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Categoría: Incestos

LIVINGSTON PARTE II

Después de partir Lucy y Myra, me quedé pensando en lo maravilloso que había sido coger con ellas, Con Lucy porque desde chico, me masturbaba pensando en ese cuerpazo hermoso, con Myra, recordaba cuando me mamaba la polla, y ahora de mayor era muy hermosa y de cuerpo lindo. No había dormido mucho, porque la verdad Myra había estado insaciable, me recosté un rato, y desperté pasadas las doce. Me fuí a buscar a Silvana, y me encontré solo con su tía, y me dijo que había ido a Puerto Barrios para efectuar unas compras. En la casa de ellas funcionaba un baño sauna, en la cual atendían a solo mujeres, en su mayoría turistas, como no había nadie más, ella me dijo que me metiera al sauna, y que posteriormewnte me haría un masaje, pero que antes me haría un tratamiento para el cuerpo, y empezó a preparar un barro amrillo casi café(lodo), me pidió que me desnudara completamente, y que me recostara sobre un petate, que colocó sobre un catre de madera y lona, ya boca arriba me dice sonriendo, en verdad si tienes una hermosa pija, larga y gruesa, con razón está loca silvana, porque le gusta el color blanco y la cabeza roja. Empezó a cubrirme el cuerpo de lodo de los tobillos hacia arriba, dejando libre los genitales, me cubrio hasta el rostro, sobre los genitales y los pies, me aplico uns pasta que hizo machacando unas hojas, y sentí uina sensación deliciosa, como cuando uno se aplica bálsámico, o mentol, al principio caliente y después sentí una frescura, al secar el lodo me coloqué boca abajo para que me aplicara en la espalda, después de veinte minutos empezó a quitarme el lodo seco, este se desprendía facilmente en capas y en el cuerpo solo quedaba un polvillo, me lavó con agua tibia, y al salir del sauna, me dió un masaje con aceite mineral, empezando por la espalda, ´pero se sentó sobre mi cintura y sentí los vellos y humedad de su concha, al colocarme boca arriba, me dí cuenta que estaba completamente desnuda masajeandome. Ella tenía al rededor de 43 años, con la ropa que usaba, que era falda muy holgada y larga, que solo se le veían los piés, no podía uno saber como era su cuerpo, pechos grandes, oscuros pezones grandes, su cintura si era gruesa, piernas gruesas, pero sin panzita, y una panocha enorme, cubierta con sus bellos finos, como anillitos, iguales al cabello de su cabeza, era una negra formidable sus piernas durísimas, terminó el masaje, pero me dijo: Estoy caliente de ver tu pijota, y Silvana regresa en media hora, y antes que venga me voy a cobrar el tratamiento, acto seguido tomó mi pija, que no estaba del todo dura, y empezó a darme una mamada supersensacional, nunca me lo habían hecho así era divino, yo sentía que eyaculaba en su boca, y ella apretaba la base del tallo, retardando, y volvía a chupar con suavidad, pero su lengua trabajaba con firmeza, ella estaba estaciada, y super excitada, se sentó sobre mi polla y lentamente se la fué metiendo,se la tragó completita, y empezó a cabalgar se la sacaba toda y se la metía de un solo, era tanta su excitación, que no pudo más y se vino, yo sentía sus líquidos espesos a lo largo del tronco, luego volvió con su boca a trabajar mi verga, pero ahora lo hacía mas suave, con ternura, no aguante más y le dije que ya me venía, se metió hasta donde le cupo el pene y eyaculé en su boca. Al cabo de unos minutos, sobre agua fría que había echado en una tina, virtió agua caliente que había puesto a hervir con generosas hojas de naranjo, dandole un aroma exquisito, con el agua al cuello sentado dentro de la tina me dormí, estaba completamente relajado, cuando abrí los ojos, sentada frente a mi estaba Silvana limpiando unos pescadois, la ví hermosa, tenías unos short cortos blancos y su t-shirt también blanca, que resaltaban sus piernas negritas, simple y sencillamente formidables, su culito redondo parado, y se marcaban los pezones de sus hermosos pechos, me sonrió, mostrando su dentadura blanca, perfecta, se acerco para darnos un beso dulce, tierno, que se fué volviendo candente, la jalé a la tina con todo y ropa, le acaricié sus pechos, y ella empezó a juguetear con mi pene, al escuchar los retozos llegó la tía, para preguntarme como me sentía y le dije excelente, ya eran las cinco de la tarde, ya habían pàsado casi tres horas de que había estado con la tía, no había comido nada, tenía hambre pero deseaba coger en ese momento a Silvana, se lo hice saber y accedió a que fuéramos a su habitación, pero antes se dirigió a la tía y le dijo, que ella le había prometido enseñarle a como hacerme felíz, que quería hacerme el sexo oral estupendamente. Ya estando desnudos Silvana y yo, llegó la tía se quedo con los pechotes al aire, y se quitó las bragas, quedandose solo con la falda, y argumenmto que sus pechos y su vagina iban a trabajar mi cuerpo, como complemento de los labios y la lengua. Me colocaron boca arriba la tía tomó un pié y Silvana el otro, silvana seguía lo que la tía hacía empezaron chupandome los dedos de los mies, el pié completo, subiendo por mis piernas, siguieron de largo hasta mi vientre y el pecho, el cuello, volvieron a bajar y fué cuando la tía tomo mis testiculos, y los empezo a lamer y chuparlos suavemente, acto seguido lo hizo Silvana, y así sucesivamente lo que la tía hacía, silvana la imitaba, sentía laa vaginas húmedas restregandose sobre mis piernas y rodillas, empapandome con sus líquidos, los pechos restregandose en mi polla, la tía le dijo a Silvana, ahora los dejo sólos, pero no puedo quedarme así, te lo voy a robar unos instantes, y se metió de un sólo la polla, y le hizo señas a Silvana que se sentara sobre mi boca, sentí el saabor agridulce, de su vagina y su clitoris erecto que vibraba en mis labios, las dos gemían, la tía se vino, y mientras yo seguí chupando la concha de Silvana, ella limpio con agua y jabón mi polla, y salío de la habitación, silvana se corrió hacia mis piernas para quedar en un 69, y ahí los dos nos corrimos.

Al cabo de una media hora, Silvana empezó a chupar mi polla, poniendo ya en práctica lo que había aprendido, yo lamía toda su panochita, sus labios vaginales negritos y su hoyito rojo, la coloqué de lado y empezé a meterle la cabeza, se quejo un poquito, y me dijo que le dolía, apliqué un poco de crema líquida y poco a poco, fuí penetrando en su canal, apretado y liso, se le metí completa y poco poco ya salía y entraba con facilidad, su vagina se amoldó a mi polla y empezó a moverse a mi ritmo, sentí cuando se corrió, seguí dándole despacio, empezé a sentir mis contracciones, me fuí al fondo y la inundé de semen, tenía que haber sacado el pene, para eyaculaarle en la boca, los senos o el vientre en cualquier lugar, pero la excitación, el placer, todo fué mayor que mi voluntad, la inundé de semen, pero la embarazé.
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.31
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