Soy todo un aciduo empedernido especialmente habitual en el área de ropa de vestir de mujeres, sobre todo en la línea de las faldas cuerinas, en que cuándo me encuentro frente a ellas; comienza mis pensamientos lujuriosos cómo enajenados a darme cuerda parejo con una fertilidad a las anchas y largas. Donde por un momento recreo que mis amigas y prostitutas me las lucen hasta modelan igualmente visten particularmente exhiben en donde protagonizan y escenifican muchas posiciones eróticas hasta lujuriosas que me encienden hasta calientan sobre todo enloquecen para rematar fascinan, asimismo apasionan, y por supuesto, cautivan y finalmente incitan por todos los reverenciales coños los cuales me orillan a comprarselas al darselas cómo cariñitos en que siempre me hablan que no gasta mi dinero en ellas que me aprecian cómo amigas solamente eso me queda grabado en mi cerebro pero no pierdo nada si juego con mi plena memoria y pensamientos eróticos y sexuales no le hago daño a ninguna de ellas ni sale a la luz publica solo en unos instantes lo vivo y participo de una manera ficticia por mí.