Los días fueron transcurriendo de la manera más rara que hubiera podido imaginar, ni las Gemelas ni yo habíamos hecho algún comentario fuera de lo habitual, pero nuestras miradas se cruzaban más de lo normal, y que decir de las veces que nos encontrábamos por “accidente” en algún lugar de la casa. Desde ese día ellas no se apartaban, me veían y platicaban entre ellas, nadie de la familia tenía la menor sospecha de lo que había pasado, sabía que estaba mal, pero solo de recordarlas de nuevo mi verga se paraba que empezaba a dolerme, debía hacer algo, pero mi esposa se sentía mal por el embarazo, y no quería que algo malo le pasara, tanta era mi excitación que me masturbaba 2 o hasta 3 veces diarias.

Un domingo por la mañana la familia había decidido hacer una salida para ir a visitar a la hermana de mi suegro quien estaba enferma, por cuestiones de trabajo yo no podía ir, así que salieron temprano. Las Gemes tampoco irían, tenían planes con sus amigos y habían salido desde temprano, así que me quede solo en la casa.

Decidido a avanzar y terminar mi proyecto lo más pronto que pudiera, metiéndome de lleno en el estudio no escuche cuando se abrió la puerta de la casa, me di cuenta que no estaba solo cuando entraron las Gemes con un vaso de jugo y poniéndolo en la mesa me dijeron:

-G1: ¿Que hace Tío, tiene mucho trabajo?

-Pensé que habían salido- Les dije sorprendido.

-G2: Si, pero preferimos regresarnos, empezaron con que tomarían cerveza y eso no nos agrada mucho, nosotras pensamos que iría con mis abuelos y mi Tía.

-Tengo un poco de trabajo.

-G2: ¿En serio? y nosotros que queríamos platicar con usted.

-¿Platicar de qué?

-G1: Queremos hacerle unas preguntas.

-Claro, si puedo ayudarles con mucho gusto.

-G2: Esperamos que nos ayude y mucho, a nosotras nos gustó lo que hemos visto de usted, y queremos que sea usted quien nos enseñe lo que sabe.

Eso me hizo atragantarme con el jugo, no esperaba que fueran tan directas, sabía que en algún momento tocaríamos el tema, pero jamás pensé que fuera así, en ese momento no pensaba si estaba mal o no, solo que tenía que aprovechar la situación y no cometer ningún error con ellas, así que les pregunte:

-¿Qué es exactamente lo que quieren que les enseñe?

-G2: Tío por favor, ya lo hemos visto sin ropa, y nos gustó lo que vimos, además, ya vi como mi Tía goza con usted, ambas hemos platicado de esto, desde que llego nos atrajo de tal forma que decidimos que nuestra primera vez en el sexo  sea con usted, no con alguien que nos vaya a lastimar por no saber, o que no sea lo que esperamos, y nuestro deseo es muy grande tratándose de usted.

-¿Hasta dónde saben del sexo?

-G2: Ya hemos tenido novio las 2, y le he chupado la verga a mi novio, siempre quiere más, pero ya le dije que no, y se tiene que aguantar.

-G1: Yo no puedo decir que he llegado a tanto, una vez lo intente, pero no pude más que tocarla por encima del pantalón.

-Pero entiendan algo, soy el esposo de su Tía, no es correcto, además aun no son mayores de edad, y ustedes han dicho que no lo harán hasta los 18.

-G1: Por lo mismo que es nuestro Tío sabemos que nos lo hará con cuidado, por favor.

En eso la Geme2 se levantó de la silla y quitándose la playera me dijo:

-G2: Acaso no le gustamos- y se empezó a tocarse los pechos

Yo me quede con la boca abierta, su pechos pequeños se miraban hermosos con ese bra de media copa color rosa, tenían pequeñas figuras de rosas color verde. Para cuando me di cuenta la Geme1 también había quedado en bra, eran idénticos, solo que los colores se invertían.

Desde donde estaba podía admirarlas de tal forma que las 2 se veían hermosas, mi verga estaba tan dura que pensé que explotaría, sabía que tenía que controlarme, pues ellas no esperaban que me abalanzara como un animal, sino todo lo contrario. Entonces tomando todo el autocontrol del que podía les dije:

-Está bien, acepto enseñarles, pero tengo algunas condiciones, así que siéntense.

Ellas se miraron y se sentaron pero sin ponerse las playeras, sabía que todo dependía de lo que les diría, y claro que las quería coger, pero también pensé que lo que les enseñaría jamás lo debían olvidar, así que empecé a decirles:

-Lo primero que quiero que tengan en cuenta, que si quieren que les enseñe harán todo lo que les diga, sin protestar, todo lo que les haga será para que gocen ustedes, y claro, yo también, ¿Esta claro?

Ellas asintieron sin siquiera mirarse, eso me hizo excitarme más, pero aún tenía más cosas que decir:

-Lo segundo que quiero es que esperaran a tener los 18 para su primera vez, no antes

-G2: Pero Tío, hoy no hay nadie en casa, podemos hacerlo sin problemas

-Hasta los 18, sino no hay trato.

Ellas se voltearon a ver, y asintieron, debía de estar loco, estaban ambas deseosas de ser penetradas, y yo aun poniendo condiciones, pero debía de ser precavido para poder hacerlas sentir seguras, en eso la Geme1 me miro y pregunto:

-G1: Podemos al menos chupársela antes, eso me gustaría mucho a mí, y sé que a mi hermana también.

Las observe por unos momentos, la Geme1 miraba al piso como apenada por lo que acababa de pedir, mientras la Geme2 me miraba y se mordía los labios, sabía que no podría aguantar más, mi verga dolía de lo dura que estaba, así que mientras me reclinaba en el sillón les dije:

-Está bien, pero debemos de asegurarnos que sus papas y su Tía aún no vienen en camino

-G2: No Tío, la casa a donde fueron queda casi a hora y media de aquí, pero mi hermana le hablara para ver dónde están.

Y mientras ella llamaba la Geme2 se me acerco y se hinco frente a mí, empezó a desabrocharme el pantalón y dejo al descubierto mi verga, la cual ya estaba tan hinchada y dura que el sentir sus manos fue algo fantástico. Ella no dejaba de verla y masajearla, entonces volteo a verme y me pregunto:

-G2: ¿Me deja chupársela Tío?

Yo ya no resistía mas, y asentí, ella le dio pequeñas lamiditas en la cabeza, no lo hacía tan bien como mi esposa, pero tampoco estaba tan perdida, en eso se metió la cabeza en su boca y empezó a chuparla, se sentía rico, pero también se sentía lo inexperta en eso, pues sus dientes empezaron a rozar mi verga, le dije que abriera un poco más la boca y que la tratara como si fuera una paleta. Ella se la saco y me dijo:

-G2: La tiene muy grande Tío, más que la de mi novio, pero sabe muy rico.

Y se la volvió a meter, esta vez sin rozar los dientes. En eso entro la Geme1 y se sorprendió al vernos, ella se acercó y la Geme2 la jalo hacia abajo, quedando las 2 frente a mi verga.

-G2: ¿Que dijeron, dónde están?

-G1: Aun con la Tía enferma, no se vendrán hasta la tarde-noche.

-G2: Que bien, bueno hermanita, por fin llegó la hora de que estrenes esa boquita, no tengas miedo de chuparla, al principio te sabrá raro, pero después le encontraras gusto, solo cuida de que los dientes no rocen la verga, ten, tómala y juega con ella.

La Geme1 tomo mi verga en sus manos y empezó a acariciarla, de igual forma mis huevos, por momentos solo observaba, pensé que no lo haría cuando sin decir nada se la metió en la boca, fue tanta la fuerza con que lo hizo que le topo en la garganta y se la saco tosiendo. La Geme1 se rio y le dijo:

-G2: No seas tan desesperada, primero debes de meterte poquito, chupar lento, lamerla toda, desde abajo, mira, así como lo hago, pasa su lengua por los huevos, y sube hasta la cabeza, y te la metes poco a poco.

Mientras lo explicaba lo estaba haciendo, se sentía maravilloso, y la Geme1 no perdía detalle de lo que estaba haciendo su hermana, ella volvió a intentarlo y esta vez lo hiso mejor. Tener a las 2 hincadas frente a mí, en bra y alternando para chupármela fue algo maravilloso, entonces mientras la Geme2 me la chupaba su hermana se levantó y me beso, sus labios eran deliciosos, su sabor era dulce y su lengua suave y juguetona, la otra Gemela dejo de chupármela y se acercó para besarme, a pesar de ser casi idénticas, tenían muy marcadas sus diferencias. Ambas traían jeans ajustados, deseaba penetrarlas, pero no debía, así que decidí hacer otro tipo de juegos con ellas.

-Quiero que se quiten los pantalones, quédense en pura ropa interior

Ellas obedecieron y cuando quedaron solo con su ropa interior pude notar que les gustaba vestirse igual, al menos en ropa interior, pues el conjunto de bóxer y bra que tenían era el mismo diseño, aunque los colores se invertían, les ordene que se dieran la vuelta y me dieran la espalda. Sus nalgas eran hermosas, muy parecidas, el bóxer que traían no mostraba mucho pues les cubría hasta debajo de sus  nalgas, pero se les marcaba de tal forma que podía ver la figura de sus cuerpos perfectamente. Yo me levante y empecé a tocarlas suavemente, sus pechos, espalda y nalgas, las besaba lentamente el cuello y la espalda mientras les tocaba los pechos, cada una se dejaba tocar y esperaban su turno pacientemente. Les quite el bra y admire sus pechos por unos momentos, ellas no decían ninguna palabra, solo jadeaban por la excitación que sentían al tocarlas, roce sus pezones que para ese entonces estaban tan parados que parecían que explotarían. Ambas tenían los ojos cerrados, esperaban su turno de ser tocadas, se mordían los labios y cerraban los puños con fuerza. Las guie hasta el sillón que tenía el estudio y las senté aun lado de la otra, mientras besaba a una, le tocaba los pechos y jugaba con los pezones de la otra. Empecé a besarle y chupar sus pechos y fui bajando pos su abdomen hasta llegar a su vientre, aun teniendo el bóxer note lo húmedo que estaba y se lo baje lentamente a la Geme1 sin dejar de besarle las piernas, después seguí con la Geme2 haciéndole lo mismo hasta dejarlas desnudas sentadas en el sillón frente a mí. Era espectacular verlas así, no sabía por quién empezar, notaba que ambas estaban deseosas de que siguiera besándolas, entonces me vino una idea y les dije:

-No puedo besarlas a las 2 al mismo tiempo, así que ustedes decidan quien será primero y la otra me la chupara hasta que le toque su turno

-Yo quiero chupártela Tío- Dijo la Geme2 y se levantó sin esperar la respuesta de su hermana. Para ese momento creo que ni le importaba pues la Geme1 solo me miraba esperando a que empezara. Me hinque y empecé a besarle su abdomen mientras con mis manos masajeaba sus pechos, el olor que despedía su panochita era delicioso, sus pocos bellos se humedecían con sus jugos vaginales haciéndola ver exquisita. La Geme2 no perdía el tiempo y mientras yo besaba a su hermana ella empezó a chupármela de la mejor forma que pudo, lamia mis bolas y daba culpaditas a las mismas. Aun no tocaba la panochita de la Geme1, estaba disfrutando cada beso que le daba a sus muslos y vientre, ella se arqueaba de placer y tocaba sus pechos al mismo tiempo. Empecé a lamer a un lado de su vagina mientras la abría para poder ver su clítoris, ella se retorció cuando lo hice y dejo escapar un gemido fuerte, su hermana al escucharlo se excito pues empezó a chupármela más fuerte, fui lamiendo lentamente hasta quedar en su pequeño clítoris, se veía tan deliciosamente rosado que ya no espere más y le di una suave lamidita que hizo que me tomara de la cabeza al mismo tiempo que sufría de espasmos y soltó un gran chorro viniéndose en mi boca. Ella me separo bruscamente haciendo que la Geme2 se detuviera también y le pregunto:

-G2: Que paso?

-G1: No sé, sentí algo muy raro, y creo que me hice pipi, lo siento Tío, pero sentí muy rico que no pude evitarlo- y se agacho apenada.

-G2: Tonta, eso no es hacerte pipi, quiere decir que tuviste un orgasmo-Le dijo la Geme2-Yo lo he intentado varias veces masturbándome y no he podido, espero que esta vez sí pueda tenerlo

-Todo esto es normal- le dije- De esto se trata, de que conozcan sus cuerpos, y poder que disfruten el sexo al máximo

-G1: Discúlpeme Tío, no lo sabia

-No te preocupes, solo ya no te reprimas, siéntelo y disfrútalo – y la volví a recostar con las piernas abiertas besando de nuevo su vientre mientas la Geme2 volvía a chupármela con mas ganas. El sabor que tenía después de haberse mojado era exquisito, con mi lengua lamia su clítoris despacio mientras ella cerraba los ojos y se tocaba los pechos, sus gemidos eran entrecortados al principio, pero conforme fui aumentando la intensidad de mi lengua fueron aumentando hasta volverse pequeños gritos de placer.

-G1: Creo, creo que me voy a venir de nuevo- dijo con voz entrecortada.

-G2: Yo quiero ver eso- y dejo de mamármela para acercarse a la panochita de su hermana.  

-Que rico sabe, quieres probar?- le pregunte a la Geme2 sin dejar de lamer, ella me vio como sorprendida y después mordiéndose los labios se acercó a la panochita, yo me retire un poco y sin pensarlo más le dio unas lamiditas al clítoris, la Geme1 se estremeció al sentir la lengua, sentí como que quiso evitarlo pero era más grande la excitación que volvió a cerrar los ojos y se dejó llevar.

-G1: Lo siento de nuevo, lo siento de nuevo, voy a mojarme ah,ah,ah, voy a mojarme ah, así hermanita, sigue ah, sigue, no pares, ya casi ah, ya casi, ah, ah, ahhhhhhhhh – y se estremeció volviendo a soltar chorros mojando a su hermana quien no dejaba de lamerla. Cuando termino de mojarse estaba exhausta, recostada en el sillón no dejaba de dar pequeños espasmos y jadear por el esfuerzo, mientras la Geme2 jadeaba excitada, con la boca y cuellos mojados no dejaba de sonreír.

-G2: Es lo más caliente que he sentido desde la primera vez que me masturbe - me dijo sonriendo, yo me acerque y empecé a besarla probando los jugos de su hermana, le lamia el cuello y ella me abraza rozando su panochita a mi cuerpo. Pude sentir lo mojada que estaba, pero aún le faltaba más, tomándola de la cintura me senté en el sillón y la atraje hacia mí.

-Quiero que te subas al sillón, y acerques tu panochita a mi boca- ella obedeció y apoyándose de la pared para no caerse me dio su clítoris para que lo lamiera, su sabor era tan rico como el de su hermana, y al sentir mi lengua empezó a moverlo más hacia mí. No era como su hermana, necesitaba más intensidad, así que no solo lo lamia, también lo chupaba, primero despacio, y después más fuerte mientras escuchaba como gemía sin querer evitar ser escuchada.

De pronto sentí como la Geme1 tomaba mi verga y se la metía en la boca mientras me masajeaba los huevos haciendo que incrementara la intensidad con que chupaba el clítoris de su hermana. 

-G1: Te está gustando hermanita?

-G2: Si, ah,ah,ah, lo hace muy rico Tío, no pare, no deje de hacerlo, siga chupan…

En eso sin decir más soltó chorros de su venida en mí, eran tan cálidos y con un sabor delicioso que deje de lamer para que me bañara con ellos. La Geme1 se quedó rígida por un momento, no decía nada, solo se escuchaba su respiración agitada.

-G1: Rico hermanita?

-G2: Muy rico- dijo con una voz que apenas se escuchó, sentí que algo le faltaba y sin pensar volví a chupar su clítoris con fuerza. Ella lanzo un gemido y me tomo del cabello, sus piernas empezaron a temblar con intensidad y volvió a soltar más chorros. Sin dejar de moverse ni yo de chupar gemía tan fuerte que la Geme1 dejo de mamarmela y se acercó a su hermana besándola para que no gritara más, ellas se besaban y abrazaban mientras seguía mojándose en mí. Para cuando termino de mojarse estaba abrazando a su hermana y sollozaba sin decir nada.

- Estas bien- pregunte temiendo haberla lastimado. Ella me abrazo sollozando.

-G2: Oh Tío, es lo más rico que he sentido, jamás pensé sentir algo así.

Eso me hizo reí, pues si me había asustado, su hermana se recostó del otro lado y me abrazo también, no dijimos nada por un rato, las abrazaba mientras ellas tomadas de la mano recuperaban la respiración. Sentir sus cuerpos era algo que jamás pensé, pero de lo que ya no me arrepentiría.