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Los albañiles me gozaron (11)

-Lo felicito señor su esposa está embarazada van a ser papas! -dijo el médico y mi marido se puso eufórico.



-gracias doctor.



-Ahora hay que cuidar muy bien a su joven esposa es muy joven por lo que veo en el expediente pero cuidándose muy bien no habrá ningún problema -sentencio el médico.



-No se preocupe doctor ya platiqué con mi señora madre y me dijo que en caso de que estuviera ella embarazada nos iríamos a vivir con ella para que mi mami se haga cargo de cuidarla mientras yo trabajo -dijo mi marido.



Me moleste de inmediato con él, yo no quería ni deseaba ir a vivir con la "persignada" de mi suegra una mujer muy autoritaria y "mocha" que solo se la vivía en la iglesia y en misa. Al salir le reclame a mi marido:



-Oye yo no quiero vivir con tu mama! Me ahogaría a su lado! -le recriminé.



-Lo siento mi amor yo no puedo trabajar estando con el pendiente de que estas sola y algo podría pasarte a ti o al bebe no me lo perdonaría!



-Pero -intente interrumpir.



-No hay ningún pero además solo serán unos meses mientras nace nuestro bebe! -me dijo ilusionado.



-Peero.



-Además la casa de mi mami es muy grande no habrá problema entre ella y tú ya verás -me dijo el terminando la discusión.



Llegamos a casa de mi suegra ciertamente era una casona bastante grande ubicada en el centro de la ciudad con un mercado a unas cuadras y con cines de los viejos muchos de ellos convertidos en cines porno para sobrevivir a los grandes centros de cine ubicados en las plazas comerciales. Llegamos a nuestra casa y él ordenó:



-Arregla tus maletas y todo lo que necesites mientras me baño.



Empecé a empacar mi ropa entre ellas los mini vestiditos y tanguitas que me había regalado don Efra que sabía que mi suegra no iba a dejarme ponerme. Recordé los ricos momentos que pase con los albañiles y mi puxita se mojó rápidamente hacia más de un mes que no tenía sexo y mi cuerpo me pedía y me exigía eso. Salimos y mi marido me dijo:



-Despídete de la casita un tiempo cuando regresemos regresaremos con nuestro bebé como una familia amor.



Cerramos la puerta y me sentí triste de perder por tantos meses mi libertad pero también tranquila porque mi marido no se había dado cuenta de mis andanzas. Por fin llegamos a casa de mi suegra.



-Hijos bienvenidos -nos dijo dándonos sendos besos en la mejilla.



Realmente mi suegra no me caía tan mal lo que pasaba es que a veces se volvía autoritaria no era nada fea y de hecho tenía un muy bonito cuerpo pero se vestía siempre con vestidos muy holgados y largos lo cual ocultaba mucho sus encantos.



-Mira hijo le voy a regalar unos vestidos a Kathia espero que le gusten –dijo.



-Suegra con todo respeto pero yo –interrumpí.



-Que no te gustan? -se molestó.



-No suegrita con todo respeto pero sus vestidos son algo anticuados! -le dije.



-Mama debes entender! -interrumpió mi marido- Kathia es una mujer joven a ella le gustan otro tipo de vestidos –continuo.



-Así ya la he visto de esos vestiditos cortos y provocadores que enseñan pierna, escote y que provocan a los hombres? -dijo ella molesta.



-Mama no exageres! Son vestidos que usan las mujeres ahora -interrumpió mi marido.



-Si las mujeres que les gusta provocar! –dijo.



-Suegra no exagere además hay mucho calor aquí para andar puesto un vestido así como los que usa! –dije.



Después de un largo rato de discusión por fin llegamos a un acuerdo y con la ayuda de mi marido convencí a mi suegra de dejarme andar un tiempo vestidos cortos y escotados no como me gustan pero si algo lucidores. "Viera los vestiditos que me regalo don Efra se infarta" pensé. Nos instalamos con mi marido en un cuarto grande y con baño en la planta alta de la casa tenia aire acondicionado y realmente era muy cómodo. Al día siguiente mi marido se fue a trabajar y yo me quede con ella y sus sirvientas, tenía dos por lo que no había mucho que hacer en la casa así que me aburría de lo lindo. En esas estaba cuando mi suegra mando a una de sus muchachas a la tienda de la esquina.



-Suegrita voy con Loida si? -Loida era una de las muchachas de mi suegra.



-Hija es que ahí vende cerveza y se juntan los hombres y son muy irrespetuosos.



-Ahí suegra con esta panzota quien me va a decir algo por favor -yo sabía que ni siquiera se notaba mi embarazo pero le decía para que me dejara ir.



-Bueno ok me la cuidas Loida no tarden mucho.



-Claro que si -contesto Loida.



Salimos y por un rato me sentí libre del yugo opresor de mi suegrita.



-Niña así como va vestida me la van a estar molestando en la tienda! -me dijo Loida.



-Por qué Loida a poco te molestan ahí?



-Si niña ahí está el viejo loco de don Ramón que solo se la vive molestando y siempre quiere andar manoseando -me dijo- Ahorita debe estar solo pero en las noches es peor cuando esta con sus amigos caguameando ahí se ponen más pesados.



-Y te han manoseado Loida jajaja -pregunte divertida.



-Sii pero siempre me lo cacheteo al viejo libidinoso aunque mi amiga Paty la que trabajaba en la casa de al lado si cayo -me conto.



-Y que paso con tu amiga? –pregunte.



-El viejo libidinoso y depravado ese la volvió su amante y después la embarazo y ella regreso a su pueblo -me conto.



-Se hubiera quedado y lo hubiera demandado -le sugerí.



-Cual si la muy puta regresa cada tiempo a estar con el viejo rabo verde y libidinoso ese -me dijo.



-Oraleee -dije sorprendida.



Llegamos a la tienda y escuche una voz muy fuerte.



-Wuaooo Loidita preséntame a tu amiguita mira nada más que bomboncito -escuche- Si es la –dijo.



-Soy la nueva muchacha de doña Sara! -interrumpí y cerré el ojo a Loida.



-Wuaooo ricura me alegra tener vecinitas así -dijo el tipo acomodándose el pans que traía vi como el bulto de su pans crecía y él se lo acomodaba- Cómo te llamas ricura? –pregunto.



-Soy Katy y usted? –pregunte.



-Soy Ramón primor a partir de estos momentos considera esta tienda como tuya bebé -me dijo coqueto.



-Jajaja oraleee ya soy dueña de esta tienda entonces jajaja -conteste divertida.



-Si mamita toda tuyaa bizcocho.



Yo veía la cara de Loida muy sorprendida.



-Aah vende revistas también? -le dije viendo unas revistas colgadas.



-Si acá dentro tengo varias más quieres ver? -me dijo.



-Órale pues voy a ver las revistas espérame tantito Loaida.



-Peroo.



-No tardo espera -le dije.



-Si atiende tantito -dijo don Ramón.



Entramos a un cuarto en donde había una pantalla grande y una hamaca también había un mueble repleto de revistas. Me quede parada hojeando una tv y novelas cuando de repente vi una revista porno y la empecé a ver en eso sentí la verga de don Ramón punteándome mis nalgotas y agarrándome de la cintura diciéndome al oído:



-Te gustan de ese tipo de revistas primor?



Yo pare más mi culote para sentirla mejor.



-Mmm hay algunas buenas -respondí coqueta.



El tipo empezó a lamer mis orejitas y masajearme las chichotas.



-Mira que rico mama la chica de la foto -me dijo a mi orejita.



En la foto una joven blanca mamaba una enorme verga.



-que se me hace que así la mamas tu verdad perrita? Mmm



-No se quizás –conteste.



-Quizás que bebé? -me pregunto.



-Si estoy muy caliente tal vez mame así jajaja –conteste.



Don Ramón ya masajeaba mis chichotas por dentro de mi blusa y pellizcaba mis pezones yo movía mi culote por su vergota cuando Loaida empezó a gritar:



-Señito señito ahi viene doña Saraaa.



(Continuará)


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