Como era de esperarse, la noche estaba bastante fria, la nieve no dejaba de caer en los muelles, aun asi, los pajaros se reunian en todas las gruas y las cajas que estaban ahi en los muelles, y el unico sonido que se encontraba disponible era el de las campanas. Este es el tipo de cosas que podras encontrar en la ciudad a esta hora. Un frio que, si eres capaz de soportarlo, querra decir que tal vez hayas perdido parte de tu humanidad. Y en caso de llegar al medio de la noche, aceptar pelear, estaras listo para ser recibido por los mas grandes sindicatos criminales.

Hablando de estos sindicatos, uno de ellos se habian reunido en los muelles, dos limosinas negras entraron en uno de los almacenes. Una vez dentro, se cerraron las puertas, cada una con ayuda de dos gigantes que no mostraban emocion alguna en sus rostros, pero que llevaban trajes de paño cafes y corbatas rojas.

De la limosina blanco, se bajo una mujer con una figura muy esbelta y voluptuosa, de largo pelo rojo, pero sobre todo una marca de belleza cerca del labio. Vestia un largo abrigo, medias de seda con ligera, todo de color negro, blusa marron, botas militares.

Su nombre era Elizabeth Tabitha.

Esta chica era de piel oscura, y llevaba un vestido chino de color azul, y una espada.

Su nombre era Sofia Meadows.

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Sofia se puso detras de Elizabeth, y agarro sus senos de forma delicada, acariciandolos y agitandolos en sus manos, perdiendo en los gemidos de Elizabeth.

Sofia dejo en su mente la gran sensacion de la lengua de Elizabeth paseando por su boca, el rico sabor de su saliva penetrando en su boca