Con todas las mujeres que son casual y especialmente mis compañeras administrativas de la misma universidad donde laboro hoy día, con quiénes he tenido amores y relaciones más afectivas y sentimentales que me he enamorado al instante de ellas cumpliendome mis peticiones que vistan y usen sus atuendos del uniforme de ejecutiva universitaria que son con faldas ceñidas, entalladas y ajustadas a pedir de boca; siendo uno de mis fetichismos que me acontencen igualmente me enaltecen a donde me vuelve más apasionante, aventurante, fascinante, ardiente, placentero, caliente, erepto, eyaculante, vigorizante, desquiciante, endemoniado en fin todas las vainas recurrentes por mis pensamientos eroticos hasta mostrados propiamente por el pené gigantesco, duro, sabroso, deleitoso, deseado, apetitoso, poderoso, colosal y firme que sobresale física y públicamente debajo de mi calzoncillo y del mismo pantalon de trabajo.
Todas ellas me divierten, entretienen, alegran como me dejan completamente con mucha felicidad, libertad y tranquilas como calmadas entrandole al juego de tocarlas, acariciarlas, abrazarlas, sobarlas, manocearlas, pegarmelas a mi cuerpo que las encienden inclusive, las ponen muy arrecha por el sexo que los doy en la intimidad tanto en la oficina como afuera de nuestro trabajo inclusive, en sus hogares o bien en nuestros sitios predilectos, favoritos y preferidos donde aprovechamos aflorante y grandiosamente para realizarlo como compartirlo deliciosamente siendo los unicos testigos nuestras almas, también nuestras imaginaciones lujuriosas y morbosas que nos atañen divinamente en el amor radiante e irradiante de nuestros poros y pensamientos ardientes finalmente atesorantes entre un hombre y una mujer que se adoran y se quieren mutuamente a la fecha del día de hoy.