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Categoría: Maduras

Las vacaciones de verano

Como todos ya sabéis, mi nombre es Raúl y hoy os voy a contar una historia de lo mas atípica que me ocurrió el verano pasado.

Estábamos a principios de julio, a mi madre, Pilar no le habían dado vacaciones por lo que tendría que trabajar todo el verano, yo estaba aburrido, de vez en cuando mi tía Amparo, de la cual os he hablado alguna vez, vino a vernos a casa, era jueves por la tarde, y mi madre libraba en el trabajo, así que nos vino a ver a casa. Mi tía Amparo es una mujer de cincuenta y cuatro años pero muy bien llevados, estatura media, delgada, tetas naturales, y le gusta mucho ir con ropa sexy y fresquita y mas en verano, le dijimos que trajera ropa de baño y así aprovechábamos a darnos un bañito en la piscina, nada mas llegar, teníamos las toallas preparadas y todo, en el jardín, cuando llegó mi tía. Nos dimos el primer chapuzón el agua estaba perfecta, jugamos los tres, en el agua, hablamos, etc. Una media hora después nos salimos, y nos tumbamos en las toallas a tomar el sol, mi tía nos dijo que porque no nos íbamos los tres de vacaciones unos días, ella aún no sabía nada de que a mi madre le habían denegado las vacaciones por falta de personal, hasta que se lo dijo, entonces, mi tía nos propuso una cosa, siempre y cuando a mi madre le pareciese bien, propuso que yo me fuera de vacaciones con ella, así desconectaría un poco y ella no se preocuparía de nada, al principio a mi madre le parecía una idea algo embarazosa, pero al final cedió. Dos semanas más tarde, Amparo y yo nos fuimos de vacaciones a Castellón, había reservado un hotel de cuatro estrellas, yo estaba alucinando, nunca había estado en un hotel de estas características, me quería quedar allí para siempre. Cuando entramos en la habitación, yo pensaba que sería habitaciones separadas o camas separados, aunque realmente no sabía lo que me esperaba, cuando me encontré una cama de matrimonio, la habitacion era preciosa, tenía televisión, una cama super cómoda, era algo extraño para mí, nada mas llegar, vaciámos las dos maletas, que llevábamos, le ayudé a meter las cosas en el armario, incluída la ropa interior y los bikinis, lo que no me esperaba era que mi tía utilizase tangas, lo cual me dejó boquiabierto. Una vez terminamos de desarmar su maleta, hicimos lo mismo con la mía, guardándola en el mismo armario que su ropa. Cuando terminamos serían las siete y media mas o menos, así que era un poco tarde para bajar a la piscina del hotel así que nos fuimos a conocer lo que había por allí cerca, lo cierto es que era un paisaje precioso, cuando volvímos al hotel pedimos la cena, eran las diez y media de la noche, cenamos mientrás veíamos la tele, le pregunté a Amparo sobre que le apetecía hacer al día siguiente, ella me dijo que podíamos ir a la piscina del hotel a mediodía y luego ya iriamos viendo, le pareció una idea estupenda, mientras pensaba "bueno para ser la primera no está mal" así que hicimos eso, sobre las doce nos cambiamos mientras me cambiaba, Amparo me preguntó sobre que tal le quedaba el bikini que se había comprado, yo le dije que estupendo, lo cierto era que me ponía bastante con ese bikini, bajamos a la piscina, nos tumbamos en las hamacas mientras hablábamos de lo bonito que era todo esto, disimuladamente mientras hablábamos empecé a mirarla de arriba a abajo aunque estaba cachondo traté de disimularlo, llegaba la hora de comer, así que nos subimos a la habitación, me tumbé en la cama, Amparo se quitó la chanclas y se quedó descalza por la habitación, poco después, me preguntó sobre que quería de comer, para luego pedirlo, mientras se dirigía al baño para cambiarse lo único que pensaba era en "comerle a ella" me acerqué a la pared para ver a mi tía desnuda, tenía la puerta entre abierta, se estaba quitando el bikini, de pronto se quitó la parte de arriba del bikini quedándose con las tetas al aire, yo estaba impactado, esas tetas naturales eran preciosas a la vez que perfectas, volví a asomarme, en el momento en el que se estaba quitando la parte de abajo, entonces me percaté de que tenía pelo en el coño, lo tenía sin depilar, aunque eso no era un problema para mí, se puso un vestido rojo anaranjado de tirantes sin nada debajo, pensando en lo cachondo que me ponía y el regalo que me había caido del cielo, una semana entera con mi tía, me había tocado la lotería, volví a asomarme para verla una última vez antes de que saliese del baño y me volví a tumbar en la cama, mientras salía del baño, me dijo que si pedíamos la comida, respondíendole que iba un momento al baño y enseguida salía, mientras me respondía con una sonrisa "vale, cariño". Ya en el baño, no pude aguantar mas, así que me hice una paja pensándo en mi tía hasta que de pronto, mi tía abre la puerta del baño y me pilla haciéndome una paja, enseguida me la metí dentro del pantalón, pero sabía que me había visto me dice sonriendo mientras entraba en el baño "mi amor, no pasa nada... buff me has dejado sorprendida" tocándose las tetas me di cuenta de que no llevaba nada debajo de ese vestido, estaba un poco avergonzado, aun así le dije lo cachondo que me ponía, respondiéndome ¿ah si? Se empezó a bajar los tirantes del vestido, con las tetas al descubierto frente a mí, le dije que me gustaba que se le marcasen los pezones (riéndose) me empezó a tocar la polla mientras se pasaba la mano por las tetas, le empecé a tocar las tetas mientras ella posaba su mano sobre mi polla y rápidamente caminó rodeándome y se quitó el vetido frente a mí diciéndome "fuera todo" se puso en cuclillas y mientras me bajaba el pantalón me dice "llevas calzoncillos, imaginaba que no" me saca la polla de los calzoncillos y se la mete en la boca haciéndome una mamada mientras me agarraba la polla con su mano derecha, hasta que se puso de pié y me dijo que tenía ganas de sentir mi deliciosa polla, pero antes de metérsela, le pasé la mano por el coño, lo tenía húmedo así que se la metí por el coño y le empecé a penetrar, sus gemidos eran fuertes, mas tarde, cambiamos de posición, se sentó sobre el lavabo, y de nuevo aproveché para tocarle el coño para seguir penetrándola, sus gemidos eran igual de fuertes hasta que la saqué del coño. Hicimos un descanso, mientras descansaba sentado en la cama con la polla completamente empinada, Amparo se sentó a mi lado diciéndome lo mucho que estaba disfrutándo pasándome su suave mano por la pierna cogiéndome la polla mientras nos besábamos y le chupe las tetas, luego Amparo se tumbó en la cama mientras disfrutaba de su exótico coño para después volver a metérsela por el coño, cada vez iba mas rápido al igual que sus fuertes gemidos, después empezó a cabalgar, mientras se tocaba el coño, acto seguido, se puso a cuatro patas en la cama mientras le penetraba por el coño, diciéndome "no pares mi amor, sigue, no pares..." hasta que culminé corriéndome dentro.

Datos del Relato
  • Autor: Rev123
  • Código: 49989
  • Fecha: 09-05-2018
  • Categoría: Maduras
  • Media: 4
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3309
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