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Llevando a Karina a su casa

Karina es una chica de 30 años, es divorciada y tiene dos hijos. Karina es una de las mejores amigas de mi esposa y es una mujer delgada y de cabello rubio y rizado, mide aproximadamente 1.65 de altura, sus piernas son torneadas es poseedora de una bonitas nalgas. Su cintura es delgada y sus senos que a pesar de no ser muy grandes son bonitos. Otra belleza de Karina son sus ojos verdes como esmeraldas que embrujan a cualquiera.



Karina por motivos de trabajo, casi siempre tiene que usar ropa de vestir y por lo regular usa faldas a la rodilla y blusas de diferentes modelos, siempre usa medias y zapatilla de tacón las cuales hacen ver su trasero más rico; hablando de su lencería es más conservadora, sin dejar de ser sexy pues la usa con un poco de encaje.



Todo inició cuando eran más de las 9:00 p.m. y yo apenas iba saliendo de la junta del colegio. Hoy tenía mi esposa una reunión con sus compañeros de trabajo y le había prometido llegar más temprano a la casa, pero las cosas en el trabajo se complicaron y para colmo era viernes, el periférico estaba lento como una tortuga.



Cuando llegué a la casa eran casi las 10:00 p.m. y yo había quedado de estar a las 8.30, saludé a los invitados y a mi esposa que me echo una mirada de pocos amigos de lo enojada que estaba. Yo disimule como si todo estuviera bien y me disculpe por la tardanza, para el colmo estaba a tomando un medicamento que no se llevaba con el vino y tuve que tomar solamente refresco. Como vi a mi esposa enojada me integré a la plática de los invitados, eran dos matrimonios, mi esposa y una amiga que iba sola y yo. Todo fue bien, la reunión se animó, bailamos, uno de los invitados llevaba su guitarra, así que hubo momento bohemio y cantamos, hasta que nos dieron las 3 de la mañana.



Mi esposa y todos los demás le entraron duro a la bebida así todos sin excepción estaban entonados. Los dos matrimonios se despidieron y se fueron, la amiga de mi esposa de nombre Karina, se sirvió otra copa y platicaba con mi esposa mientras mi esposa le pidiera un taxi, yo me fui a mi recamara dispuesto a dormir, apenas me estaba quedando dormido, cuando mi esposa me habla. Yo más dormido que despierto le pregunte que pasaba, ella me dijo que llevaban más de una hora y que el taxi no aparecía y en sitio ya no le contestaban, así que quería que llevara a su amiga hasta su casa. Puse cara de molestia porque Karina vive hasta el otro lado de la ciudad y me haría como una hora en ir y regresar, pero me amenazó diciéndome, me las debes, no creas que se me ha olvidado que llegaste tarde. Tuve que vestirme a regañadientes, pero ni modo tenía que complacerla para no discutir.



Baje y Karina estaba muy tomada, se le notaba en la cara, se disculpó y yo le dije que no se preocupara, la ayude a subir al auto en el asiento de adelante y le abrí la puerta a mi mujer, ella me dijo que no se sentía muy bien (también se sentía ebria) así que me pidió que la llevara yo solo, que ella se iba a dormir. Ni modo me arranque y tome el rumbo de la casa de Karina.



Ella me hacia la plática y yo hacía como que le hacía caso, pero en verdad iba molesto. Karina buscaba en su bolsa sus cigarros pero al parecer los había olvidado en mi casa, así que en el trayecto me pidió que detuviera al frente de una vinatería que atienden las 24 hrs. Cuando me pare, le pedí que no se bajara, y yo me baje a comprarle los cigarros, aun lado de la vinatería se encontraban tres prostitutas, vestidas muy provocativamente, no pude soportar la tentación de mirarlas y al ver que las estaba viendo una de ellas se me acerco ofreciéndome sus servicios. La verdad me dio pena, porque sabía que Karina me estaba viendo, y le dije que no, la prosti insistía al grado que me se me acerco y me decía que calara la mercancía y me señalaba sus nalgas. Yo me di la vuelta y compre los cigarros, el tendero se reía de mí, pues había visto la escenita. Todavía pase a un lado de ella y me dijo "ándale papacito anímate, te cobro barato" yo me hice tonto y me subí al auto, lo arranqué de prisa y seguí mi rumbo, ni siquiera voltee a ver a Karina, sino que solo le di sus cigarros.



De reojo vi que Karina se reía, me dijo "tienes tu pegue he???" y se seguía riendo mientras encendía su cigarro, yo no le hice caso y seguí manejando. De repente Karina me dice "me gustaría ser puta", yo me quede anonadado por lo que acaba de escuchar, y la vi con ojos de incrédulo (pensé esta vieja esta ebria). "Si", me repitió, "me gustaría ser puta, una de mis más anheladas fantasías es ser poseída por un desconocido, que utilice mi cuerpo como fuente de su placer y me de el trato de una puta, que me haga suya sin importarle si me satisface o no", "por si no lo sabes es una fantasía muy común entre las mujeres". "Crees que no la haría de puta, veme no estoy muy jodida que digamos, mira mis senos están todavía muy bien sin sostén, se sostienen muy bien, yo me hice nuevamente tonto, ella se agarraba las tetas los tomaba con las manos y se los veía. No me crees me pregunto yo la voltee a ver", "checa", me dijo y me tomo mi mano derecha y se la puso en uno de sus senos, toca para que sientas, yo retire mi mano y le dije que si con la cabeza. Eso me hizo entre gracia y asombro, lo que si logro es que me calentara.



No era la primera vez que me cachondeaba, en otras ocasiones me coqueteaba enfrente de su amiga (mi esposa), a lo más que habíamos llegado era a acariciarnos mutuamente por encima de la ropa, pero sin llegar a la penetración; por lo que pensé que este era buen momento para hacerla mía.



Seguí manejando y ella seguía viendo sus senos, luego me dijo mira mis piernas no están mal, hago bastante ejercicio desde que me divorcie me metí a un gimnasio y me conservo bastante bien, se subió su vestido hasta casi vérsela la panti, me hizo nuevamente que le tocara las piernas para comprobar lo que me decía, esta vez no me deje inhibir y le acaricie las piernas, ella no hizo nada solo seguía fumando, metí mi mano en medio de sus piernas y hasta se acomodó para que mi mano entrara más, le sobe su sexo y sentí como mi verga se ponía erecta. Le frotaba su sexo por encima de su panti y no decía nada, hasta que me anime y le hice a un lado el panti, le toque su sexo, estaba húmeda, mis dedos se perdieron en el, mi dedo medio busco su clítoris, y lo empezó a estimular, ella cerraba los ojos y fumaba, yo estaba realmente caliente, así que busque un lugar para pararme, me metí a un calle cerrada y apague el auto.



Le empecé a besar el cuello y cambie de mano, ahora la estimulaba con la izquierda, baje mi cara hasta sus senos y se los empecé a besar, le baje el vestido hasta sus hombros y el sostén, hasta descubrirle sus tetas, le empecé a chupar sus pezones y entonces hasta del cigarro se le olvido, me tomaba de la nuca y me atraía hacia ella, lo malo de todo es que estaba muy incómodo dentro del auto y no podía hacer más, ella también se dio cuenta y me dijo, porque no esperas a llegar a mi casa ya está aquí a la vuelta, mi hijos no están y podremos estar en mi habitación sin ningún problema. Yo asentí y volví a mi lugar, prendí el auto y me apresure a llegar a su casa.



Nos bajamos del auto, ella abrió la casa pero no prendió la luz, me tomo de la mano y me guio en la oscuridad, hasta llegar a su habitación, prendió la luz y nos metimos, yo me lance sobre de ella, nuevamente le baje el vestido y el sostén hasta la cintura, y me encime sobre sus tetas, con mis manos le sobaba sus nalgas bajo su panti, ella cerraba los ojos y me atraía hacia ella con sus manos en mi nuca, lo voltee me puse a su espalda de ella, le bese el cuello y desabroche sus vestido y el sostén, ella me ayudó quitándoselo por debajo de las piernas, solo se quedó en zapatos de tacón y con su juego de ligueros y tanga.



Se dio la vuelta yo me le quede viendo, su cuerpo estaba bien conservado, las piernas estaban bien torneadas y sus tetas como ella ya lo había mencionado estaban firmes, eran de tamaño regular, tenía los pezones pequeños pero bien erectos.



"Bien putita", le dije, ahora vas a ver que se siente. Ella hizo una mueca de risa pícara, me desabroché mi pantalón y me lo quité, mi verga se quería escapar de mi calzón, me quite también el calzón y la hice que se hincara, ella entendió bien el mensaje y directamente me tomó con una de sus manos mi miembro y empezó a masturbarlo, luego utilizó su lengua, se ve que le encantaba hacer aquello, pues me provocaba unas sensaciones bastante intensas, yo le tomaba la cabeza por la nuca y hacia que se lo comiera todo, y le decía "comételo todo putita, saboréalo", "vamos se ve que te encanta mamármelo", y las palabras hacían su efecto, pues ella hacía gala de su experiencia.



Después de un rato, le hice la seña que se pusiera de pie, le quité su tanga dejándola solo con sus ligueros y zapatillas de tacón, lucía divina; la hice que se pusiera en cuatro sobre la cama, me puse detrás de ella y le empecé a besar sus nalgas y a utilizar mi lengua sobre su ano y su sexo, "estas buena putita", mis dedos acariciaban sus labios vaginales mientras con mi lengua le recorría las nalgas y su ano, sentía sus estremecimientos cuando pasaba mi lengua sobre su ano, mis dedos jugaban con su clítoris, podía ver como su vagina se abría todo llena de baba, combinación de mi saliva y de sus fluidos. Después de un rato de dedearla y lengüetearla me decía "ya métemela papacito, ya métemela", así que al cliente lo que pida, se la deje ir de un solo golpe, le entro fácilmente y sentí como su cuerpo se contrajo para recibir mi miembro. La tomé de la cintura y la penetraba con fuerza, el golpeteo de mi pelvis contra sus nalgas se oía de manera estupenda, ella me decía, "así papacito no te pares, no te pares", yo le daba con más fuerza, de vez en cuando pasaba mis manos sobre sus tetas y le pellizcaba los pezones. Luego la tomaba del pelo y hacia fuerza para penetrarla más al fondo, "te gusta putita", "te gusta sentir mi verga hasta el fondo", ella me contestaba "así, así papacito, métemela, no te pares", solo veía como sus manos apretaban contra la colcha de la sabana.



Mi cuerpo sudaba copiosamente y el de ella también. Me cansé de penetrarla de esa manera así que me salí de ella y le dije "ahora te toca arriba", me acosté en la cama y ella se colocó por encima de mí, pero antes de dejarla que se insertara mi miembro, baje mi cara a la altura de su sexo y le volví a dar una mamada a su vagina, le succionaba el clítoris, mientras con mi mano derecha el hundía un dedo en su ano, se empezó a mover su pelvis tratando de restregar su sexo en mi cara, yo no dejaba de utilizar mi lengua y de chupar su vagina hasta que se vino, se le puso la piel chinita, chinita y retiro su pelvis de mi cara, eso lo aproveché para acomodarme y hacer que ahora se insertara mi verga, comencé a moverme muy despacio, pues veía que se estaba recuperando de su orgasmo, luego sentí como poco a poco ella empezó a menearse a mi ritmo, la sobaba sus tetas, retorcía sus pezones, ella apoyaba sus manos en mi pecho y contoneaba sus caderas, así estuvimos buen rato, hasta que me dijo, "quiero que termines en mi cara", yo ya tenía ganas de terminar así, que la hice que se me quitara de encima y se sentara el borde de la cama, yo me puse de pie enfrente de ella, me tomo del miembro y empezó a masturbarme, me daba pequeñas mamadas y no dejaba de sacudirme el pene, yo mientras le acariciaba las tetas y sus pezones, me besaba el pecho, hasta que le dije "me voy a venir", me intensifico el masaje hasta que empecé a aventar chorros de semen, cerré los ojos y sentí como todos mis músculos se tensaron, me vine de una manera deliciosa, cuando abrí los ojos vi. Que toda mi leche la tenía en la cara, sacudía mi verga sobre sus mejillas, con todo mi semen embarrado.



"Que rico papacito, nunca había hecho esto, lo había visto en películas XXX, pero nunca habían terminado en mi cara", "eres un amor". Yo solo esboce una sonrisa, por lo menos le había gustado. Me vestí de prisa, mire el reloj eran las 4 de la mañana. Me despedí, no sin antes advertirle que no había pasado nada, ella se sonrió y me dijo "no te preocupes, nadie sabrá nada". Me subí a mi auto y me fui a la casa. Llegue a mi casa cerca de las 5 de la mañana, me acosté y me quede bien dormido. La luz del sol me despertó, estaba todo adolorido, mi esposa no estaba ya en la cama, me levante y fui al baño, mi esposa se estaba bañando, la saludé y me dijo huyyy, me duele la cabeza horrible, luego que te fuiste a dejar a Karina me quede dormida, ni sentí cuando llegaste, ayer se nos pasaron la copas, Karina estaba pedísima. Yo solo me reí y le dije tomate unas aspirinas y un té de manzanilla, yo voy a seguir durmiendo un rato más.


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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