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Categoría: Orgías

Leticia y los obreros

Era una tarde de invierno, después de haber comido de todo y tomados varios cócteles decidimos Leticia y yo tomar el auto para ir a la playa. No estábamos lejos, nada mas eran unos 30 Km. para llegar.
Yo manejaba y Leticia sentada cerca de mí como siempre con una minifalda que llevaba bien arriba lo que me permitía durante todo el camino acariciarla entre sus piernas y en muchas ocasiones con un dedo empujar su calzoncillo (ya ligeramente mojado) para penetrar aunque sea un poco su vagina. A ella le gustaba mucho que lo hiciera manejando, habría poco a poco sus piernas como para decirme que quería más.
A unos 5 Km. antes de llegar nos paramos en un restaurante en donde pedí que nos sirvieran 2 vodkas en unos vasos para llevar….Queríamos pasarla bien y olvidarnos de todo y de todos.
Esto resulto, ya que Leticia estaba más que ardiente y yo sentía que me pedía tener sexo. Antes de llegar a la playa, en un pequeño camino de arena pare mi auto. Mi mano ya habiendo explorado su concha y ella había, después de haberme abierto el pantalón, empezado a masturbarme, lo que no me permitía seguir conduciendo.
Ahí, en medio de la pista empezamos a darnos profundos besos, mientras que nos acariciábamos el uno al otro. Mi pene estaba erguido fuera de mi pantalón y necesitaba más. Leticia lo entendió y abrió la puerta del auto de su lado para poder acostarse y llegar con su boca a tomar mi pene. Me chupaba suavemente pero profundamente para tener mi pene hasta el fondo de su boca mientras que con una de sus manos acariciaba sus piernas y su culo descubriendo totalmente la falda. En uno de esos momentos me volteo hacia su puerta y veo que no tan lejos había una casa en construcción y unos obreros, (eran 4 si no mal me recuerdo) miraban hacia nosotros. De esa distancia es seguro que podían ver a Leticia media desnuda, con el culo al aire.
Enseguida la levante y le baje la falda. Le mostré los hombres que estaban mirándola pero a ella no le importo. Me dijo – Déjalos mirar, esto no tiene que importarnos, están muy lejos para poder fastidiarnos. En ese momento, tan caliente, cualquier cosa me podía convencer así que la deje que rápidamente retomara su posición y siguiera lameando mi pene tan bien como sabia hacerlo. Lo que no podía imaginar es que la presencia de esos obreros la había excitado aun más. En un poco rato había abierto su puerta aun más y se encontraba “a cuatro patas” en su asiento con el culo completamente descubierto para que los suertudos obreros puedan verla aun más. Me gusto ese juego, así que la incite a más, tome su mano y se la pase por detrás para que pueda acariciarse mientras que con una mano le habría la vagina. Leticia estaba llena de placer, se movía como una gata y gozaba por el espectáculo que estaba dando……
En un momento vi que uno de los obreros empezaba a aproximarse a nosotros, no sabia que hacer, seguir esta fantasía con Leticia o por precaución irnos de ahí. Supongo que quería averiguar más de este momento ya que antes de tomar una decisión ya el obrero estaba junto al auto a un metro del culo de Leticia. Lo que yo no había visto al comienzo es que el tenia su mano dentro de su pantalón y que estaba gozando este momento. Leticia seguía chapándome. Siempre atento, deje que las cosas pasen, y al poco rato vi este obrero sacar su pene y empezar a masturbase enfrente del auto seguramente para que Leticia lo pueda ver. Le mostré a Leticia lo que estaba pasando, ella en un segundo se puso de nuevo la falda y cerro su puerta con llave. Es verdad que esta persona enfrente de nosotros podía dar un poco de miedo. Estaba sucio, vestido con ropa llena de huecos y además era grande y gordo lo que le daba una muy mala apariencia. Aun con eso Leticia no me dijo de irnos, ella miraba fijamente ese hombre y le hacia señas de placer con su lengua y su boca hasta que el pobre obrero no pudo mas y termino su placer enfrente de nosotros.
Decidimos ir a otro lado ya que aquí las cosas se habían descontrolado. Seguimos en auto el camino hasta llegar rápidamente a la playa donde había unas pequeñas cabañas a lo largo y escogimos una de ellas. Me olvide de contar que estábamos en pleno invierno y que no había nadie en los varios kilómetros de playa, bueno casi nadie aparte de esos trabajadores!
Nos quedamos enfrente de la cabaña, al aire libre casi en la arena, Leticia se sentó arriba de un pequeño muro de un metro de alto. Lo que habíamos hecho y vistió nos había calentado muchísimo, así que nos besamos apasionadamente. Rápidamente le quite toda la ropa y deje Leticia completamente desnuda , solo le quedaba sus zapatos de tacos altos. Volteándola con su culo hacia mi, la penetre una y otra vez acariciando sus tetas redondas y excitadas………..pero la aventura no había terminado , parecía que se iba a repetir, ya que desde la playa se podía ver cuatro personas viniendo hacia nosotros…eran los mismos obreros. Que teniamos que hacer, buscar mas placer…huir?...... …………………
Datos del Relato
  • Autor: Ernesto
  • Código: 12264
  • Fecha: 18-12-2004
  • Categoría: Orgías
  • Media: 6.06
  • Votos: 52
  • Envios: 4
  • Lecturas: 2305
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