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Los extraterrestres entraron por la cocina

Allí estaba Celestino con su cara de pendejo hablando en un programa de televisión, de una estación nortemaricana, sobre cómo fue secuestrado por dos pigmeos extraterrestres y llevado al planeta Frigio de la galaxia Fritura un domingo por la mañana.

La propaganda había sido tan efectiva que millones de seres humanos en todo el mundo esperaron aquel día y aquella hora para ver la entrevista en vivo de Cele y su secuestro tan extraordinario.

Yo, que no creía en esos cuentos de hada y de locos, estaba muy ancioso porque me había criado con Celestino en el mismo barrio y sabía que era un hombre serio y muy respetado. No había motivos para que él se inventara aquella fascinante historia.

Allí estaban las imágenes de la propaganda de la emisora. Un tipo, con cara de misterio, muy bien vestido, salía del fondo acompañado por una nube de humo intensa. Luego las imágenes de ovnis que supuestamente habían sido visto en diferentes lugares de la tierra... estaba muy impresionado, era un montaje excelente. Me acomodé en mi sillón y puse toda mi atención en aquel programa que iba a impactarme de tal manera que quizás cambiaría mi escepticismo y me convertiría en otro creyente de estos viajeros espaciales.

Luego de la introducción del programa apareció la figura de mi respetable amigo, todavía marcado por su terrible experiencia. Vestido de verde, con grandes espejuelos, y muy seguro de sí, comenzó suavemente a contar lo sucedido.

___¡Fui secuestrado por dos extraterrestres pigmeos el día 31 de octubre de 2002 mientras preparaba mi desayuno que consistía en huevos, panas de pepitas, avena, jugo de china y un pedazo de pan viejo cuando una luz que provenía de la cocina cayó sobre mí. Cuando volví a la realidad estaba camino a una enorme nave espacial que estaba aparcada cerca del río y que era conducida por un ser muy extraño. Me acomodaron en una silla de la nave y los dos pequeños viajeros se sentaron, uno a mi derecha y el otro a la izquierda.

Aquella nave era algo increíble. Estaba hecha de un metal reluciente, era muy silenciosa, tenía unos tubos que transportaban a los seres de un lugar a otro rápidamente. Desde la nave se podía observar, en unos enormes monitores, todo lo que acontecía en nuestro planeta. Especialmente los asuntos políticos, programas pornográficos y programas de deporte... Me sentía como un rey, aunque aquel dolor infernal de mi brazo, causado por una inyección que me pusieron, no me dejaba tranquilo.

No sé, pero en cuestiones de segundos, entramos a otra dimensión y fuimos absorbidos por un hoyo negro que los lanzó fuera de este sistema solar y nos llevó al planeta Frigio, como ellos me informaron...

El entrevistador estaba boquiabierto y yo en mi sillón parecía que estaba hechizado por aquel increíble relato. Era como si aquel hombrecito abriera mis cinco sentidos y me llevara a comprender que realmente no estábamos solos en este universo de Dios.

Luego de una pausa comercial siguió el relato, ahora con más seguridad y haciendo gestos con las manos Celestino expresaba.

___Curioso les pregunté a los dos amables seres, que habían cambiado de forma y eran como los humanos, cómo era posible viajar tan largas distancias en tan poco tiempo y cómo sus naves no se desintegraban por la velocidad. Uno de ellos me miró fijamente y me dijo que las naves no existían, todo era una ilusión para hacer sentir a los secuestrados de la tierra que viajaban cómodamente en un avión. Ellos viajaban utilizando sus mentes. Sus ideas se convertían en materia y podían pensar que estaban en una nave y la idea tomaba forma corporal. Que sus pensamientos, billones de años más desarrollados que el pensamiento de los humanos, podían viajar 10 mil millones de años luz más rápido que la velocidad de la luz conocida en la tierra.

Para ellos no existía el tiempo ni el espacio y la materia era una mera ilusión óptica.

Cuando llegamos al planeta Frigio mi espíritu se conmovió. Era algo nunca visto. Billones de seres de todas las formas compartían amigablemente en un paraíso indescriptible. Sus calles eran de oro y plata reluciante, sus mares y océanos de cristal, su naturaleza mil veces más hermosa que la nuestra. Uno respiraba paz y sentía que aquello no era real.

Nos recibió un grupo de personajes de Estado. Pusieron una hermosa alfombra roja reluciente y una banda de extraordinarios músicos tocaron una marcha. Caminé por ella como si hubiera sido un importante Jefe de Estado de la Tierra. Lloré de la emoción cuando una hermosa extraterrestre me dio un beso en la mejilla, colocó un collar de diamantes en mi cuello y me dio la bienvenida a su planeta.

Inmediatamente me condujeron a un pasillo que parecía que no tenía fin. Me sorprendió la galería de cilindros, llenos de un líquido transparente que contenía a miles de seres de nuestro planeta. Pude ver a Sadam, Bush, Kadafi,a Bin Laden, Blair, el Papa, Elvis, Hitler, Fidel, Pelé,Buda, Gandhi, Jeús, David,Madona, Madam Curie, Cleopatra, la Borgia, Juana de Arco, Santa Teresa, la Madre del Calcuta, Serena, Jennifer López, en fin, estaban todos los hombres y mujeres importantes de nuestro planeta. Uno de los viajeros me informó que eran clones... quedé sorprendido con el letrero que decía: " Invación terrestre en su fase final, 2036"....

Llegamos a una sala. Me dijeron que me sentara y esperara. Los dos pigmeos me dieron la mano y pude comprender que me dijeron que había sido un placer compartir conmigo y me deseaban todo tipo de suerte de ahí en adelante.

De pronto de una pared salieron las dos criaturas más raras que había visto, una anciana que tenía como 500 años, su piel parecía goma, le colgaban los senos como dos toronjas y un enorme gigante como de ocho pies de estatura. La vieja se me acercó y me pellizcó las nalgas, me miró con una lujuria infernal. Volvió, y esta vez, me dijo que me quitara la ropa. Me negué pero el gigante me convenció cuando me agarró los testículos y me los apretó... estaba que me caía del dolor... la anciana me ayudó con un gusto del demonio... Aunque estaba matá y sus manos estaban muy arrugadas, sentía como si una Miss Universo me estuviera acariciando. Me entró un deseo de darle una clavada a la viejuca pero me controlé. La anciana le hizo una señal a su acompañante y éste extrajo una manga de una computadora. Me la colocó en mi pene... y fue tanta la presión que sentí que fui a parar a una esquina del salón, la vieja descarada volvió a cogerme una nalga y me apretó con fuerza. Luego de examinar todo mi cuerpo me entregaron un traje espacial amarillo. El gigante me dijo que me doblara y la maldita vieja me dio una pata por el culo con tanta fuerza que fui a parar a otro oposento... Mis días de vacaciones felices parecía que había terminado.

Estaba atónito antes las declaraciones que estaba escuchando. Cada minuto que pasaba el programa me convencía que aquella historia era cierta. Aquel hombrecito no podía inventar una historia como aquélla, ciertamente debió vivir aquella experiencia. El entrevistador hacía comentarios muy atinados, se veía en su rostro la alegría de haber logrado aquella entrevista tan espectacular...

Cele continuó su epopeya y con voz pausada decía:

___Allí, en aquel lugar, estaba una hermosa chica. Estaba sentada, su piel era extraña pero humana, cruzó sus piernas y les juro que lo que vi me comió los sentidos. Una inexplicable sensación se apoderó de mi cuerpo, la temperatura subió, sentí que mi verga se levantaba y como soldado que se pone derecho para saludar a su general quedó erecta. Volvió a cruzar sus piernas y dejé escapar un mugido... no podía resistir, me dieron deseos de lanzarme encima de ella y devorarla poco a poco,lentamente, saborearla como un rico manjar,
ya mi mente había preparado el camino para el deleite celestial, ya la sentía entre mis brazos, acariciando aquel cuerpo, aquellos hermosos senos, aquellos labios sensuales, aquella sonrisita, aquel cabellos tan hermoso... mis fantasía sexuales terminaron cuando volví a mirarla y la que estaba sentada era la viejuca que me había dado la patada por el trasero... la muy fresca me hizo una guiñada y me dijo que la siguiera a la otra habitación... me entró un frío por carne y cuero que deseé estar en medio de las pailas del infierno que en brazo de aquel ser tan horrendo...

Pero la vieja me condujo a una sala comedor y desapreció de mi vista. No saben el alivio que senti. Ahora estaba ante el comedor más hermoso que hubiera visto en la tierra. Era una larga mesa rectangular que se perdía por aquel comedor. Los cubiertos eran reluciantes, la mesa estaba cubierta por un fino mantel de hilos de oro, las sillas eran increíbles, la suavidad, la textura, la comodidad y los que estaban sentados era gente maravillosa, muy corteses. Aparecieron como una docena de hermosas doncellas, cada una portaba un aparato extraño muy pequeño, se parecían a una pequeña calculadora. Cuando uno oprimía un número aparecía en una enorme pantalla el menú del día... No me lo van a creer pero habían allí todo tipo de "fast food"... uno ordenaba y le servían un rico plato. Pero yo no ordené, estaba cansado de la comida terrenal, volví a presionar un nuevo número, el día de mi cumpleaños, y apareció sobre mi mesa un plato de mariscos que se me quitaron las ganas de comer. Entonces un caballero, que estaba a mi lado, me miró y escuché en mi mente que podía ordenar de nuevo. Así lo hice y surgió de la nada un suculento plato de arroz con gandules, carne de cerdo,tostones, aguacate, un mantecado en una hermosa copa y un rico jugo, especial del planeta...

Lo curioso de todo fue que hubo un silencio profundo. El que ocupaba la silla del extremo se levantó, hizo presión sobre un medallón que tenía en su pecho y apareció en la pantalla la figura del gran Señor del planeta Frigio.
Todos calleron de rodillas y daban gracias por los alimentos. Permanecí de pie, estaba congelado, sorprendido por el acto de reverencia hacia su dios. Entonces escuché una voz como de truenos en mi mente:

___¡Mira, hijo de puta terrenal, dobla ese culo!

Caí de rodillas como si una mano gigante y poderosa me hubiera doblado como una libra de pan.

Todo marchaba bien hasta que ingerí el vaso de jugo. Entonces, en cuestiones de segundo, el efecto no se hizo esperar, les juro por mi sagrada madrecita que hice todo lo posible por evitar aquello, apreté mis nalgas con fuerza, y disimuladamente dejé escapar un gas...
No me lo van a creer, pero todo desapareció a mi alrededor, quedé solo... estaba confundido... caminé hacia el baño, lavé mis ojos y me asomé por una pequeña ventana, todavía estaba sonando la sirena de alerta general... y saben, ante mis ojos todo el planeta desapareció y lo único que pude obervar desde aquella altura era un planeta desértico, sin árboles, sin ríos, sin mares, sin atmósfera, sin aves, sin habitantes... sólo se escuchaban los truenos y aquellos mortíferos rayos que lamían la vasta extensión...
Regresé a la mesa... cerré mis ojos... no sé cuánto tiempo pasó... de nuevo escuché la sirena... cuando abrí mis ojos... allí estaban de nuevo, esta vez todos estaban vistiendo de unos trajes blancos y luminosos y portaban unas mascarillas en sus narices.

Entraron dos robots, parecido a los humanos. Me tomaron por un brazo y me condujeron a otro pasillo. Mientras caminaba una amalgama de rayos de todos los colores penetraban mi cuerpo. Luego me llevaron a un pequequeño cuarto, me desnudaron y sentí sobre mi esbelto y sensual estructura corporal los chorros de agua a presión que quemaban mi delicada piel. Luego se acercó una ninfa de los bosque. Era genial, estaba vestida de blanco, estaba protegida con una máscara... Se acercó, buscó, tocó cada parte de mi estructura ósea...colocó sus finos dedos en mis orejas, boca, nariz, me examinó a Cuquito, asi lllamo a mi tranca, sentí una sensación poderosa, cuando se levantó y se pusó tenso como cuerda de violín, ella lo examinó con un instrumento raro, todo era negativo en el indicador de sustancias extrañas. Luego me dijo que me colocara en cuatro y comenzó a jugar con mis nalgas, sentí un pillizco... colocó el instrumento en mi ano... de pronto... la máquina explotó...atemorizados comenzaron a abndonar el cuarto... la última en salir fue la doctora... cuando volví a mirarla para soborearla era la reventa vieja de nuevo... la maldije como mil veces y le di una bofetada a mi Cuquito por ser tan desvergozado y haberse parado ante la presencia de aquel ser que ni loco le hubiera metido mano...

No sé cuánto tiempo esperé... Lo cierto es que llegaron los dos extraterrestres que me habían secuestrado. Me llevaron por el mismo pasillo en el cual estaban los cilindros, no me hablaban, tenían un traje espacial nuevo y una máscara muy rara. Mientras observaba los cilindros... me sorprendió algo extraño... ahora el letrero decía:"Invación al Planeta Tierra ha sido cancelado hasta nuevo aviso"... no entendía nada... Iba a pregunatrles a los dos pigmeos pero mi mente quedó en blanco... no había comunicación con ellos...

Me llevaron ante los jefes del Estado Mayor del Planeta y su Presidente. Me colocaron en una silla muy confortable. La sala estaba llena de periodistas raros... comenzó, en vivo, una transmisión a todo el planeta, inclusive hasta cubrir toda la galaxia de Fritura... El Presidente habló. Ordenó que todo quedaba bajo el control del gobierno central. Se prohibían los viajes al planeta tierra, tantos turísticos como de placer, toda acción relacionada con la invación había sido cancelada y se prohibía cualquier contacto con los humanos... Saben no entendía... sentí miedo, creí que hasta allí llegaban mis días... pero no fue así... Una vez terminó la conferencia volvieron a llevarme a mi cuarto dormitorio... Estaba muy agotado... me di un buen baño. No sé, pero aquel chorro de agua era muy extraño. Sentí un placer bárbaro, me dio hasta piquíña en el culo y me entró un remeneo de pato que me volvía loco. Caminé en forma sospechosa hasta el espejo... me miré... les digo que aquella sonrisita comenzó a preocuparme... volví a la cama y cuando me estaba quedando dormido el aposento se llenó de una luz brillante de múltiples colores. Abrí mis ojos espantado y allí estaba aquel enorme ser desnudo. Apreté mis nargas y me coloqué la almohada en el trasero. Aquella bestia lo que tenía por bejuco era una manga de echar gasolina...volví a cerrar mis ojos y me encomendé a Dios y a todos los santos. En unos minutos repetí el Padre Nuestro como diez veces...

Pero hubo un cambio de luz y sentí algo diferente. El gigante ya no estaba, en su lugar,¡ay madre mía!¡Santa Valeria de los Aguacates!,apareció la mujer más bella y sensual que existiera en todo el universo. Su traje fino, transparente,provocativo... comenzó a bailar una danza oriental, se movía como una culebra... mi temperatura subió, casi se electrocuta el pajarito que Dios me dio para orinar, me entró una piquiña sabrosa por el orificio que está localizado al final de mi columna vertebral... se fue acercando, se quitó la mascara que llevaba puesta... dejó caer su bata, su sostén, su pequeño panti que cubría aquel hermoso y lujurioso lucero negro que adornaba su placentera figura... se acercó con sus labios mojados, carnosos, ricos, bárbaros, sensuales, aquella mirada de loba hambrienta, de hembra que desea que le den para abajo con ganas... pusó una pierna en la cama y la otra se sostenía en la hermosa alfombra del piso... se dobló como una pantera... beso mis piernas, chupó mi dedo gordo del pie derecho, subió todo su cuerpo a la cama, abrió sus piernas, se colocó sobre mí... volví a abrir mis ojos... allí estaba la jodía anciana de nuevo... saboreándose... no resiti aquella tortura y dejé escapar un airecito fresco... la dama desapareció como por arte de magia...

Al despetar estaban mis dos amigos espaciales. Me ordenaron que me levantara por orden del Presidente... su esposa, la viejita cariñosa, le había informado lo sucedido... ya nada se podía hacer... tenía que abandonar el planeta... Me tomaron por un brazo, pero antes habían colocado una letrero en la puerta del dormitorio:

" Clausurado"" Contaminado por sustancía tóxica deconocida"

Les juro que no entendí nada de nada...

Finalmente me condujeron por otro pasillo muy oscuro, en todas las habitaciones había una inscripción que leía: "En cuarentena""Peligro" "Sustancia química toxica desconocida"

Los dos ciudadanos espaciales abrieron una compuesrta, me empujaron con delicadeza y oprimieron un botón. No sé cómo, ni cuando... lo cierto es que desperté en mi casa comiendo mi desayuno de siempre.

No sé lo que ustedes puedan pensar de esta historia. Yo quedé convencido por algún tiempo de que era cierta. Pero mi curiosidad me llevó a investigar y descubrí que era una falsa. Todo era un invento de mi amigo... era cierto que existían los dos pigmeo, se trataba de sus dos vecinitos, Carpiolo y Piolocard, dos gemelos idénticos feos como el mismo demonio, sus orejas afiladas, narices prolongadas y deformes, sus ojos oblicuos y sus cabellos parecían alambre de púa... ellos habían confesado que entraron por la puerta de cocina, porque Celestino la había dejado abierta. Los dos chamaquitos entraron a robar porque tenían malas costumbres. El pobre Cele había cogido una nota cuando mezcló droga con alcohol, casi si volvió loco y estuvo tres días hablando incoherencias, afirmaba que había sido secuestrado por dos extraterrestres.

Lo incomprensible de todo esto fue que el prograna sería nuevamente repetido porque el público así lo había solicitado...

Fin
Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 4.82
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