Yo y mi guapísima como queridísima hasta fascinadisíma asistente administrativa de la sala de profesores de verdad no podemos controlarnos ni siquiera resistirnos ante tanta saciedad que emanamos de los mismísimos poros de nuestras epidermis cuando andamos juntos tratamos de comportarnos con suma decencia por moral y educación adquirida como cimentada por nuestros padres cuando éramos unos niños y adolescentes. Andando en el supermercado comprando los víveres vestida con su atuendo de ejecutiva universitaria con todo el atrevimiento que me merece ella, tomo la cajeta de la pasta dental grande y sin decirle ni comunicarle mis intenciones de lo que voy hacerle le rozo toda la caja en su culito como nalguitas volteándose al estar doblada hacia mí me sonriente al lanzarme un beso apasionado que indica que le gusto y le fascino hasta la excito reverencialmente esa osadía como riesgo que corremos en ese mismo momento.

Continuamos estando en el área de vegetales tomando y chequeando como están los mismos tomates agachada mi asistente administrativa de profesores andando cerquita de nosotros un encargado de supermercado tengo la osadía igualmente de meterle y rozarle por debajo la parte de arriba de mi zapato derecho debajo y arriba de sus nalguitas me hago el loco como el tonto mientras indignada se para la asistente hiendo hasta donde está el mismo encargado de los vegetales a exigirle como reclamarle que le está pasando soy una mujer decente como seria que no anda coqueteando ni ofreciéndome como una verdadera cualquiera aquí en el supermercado para que lo sepa y se entere de una buena vez ando acompañada por mi prometido que es aquel hombre que está parado al lado de la carretilla y sepa muy bien es muy celoso le puede tirar un puñetazo limpio, le da una leve garnatada en la mejilla derecha por mi asistente administrativa de la sala de profesores al irnos al continuar las compras en otra sección le cuento que fui yo que te hizo la travesura esa en público hace un rato en el área de los vegetales sonriéndole me manda estas bofetada durísima, acercándose al hablarme al oído derecho vistes lo que me provocaste cabrón mierdero ofendí al pobre encargado de las legumbres por tu necedad como jueguitos hasta diversiones a mi costa finalmente a mi despensa que voy hacer contigo por amor a Dios, dímelo por favor sonriéndome al mirarme con sus dos nudillos apoyados en sus caderas muy enojada conmigo por mi atrevimiento con ella en el área de legumbres donde afecto al pobre encargado del área de vegetales del supermercado hace poco……………………………………………………………………