Que osadia pretendida a coquetear, lujuriar incluso enamorar con mis versadas palabras poéticas a Wilda, nunca me imaginé que de tanto insistir al no pararme bolas será que la respetaba como mujer casada y la adulaba al afirmarle solamente su belleza de amiga. Entro muy temprano al no ser todavía la hora para abrir la oficina, dandome cuenta la llegada antes de Wilda me abre la puerta para que entre a la oficina. Con las luces apagadas, caminamos a donde esta los archivos se pega, al besarme en el cachete notandola algo distinta que de los otros días, acercandose a mi oído me dice quiero jugar antes de las ocho.

Llevando una falda de polyester azul oscuro con sus medias una blusa chocolate galleta, bueno no la hago esperar le suba la falda al bajarle las medias con el panti, acostandonos en pleno suelo haciendo el coito muy rico les comento que la tengo muy extasiada con tantas caracias que emanan desde su cintura recorriendo sus muslos seguido al apretarle con fuerza de mi mano derecha sus portentosos como voluminosos glúteos al pasarle el dedo en toda la rectaguardia, estando muy fogosa como muy caliente por cada sentimiento que le doy sin parar sintiendose muy compenetrada con tal cariño que se vuelve más apasionada de lo que está.

Subo la blusa al quitarle el brasier al ponerle y tomarla del seno izquierdo al acariciarselo, manocearselo, besarselo finalmente al mamarselo dando esta clase tremenda de desayuno suculento que nunca me imagine que iba a presenciar, protogaonizar y vivir junto a Wilda.

Suertudo finalizamos media hora antes arreglandonos y vistiendonos, Wilda fue a la cafetería a desayunar yo por mi parte me despedi con un beso muy eferveciente en todo los suaves labios de Wilda al salir para abrir la oficina.