"Al infierno que me sumerjo sin poderme resistir es la fuente de la inmoralidad, credo del cual tendré que disculparme luego."

Hoy te vi y sabes que así ha sido, vos leías la biblia al costado de la iglesia junto a la fuente y yo preparaba el incensario detrás de la ventana en un solitario cuarto cuando nuestras miradas se encontraron. Nunca el otoño me pareció tan hermoso y jamás un atardecer tuvo tanto fuego. Cruzaste tus piernas crucificando mi calma fría de rutinarios días, monótonos paisajes y mi naturaleza oprimida. Con el muslo desnudo seguías con el dedo las líneas de una página impidiéndome tus pupilas como indicándome que jugaba con fuego. Y yo te deseaba: Deslizar mi mano por tu pierna hasta los bordes de tu ropa interior, hasta la humedad de tus labios (tibio manjar imaginable). Desnudarte, quitar tu blusa y al aire libre besar tu boca mientras mi falo acaricia tu hendidura. Empalmar con mi lengua tus pezones, succionarlos y lamerlos al mismo tiempo que mi dedos frotan tu clítoris en capullo y bajar por tu abdomen con mi aliento como una brisa de fuego y absorber el jugo del manjar más anhelado. Penetrarte y hacértelo sin importar el infierno que me toque, sin importar si ahora tengo que arrodillarme y pedir disculpa por mi naturaleza. Porque somos una falla de Dios y el diablo su mejor perfección.

Te espero en el confesionario...

Dejo una canción también de mi autoría:

Paso la noche en un bar

trip hop y ron

flor en ceda

por la avenida

extraños van

y hella led

brillo al ojo

Ella sonríe se esconde en el amor

Ella es sépalo de un frágil almendro

Ella no olvida los principios del dolor

Dice el silencio es parte del amor

Ella ríe y siempre hay fuego en el seno

lejos del tecno-ruido en los cerros.