetas, una vez mas en mi boca, que esta vez no pudo evitar morder los pezones. Con ellos dentro de mi boca, mi respircion era escasa
pero que poco importaba, y entonces, un grito fulminante partio de de sus entrañas regalàndome un orgasmo pleno, que se completò cuando el volcan que salio de mi pija que inundo su concha, y fue tal el caudal de mi liquido, que al empezar
a caer por sus muslos, los recogio con sus dedos para que ambos saborearamos y mezclaramos con
nuestras lenguas en ambas bocas que se fundieron de manera increìble. Por instantes sigui moviendose un poco mas, para mantener mi ereccion
y un calor sublime nos envolvio, lo que recostados
uno sobre el otro, se hizo mas que placentero. Sus pechos descansaron en los mios, y un beso
suave sello un encuentro imcreìble...Lo que vino
màs tarde, tambièn fue inolvidable..
Dr.Seductor