Mi cuñada una hermosa mujer de 38 años divorciada, había llegado a visitar a su hermana mi esposa, pero su carro le había estado fallando, a tal punto que cuando lo quiso arrancar al salir de la casa, este no respondió.
Por la pena de que por la visita que había hecho a nuestra casa y por la que había demorado, me ofrecí a llevarla hasta su casa, pues ya era bastante tarde, nos preparamos y salimos solo ella y yo.
Ella una mujer muy bonita y atractiva con un cuerpo de regulares dimensiones, aceptaba mis piropos los que le gustaban mucho y no dejaba de ponerse nerviosa y coqueta cada vez que le decía algo, por supuesto no frente a mi esposa, lo hacia siempre que estábamos solos.
Emprendimos el viaje de regreso a su casa, y aprovechamos para ir platicando de diversos temas, entre estos el porque no se había vuelto a casar, diciéndome que no quería problemas con los hombres y prefería estar solo; yo más atrevido le dije pero haz de tener algún novio por ahí, rápidamente me respondió que no y que así estaba bien.
Como a ella le gustaba mucho que la halagaran y le dijeran lo bien que estaba y lo bonita que era, inmediatamente me propuse la idea de decírselo, algo que a ella le provocaba que cada vez que yo le decía algo hiciera una risa picara y provocativa.
Diciéndole tantas cosas, le tomaba las manos y como ella ponía atención a lo que yo le decía se dejaba que se las acariciaba, se las presionaba y procedía inmediatamente a besárselas, ella no decía absolutamente nada, lo que yo aproveche y subía de tono los piropos y cumplidos; cuando le decía algo de sus piernas, le daba un toque rápido o una caricia fugaz, para saber su reacción.
No iba rápido, cada vez lo hacia más despacio para aprovechar el tiempo y que el camino era solitario, y por la nocturnidad se prestaba aún más.
Como los cumplidos y piropos habían subido de tono y a ella le gustaban, pare a la orilla del camino y entre las cosas que le decía, estaban, que a que hombre no le gustaría darle un beso, o sentir su olor, sentir su respiración y su fresco aliento,quien no se moría por abrazarla fuerte y tenerla entre sus brazos y sentir su espectacular cuerpo; diciéndole yo seria uno que diera mi vida por hacerlo, por poder besarla y abrazarla, ella rápidamente respondió, pues cuñado no hay necesidad de dar tanto, aquí me tienes y eres afortunado porque si alguien me llama la atención y me gusta eres tu y por respeto a mi hermana nunca te lo había dicho; para que quise más, casi me lance a ella, le di un beso en la mejilla, buscándole rápidamente la boca, ella ni siquiera se movió ni dijo nada, al contrario respondió al beso y nos quedamos besándonos en la boca, yo la abrace y me acerque más a ella.
Sentía como su respiración era cada vez más fuerte y como la piel se le erizaba, yo ya me estaba poniendo caliente mucho más de lo que estaba, no nos podíamos separar ella me besaba apasionadamente llevando sus dos manos hacia mi cuello y aprisionandome me dijo que hacia tiempo quería hacer eso y por fin se había dado la oportunidad.
Yo sin esperar más con una mano le tome del cuello y con la otra le acariciaba las rodillas, llevaba vestido y poco a poco se lo fui subiendo hasta quedar su piel a mi disposición; sentía su piel eriza y sus besos cada vez más largos y muy efusiva, estaba excitada al igual que yo; como no me había dicho nada cuando le subí el vestido y le acaricie las rodillas, mientras nos besábamos le fui subiendo las manos por los muslos hasta llegar a las nalgas, a ella le gustaba eso, le fui metiendo la mano entre el calzón hasta buscarle la chocha, abrió las piernas para que no tuviera problema y me dejo toda su chochita para que hiciera con ella lo que quisiera, cuando sentí ya me tenia la mano acariciándome la verga, la que tenia muy parada, diciéndome mi cuñada, uy cuñadito que cosota tan grande tienes, dichosa mi hermana que come bien y sabroso.
Yo le dije pues es tuya también mi amor, puedes gozartela toda y darte gusto,que tu hermana no es egoísta y si es para ti gustosa te la presta, para eso yo le había metido dos dedos en su chocha, que la tenia bien depilada ella había separado más las piernas, buscando como sacar mi verga aprisionada del pantalón.
Sin esperar más la ayude a desabrochar el pantalón y sacarme la verga, ella complacida la tomo con las dos manos y empezó a jugar, me la estaba tocando como su hermana jamas lo había hecho, me masturbaba de una forma tan especial que no podía creer que fuera mi cuñada la que estaba allí; yo le baje el calzón para que fuera más fácil el siguiente paso, que consistía en acomodarnos en el asiento para poder coger.
Pero antes de hacerlo, me agache lleve mi cara hasta en medio de sus piernas y rápidamente empece a mamarle la chochita, le buscaba con mi lengua el gallito, el que por cierto era más grande que el de mi esposa, allí estaba con mi cuñada con las piernas bien abiertas y recostada en el asiento; ella con sus manos me buscaba la verga y me dijo, permiteme cuñado que quiero tragarme la verga que mi hermana goza, deja que te la mame y sentir su saborcito; deje que me la mamara, algo que hizo con tanta delicadeza que me tenia maravillado.
Al habernos mamado los dos durante buen rato, me pidió que me sentara y que ella quería sentarse en mi verga, me acomode y con una rapidez increíble ella abrió las piernas, salto sobre mi buscando con una mano mi verga se la llevo hasta la chocha y se la fue metiendo, empezó a moverse de una forma tan especial y experimentada que seguía sin creer que me estaba cogiendo a la hermana de mi esposa a media carretera y en el asiento delantero del carro.
Le saque los pechos un poco grandes, se los empece a besar lo que a ella le produjo más excitación, se movió con más rapidez y podía sentir que estaba muy mojada, ella me abrazaba fuerte y sus movimientos era más rápidos.
Empezó a jadear y a decir que sentía ganas de venirse que le gustaba tanto el tamaño de mi vergota, pero que quería gozar un poco más,sentir lo gruesa e hinchada que la tenia, hacia unos movimientos muy bien acompasados que no pude aguantarme y le dije que también me quería venir, y dijo pues vamos cuñadito que nos vamos a venir juntos, terminando de decirlo estaba cuando sentí que su cuerpo se estremeció, se estaba viniendo y con ella yo sentí que me llevo, acabamos los dos al mismo tiempo, besándonos, algo que con mi esposa no lograba.
Alcanzamos el clímax los dos al mismo tiempo, tuvimos un orgasmo sensacional, los dos al mismo tiempo, que nos quedamos abrazados en la misma posición que estábamos, hasta que sentimos que nuestros fluidos empezaron a correr, buscamos conque limpiarnos, le di unos pañuelos desechables, me limpio primero y después lo hizo ella, nos dimos un gran beso, nos acomodamos la ropa y seguimos nuestro recorrido.
Al llegar a su casa, me paso adelante, me ofreció algo para tomar, se fue a la cocían y yo detrás de ella, me acerque a ella, la tome por la cintura, le bese en el cuello, ella se dio la vuelta y me respondió el beso en la boca, seguimos con las caricias, le baje las manos hasta sus nalgas, se las acariciaba con las dos manos, le subí el vestido y ella rápidamente bajo su mano hasta mi verga, me la metió entre el pantalón para buscarla adentro y empezó a masturbarme; nos quitamos rápidamente la ropa, nos fuimos a su habitación y allí estábamos nuevamente listos para otra cogida, comenzamos haciendo un 69 riquísimo, para pasar a clavársela por la chocha, peo antes la puse boca abajo, para besarle el ano, se dejo tan bien que le metí la lengua, lo que a ella le provoco más excitación, y me pidió que la cogiera de nuevo, que le diera fuerte y que después quería que le diera por atrás, que le comía el culo cada vez que le pasaba la lengua y quería que la penetrara por el ano; pasamos cogiendo toda la noche, al siguiente día llegue a casa con el pretexto que el carro se me había descompuesto, mi esposa no sospecho nada, que me había tirado a su hermanita y habíamos pasado toda la noche cogiendo; me preparo el baño, comimos y me dispuse a descansar.
Cabe mencionar que la hermana coge mucho más rico que mi esposa o tal vez por la costumbre de hacerlo con ella ya no sentía lo mismo y me excitaba mucho más saber que estaba cogiendo a mi culada a quien en algunas ocasiones me la cogía en mi propia casa y en la cama done dormía con la hermana, por supuesto que lo hacíamos cunado mi esposa no estaba y mi cuñadita me iba a visitar algo que empezó a ser muy seguido.
Muchos errores de redacción.