Eran aproximadamente las tres de la tarde de un día entre semana, yo había bajado del colectivo, pasé la garita de seguridad del sector donde vivo, casi nunca transito por esa entrada, cerca está el campo abierto de futbol, y sigue una pequeña arboleda plantada hace años por los vecinos, el lugar es descampado, y sin previo aviso se vinieron los torrenciales aguaceros, en cuestión de dos ó tres minutos estaba completamente mojado, ya que no había donde pasar el agua, ya empapapado y chorreando agua seguí caminando tranquilamente bajo aquel diluvio, cruzé la calle que da directamente a casa y faltando unos 200 metros, estaba entrando a su casa en vehículo Lila, y al verme me dice: Pipo, mira como vienes, entra a casa y te cambias ropa. Lila era una señora como de 40 años de edad, chaaparrita, rubia, de unas chiches inmensas, caderas grandes y cintura delgada y de un rostro muy hermoso, casada con Pedro, un señor como de cincuenta y pico de años ejecutivo de ventas muy exitoso, que siempre está de viaje en el interior de la República y regresa los sábados por la tarde y lunes de madrugada ya va de camimo. Yo era un jovencito de 18 años cunplidos la semana anterior. Al entrar a casa de Lila me da una toalla y me dice date un baño de agua caliente y te pones este pants de Pedro y este sudadero, me mostró el bsño de la habitaciónn y salió a preparar café. Iba a empezar a cambiarme de ropa cuado entró Lila, Yo estaba de pie frente a la puerta completamente desnudo, ella se queda paralizada y me dice perdón creí que aún estabas en la regadera, pero no salió, y su vista estaba fija en mi pene, ni ella salía ni yo me cubría, ella dice: Pipo que enorme pene tienes, y ademas es grueso, déjame verlo bien, se acercó y lo tomó con una mano y lo apretó, el pene empezó a crecer, suavemente me empujó hacia a la cama y se hincó en el piso sobre una alfombra y empezó a darme chupaditas en el glande. ls verga terminó d ponerse firme en su boca, que ahora ya me la mamaba suavecito, sintiendo un placer indiscreptible, me subí un poco más en la cama buscando apoyar la cabeza en una almohada, Ella subió a la cama pero ya tenía sus bombachas en la mano, giró subiendo su falda para quedar en un 69, y puso su concha en mi boca, pidiendome que la lamiera, y Ella seguía mamando la verga diciendome que era una delicia de pene, que tan gruesa apenas le cabía en la boca, con una de sus manos acariciaba los testículos, se incorpoé´y me dijo que se la iba a meter que ya no aguantaba el deseo de tenerla adentro, se snetó sobre mi y empezó despacito a desaparecer las 8 pulgadas de verga, salía y entraba freneticamente, no fueron muchas las embestidas cuando empezó a gemir, y a jadear viniendose en un orgasmo prolongado, asi papito métela toda, topala mijito, te quiero sentir todo papaíiito, mientras metia un pezón de su tetota dura en mi boca, to la chupaba extasiado mientras le bombiaba las caderas hasta arriba para toparla. me pedía que siguera bombeandola paro a ella ya no le daban las fuerzas para aeguir culiando, cambiamos de posición,abrió sus piernas y me subí sobre ella, de un solo envión se la enterré al fondo, ginió y le dí con rapidéz, su vulva caliente y lubricada, me ecibía sin problemas, se corrió dos veces más, estaba insaciable, toda sudorosa, mi estómago se pegaba al de ella me pedía que la llenara de leche, no aguamnté más y solté el primer chorro de semen, Que rica tu leche caliente mi niño delicioso decía al sentir los bombazos de los otos chorros, nos quedamos inmoviles besandonos como locos, al rato me la chupó para linpiar semen y jugos, luego a la ducha. Le dije que me iba, y que pasaba dejandole la ropa itro día, ella me dijo tráela el lunes, que la nena viene tarde ese día. (la nena era hija de Pedro de su primer matrimonio, era de 16 años y vivía con ellos desde que se casaron, Lila no pude tener hijos). Me despidió con un beso y me dijo que hembra estaba satisfecha, que era muy dif´´icil para ella tener orgasmos, pero ese día se pasó de la cuenta, que tenía sexo una vez al mes, y que deseaba que la visitara más.