Mi medico es profesionalisimo cuando llego a sus consultas que tengo mis examenes rutinarios programadas cada mes, maduro que sabe mis dolencias hasta las enfermedades congenitas que padezco, también es sumamente respectuoso no son de esos que se escudan igual se esconden detrás del juramento de hipocrates para tener sexo con sus pacientes; me acuesta en la camilla me cubre con un tapa rabo exlusivamente me destapa las áreas que solamente me examinara usando siempre las condiciones de higuienes medicas, me pregunta como me siento tanto de animos como si descanso lo suficiente además siempre me regaña que tengo que comer más para mantener el equilibrio hormonal y no adelgazar más porque se me ven los huesos transparentados por la piel blanca que tengo.

Mi intimidad es entera suya cuando estoy en sus manos le permito ciertas caricias en mis contornos anatomicos femeninos, a sabienda que es serio y solamente lo hace por mi bienestar mental adicional por mi salud delicada como frágil por sufrir de bronquitis acompañado de asma. Conociendo todas mis partes prohíbidas dejo tener algunos deslizes con el, pero en su consultorio pero que no pasan a aberraciones ni violaciones sino una simple amistad como relación afectuosa que no daña mi relación con mi esposo, siempre utilizando y mostrandome el condón que se lo reviso y chequeo antes de contactar con mi vagina en fin, dejo también que tome y coma de mis senos voluminosos y puntiagudos muy parecidos a unos fructiferos melones.

Saliendo en la puerta del consultorio me dice la espero para su siguiente control médico, encantadora señora mostrandome lo caballeroso como el respecto tan merecido por mi que soy una mujer casada, hecha y derecha que es intachable de la boca para afuera.