Hace tres meses, estaba en mi casa fastidiado. Por suerte, un amigo del colegio llamado Omar me invitó a su casa a jugar PlayStation. Él siempre me había gustado, pero yo no daba el paso, me daba pena, debo confesar.
Al llegar, Omar me abrió la puerta, estaba con unas bermudas, y sin camisa, me puse caliente de sólo ver sus piernas y su tallado cuerpo. Entré, y comenzamos un partido de Fifa. Al rato, ya habiendo jugado bastante, Omar me dice que nos pajearamos juntos, ya que estábamos solos en el apartamento. Yo accedí, y él colocó porno hétero. Cuando nos sacamos la polla, comenzamos a masturbarnos.
Yo no podía dejar de ver su pollón, y él se dio cuenta. Me preguntó con una sonrisa: ¿Te gusta?. Me puse super caliente y le dije, también con una sonrisa: Me encanta! A partir de allí, nos empezamos a besar y nos desnudamos. Él a mí, y yo a él.
Bajé inmediatamente a sus pies y empecé a lamerlos, él gemía de placer mientras se masturbaba levemente. Empecé a chupar sus piernas, hasta llegar a su polla. Me di gusto, estaba en la gloria.
Me pidió que le lamiera el rabo y así lo hice, lo que más me gustaba de él es que era lampiño, ni un solo pelo. Hicimos un 69 y luego lo penetré.
Monté sus pies en mis hombros y lo cogía con mucho placer, mientras le chupaba los dedos y nos besábamos.
Fue una tarde bella, a partir de ahí, él y yo iniciamos una secreta relación, que hasta hoy perdura. Sexo y más sexo. Espero que les guste.